Antología de autores ficticios, de Octavio Escalante

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El librero

Por Ramón Cuéllar Márquez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Octavio Escalante (La Paz, 1985) es uno de esos escritores que al leerlo sonreímos y disfrutamos, por su capacidad de narrar con precisión una multiplicidad de voces que asombran y entrañan un futuro prometedor para sus próximos libros. Tal es el caso de Antología de autores ficticios (ISC, 2017), un puñado de catorce relatos que en apariencia no se cruzan entre sí por ser de autores bien distintos (imaginarios), pero que por el cambio de voces logran un equilibrio narrativo que es de aplaudir.

Según nos plantea Escalante, se trata de autores que están vivos o que son reales, y que, gracias a esa condición, puede hacer lo que quiera con ellos porque no está obligado a buscar su autorización para publicarlos o, aún más, corregirles sus textos. Bajo esa premisa nos introduce en heterogéneos universos planteándonos situaciones inverosímiles, cargados casi siempre por una voz dinámica, rítmica, envolvente, que a veces raya en lo poético y que nos hace olvidar la historia contada para centrarnos más en el lenguaje.

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Y justamente ese lenguaje, bien definido, bien cuidado, bien estructurado nos evoca por momentos anotaciones de viaje, impresiones acerca de la vida cotidiana y de personas que nos resultan bien cercanas, pues la mayoría tienen rasgos locales, aunque estén revestidos de lejanas imágenes históricas. Tal vez una de sus narraciones más logradas es “Na zdravy!” del ficticio autor Jacobo Lara, que me recuerda a la maravillosa novela judía de Gustav Meyrink, El gólem. Sus otras historias tienen ese equilibrio que nos presenta a criaturas entrañables y extrañas, que perviven sus propias circunstancias, casi cíclicas, que se conectan unas con otras, creando puentes entre ellos por elementos narrativos más que por situaciones de vida literaria.

Esa vida literaria tiende redes entre los personajes, entre escritores tal vez desconocidos entre ellos (que incluye al propio Octavio Escalante y que se asume también como autor ficticio), pero que algunas costumbres particulares los unen en su naturaleza humana. Antología de autores ficticios explora una diversidad de temas que nos causan incertidumbre, incluso risas por la utilización de una sintaxis depurada y salpicada de localismos lingüísticos. A lo largo del libro descubrimos que la semana santa está deconstruida y nos revela que, en realidad, hay un propósito único que es vacacionar; asimismo, historias de narcos, de situaciones morbosas, de muertes.

Creo que Octavio Escalante es uno de los narradores sudcalifornianos que mejor logra edificar con solvencia su mundo narrativo, pero tal vez habría que esperar que algún día nos sorprenda con historias acabadas desde la ironía y el sarcasmo que lo caracterizan en las redes sociales, que creo yo es el germen estilístico de su voz narrativa.

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Ramón Cuéllar Márquez

Nació en La Paz, en 1966. Estudió Lengua y Literaturas Hispánicas en la UNAM. Actualmente se desempeña como locutor, productor y guionista en Radio UABCS. Ha publicado los libros de poesía: “La prohibición del santo”, “Los cadáveres siguen allí”, “Observaciones y apuntes para desnudar la materia” y “Los poemas son para jugar”; las novelas “Volverá el silencio”, “Los cuerpos” e “Indagación a los cocodrilos”; de cuentos “Los círculos”; y de ensayos: “De varia estirpe”.

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