Corazón de cerdo. La Era de Frankenstein (I)

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FOTO: The New York Times.

La demencia de Atenea

Por Mario Jaime

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En su novela Corazón de perro (1925), Mijaíl Bulgákov describe como un médico soviético injerta glándulas seminales y la hipófisis de un obrero a un perro callejero que poco a poco se transforma en un hombre. Esta ficción de humor negro, que raya en la melancolía y hasta el desasosiego, es una denuncia contra el horrendo socialismo soviético de la época. Sin embrago, la novela tiene ecos en la grotesca experimentación animal que distinguió a la Rusia del siglo XX, coincidentemente con perros y primates principalmente.

Los mitos reflejan los hechos históricos que obsesionan a los artistas y simbolizan el espíritu de una época dada. El mito más adecuado con la realidad actual es, irónicamente, uno forjado hace dos siglos por una jovencita inglesa a partir de una pesadilla: la novela del doctor Frankenstein.

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FOTO: India Times.

Una de las tesis principales de Frankenstein es la responsabilidad del creador con su criatura, pero también proporciona vasos comunicantes hacia el proyecto tecnoindustrial, culmen de la Ilustración, en el que los hombres iluminados alcanzarían el grado de Dios. Incluso lo suplantarían. El profesor Walden indica a su discípulo Víctor Frankenstein que los modernos filósofos de la ciencia han adquirido nuevos e ilimitados poderes —lo que les permite burlarse del mundo invisible dentro de sus propias sombras.

El siglo XIX fue el siglo de la química, su culmen fue la síntesis del amoniaco y de la urea, la teoría atómica y el desarrollo de las armas químicas. Dio un contexto materialista de la realidad, que ya no requiere fantasmas o dioses para ser entendida.

El siglo XX fue el siglo de la física, su culmen fue el desarrollo de las armas nucleares, la mecánica cuántica y el alunizaje. Hiroshima y el proyecto Apolo abrieron una nueva era.

El siglo XXI es el siglo de la biologíaEl siglo de Frankenstein. Vivimos inmersos en una guerra vírica y bacteriológica que no entendemos y los historiadores podrán desentrañar en cien años. Aún no sabemos el culmen espantoso o maravilloso, pero lo puedo trazar desde el desarrollo de la genética moderna a partir del modelo de la doble hélice en 1953 y la clonación de la oveja Dolly en 1996, como un parteaguas que alcanzó una nota impresionante con la técnica del CRISPR en el 2014 y la probable clonación de dos niñas inmunes al SIDA por científicos chinos en diciembre de 2018.

Esta técnica permite modificar el genoma a voluntad en animales plantas, hongos, bacterias…

Cito a Rosi Braidotti de su libro Lo posthumano: Ya que se han borrado las fronteras entre aquello que es humano y aquello que no lo es, se ha puesto en evidencia la base “no natural” del ser humano actual. Desde el punto de vista de la Filosofía y la Teoría Política, urge actualizar las definiciones de identidad y los fenómenos sociales a raíz de este salto.

El filósofo mexicano Ambrosio Velasco piensa que nunca antes el hombre de ciencia o el filósofo de la naturaleza habían requerido una relación de actitud éticas ante lo natural.

¿Qué significa lo natural hoy? ¿Qué significa desnaturalizar algo?

IMAGEN: AFP.

Desde hace décadas el sueño de hacer compatibles órganos animales para ser trasplantados en humanos fue materializándose.

Xenotrasplante es el nombre técnico de un trasplante de un órgano de una especie a otra.

En 1997, en Assam, India, el doctor Dhani Ram Baruah trasplantó el corazón de un cerdo a Purno Saikia, un hombre de 32 años que no soportó el procedimiento y murió una semana después. Baruah fue acusado de asesinato y encarcelado por 40 días para después purgar arresto domiciliario por 18 meses. Una comisión consideró el procedimiento como no ético.

En 2014, el Dr. Church, mediante la técnica del CRISPR, alteró 62 genes de cerdos para hacerlos compatibles al cuerpo humano. El objetivo es criar cerdos transgénicos como una granja de órganos dispuestos. Ya existen una cantidad de cerdos a los que se les han introducido genes de humanos. Son mutantes.

En el instituto Roslin de Escocia, se desarrolló al Puerco 26, un tipo de cerdo inmune a la fiebre porcina africana.

El cerdo es un mamífero muy parecido al hombre —fuera de bromas sobre obesos, policías o políticos. Con los gorilas compartimos hasta el 99 % del genoma con los chimpancés el 96 %, con los cerdos el 90 %. Quizá por ellos algunos caníbales han asegurado que comer jamón es casi lo mismo que deleitarse con carne humana. Desde hace algunos años se han usado válvulas coronarias de cerdos como implantes biológicos.

El 7 de enero de 2022 se logró la meta del xenotrasplante. En la escuela de medicina de la Universidad de Maryland, el Dr. Bartley Griffith trasplantó un corazón de un cerdo transgénico a David Bennett, de 57 años.

El corazón fue modificado genéticamente por medio del CRISPR por la empresa de biotecnología “Revivicor” de United Therapeutics Corporation , la cual ya ha desarrollado xenoriñones y pulmones de cerdos destinados a humanos.

Se eliminaron tres genes, se desactivó uno para impedir el crecimiento del corazón y se agregaron seis genes humanos para hacerlo compatible.

Las empresas de biotecnología son las protagonistas de las ciencias más avanzadas de nuestra época. Públicamente sabemos algo de sus líneas de investigación en fármacos y terapias genéticas. Secretos militares ya deben implicar desarrollos de virus y armas biológicas que no podemos aún soñar.

¿Es ético? No importa. Es imparable.

Bienvenidos a la época donde los sueños y pesadillas góticas son una realidad a la que vamos a acostúmbranos –si sobrevivimos— y tal vez a gozar. Tal vez ya comemos salchichas con genes humanos.

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La demencia de Atenea

Por Mario Jaime

Doctor en Ciencias Marinas. Recibió el Premio Internacional de Divulgación Científica “Ruy Pérez Tamayo” en 2012. Entre sus libros sobre temas científicos destacan “Tiburones, supervivientes en el tiempo” y “Ensayos en Filosofía Científica” en coautoría con David Siqueiros.

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