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La sombra de los giros negros

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Ius et ratio

Por Arturo Rubio Ruiz

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). A finales del siglo pasado, cuando la agencia del Ministerio Público de Cabo San Lucas se ubicaba en la zona de giros negros, un reportero local entrevistó al comandante de la policía ministerial, a propósito de la disponibilidad de drogas de abuso en las calles sanluqueñas. El mando policiaco refirió entonces, que la venta de drogas era un mal necesario, porque los turistas, sobre todo los norteamericanos, venían a consumirla. Básicamente sostenía, que sin drogas, no habría turismo.

Esa falacia cayó por su propio peso, pues el tiempo ha demostrado que el potencial turístico no se relaciona necesariamente con el consumo de drogas.

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El antecedente viene a colación, porque a raíz de la pandemia que enfrentamos y la necesidad de reactivar económicamente la zona sur del estado -principal detonante de la actividad turística en la entidad-, debe establecerse el orden en que se irán aperturando los distintos rubros comerciales, y el aviso de reactivación inmediata de los giros negros, publicitado por prestadores de ese servicio, es indicativo de que para las autoridades municipales dicha actividad es prioritaria, y otra vez, aunque de forma vedada, ha surgido como justificante la afirmación de que se trata de un mal necesario, como se decía hace treinta años de la disponibilidad de drogas de abuso en las calles.

Es innegable que hay un sector del turismo que nos visita que consume drogas, y otro –o el mismo-, que nutre el mercado de los giros negros, pero ese sector no es el que sostiene el destino, y ello lo corrobora la estadística del crecimiento económico de la entidad, que ubica a la pesca deportiva como el principal detonante de la derrama económica en la entidad.

Ni el sector restaurantero, ni el hotelero, ni los prestadores de servicios recreativos lícitos, requieren de drogas ni giros negros para desarrollarse en la entidad, tal y como las estadísticas lo demuestran.

Si los establecimientos relacionados con la prostitución, trata de personas, y consumo de sustancias de abuso no son un mal necesario, ¿por qué la autoridad municipal prioriza su apertura?

La respuesta está en la disponibilidad inmediata de recursos que esta actividad genera para las autoridades municipales, principalmente aquellos recursos económicos que no ingresan a las arcas y que, por tanto, evaden el escrutinio de la fiscalización oficial. Representan ingresos no registrables que, en las manos adecuadas, se convierten en fuente de financiamiento no documentado de campañas políticas; y es que las elecciones intermedias están a la vuelta de la esquina, y hay que allegarse recursos para sufragar los gastos de campaña, sobre todo aquellos que no pueden reportarse a las autoridades electorales.

La reapertura económica del destino en el proceso de incorporación a lo que se ha llamado “la nueva normalidad”, no puede anteponer el interés de grupo al interés general que, en el caso, es la salud pública.

Otras entidades, como la Ciudad de México, han colocado la apertura de los giros negros en la última etapa de reactivación económica, precisamente porque no es prioritaria y, en cambio, si se constituye en una potencial fuente de contagios masivos, dado que resulta prácticamente imposible aplicar un dispositivo de sano distanciamiento, por la cercanía que este tipo de servicios exige entre quienes lo prestan y quienes lo reciben, lo reducido de los locales en proporción al número de asistentes, y las complicaciones relativas a las labores oficiales de supervisión, dado los horarios en que operan este tipo de establecimientos.

Autorizar la apertura de los locales destinados a los giros negros, en esta etapa de la pandemia, es un grave error, que pone en peligro no solo a la comunidad, sino al turismo cuyo retorno se pretende detonar.

El riesgo de contagio es sumamente elevado durante la operación de estos establecimientos, y lo cierto es que la entidad no está preparada para enfrentar un brote masivo de complicaciones médicas relacionadas con la infestación viral.

Independientemente del peligro en que se pone la salud de visitantes y residentes, cabe la posibilidad de que el gobierno norteamericano emita una alerta sanitaria, lo que conlleva el riesgo de perder el atractivo que tradicionalmente ha colocado al sur de la entidad como importante destino turístico de visitantes norteamericanos.

Finalmente, hacemos hincapié en la conveniencia de reorientar la nueva normalidad con un enfoque que permita canalizar el impulso oficial a las actividades productivas que realmente generan un crecimiento económico sustentable y saludable, y en ese espacio, los giros negros deben ser la última opción en el esfuerzo público, no solo por el riesgo de contagio que en esta época pandémica representan, sino por su tradicional vinculación con actividades ilícitas altamente lesivas, como resultan la trata de personas, la explotación sexual de mujeres y menores de edad, el consumo de drogas, delincuencia organizada y criminalidad marginal.

Hacemos un llamado a los integrantes del cabildo cabeño, para que se ubique a los giros negros en la última etapa de reactivación económica del destino. El dinero fácil que bajo la mesa genera esta actividad no vale la pena, comparado con los riesgos que ello implica a la salud pública de la localidad.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

 




La Sonrisa del Jaguar

 

Ius et ratio

Por Arturo Rubio Ruiz

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Ana* tiene un año dos meses de edad. Nació con una malformación congénita: debido a la fusión incompleta de los procesos maxilar y naso medial durante su etapa embrionaria, nació con labio leporino y paladar hendido.

El labio leporino o labio de liebre, como se denomina etimológicamente, debido a que dicho roedor tiene el labio superior dividido, se caracteriza por la presencia de una o dos fisuras en el labio superior. El paladar hendido es una grieta entre la boca y la cavidad nasal.

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Si Ana hubiera nacido en la Europa del siglo XIV, es probable que hubiera vivido estigmatizada y marginada de manera cruel y sistemática, pues entonces se tenía la convicción de que esa condición al nacer era un castigo divino.

Ese mismo prejuicio llegó a Mesoamérica gracias a la influencia de los conquistadores, y todavía en el siglo XXI en México, existe la creencia popular de que se trata de una secuela derivada de enfermedades venéreas, relacionadas con la prostitución.

En la mitad de la Europa moderna, Ana ni siquiera hubiera nacido. En el Reino Unido, esta condición congénita es causa suficiente para abortar, en el llamado “aborto cosmético”, que puede practicarse en cualquier etapa de la preñez, pese a que el paladar hendido y el labio leporino no son considerados deficiencias serias.

En contrapartida, si Anita hubiera nacido en Becán (hoy Campeche) en el 600 antes de Cristo, hubiese sido tratada con absoluta deferencia, y muy probablemente hubiera disfrutado de una vida privilegiada por ser un personaje vinculante con la divinidad.

El Dios Jaguar llamado Balam en la cultura maya, era uno de los dioses más reverenciados. El depredador más poderoso del continente americano fue divinizado por todas las culturas precolombinas con registro documental, desde el paralelo 28 a la tierra de la Patagonia.

En la cultura maya, si un niño nacía con labio leporino, era considerado hijo del Dios Jaguar. Si era una niña la que nacía con tal condición, era considerada probable esposa del Dios Jaguar. En el caso de los niños, era herencia divina, en el caso de las niñas, era el resultado de un beso con el que el dios la marcaba como su favorita y por ende, potencial consorte.

La sonrisa del menor, en ambos casos era conocida como la sonrisa del jaguar, y de algún modo reflejaba el beneplácito del Dios Jaguar con su pueblo.

Es asombroso como una simple condición fisioanatómica puede estigmatizar o divinizar a un ser humano, a partir exclusivamente de la interpretación sociocultural de dicha peculiaridad anatómica. Eres rechazado o reverenciado, a partir del significado que la voz popular le asigne a la peculiar característica física que te distinga.

Afortunadamente Anita nació en una modesta ranchería josefina, y fue inscrita en el programa de la fundación Smiles International Foundation que se dedica a establecer clínicas de atención y corrección de labio y paladar hendido en diferentes partes del mundo. En México tiene cuatro clínicas: Tecate, Baja California; Cabo San Lucas, Baja California Sur; Xpujil Calakmul, Campeche; y Playa del Carmen, Quintana Roo. Cada una de ellas trabaja en forma semestral por una semana. El Fundador y Presidente de la fundación es el doctor Jeffrey Mosses, y le acompaña su esposa Maribel Mosses, vicepresidenta de SIF.

Asisten a Cabo San Lucas, en abril y octubre de cada año. En abril del año pasado, atendieron a un total de 119 pacientes, realizaron 49 procedimientos quirúrgicos con un valor equivalente a 380 mil dólares, se registraron 53 pacientes con el tratamiento programado de los cuales 22 son infantes y entre ellos está Anita, quien fue operada exitosamente en octubre del año pasado.

Diversas organizaciones de la sociedad civil conforman un grupo denominado Comité Asesor de Smiles que se responsabiliza de recibir a los pacientes y de brindarles hospedaje y alimentación durante su estancia en Cabo San Lucas. Este año recibieron a una paciente de Cancún, otra de Los Mochis, y más de un centenar de pacientes de Baja California Sur.

Si conoces de algún caso de labio leporino o paladar hendido, no dudes en buscar el apoyo de la fundación que preside el doctor Mosses, y para ello sólo necesitas contactar a una de las asociaciones civiles locales que brindan el soporte logístico a tan encomiable labor, contactando vía WhatsApp al Sr Clicerio Mercado 6241477559, al doctor Gabriel Dorantes 6241004155; enviando un comunicado al correo electrónico mclicerio@gmail.com; o directamente a la fundación en la página: smilesinternationalfoundation.org

*El nombre de la paciente es ficticio, los hechos son reales.