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Amplían cursos de la UNAM para docentes de BCS

FOTO: SEP

La Paz, Baja California Sur (BCS). La Secretaría de Educación Pública de Baja California Sur y la Universidad Autónoma de México (UNAM) informaron por medio de un comunicado de prensa que, signaron un convenio de colaboración para fortalecer las capacitaciones dirigidas a profesoras y profesores de nivel básico, que imparte el Programa para el Desarrollo Profesional Docente.

Edna Rocío López Borboa, titular de este programa, hizo énfasis en que es de gran relevancia para el magisterio estatal contar con este tipo de apoyos colaborativos, porque gracias a ellos es posible ampliar la oferta académica; el convenio con la UNAM incluye 17 cursos y 76 grupos de trabajo que suman alrededor de 5 mil figuras educativas participantes.

López Borboa mencionó que los trabajos pedagógicos comprenden temas diversos y armonizados con el plan y programas de estudios 2022, además de la participación de docentes de educación física y atención a alumnos migrantes, con el objetivo de alcanzar todos los niveles y modalidades escolares.

Finalmente, añadió la servidora pública que, con este tipo de convenios, el sector educativo cumple el compromiso de garantizar a las maestras y los maestros sudcalifornianos el acceso a la formación continua, concluyó el comunicado de prensa.




Invita ISC a participar en convocatoria “Miradas Artísticas sobre la Pandemia”

FOTO: Internet

La Paz, Baja California Sur (BCS). La Universidad Autónoma de México (UNAM), a través del Instituto Sudcaliforniano de Cultura (ISC), hace una atenta invitación a todas aquellas personas que practiquen alguna rama de las bellas artes como, fotografía, ilustración, ensayo, poesía, así como cuento crónica o video corto a participar en la convocatoria “Miradas Artísticas Sobre la Pandemia”, informó Christopher Amador Cervantes, titular de Cultura en la entidad.

Este concurso, propone generar entre todas y todos, reflexiones, así como  miradas artísticas que se puedan compartir con el fin de ayudar a superar  esta contingencia sanitaria, a través de las diversas manifestaciones culturales que existen en la República Mexicana, “debemos seguir impulsando todas aquellas acciones que se encarguen de apoyar el talento que existe en todo México al igual que sus exponentes”, indicó Amador Cervantes.

En ese orden de ideas, destacó que para el ISC es importante apoyar todos aquellos eventos, convocatorias y talleres que se encarguen de seguir abriendo camino para la difusión y practica de las bellas artes, también comentó que para consultar  bases y lineamientos deberán ir al sitio web: www.dialogosdemocraciaunam.gob.

Para finalizar, Christopher Amador mencionó que los ganadores de cada categoría recibirán un estímulo económico de 2 mil a 5 mil pesos, en tanto  que enfatizó seguirá promoviendo todas aquellas propuestas que se encarguen de promover el arte y la cultura en las y los sudcalifornianos.




Las violentas feministas: odas, pétalos de rosa y diamantina festiva

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La Última Trinchera

Por Roberto E. Galindo Domínguez

 

Ciudad de México (CdMx). Se equivocan las mujeres encapuchadas al destruir las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero lograrán su propósito; pues de acuerdo al nombre de la protesta Cacerolazo Separatista, que realizaron el pasado jueves 7 de noviembre en Ciudad Universitaria (CU), serán capaces de estigmatizar su movimiento, logrando separarse del grueso del movimiento feminista incluyente y de aquellas mujeres que no participan en éste.

Sus reclamos no son inválidos y no deben ser sobreseídos, pero de seguir el camino de la violencia, además de conseguir el rechazo social, van a encontrar una respuesta proporcional de aquellas personas (mujeres y hombres) a las que agredan en sus manifestaciones.

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No es la primera vez que las embozadas feministas causan destrozos a inmuebles públicos y privados, pero esta vez atentaron contra La Máxima Casa de Estudios y por ello contra toda la comunidad universitaria, además de que agredieron físicamente a varios estudiantes. Iniciaron su manifestación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales; pasaron a la Facultad de Filosofía y Letras y en cuanto tomaron el Circuito Universitario empezaron a realizar pintas en banquetas y muros; en la Facultad de Contabilidad y Administración les cerraron las puertas, por lo que incrementaron el nivel de la protesta; al llegar a la sede de Trabajo Social rompieron los cristales de una caseta de vigilancia; más adelante, frente a la Facultad de Medicina cruzaron por las canchas deportivas y derribaron una portería, ¡gol para las feministas!, festejaron su triunfo con gran algarabía. Más enardecidas entraron a la Facultad de Ingeniería, en donde desbordaron la violencia: rompieron ventanales, mamparas, pizarrones, vitrinas, letreros, quemaron objetos, saquearon y destrozaron máquinas expendedoras y amenazaron a los estudiantes que las conminaron a no destrozar la biblioteca.

Pero aquí pasó lo que era previsible desde sus primeras manifestaciones violentas en la Ciudad de México: hubo quienes a pesar de las amenazas de las encapuchadas decidieron hacerles frente; pocos estudiantes se interpusieron entre las agresoras y las vidrieras; ellas armadas con palos, tubos y extintores los agredieron, a algunos los agarraron entre varias y los jalaron hacia el colectivo, donde les propinaron una cascada de golpes al mejor estilo pandillero, lo que indica que están bien preparadas para la confrontación y a eso van, pues no sales a protestar embozada y armada con un tubo o un palo, si no es porque vas a generar violencia y a agredir a quien se interponga en tu camino. El valor de los primeros para enfrentar a la marabunta, como les gusta hacerse llamar a las violentas, infundió valor a otros y otras que se fueron sumando, hasta que una multitud de estudiantes logró echar de la facultad a las transgresoras.

No discuto sus motivaciones, ni minimizo la violencia de género que las mujeres padecen, ni el acoso de que han sido objeto en la UNAM, ni las violaciones que algunas mujeres han sufrido en La Máxima Casa de Estudios; esa es una realidad y debemos erradicarla. Son ellas las que minimizan sus demandas enarbolando la generación de violencia, que para su desgracia es lo que mediáticamente va a permear más en las audiencias opacando sus demandas. Marchan de manera estruendosa, golpeando el piso con palos y tubos y haciendo sonar los tambores, justo como hacen las tribus y las pandillas cuando van a guerrear y es que a eso salen a las calles y a eso fueron a la UNAM. Con su sartén y su cuchara, utensilios que en manos de una guerrera se convierten en armas, se lanzaron a atacar a quien se les interpuso en su camino. Era de esperarse que en alguna de sus violentas manifestaciones alguien les hiciera frente, y eso hicieron muchos estudiantes de ingeniería, mujeres y hombres, y fueron ellos los golpeados pues no estaban preparados ni armados para repeler el ataque de las feministas del vandalismo, pero ya hubo un grupo que se les interpuso y logró detenerlas.

Es seguro que en adelante los colectivos feministas violentos encontrarán una respuesta a sus ataques, y es muy probable que cada vez la réplica de los agredidos sea más fuerte. En la Facultad de Ingeniería los estudiantes se interpusieron entre las agresoras y las instalaciones, y haciendo un frente común y con los gritos de “¡Fuera! ¡Fuera! ¡Fuera!” las echaron.

Pero ya hubo connatos de bronca generalizada, ya les arrojaron objetos en respuesta; aducen las embozadas que hasta vidrios les lanzaron los estudiantes, ¿qué esperaban, que les declamaran odas y les arrojaran a su paso pétalos de rosas y diamantina festiva, cuando entran a su casa lo rompen todo, lo incendian y además los golpean?

Se equivocan las mujeres al generalizar el machismo a todos los hombres, pero yerran burdamente al salir embozadas y armadas a destruir cosas y golpear gente, pues no falta mucho para que encuentren, en el campo de batalla que generan, una resistencia más allá de los gritos y las cadenas humanas, van a encontrar puñetazos, patadas y palos, pues no todos van a estar dispuestos a tolerar ser agredidos físicamente sin responder. Y eso va a ser lo más desafortunado porque de seguir enarbolando la violencia de esa manera, en alguna de sus protestas va a suceder una desgracia o ¿será acaso que están buscando esa desgracia con cada lance contra los hombres que encuentran a su paso, buscando convertirse en mártires, para justificar aún más violencia?; puede ser también que sean tan torpes como para idear otro tipo de protestas más efectivas que vinculen el amplio espectro del feminismo y a aquellas mujeres que siendo víctimas del patriarcado no son activistas. A la larga van a conseguir el repudio de la sociedad, minimizando su causa y segmentando la lucha feminista.

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2 de Octubre: ni perdón ni olvido. Castigo a los asesinos

FOTOS: Roberto E. Galindo Domínguez.

La Última Trinchera

Roberto E. Galindo Domínguez

La Paz, Baja California Sur (BCS). ¡2 de octubre no se olvida!, retumba el grito bajo la tierra. Se detiene el convoy. Se abren las puertas del vagón. Con pequeños pasos nos metemos en el tumulto de la estación. Despacio somos llevados por la marea manifestante, río humano navegado por banderas de la UNAM, del IPN y de la UAM. Se propaga un ¡Goya! ¡Goya! ¡Cachún, cachún, ra, ra! ¡Cachún, cachún, ra, ra! ¡Goya! ¡Universidad! Surge un ¡Huelum! ¡Huelum! ¡Gloria! ¡A la cachi, cachi, porra! ¡A la cachi, cachi, porra! ¡Pim, pom, porra! ¡Pim, pom, porra! ¡Politécnico! ¡Politécnico! ¡Gloria! Andamos estudiantes que fuimos y que somos. Cabezas blancas esparcidas entre los que suben las escaleras, algunos de esos vienen de la batalla del 68, como mi padre que anda delante mío gritando las consignas con los estudiantes.

Cientos desembocamos a la Unidad Nonoalco Tlatelolco a un costado del Eje 2 Norte. Son las 16:29 horas, la marcha fue convocada para las 16:00 horas. Llego tarde cinco decenios. ¡Y pensar que estuve aquí hace 50 años! dice mi papá, y su voz se ahoga ante el imponente ¡C-C-CCH! ¡C-C-CCH! ¡Oriente! ¡Oriente!... Los cecehaceros se reagrupan una vez más tras la brutal represión del 3 de septiembre pasado en Ciudad Universitaria. Los porros, igual que el sistema político que los generó, están vigentes medio siglo después de la peor masacre cometida por el Estado mexicano contra los estudiantes. Buscamos el camino entre edificios y parques hacia la Plaza de las Tres Culturas. Caminamos por los pasillos, atravesamos la calle de Lerdo y nos internamos de nuevo en este laberinto.

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Trasponiendo los edificios, sobre la avenida Ricardo Flores Magón están los contingentes, miles de personas enfilando al corazón de México. Con la memoria en la mano y con la mano en el alma nos mezclamos entre los manifestantes que buscan, que llaman por teléfono celular para avisar que han llegado y están bien. Muchos de ellos, los más jóvenes, no han vivido una protesta sin celular. En 1999 aún llamabas por el teléfono de monedas para avisar en tu casa que estabas bien, que ibas a llegar tarde. Caminamos por un costado de la avenida. Los reporteros desde las casetas de vigilancia disparan sus cámaras sobre los estudiantes. En la esquina, hacia el norte, otra larga columna de contingentes inunda el Eje Central. Subimos el puente peatonal. Somos miles de personas listas para marchar con cincuenta años de dolor y memoria. ¡Si tú pasas por mi casa y tú ves a mi mamá… se me anudada la garganta …tú le dices que hoy no me espere que este movimiento no da un paso atrás…! Muchos aquel día no pudieron avisar que estaban aquí y sus familias siguen sin saber de ellos. Hoy borrar el nombre de Díaz Ordaz del Metro no le devuelve los hijos a los padres.

Bajamos el puente, bordeamos la zona arqueológica. Drones nos sobrevuelan. Nos enfilamos por el Eje Central hasta el pasillo que media entre las ruinas y el edificio que hace cincuenta años albergaba a la Vocacional No 7, que el 29 de agosto de 1968 fue tiroteada, incluso con ráfagas de ametralladora, por agentes encubiertos de civil. Vendedores de tortas, paletas y playeras con la imagen del Che Guevara nos flanquean el paso. Tras las rejas está el Convento de Santiago Tlateloco erigido hace siglos sobre el orgullo de la resistencia azteca; y sobre nosotros el rotor de un helicóptero resuena, hoy no vienen a matarnos, nos están contando, nos vigilan como cada 2 de octubre desde el 68. Ofrendas en el memorial de la masacre, flores y lamentos por los caídos. El edificio Chihuahua, mudo testigo de los oradores y aquella audiencia bajo las bengalas de la muerte, es concreto con balas incrustadas. Ese edificio y los otros, los parques y los andadores, cada piedra de esta plaza son vehículos de la memoria, la de ellos, la nuestra, la de los que aún no se nos unen. Tlatelolco es nuestro patrimonio, es tangible símbolo de una lucha que no culmina.

Trasponemos la plaza y por Flores Magón regresamos al Eje Central. Varios contingentes van ya rumbo al Zócalo, muchos más están alineados esperando iniciar la marcha que a cincuenta años sigue siendo una denuncia de las ilegalidades y las vejaciones, de la muerte injusta. Avanzamos por la izquierda de la infinita columna. Las pancartas anuncian a la ESIME Culhuacán del IPN, a la Facultad de Ingeniería de la UNAM a la UACM, la UAM Xochimilco, la Preparatoria 6, y a muchas escuelas más.  Los gritos claman por los muertos del 68 y los de ayer. No hay asesinos condenados y se acumulan los estudiantes desaparecidos. Avanzamos a paso veloz por el costado. El torrente humano es devorado por el paso a desnivel que libra avenida Reforma, del otro lado resurgen los contingentes. Al fondo domina la Torre Latinoamericana. El legendario cabaret Bombay tiene las cortinas abajo. La Plaza de Garibaldi está en silencio. Desde los balcones de las vecindades algunos ondean banderas de México. De la ventana de un cuarto de hotel, una pareja de jóvenes, moneando, efusivos apoyan, ¿sabrán por qué? Y se eleva el grito de nuevo ¡2 de octubre no se olvida!

Pasamos un contingente del Comité Nacional de Huelga (CNH) del 68, son sobrevivientes de aquel punto de quiebre en la vida nacional. Adelante de ellos un grupo de ex miembros del Consejo General de Huelga (CGH) de 1999, reconozco a uno de los que sostienen la bandera rojinegra que emplazamos ese año, nos saludamos en un abrazo. Nuestra lucha fue contra las cuotas de admisión, entre otras demandas que se fueron adicionando en esa prolongada huelga que fue rota por la entrada de la Policía a Ciudad Universitaria. La lucha sigue 19 años después de nosotros y más allá, porque vienen otros, de viejas y nuevas gestas que son hijas y nietas de la fecha madre de todas las protestas y las represiones del México moderno. Hay ex miembros del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) de la huelga de la UNAM de 1987, esos bravos echaron abajo las lesivas reformas administrativas y educativas del rector Jorge Carpizo MacGregor. Los del 87 quebraron el miedo a la muerte del 68.

Llegamos al Palacio de Bellas Artes y doblamos por 5 de Mayo. En la bocacalle un grupo bajo la bandera del arcoiris grita fuerte. Seguimos por la banqueta cuando un estallido hace un grueso eco, corre la gente hacia adelante y para atrás, a media calle unos cuantos embozados lanzan piedras contra las vidrieras de los edificios, otra detonación. Tras el repliegue queda una decena de encapuchados a la vista, los fotógrafos se lanzan sobre ellos. Va emergiendo el grito desde las voces más añejas: ¡Fuera! ¡Fuera! ¡Váyanse! ¡Váyanse!, y los jóvenes retoman la voz y los encapsulan. Un embozado cae al suelo y los manifestantes comienzan a patearlo, pero la intervención de los mayores lo salva de la golpiza. Los obligan a irse hacia Bellas Artes.

Se vislumbra La Catedral Metropolitana. Un nutrido contingente de normalistas cuentan hasta el 43. Hombres y mujeres muy jóvenes, con los rasgos del campo y de la sierra, con la pobreza y la injusticia claman por sus 43, por nuestros 43 desaparecidos en el acto más reciente y terrible que el Estado mexicano ha cometido contra sus estudiantes. Enrique Peña Nieto será recordado junto a Díaz Ordaz, porque borrar nombres no es olvidar asesinos y escribir en el Senado con letras de oro: 2 de octubre del 68, nunca será suficiente.

Entramos a una plaza pletórica. Adelante de Palacio Nacional, en el estrado, Félix Hernández Gamudi del Comité 68 nos habla. Y se suman las voces de los padres y las madres de los 43 normalistas de Ayotzinapa. A lo lejos se escuchan más detonaciones. El flujo de manifestantes por 5 de Mayo se detiene tras el arribo de los contingentes del CLETA y la ENAH. En el estrado hablan integrantes del Frente de los Pueblos en Defensa de la Tierra y llega el reclamo contra la Nueva Terminal Áerea. Siguen los discursos de integrantes de la Federación Estudiantes Campesinos y Socialistas de México. Ahora los manifestantes ingresan por la calle de Francisco I. Madero. Son más de las siete de la noche y siguen arribando cientos de personas. Los últimos oradores son miembros del movimiento estudiantil que hoy exige el fin de la violencia contra alumnos en la UNAM, en todas las universidades y bachilleratos del país: “Somos los nietos del 68 y los hijos del 99” dice la muchacha. Suena el Himno Nacional. Me quito el sombrero y levanto la V de la victoria desde mi brazo izquierdo. Mi padre entona tan fuerte como yo. La última consigna: “Ni perdón ni olvido, castigo a los asesinos”.

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Este martes, arranca Feria Universitaria del Libro 2018

La Paz, Baja California Sur (BCS). Con un variado programa que contempla desde presentaciones editoriales hasta actividades artísticas, así como talleres para todas las edades, exposiciones y venta de publicaciones y una muestra de proyectos tecnológicos, este martes, la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) celebrará su ya tradicional Feria Universitaria del Libro (FUL), así lo dio a conocer el director de Difusión Cultural y Extensión Universitaria, Jorge Fuentes Maldonado a través de un comunicado de prensa.

Las actividades se llevarán a cabo a partir del martes 16 al jueves 18 de octubre el Poliforo Cultural Universitario Lic. Ángel César Mendoza Arámburo de la UABCS, en un horario de 9:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas.

El programa estará compuesto por 17 presentaciones de libros y 2 conversatorios; talleres de fomento a la lectura, de escritura narrativa, poesía, guionismo y fotografía publicitaria;  talleres de prácticas editoriales, como la encuadernación; además, se desarrollaran dinámicas destinadas al público juvenil e infantil, tales como visitas guiadas a diferentes bibliotecas, al taller de artes gráficas,  a la posta zootécnica y al centro de radio y televisión de la UABCS, entre otras.

Como complemento a las actividades que se realizarán al interior de la Universidad, el programa contempla acercar la FUL a otros públicos y espacios mediante una feria itinerante que se celebrará en otras instituciones y centros educativos de La Paz.

FOTO: UABCS

También destacó que en el marco de la FUL, se llevará a cabo la presentación del Repositorio Electrónico Institucional de la UABCS, proyecto que consiste en la digitalización del acervo bibliográfico universitario que se encuentra en su biblioteca para ponerlo a disposición del público en general, ahora en línea; Fuentes Maldonado también hizo una invitación a toda la población para asistir a la FUL UABCS, pues señaló que además de ser gratuita y abierta para todo público, es reflejo de un gran esfuerzo y comunión de muchas voluntades, que tiene la intención especifica de ayudar a mejorar los hábitos de lectura en la entidad.

En su doceava edición, la Feria Universitaria del Libro contará con la participación de 10 editoriales universitarias invitadas, como la Metropolitana (UAM), Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Veracruzana (UV); asimismo, estarán la Casa de la Cultura Jurídica, el Instituto Sudcaliforniano de Cultura y el Archivo Histórico Pablo L. Martínez; así como las librerías Educal, Educatodo y las editoriales independientes Paquidermo y Cuadernos de la Serpiente.

Es importante mencionar que este año el evento estará dedicado al poeta, novelista y ensayista francés, Guillaume Apollinaire, conocido por ser el creador de los Caligramas, composición poética que dibuja, mediante la escritura, el tema que sugiere el poema, concluyó el un comunicado oficial de la UABCS.