El Editor: Un Deslumbrante Despertar del Cine Sudcaliforniano

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Colaboración especial

Alejandro Aguirre Riveros

La Paz, Baja California Sur (BCS). Hay películas que sabes que serán memorables desde que presencias su arranque, y El Editor es una de ellas. Su premisa se aventura a responder la pregunta existencialista: si al borde de la muerte, vemos pasar nuestra vida proyectada a la manera de una película, ¿cómo sería esta proyección para un editor cinematográfico? 

Nuestro protagonista, Marcos, un editor absorto en el metacine, comienza a sufrir los efectos de un tumor cerebral que, de manera insidiosa, distorsiona su realidad, convirtiéndola en un teatro de sombras, una pesadilla poblada de espectros del séptimo arte. El resultado es una cinta que se desenvuelve con una originalidad y surrealismo que remite involuntariamente a los episodios más célebres de la icónica serie sesentera La Dimensión Desconocida. Con la diferencia de que aquí la narrativa se enriquece con un vívido despliegue de la maestría técnica; la transición, el uso del color, la música, los sonidos y la fotografía, cada elemento en su lugar, son una simbiosis perfecta para plasmar la perspectiva alterada de la realidad a partir de una interpretación cinematográfica que devora a la vida.

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Marcos, a medio camino hacia la muerte, encuentra su tragedia entrelazada con una trama de amor. Pero, aclaremos, no estamos hablando del típico cuento de chico conoce a chica. Este romance se desdobla en la textura del argumento, como un meticuloso collage de impresiones y sentimientos, reflejados con la profundidad y autenticidad que solo los detalles cinematográficos pueden brindar. Son secuencias que parecen sacadas de un sueño, donde los sonidos, los diálogos, los silencios y las imágenes dan vida a la historia de amor entre Marcos, el editor, y Abril, la fotógrafa. Cada conversación en pantalla es una danza entre sus oficios y artes, dando una nueva dimensión a la narrativa.

Y es aquí donde destaca el valor único de El Editor: su audaz exploración y auténtica interpretación del lenguaje cinematográfico, un idioma que, sin duda, se ha infiltrado en las capas más profundas de nuestra cultura audiovisual, transformándose en su léxico natural. Nos hemos empapado de este lenguaje a través de películas, series, e incluso las redes sociales, como Tik Tok, nos han enseñado a editar nuestros recuerdos y la forma en que interactuamos con la realidad. Precisamente, este léxico es la base sobre la que se construye El Editor, planteando una pregunta inquietante: ¿Quiénes somos como espectadores cuando el séptimo arte moldea nuestra interpretación de la realidad y nuestra interacción con ella? 

El mediometraje, dirigido por el paceño Alejandro Savant, se eleva aún más con su elenco estelar: Juan José Antuna, Abril Ortiz, Cecilia Galván, Mario Jaime, Cecilia Rodríguez y Rodrigo Neymar. Así como con la productora y co-cinematógrafa Itzú Martínez que desempeña un papel crucial en la transmisión de este léxico en una narrativa que se siente tan real como natural. Destacando en el ámbito de la imagen la forma en que La Paz se convierte en la co-protagonista de la historia, con sus parques y murales, el malecón, el palacio de gobierno, e incluso las playas, todos ellos representando un papel preponderante en esta interpretación cinematográfica de la vida. No como un simple telón de fondo, sino como un miembro integral de la trama, mostrando la belleza inherente de la ciudad a través de su lente.

Alejandro Savant

Esta obra es un fiel testimonio de la esencia paceña: una producción independiente que se rodó durante dos años con recursos propios y bajo el esquema guerrillero de filmación. Es un auténtico hito para el cine local, un fenómeno que, similar a su geografía insular, brota de la visión de Alejandro Savant. Este cineasta, formado íntegramente en Baja California Sur, un estado que carece de escuelas de cine y de cinetecas, logra hacer visible el talento local y desvela una sed inherente por narrar historias sudcalifornianas que van más allá del cliché, escapando de la añoranza caduca y forzada por la Ciudad de los Molinos, las pinturas rupestres y el pasado perlero para dialogar con lo universal desde lo local en un deslumbrante lenguaje millenial.

Sin duda, El Editor marcará un antes y un después, será recordada como la chispa que encendió la primavera del cine en Sudcalifornia. Pero esta no será una primavera convencional, sino más bien otoñal. Así como el desierto florece a la primera señal de lluvia en agosto, parece que la desolada cinematografía sufcaliforniana vislumbra el preludio de una lluvia creativa. Directores jóvenes y prometedores ya se asoman en el horizonte, dispuestos a irrumpir en escena, ya sea a través del documental o del cortometraje. Nombres como Paula de Anda, José Permar, David Liles, Reynaldo Meza, Mike Henaine, Gabriel Rodríguez, Manelick Ortega y Rey Hiram Lucero Marín, por citar a algunos, son los que están encendiendo las luces de este nuevo amanecer del cine sudcaliforniano. 

¡Festejemos pues el talento de casa! Y no pierdas de vista las próximas presentaciones de El Editor: Versión Final. Pero, ya te lo adelanto, no la busques en la cartelera de tu cine más cercano y tampoco en tu servicio de streaming preferido: ahí solo encontrarás cine gringo o chilango. La obra de Alejandro Savanta, como auténtico fruto de un esfuerzo guerrillero y contracultural, será proyectada en cines independientes, cineclubs y circuitos alternativos. Así que, prepara tus palomitas y disponte a disfrutar de esta joya fuera del circuito habitual. ¡El cine sudcaliforniano ha llegado para quedarse!

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

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Colaboración especial

Alejandro Aguirre Riveros

 

Originario de la Ciudad de México (30 de junio de 1985),  cursó la licenciatura en Ciencias de la Comunicación en el ITESO (2004-2008). Durante ese periodo ganó el premio al Mejor Documental en la Semana Municipal de Video de Guadalajara, obtuvo el primer lugar en la categoría Fotografía del Festival Universitario de la Comunicación y dirigió un corto experimental seleccionado por el Festival de Arte Chroma y el Tijuana Freakfilm Festival. Al egresar trabajó como videoasta y fotógrafo hasta que una enfermedad autoinmune devoró la superficie de sus ojos obligándolo a volcar su creatividad en la literatura. Ganador del Premio Estatal de Cuento Ciudad de La Paz 2015 y finalista del Primer Torneo de Guión organizado por Escribe Cine A. C. Egresado del Diplomado de Literatura Europea Contemporánea organizado por Bellas Artes, del Seminario de Dramaturgia (Instituto Sudcaliforniano de Cultura) impartido por Jaime Chabaud y de la Segunda Residencia para Guionistas en Sonora bajo la tutela de  Maria Gabriela Vidal, Ximena Escalante y Gibrán Portela. Ha cursado diferentes cursos y talleres de escritura creativa con maestros como Martín Solares, Antonio Parra, Luis Felipe Lomelí, María Barandas, Alberto Chimal y Ana Clavel. Su narrativa se distingue por una honestidad descarnada, un ritmo trepidante y personajes que rayan entre la tragedia y la comedia existencialista. Sus influencias son Pedro Juan Gutiérrez, Raymond Carver, Mariana Enriquez, Samanta Schweblin y Etgar Keret. Actualmente dirige el Taller de Guión cinematográfico impartido en la biblioteca Justo Sierra por parte del Instituto Sudcaliforniano de Cultura.

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