Anclados al fin de la tierra. Reseña de un libro inmensamente californiano

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Tierra Incógnita

Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Es de hombres y mujeres bien nacidos, el amar la tierra en la que se nace, la que nos dio todo sin pedirnos nada, pero a la cual nos encontramos unidos por invisibles e indelebles lazos que, sólo aquellos que meditan en las grandes enseñanzas de la vida pueden comprender y sentir. Tal es el caso del joven historiador sanluquense Gustavo de la Peña Avilés, el cual dedicó su más reciente obra a describir de forma por demás amena y sistemática, la historia de su estirpe arraigada desde hace más de un siglo en la parte sur de la península de Baja California.

Esta obra literaria e histórica nos reseña de forma consistente sobre las familias fundadoras de lo que hoy son los poblados en la finisterra de la península de Baja California: Cabo San Lucas, Migriño, San José del Cabo, Santiago, San Bartolo entre muchos más. Nos habla de sucesos, de lugares pero sobre todo de personajes que fueron muy significativos para el autor, y su numerosa familia, pero que también fueron tronco y simiente de muchas familias como los Avilés, de la Peña, Agúndez, Sández, Núñez, Cosío, Castro, Mendoza, Ojeda, Carrillo y muchas, muchas más que pido disculpas a los presentes por no nombrarlas, y no es por falta de datos, sino de tiempo.

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Conforme nos vamos adentrando en esta maravillosa obra, en primer lugar nos sorprende gratamente por las dotes narrativas de Gustavo, ya que en su apartado al cual nombra A manera de introducción nos deleita con reflexiones muy maduras y producto del gran amor que le tiene no sólo a su familia sino a la tierra donde él también nació, y que siempre se siente orgulloso de llevarla en donde acuda, en sus ideas y en su palabra. Conforme transcurren las páginas y los relatos aparecen árboles genealógicos que nos dan cuenta de aquellas personas que fueron los primeros en portar aquellos apellidos que hoy nos son tan comunes, y que llegaron algunos como acompañantes de los primeros misioneros, otros buscando trabajo en las minas, los ranchos o la pesca, pero todos ellos deseosos de labrarse un porvenir y contribuir al desarrollo de esta península, la cual terminaron haciendo suya… o mejor diré ellos terminaron siendo parte de esta tierra y este mar. Quedaron anclados en la finisterra para jamás partir, ni aún muertos, puesto que siguieron viviendo en sus hijos, nietos tataranietos, y hoy, en este libro tan significativo e interesante.

Como muchos de los lectores sabrán, Gustavo de la Peña Avilés es licenciado en historia por la Universidad Autónoma de Baja California Sur, y haciendo honor a su formación y vocación de vida, escudriñó páginas web de genealogías, libros de bautizo, reportes en el Archivo Histórico del Estado y en todos aquellos sitios en donde pudiera encontrar los orígenes de las numerosas familias con las que está emparentado. Una gran cantidad de fotografías que los lectores encontrarán en su libro son únicas puesto que fueron recabadas directamente de los personajes de quien se narra o por sus familiares más cercanos.

Fiel también a su vocación narrativa, de la Peña Avilés nos hace llegar una gran cantidad de anécdotas y relatos sobre pasajes en la vida de sus familiares los cuales nos mantienen en vilo sobre el desenlace: dos crímenes no resueltos, despojos de heredades, una sospecha de hurto, son por mencionar algunas de estos sucesos, y que no deseo comentar más para que sean ustedes, amables lectores, quienes los lean y disfruten.

Quiero finalizar mi breve reseña del libro haciendo partícipes de las emociones que surgieron en mí al leer este libro: de las sonoras carcajadas, cual bálsamo reparador, al leer la anécdota de don Daniel Sández Ojeda con Álvaro Obregón y Abelardo L. Rodríguez; del cariño y admiración que sentí por la pichurca o pichurquita, la Señora Petronila García; de la imponente y macabra estampa de doña Ramona Aguilar de Cosío, la mala, como le llamó Petronia; así también el respeto y tristeza que me embargaron al leer la despedida que dio nuestro autor, en su última morada, a su abuelo Loreto Agúndez Ceseña, del meramente San Felipe.

Me uno a las felicitaciones que ha recibido De la Peña Avilés, e invito a los espectadores que adquieran este material que es mucho más que un libro de genealogía, Es la historia de una estirpe californiana.

Bibliografía

Gustavo de la Peña Avilés. Anclados Al Fin De La Tierra. Historia de una estirpe Cal­iforniana. 2022.

 

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Tierra Incógnita

Sealtiel Enciso Pérez

Profesor de Educación Primaria, Licenciado en Educación Especial y Maestro en Ciencias de la Educación. Labora en la Secretaría de Educación Pública y comparte su tiempo con su pasión por la historia de la California del Sur. Administra el grupo de Facebook “Conociendo Baja California Sur”. Nació el 22 de septiembre de 1969 en Puerto Vallarta, Jalisco, pero radica en Sudcalifornia desde hace 44 años. Actualmente, es Director de la Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular No. 17 y Maestro de Comunicación del Centro de Atención Múltiple “Gilberto Vega Martínez” en La Paz. Escribió la antología (Ebook) “Piratas, Corsarios y Filibusteros en la Antigua California”. Mención Honorífica en el VII Premio Estatal de Periodismo “Jesús Chávez Jiménez”, en Entrevista, por su trabajo “Graciela Tiburcio Pintos, la leyenda de la biología de las tortugas”.

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