Reitera Salud de BCS vacunarse contra la influenza

FOTO: Salud de BCS.

La Paz, Baja California Sur (BCS). Al ser la estación invernal la fase del año con mayor circulación del virus causante de la influenza, el sector Salud de Baja California Sur refrendó, a través de un comunicado oficial, su llamado a la población para que acuda a las unidades médicas más cercanas y reciba la vacuna contra la enfermedad y con esto evite la posible infección simultánea con otra afección respiratoria.

La principal convocatoria es para que madres y padres de familia asistan junto con sus hijos de seis meses a cinco años de edad a los centros de salud o clínicas, a fin de suministrar el biológico a los menores y con esto se refuerce su respuesta inmunológica ante la eventual exposición a los patógenos que causan ese padecimiento, así dio a conocer la titular del ramo en la entidad, Zazil Flores Aldape.

Esta protección también se aplica de manera prioritaria a mujeres embarazadas, personas mayores de 60 años, así como pacientes crónicos, al ser sectores que por sus propias condiciones físicas pueden ser más vulnerables al actuar de esos virus, de ahí que se extienda la invitación a estos grupos poblacionales para que procuren su vacunación.

Además, se refrenda el exhorto para que todas y todos los sudcalifornianos sigan aplicando con responsabilidad las medidas sanitarias para prevenir el COVID, que son útiles también para evitar otras infecciones respiratorias agudas. Seguir usando correctamente el cubrebocas, lavar con frecuencia las manos, evitar tocarse boca, nariz y ojos con las manos sucias, así como resguardarse cuando se presenten síntomas gripales, son acciones de relevancia, agregó.

También se deben evitar cambios bruscos de temperatura, usar ropa abrigadora en los momentos del día en que se registra más frío, acudir a la vacunación contra COVID-19 para iniciar o completar el esquema, o para recibir el suministro de refuerzo en el caso de adultos mayores y personal de salud, concluyó Flores Aldape.




Convoca Salud de BCS para vacunarse contra COVID-19

FOTO: Salud de BCS.

La Paz, Baja California Sur (BCS). Con la certeza de que el virus causante de la COVID-19 se mantiene en circulación en el territorio estatal, la ciudadanía sudcaliforniana está llamada a iniciar o completar su esquema de vacunación contra esta enfermedad, a fin de reforzar las defensas del organismo ante la eventual exposición al patógeno, indicó la titular del ramo en la entidad, Zazil Flores Aldape.

La funcionaria estatal dijo que la entidad inició esta semana con un total de 115 casos activos de COVID-19, de los cuales 18 están hospitalizados y de éstos, diez carecen de vacunas, lo que refleja la importancia de acudir a recibir estos biológicos que han demostrado alta eficiencia para evitar formas graves de la infección.

Flores Aldape recordó que en la entidad se tiene un registro de más de 417 mil personas que ya tienen sus esquemas de vacunación completos contra este padecimiento, y de más de 68 mil 500 personas que sólo cuentan con una aplicación, de ahí la relevancia de que acudan a recibir la segunda dosis conforme las convocatorias que emite la Delegación Estatal de la Secretaría de Bienestar a través de sus redes sociales.

Señaló además que los tipos de inmunizantes distribuidos y aplicados por el Gobierno de México en Baja California Sur y en todo el país son gratuitos y seguros, y han demostrado una elevada eficiencia en el desarrollo de anticuerpos que permiten reducir el riesgo de requerir hospitalización y de que el curso de la patología concluya en desenlace fatal.

Es importante recordar que las personas ya inmunizadas deben seguir implementando las medidas de higiene básica, como el lavado frecuente de manos y uso correcto de cubrebocas que son decisivos para evitar que incremente la velocidad de transmisión del virus, concluyó Zazil Flores Aldape.




Del último fracaso panista al temor a Dios por el virus más perrucho

FOTO: Archivo

La Última Trinchera

Por Roberto E. Galindo Domínguez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El último gran fracaso del gobernador Carlos Mendoza Davis en Baja California Sur —después de perder la entidad a manos de la oposición obradorista—, es la exacerbación de la crisis sanitaria del coronavirus, que se da tras el proceso electoral pasado, pero no sólo fueron las campañas políticas, de todos los partidos, y la elección misma los detonantes de la tercera ola de la Covid-19 que afecta a la entidad. El desastre sanitario es, en gran medida, el resultado del comportamiento del sudcaliforniano promedio, además de otros factores, como el turista irresponsable y el valor del dinero por encima de la salud.

Desde que la pandemia alcanzó a BCS, y se registraron los primeros casos de contagios, así como muertes en marzo de 2020, el gobierno de Mendoza Davis tomó distancia del Gobierno Federal y de los lineamientos de la Secretaría de Salud, al grado de desechar el semáforo COVID de cuatro colores y sustituirlo por uno de seis niveles, con dos naranjas y dos amarillos, además del verde y del rojo, en el que las restricciones a las actividades económicas y de esparcimiento son menos estrictas. Entonces, pocos fuimos los detractores de tal decisión, pues era evidente que dicho semáforo tenía el propósito de privilegiar al turismo y la actividad comercial por encima de la salud de las personas, ya que dicha actividad es, en la media península sureña, la principal fuente económica. Sin embargo, hoy queda claro que privilegiar al turismo de la manera en que el Gobierno Estatal y los empresarios lo han hecho ha derivado en una afectación mayor: el detrimento de la salud de los sudcalifornianos y la muerte de varias centenas de estos.

También te podría interesar: La verdadera encuesta electoral  

Tras la primer ola COVID-19 que azotó al país, el Gobierno Estatal desoyó en varias ocasiones los llamados federales a ubicar a la entidad en el semáforo naranja; y mantuvo al Estado en los dos tonos amarillos la mayor parte del tiempo. El año pasado, cuando la Secretaría de Salud ubicaba a Sudcalifornia en naranja desde octubre, el Gobierno del Estado esperó hasta finales de diciembre para decretar el color naranja más permisivo, y así se mantuvo hasta mediados de enero, cuando la elevó al siguiente nivel naranja, lo que derivó en que febrero sea hasta ahora el mes más letal por coronavirus en BCS. Con la retirada del invierno y el descenso de contagios y de muertes, se volvió a decretar el nivel amarillo en marzo. Vinieron las campañas políticas, las vacaciones de Semana Santa y el Día de las Madres, la gente se relajó en los cuidados elementales, principalmente, en la sana distancia. Entonces los contagios se incrementaron y la federación nos ubicó otra vez en naranja, pero el Gobierno Estatal esperó hasta que la situación se salió de control en Los Cabos para subirnos a las tonalidades naranjas.

A la par de las aglomeraciones por los eventos electorales, en los que se pudo ver a militantes y simpatizantes con cubrebocas y sin éste —incluidos algunos candidatos tomados de las manos o abrazados para la foto—, en el espacio público la gente comenzó a dejar de lado las restricciones y fue cada vez más claro el acercamiento entre las personas, inclusive sin usar cubrebocas. Durante este tiempo se incrementó la aplicación de las vacunas, se inoculó a los mayores de sesenta años con dos dosis, así como a parte del sector de cuarenta y cincuenta años de edad; y aunque la aplicación de ellas protegió al sector más vulnerable ante la enfermedad, parece haber tenido un efecto de generación de falsa seguridad entre toda la población, pues se hizo más evidente la desatención de las normas de distanciamiento social, de higiene en los establecimientos comerciales y del uso del cubrebocas.

El municipio más relajado en todos los sentidos ha sido Los Cabos, por ello es lógico que ahí se iniciara la exacerbación de la crisis. La mayoría de los turistas que llegan a la entidad lo hacen por vía aérea en el municipio cabeño, de entre estos visitantes son muchos los renuentes a mantener las normas de distanciamiento y menos a usar el cubrebocas; se aglomeran en restaurantes y bares, muchos de estos establecimientos no siguen los protocolos de seguridad sanitaria, pero dinero es dinero y el turista lo trae al Estado. Así como entraron los turistas, sin restricción sanitaria alguna, lo hicieron las nuevas variantes más agresivas de la COVID-19, mismas que ya están afectando a la población local. En este sentido es plausible creer que ya están vacunados, al menos la mayoría, pues entre los enfermos leves y los graves son pocos los casos de extranjeros, lo que no los exime de ser portadores y transmisores del virus.

En la BCS y en México, hay un gran sector social que aún no está vacunado y en este tenemos a los más jóvenes. Los hospitales de Los Cabos y de La Paz están siendo saturados por pacientes que en su mayoría tienen una edad entre los 30 y los 49 años, los que están en sus treintas todavía no han sido vacunados y los que están en sus cuarentas apenas tienen una dosis de la vacuna. Además, aún hoy se está completando el esquema de vacunación de los mayores de 50 años y de este grupo también hay un considerable número de personas que están ingresando a los nosocomios como pacientes COVID.

La estrategia de contención del Gobierno Estatal panista contra el coronavirus, basada en más pruebas de detección que en el resto del país, para localizar a los contagiados y aislarlos para evitar la propagación del mortífero virus, sólo fue en parte efectiva en la primera oleada de contagios, cuando la gente estuvo resguardada y acató las normas de distanciamiento, con esto el Comité de Salud Estatal, que el Gobernador presumió como verdaderamente, científico, ha quedado evidenciado en su incompetencia; pero que se puede esperar de un grupo de científicos liderados por Víctor George Flores, un secretario de Salud que aduce que la tercera ola de la COVID-19 es causada por “la falta de temor a Dios de los jóvenes” y por que las variantes del virus que han llegado a Sudcalifornia son, y cito textual: “las más perruchas”.

Si a un Gobernador presuntuoso y soberbio, agregamos un Secretario de Salud risible y una población, en su mayoría, inconsciente de la gravedad de la pandemia, que cansada de más de un año de crisis sanitaria hoy se vuelca a las calles para divertirse, satura antros junto a extranjeros tarambanos y pasea como si de cualquier tarde veraniega se tratara, pues tenemos el escenario perfecto para que un virus cada vez más letal lleve a BCS al colapso sanitario y económico. Estamos en alerta máxima, pues ya se han rebasado las cifras de más contagiados y de casos activos de agosto del año pasado durante la primera ola de contagios y de enero de este año cuando nos avasalló la segunda ola. De continuar el agravamiento de la crisis será inevitable el confinamiento del color rojo, aunque ese sea el color del más rotundo fracaso panista en el Estado. Sin embargo, puede ser que a pesar de todos nuestros muertos el Gobernador prefiera un naranja más turístico.

Polilla política: El Gobernador presume que somos la entidad con menos letalidad por la COVID-19, pero no dice que estamos entre los diez estados con más muertos por cada cien mil habitantes.

Los gráficos fueron hechos por Luis Eduardo Chávez Gamboa con datos oficiales de la Secretaría de Salud Estatal.

__

AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




El peligro de los “antivacunas”

FOTOS: Internet

Hilo de media

Por Elisa Morales Viscaya

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Cual obsequio navideño, a México llegó el primer lote de vacunas contra la COVID-19 a finales de diciembre. Lo que para muchos –la gran mayoría, quiero pensar– fue una excelente noticia, porque implicó que las primeras personas comenzarían a ser vacunadas y el camino hacia el fin de la pandemia daba su primer paso, aunque aún quedara un largo camino por recorrer. Pero no para todos.

Las vacunas salvan millones de vidas al año. Para los académicos de la salud, la vacunación está dentro de los máximos logros de la medicina del siglo XX. Sin embargo, y a pesar de esto, un sector de la sociedad la rechaza y se niegan a vacunar a sus hijos y a ellos mismos; se les conoce como “movimiento antivacunas”, y aunque con la ayuda de las redes sociales y la tecnología actualmente tienen mucha más difusión y sus cuestionables postulados son popularizados, lo cierto es que son tan antiguos como la misma vacunación.

 

También te podría interesar: «Negacionistas» de la COVID-19. ¿Por qué creemos lo que creemos (o no)?

Desde el siglo VII, en la India, monjes budistas bebían veneno de serpiente para adquirir inmunidad frente a la picadura de estos reptiles y existen documentos del siglo XVII donde se plasma que en China se espolvoreaba intranasalmente el polvo de pústulas desecadas con objeto de prevenir la viruela, pero la era moderna de las vacunas inicia alrededor de 1880, con el científico inglés Edward Jenner.

En 1796, Jenner realizó un experimento raspando el brazo de un niño de 8 años con material de una llaga de viruela bovina. Luego, repitió el experimento, pero esta vez agregó una pequeña cantidad de viruela al mismo niño. Él esperaba que el procedimiento inmunizara al niño contra la mortal infección de la viruela. Y de hecho, lo hizo. Cinco años más tarde, el descubrimiento de Jenner se estaba utilizando en toda Europa contra la viruela y una década después se había vuelto global.

Pero la oposición fue rápida y brutal. Al iniciar la vacunación generalizada este metodo de inmediato surgieron los opositores. Algunos, incluida la iglesia, creían que la vacuna “no era cristiana” porque provenía de un animal; otros reflejaban su desconfianza general ante la medicina oponiéndose a la vacunación. Así, en la Inglaterra victoriana decenas de miles de personas salieron a las calles en oposición a las vacunas obligatorias contra la viruela. Hubo arrestos, multas y algunas personas incluso fueron enviadas a la cárcel.

Hacia el final del siglo XIX, la historia se repitió en los Estados Unidos: opositores a la vacunación estadounidenses libraron batallas en los tribunales para derogar las leyes de vacunación en varios estados, sin éxito. Pero las ligas antivacunas perduraron.

Para 1970, se disparó la paranoia contra la vacuna del DPT (tosferina, disfteria y tetanos) tras un informe del Hospital para Niños Enfermos Great Ormond Street en Londres, que declaraba que 36 niños habían sufrido problemas neurológicos después de recibir esta vacuna, hasta los Estados Unidos impactó la noticia y generó un gran revuelo mediático. Aunque posteriormente se desestimó el caso ya que no se encontraron pruebas de que hubiera relación alguna entre las supuestas reacciones adversas a la inmunización, el daño estaba hecho: el movimiento antivacunas moderno había nacido para quedarse.

Años después, en los 90, surge un nuevo ímpetu antivacunas ahora contra la de la Triple Vírica, que protege contra el sarampión, la rubeola y las paperas. Surgió en Holanda y se dispersó por todo el mundo: el bulo de que esta vacuna podía generar autismo en los niños. Seis años más tarde se demostró que el informe con el que se inició esta controversia era fraudulento y varios de los coautores del trabajo se retractaron de las conclusiones del mismo.

Así, aunque finalmente la teoría fue desmontada y el vínculo entre el autismo y las vacunas fue descartado por la comunidad científica, esto parece no importarle ni en lo más mínimo a la comunidad antivacunas que mantiene una alta actividad en redes sociales sosteniendo que la vacunación es peligrosa para los niños. Lo realmente peligroso son ellos, los antivacunas, de hecho, la OMS a principios de este año declaró a «las dudas y el rechazo a las vacunas» como una de las 10 principales amenazas para la salud mundial.

La historia y la ciencia son muy claras, la vacunación es el medio más efectivo para combatir enfermedades epidémicas y sólo a través de una intensa campaña de vacunación es posible inmunizar a toda la población y, con los años, aspirar a erradicarlas. Las vacunas tienen beneficios individuales y sociales. Si se vacunan suficientes personas, la llamada «protección de rebaño» protege a quienes, por un sistema inmunológico débil o por reacciones alérgicas no pueden vacunarse.

En medio de un rebrote de la pandemia que se cobró la vida de casi 120 mil mexicanos, México fue el primer país de América Latina en vacunar a su población contra la COVID-19, de hecho, nuestro país es reconocido por su Programa de Vacunación Universal, el cual es público y gratuito.  A nivel mundial, es uno de los esquemas más completos, lo que ha permitido hacer frente a amenazas de enfermedades prevenibles por vacunación.

Es muy probable que el inicio de la vacunación contra la COVID-19 no sea la solución milagrosa e inmediata que todos deseamos. Pero la vacuna es la herramienta que eventualmente nos va a sacar de esta crisis sanitaria, sin dejar de lado las demás medidas. Cuando te toque, vacúnate. Por ti, por tu familia, por tu país y por el mundo.

 

REFERENCIAS

https://www.healthychildren.org/Spanish/safety-prevention/immunizations/Paginas/History-of-Immunizations.aspx

https://www.historyofvaccines.org/es/contenido/articulos/historia-de-los-movimientos-en-contra-de-la-vacunaci%C3%B3n#Source%203

https://www.bbc.com/mundo/noticias-50952151#:~:text=La%20historia%20comienza%20en%201798,brindaba%20protecci%C3%B3n%20contra%20la%20viruela.

https://www.elconfidencial.com/cultura/2020-11-15/movimiento-antivacunas-amenaza-covid-vacunas_2829055/

http://ene-enfermeria.org/ojs/index.php/ENE/article/view/580/vacunas_internet

—–

AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, ésto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.