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Poesía sudcaliforniana, Antología de la Revista Alternativa

FOTOS: Cortesía.

El librero

Por Ramón Cuéllar Márquez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). He leído con interés, pero sobre todo con deleite, esta antología de Poesía sudcaliforniana, publicada por la revista Alternativa de Baja California Sur. Es un largo periplo de poemas que se asentaron desde su fundación, a comienzos de la década de los ochenta. Fue Eritrea Gámez, cuando estábamos en la Prepa Morelos, quien me invitó a participar y fue, creo, la segunda publicación más importante en la que aparecía algo mío, y que por supuesto agradezco la oportunidad de esos primeros pasos. Luego me fui a estudiar a la Ciudad de México en 1988 y dejé de colaborar durante toda la década de los noventa, misma en que Eleazar Gámez continuó incansablemente, con grandes esfuerzos, haciendo la revista. A mi regreso en el año 2000, volví a publicar varias cosas más, y veía con gusto que Alternativa seguía teniendo aquel espíritu de crítica, además de ser el espacio para voces disidentes que tenían algo que decir.

Ahora que leo, decía, este cuerpo de poemas que reflejan la evolución no sólo de una revista, sino la de un grupo de poetas que también crecieron y reflejaron sus circunstancias, obsesiones, delirios, miedos, tristezas, alegrías, visiones y crítica social. Como una opinión muy personal me hubiera gustado que cada poema se hubiera puesto por año de aparición, de tal modo que apreciáramos cómo era la percepción del poeta de la época y de los acontecimientos histórico-sociales —locales y nacionales— en que estaban envueltos. Esta antología de cincuenta poemas, compilada y producto editorial del escritor Sandino Gámez, es una coyuntura para vernos en el espejo de poetas que han expuesto parte de sí mismos con libertad, con inteligencia, pero en especial por su calidad literaria.

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Todos en conjunto son un desfile de versos con distintas inquietudes por la vida, un desglose honesto donde podemos mirar que el canto está acompañado de la experiencia de la poesía como instrumento de redención o de denuncia sutil, un reclamo a las condiciones de injusticia, pobreza y violencia en que hemos estado. Me llama la atención la poderosa poesía de Rubén Manuel Rivera Calderón, Florentino Ortega, Sergio Rafael Vergara, Mario Jaime Rivera, María Fernanda del Peón Pacheco, Sergio Loya, Víctor Bancalari, Rocío Maceda, Manuel Cadena, Lorella Castorena, José Guillermo del Toro, Isidro Ibarra, Raúl Antonio Cota, Héctor Delgado, Gilberto Ibarra Rivera, Leonardo Varela, Amadeo Peralta y Aletse Almada, entre otros tantos, cuyos nombres acuerpan de modo extraordinario esta antología. Cada uno, desde su posición en el mundo, nos propuso sumergirnos en la delicadeza de las palabras y en la brusquedad de la vida real, como el poema de Mario Jaime.

Hubo algunas sorpresas, para mí, como la de Aletse Almada, cuya poesía fue un grato viaje coloquial a través de la experiencia, con versos deslumbrantes y bien construidos; así como la de María Fernanda del Peón Pacheco, que recuerdo su poesía juvenil y que tuve oportunidad de leer allá por 2004, cuya escritura fresca y atrevida todavía resuena nueva. Es una lástima que esta dos poetas ya no hayan continuado escribiendo versos, pero seguro que aún tendrán algo escondido dentro de sus actividades profesionales, como el teatro en una, y la música en otra.

Por supuesto, cada quien formará sus criterios, sus predilecciones y armará su poesía personal y se identificará con sus poetas. Esta antología de Poesía sudcaliforniana posee algo de distinto y especial de otras que he leído, y es que nació de la experiencia editorial de una revista que ha vivido los avatares de los movimientos sociales, de sus luchas, de los gritos, de los reclamos y de la necesidad de transformar al país. En muchos de sus poemas está el movimiento espiral del pensamiento sudcaliforniano, y el círculo de la poesía que se eleva y consagra una vez más con un libro que reúne la poética visionaria de toda una vida.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




Este sábado, Consulta Ciudadana para elegir al dirigente de Cultura Municipal

Foro realizado con los aspirantes a dirigir el IMC realizado en CamelBook. FOTO: Facebook.

Especial

Por CULCO BCS

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Por primera vez en su historia, la Dirección del Instituto Municipal de Cultura (IMC) —del Ayuntamiento de La Paz— será sometida a una consulta popular para elegir a una terna de aspirantes, ésta se realizará este sábado 8 de septiembre a partir de las 8:30 de la mañana en el casino Bellavista de esta ciudad; CULCO BCS ha sido un medio ocupado en cubrir buena parte de este proceso, razón por la cual publicamos este Especial, invitando a quienes deseen participar pasado mañana a emitir su voto por el aspirante de su preferencia.

Habrá que recordar que su durante su campaña, el hoy Presidente Electo de La Paz, Rubén Muñoz Álvarez, estableció que quien quisiera dirigir Cultura Municipal debería ser votado por la propia comunidad; en días pasados, quien será uno de los regidores del próximo Cabildo, José María Avilés Castro, dio a conocer la convocatoria y el registro de los aspirantes, sumando un total de diez hombres y mujeres interesados.

Los aspirantes a ocupar la Dirección del IMC de La Paz son: Aletse Toledo Almada, Carmen Lugo Molina, Reyes Guadalupe Cota, Andrés Loreto Pérez, Julio César Ibañez, Manuel del Riego Santos, Rolando Placier Castro, Jorge Eloy Terán Torrez, Sandino Gámez Vázquez y Raúl Cota Álvarez.

CULCO BCS y Cafebrería CamelBook llevaron a cabo un foro con estos participantes, donde en poco más de hora y media, presentaron sus puntos de vista de la promoción del arte y la cultura en La Paz, así como sus propuestas en caso de resultar electo. El evento lo puedes ver en este ENLACE.

Cabe mencionar que CULCO BCS se comunicó telefónicamente con todos los aspirantes, invitándolos  tanto a escribir de su propia mano sus propuestas como para invitarlos al foro, sin embargo, no hubo respuesta de Carmen Lugo, Guadalupe Reyes, Juan Carlos Ibañez y Andrés Loreto —el último sí asistió al Foro, pero no envió su propuesta.

A continuación, publicamos los enlaces de las propuestas de algunos aspirantes, a quienes agradecemos su confianza de publicarlas en exclusiva en esta revista digital:

Crear Atlas Cultural Municipal La Paz, propuesta de Raúl Cota Álvarez

Fortalecer el Instituto Municipal de Cultura, busca Rolando Placier Castro

Cultura, para prevenir delitos y regenerar el tejido social: Aletse Almada

Una política cultural para La Paz, propone Sandino Gámez

Que Cultura Municipal obtenga certificación ISO 9001, buscaría Manuel del Riego

Activar el Turismo Cultural en La Paz, gestionaría Jorge Eloy en el IMC

La terna

Finalmente, se reitera la invitación a la Consulta Ciudadana para elegir la terna para ocupar la Dirección del IMC. La cita es este próximo sábado 8 de septiembre de 8:30 a 10:30 horas en el casino Bellavista ubicado en la colonia Bellavista de La Paz.

A las 8:30 inicia el registro de los votantes —que puede ser cualquier persona, no necesariamente un artista o promotor cultura, basta con presentar su credencial para votar— y aproximadamente a las 10:30, luego de escuchar las propuestas, se procederá a la votación. Es importante advertir que a las 10:30 se cerrará el acceso, permitiéndose votar sólo a los que estén hasta esa hora.

Cada asistente marcará dos opciones en su papeleta —tienen que ser dos nombres distintos, pues marcar una sola opción o repetirla se considerará nulo. Al final, los dos más votados, junto con el más votado de entre los diez aspirantes, conformarán una terna, y sobre ésta, el próximo Cabildo de La Paz designará a quien habrá de ser el próximo Director de Cultura Municipal de La Paz.




Desconoce causas de su abrupto despido; habló Sandino Gámez

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Sandino Gámez Vázquez. Fotos: Modesto Peralta Delgado.

Por Modesto Peralta Delgado

La Paz, Baja California Sur (BCS). En entrevista exclusiva para CULCO BCS, Sandino Gámez Vázquez, quien fuera Coordinador de Fomento Editorial del Instituto Sudcaliforniano de Cultural (ISC), da su versión de lo que —según sus propias declaraciones— fue un despido repentino y sin que hasta la fecha se le hayan dado razones. Tras varios días en que su salida generara muchísimos comentarios en redes sociales, el también escritor habló sobre sus resultados en su gestión y dejó entrever una falta de interés en la cultura por parte del Gobierno del Estado.

CULCO BCS: ¿Fue un despido? ¿Qué pasó?

Sandino Gámez Vázquez: El día 28 de febrero, en las oficinas de la Coordinación de Fomento Editorial fue recibido un oficio firmado por el director del ISC, Christopher Amador, en el que se me informaba que a partir de ese momento ‘quedaba a disposición’ —ése es el término técnico—, de la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado y que en cuanto tuviera conocimiento de este oficio, me presentara en las oficinas de Recursos Humanos. Yo me encontraba en ese momento promoviendo la Feria Sudcaliforniana del Libro y la Lectura en Los Cabos que se celebró el 3 y 4 de marzo, así que me fue imposible acudir el 28 de febrero a las oficinas referidas, pero el 1 de marzo, a primera hora me presenté ahí, y para mi sorpresa me encontré con que ya estaba hecho un convenio de finiquito y ya estaba emitido un cheque con la cantidad legal de indemnización para un despido. A la fecha, día 9 de marzo, no he recibido ninguna explicación, ni oficial,  ni extraoficial, ni ninguna comunicación del Director General del ISC, ni de ninguna otra persona del Gobierno del Estado sobre el motivo del despido de mi destitución”.

Al preguntarle si, al no haberle dado razones, ¿cuál era su hipótesis? dio su respuesta más corta: “eso es algo que hay que preguntárselos a los responsables del despido”.

¿Cómo termina tu relación con el ISC —hablo especialmente del área directiva—; de forma ríspida?

“Mi trabajo ha sido en el intento de mejorar las condiciones de los creadores, los escritores, los promotores de lectura, y especialmente los lectores (…) A mí me extraña mucho un despido en el que ni siquiera se me da una explicación, pero tampoco —puede no haber una explicación—, no se me da tampoco la oportunidad de hacer una entrega responsable. Por lo tanto todos los recursos humanos y financieros que estaban a mi cargo quedaron bajo la responsabilidad del Director General del ISC a partir del 1 de marzo. No me siento especialmente dolido, ni triste, pues el trabajo que desarrollaba era un trabajo profesional de editor y gestor cultural para el Gobierno del Estado”.

¿Buscarías regresar? ¿Te gustaría?

“En las condiciones actuales en que se encuentra el ISC, no me gustaría regresar. El ISC, al menos en este momento, carece de un proyecto concentrado de trabajo definido que permita mostrarle a los sudcalifornianos que existe una propuesta viable para el desarrollo cultural del Estado (…) Yo hice una propuesta personal, pero internamente también hice muchas propuestas para el mejoramiento de las capacidades del ISC, y ninguna de ellas fue tomada en cuenta”.

A propósito de propuestas, Gámez Vázquez elaboró un documento compartido en redes sociales titulado Notas para un plan de desarrollo cultural de Baja California Sur 2017-2021, en el que proponía una reestructuración operativa del ISC. Entre otras ideas, se pronunciaba la habilitación de una Museo de la Ciudad, Filmoteca, Pinacoteca, Conservatorio y Casa del Libro Sudcaliforniano en los cinco municipios de BCS. Al preguntarle la viabilidad de estos proyectos, y si para su realización hacía falta sólo voluntad o enfrentar vicisitudes de tipo jurídico o administrativo, dijo que “el actual Director del ISC tiene en el puesto desde febrero del 2014, y antes fue coordinador de bibliotecas del estado, así que es alguien que conoce el funcionamiento del sector cultural del Gobierno del Estado. El actual gobierno comenzó en septiembre en 2015, y ya ha pasado un año y 4 meses, cualquier persona que desee buscar cuál es el proyecto cultural de Carlos Mendoza Davis, es bueno que revise el Plan Estatal de Desarrollo 2015 – 2021, para que aprecie cómo este plan apenas tiene cuatro párrafos referentes al desarrollo cultural.

“Para que se realice un proyecto como el que hemos propuesto, sólo hace falta aplicar las leyes, las leyes que ya están (…) Hace pensar que la carencia más bien es de voluntad política. Quizás es algo que habría que preguntarle al Gobernador y al Director del ISC, quizás (falta) interés sobre el sector cultural, pues las propuestas que colocamos todas son viables. Alguien dirá ‘pero es que falta el dinero’.  ¡El dinero existe! Este ISC tiene un presupuesto como el que no ha habido en toda su historia de 20 años, tiene un presupuesto de casi 100 millones de pesos para este 2017; sin embargo, esta dividido de forma muy centralizada, con un 77% sólo aplicado para La Paz y un 23% para todo el estado; también de 400 trabajadores que tiene, ninguno de ellos está fuera de La Paz.

Gámez Vázquez estuvo casi 5 años y medio al frente de Fomento Editorial del ISC —entró el 15 de septiembre de 2011 y fue despedido el 28 de febrero pasado. En dicho período, se publicaron 150 libros, y según el ex Coordinador, actualmente no hay libros pendientes, excepto los ganadores de los concursos literarios del año pasado.

“Existía un rezago editorial bastante amplio, una carencia de elementos de trabajo al interior de la Coordinación. Yo recuerdo que no había ni una silla para que el Coordinador se sentara. Hoy existen dos edificios, un equipo de diseñadores, una nómina de correctores de estilo, una distribución de publicaciones que de hecho sigue sin existir en la mayoría —sino todos—los estados de la República. Había 24 salas de lectura y actualmente existen 124; se producía 1.9 al mes, y ahora se producen en promedio tres libros al mes. En estos 5 años y 4 meses se logró la producción de 150 títulos. También se descentralizaron las ofertas de actividades, pero especialmente la publicación de libros: ahora ya hay libros de todos los municipios, algo que no existía antes de 2011. También las Ferias del Libro —como evento separado—, importante para los municipios, ahora existen en La Paz, Santa Rosalía, Los Cabos y Guerrero Negro. El resultado ha sido positivo en la existencia de muchas personas interesadas en los libros sudcalifornianos. Cuando entramos en 2011, el promedio anual de dinero que entraba por parte de Fomento Editorial era de 36 mil pesos, y en enero de 2017, el ingreso que pudo dar la Coordinación fue de 50 mil pesos; sólo en enero, se vendieron entre 750 y mil ejemplares (…) Si alguien nos pide un resumen consistente, podríamos decir que hemos conseguido en este periodo hacer todas las actividades relacionadas con el libro y la lectura, no sólo publicar los libros —eso ya se hacía—, ahora formamos lectores, públicos, tenemos incipientes, nuevas editoriales; existen muchos programas de radio y TV que hablan de los autores sudcalifornianos; y en suma hemos conseguido que muchas personas en BCS se hayan vuelto a interesar a los libros sudcalifornianos, ahora que se abrió el grupo de los escritores publicados”.

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¿Por qué no hubo un Consejo Editorial? ¿Quién y cómo decidía qué se publicaba y qué no?

“Cuando llegamos en el 2011 no existía un Consejo Editorial en el ISC. Nosotros, lo que hicimos fue establecer una cola de producción y de publicación que eran los rezagos de las publicaciones, los compromisos institucionales y propuestas ciudadanas; al hablar de ‘una cola’, quiere decir que todos los que se colocaban es que iban terminar siendo publicados. ¿Quién decidía? El orden de las publicaciones, eso lo tenía que decidir el Coordinador a partir del conocimiento que teníamos, de cuáles son los libros que hablan del patrimonio cultural de BCS; cuáles son los autores que han sido ya muy publicados y que no están colocando propuestas nuevas de aporte a la cultura —sino sólo propuestas estéticas personales—; y cuáles son los libros o los temas de los cuales no existe publicaciones en el catálogo de manera reciente. Sobre estos tres elementos, es que la cola de publicaciones se movía”.

En 2014 —explicó—, Contraloría del Gobierno del Estado exigió un reglamento en todas las áreas del ISC, dentro de éstos, crear un Consejo Editorial. Gámez Vázquez contempló que contara con 18 personas, ocho representarían a todas las artes para que no fueran sólo libros de literatura, y dos por cada municipio para que no se centrara sólo en La Paz. “Este reglamento el 2014 fue colocado y aprobado en primera instancia por el Consejo Directivo del ISC, pero fue retirado por el director, Christopher Amador (…) Ese reglamento quedó en suspenso y no se pudo integrar un Consejo Editorial a partir de ese momento”.

Además, empezaron a aparecer otras publicaciones de otras áreas del instituto que publicaron materiales de autores como Juan Cuauhtémoc Murillo y Aníbal Angulo. “A partir del 2014, la decisión de lo que se publicaba aparentemente recaía en nosotros, pero nosotros seguíamos usando el criterio mencionado en el cual todas las publicaciones entraban a un trabajo editorial a partir de asignaciones de recursos, y cabe decir que cada vez fue menor, y sin embargo se seguían produciendo en promedio 30 libros al año”. En otras palabras ¿se congeló la creación del Consejo Editorial? “Se congeló hasta la fecha, y tengo un comentario extraoficial de que ya fue conformado, y está conformado por siete personas de las que no sé el nombre, pero si no está autorizado por un reglamento consistente, se corre el riesgo que sólo se una validación de proyectos personales; se corre el riesgo de que sea otra vez para un pequeño grupo de personas”.

Anímicamente, ¿cómo te vas?

“Yo me siento muy seguro, muy animado por tantas muestras de apoyo y solidaridad; me siento contento de todo el aprendizaje obtenido y de todos los servicios que pude aportar a BCS (…) Dentro del Gobierno del Estado hay muchísimas personas que quieren trabajar por su comunidad, por su Estado, y que les hace falta los recursos y las facultades políticas y administrativas para realizar bien su trabajo, y necesitan que las instituciones públicas les sirvan de apoyo y no de represo o de obstáculo. Yo me voy tranquilo y regreso a mi vida particular, a mi profesión que es la misma: de editor, escritor y analista de la realidad sudcaliforniana”.