Por Modesto Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Este 31 de enero se cumplen 6 años del asesinato de Asael Valtierra Loya, el joven que fue privado de la vida de un balazo en la cabeza e incinerado en un pickup en San Carlos, municipio de Comondú, para despojarlo de casi medio millón de pesos. El crimen ocurrió en 2011, cuando aún no ocurría la oleada de ejecuciones que continúa en Baja California Sur, por lo que el trágico evento causó un enorme impacto en la sociedad sudcaliforniana, y en especial la comundeña, resultando al menos doce implicados de los cuales, hoy en día, sólo hay dos sentenciados y tres están prófugos. Jesús Valtierra García, padre de la víctima, concedió una entrevista a CULCO BCS recordando los hechos y dando a conocer el estatus de los presuntos responsables.

El joven tenía 22 años —el próximo año hubiera llegado a los 30—, se había recibido de técnico en programación, y habiendo estudiado la carrera de Mercadotecnia en la Universidad Mundial, en La Paz, finalmente se decidió por empezar a trabajar con su padre en la gasolinera Servicio “Quinagui” en Puerto San Carlos. Cerca de las 13:00 horas del 31 de enero de 2011, salió de dicho negocio a bordo de un pickup Dakota de doble cabina, color blanco, a depositar 480 mil pesos a la sucursal de Bancomer en Ciudad Constitución. Usualmente era su padre u otras personas quienes realizaban esta operación, pero esa mañana, don Jesús Valtierra se encontraba en las oficinas de Catastro, en el Ayuntamiento de Comondú, por lo que su hijo se dispuso a realizar este viaje solo. Un viaje sin retorno.

Según la reconstrucción de los hechos —en voz de Valtierra García—, Asael fue retenido por una patrulla de la Policía Municipal en un entronque de la carretera San Carlos – Ciudad Constitución. Uno de los oficiales se subiría al pickup, y prácticamente escoltado por la patrulla, lo llevaron en calidad de secuestrado hacia una brecha en las cercanías del ejido Josefa Ortiz de Domínguez, donde la policía tácitamente entregaría a la víctima para después salir a toda velocidad en la patrulla. Allí llegó un pickup Chevrolet negro. Se presume que lo golpearon antes de darle un balazo en la cabeza, lo colocaron en el asiento de atrás, y después rociaron gasolina para prender el vehículo con todo y el joven dentro.

Pasadas unas cuatro horas, los padres se alarmaron y pidieron ayuda a un empresario para que ayudara a localizar el auto con la ayuda de una avioneta. El piloto fue quien dio razón del pickup quemándose en dicha zona, hasta donde llegaron ministeriales y personal de la Semefo. A don Jesús no lo dejaron acercarse ni ver el cuerpo carbonizado, según le explicaron, para hacerle pruebas, lo que llevó casi 20 días. El 18 de febrero le entregaron los restos, constatando la identidad del joven, y la familia le dio sepultura. Todavía pasaron dos años más en que se le hizo una revisión más minuciosa al vehículo, lo que permitió encontrar una ojiva de bala y un total de 17 restos, por lo que su tumba tiene dos compartimentos que corresponden a lo que se entregó un día y dos años después.

Valtierra Loya explica que el asesinato de Asael Valtierra dejó ver no sólo lentitud y burocracia en la entrega de resultados, sino una especie de “hartazgo” de las autoridades por resolver el caso. Desde el principio, el padre de la víctima empezó a hacer sus propias investigaciones para descubrir una madeja en la que se involucraban policías municipales de Comondú con vendedores de droga de Puerto San Carlos. Todo apunta a que uno de ellos —alias “El Chukero”— estaba “perdiendo la plaza” por deudas, y planeó un asalto. Se estima que tendrían de uno a dos meses organizándolo.

Presuntos implicados

Valtierra Loya sostiene que hay al menos doce implicados, de los cuales, actualmente, hay dos sentenciados, cinco aprehendidos —en espera de dictamen—, tres prófugos, y dos que fueron dejados en libertad bajo fianza. El hombre admite que hay avances respecto al caso, pero no estarán conformes hasta ver a todos tras las rejas por todos los delitos que se suman en este caso: homicidio con alevosía y ventaja; privación ilegal de la libertad; robo con violencia; y daños por medio de incendios.

Los sentenciados por el asesinato de Asael Valtierra Loya son Renato León Atondo alias “El Chukero” y Elías Gómez Gómez alias “El Michoacano”, condenados a 53 años de prisión; según Valtierra Loya, el primero sería el autor intelectual inicial, pero el autor material del homicidio sería Amadeo Zamudio Chávez alias “El Yeyo”, interno en el Cereso de Los Cabos —el único allí, ya que el resto de los sentenciados y aprehendidos están en el Cereso de Ciudad Constitución—, quien es uno de los cinco presuntos responsables con dictamen pendiente. Los otros pendientes de resolución son Lémuel Obed León Sáenz, Jaime Lara Murillo alias “El Vaquero” y Óscar Fidel Angulo López, todos ellos ligados a “Los Zamudio”, y el ex policía Guillermo Aripez Geraldo.

Renato León Atondo alias “El Chukero” y Elías Gómez Gómez alias “El Michoacano” reciben la sentencia. Foto: Cortesía.

El anterior sería uno de los tres ex oficiales de la Policía Municipal de Comondú que tácitamente entregaron a la víctima, los otros dos policías —quienes siguieron en activo un tiempo, a pesar de que la familia de Valtierra Loya los implicó en este crimen casi desde el inicio— son Moctezuma Bareño Mayoral y el comandante Felipe Rodríguez Higuera, quienes actualmente están prófugos. Hay uno más prófugo y relacionado con “Los Zamudio”: Ignacio Acosta Madrigal. Además, detalló Valtierra García, fueron liberados al cambiarles la clasificación del delito —en calidad de encubrimiento— Justo Mojardín Cázarez y Guadalupe Karely Barraza López, luego de pagar una fianza de 4 mil pesos.

Según el testimonio de Valtierra García, “El Chukero” habría perdido la plaza de la droga en San Carlos quizá por sus adicciones, que lo llevó a endeudarse y armar el plan de asaltar a la gasolinera; al parecer, el botín sería suficiente para pagar deudas y quedarse con dinero, pero empezaron a integrarse cada vez más personas. “El Michoacano” habría de declarar que del atraco le tocaron de 10 a 15 mil pesos: 5 mil fueron a parar a pagos en tienda Coppel y el resto se lo gastó en el llamado “chuky”.

Inconformes

Sobre el asesinato de Asael Valtierra Loya, “todo apuntaría a que quedaría impune”, declaró su padre, quien desde el inicio se vio obligado a hacer las investigaciones ante la lentitud y burocracia que mostró la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE). El caso ha pasado por cuatro procuradores, y apenas el año pasado se vieron avances significativos, pero en general “los hemos visto cansados en seguir las averiguaciones previas, enfadados; no querían girar órdenes de aprehensión”.

Pese a todo, la familia Valtierra Loya no ha querido hacer marchas de protesta o plantones para exigir justicia, aunque dicen que no lo descartarían más adelante, pues hay personas que presuntamente participaron en el delito y andan en las calles. “Pedimos la pena máxima”, dice el padre del joven, con lo que supuestamente alcanzarían hasta 90 años de prisión. Justo este domingo realizaron una misa en San Carlos, recordando a Jesús Asael Valtierra Loya, quien este 25 de octubre hubiera cumplido 29 años.