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¿Propósitos de Año Nuevo? Aquí los mejores hábitos alimenticios

FOTOS: Internet

Salud Para Todos

Por Josué Estrada Flores

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En esta ocasión, amigos lectores, aprovecho la oportunidad que nos brinda el inicio del Año Nuevo, para compartir información acerca de la alimentación saludable y favorecer así la modificación de nuestros hábitos dietéticos; y con ello, prevenir y modificar las enfermedades comunes que afectan nuestra vida: padecimientos como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, el colesterol elevado, la obesidad, gastritis, estrés, infarto al miocardio, o las embolias, son comunes en nuestro Estado, pero se pueden prevenir cuando logramos un cambio en nuestros hábitos alimenticios.

Es por ello, que los invito a leer con atención esta información que puede ser de ayuda en mejorar tu salud si así lo decides; desarrollar comportamientos saludables en nuestra alimentación, es esencial para obtener beneficios en nuestro organismo. Lo anterior se logra no sólo con la preparación adecuada de alimentos, sino con la elección eficiente de los mismos, así como el tiempo, el espacio y el gusto de saborear y disfrutar las comidas de cada día.

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El modificar nuestros hábitos suele ser una tarea difícil, más aún cuando nos hemos acostumbrado a consumir comida rápida, no sólo fuera de nuestra casa sino aun dentro de ella. Llevar una dieta sana, acompañada de ejercicio físico es la fórmula perfecta para tener una mejor salud. Por lo tanto, es importante reconocer los beneficios que nos trae una alimentación balanceada; por ejemplo, disminuye el nivel de estrés —lo que mejora nuestra autoestima—, favorece a la pérdida de peso evitando la obesidad y nos ayuda a mantener un peso saludable; asimismo, evita que padezcamos cambios bruscos de humor y desde luego, vencer la adicción a la comida.

Para comer bien se requiere de una alimentación variada y equilibrada, ya que un régimen alimenticio sano debe incluir los distintos tipos de comidas, en proporciones y cantidades variables. Se recomienda que la dieta esté integrada por los distintos de alimentos como los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas, así como por otros nutrientes como las vitaminas, eicosanoides y suficiente agua; conociendo que cada uno de ellos nos aporta propiedades indispensables para nuestro organismo. Habrá que comer de todo y en las cantidades necesarias según nuestra complexión, estado de salud y actividad física.

La comida a lo largo del día debe estar distribuida en cinco tomas. Primeramente el desayuno; un buen desayuno debe incluir leche o yogur, cereales, tostadas y frutas. A la media mañana se aconseja un bocadillo, una fruta, nueces o almendras. La comida es la segunda toma más importante e incluye un primer plato de que puede ser pasta, arroz o verduras; un segundo plato que incluya carne, pescado o huevo, y el postre a elegir como fruta o yogur. La merienda es por la tarde y puede ser fruta, gelatina o galletas. Por último tenemos la cena, es importante resaltar que no es sano irse a dormir sin cenar; la cena es parecida a la comida, pero un poco más ligera.

La practica del ejercicio diario es de vital importancia para un estado de salud adecuado, por eso es conveniente reducir el tiempo que dedicamos a tareas sedentarias como pasar demasiado tiempo mirando la televisión o jugando videojuegos.  La actividad física proporciona excelentes beneficios a la salud: ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad, fortalece la flexibilidad de los músculos y las articulaciones, disminuye el riesgo de las enfermedades cardiovasculares, mejora la masa muscular, favorece a la salud ósea, mejora el transito intestinal, aumenta las defensas del organismo, disminuye los niveles de glucosa sanguínea (azúcar) y el colesterol, además, reduce el estrés.

A manera de conclusión, les comparto el decálogo saludable: elige una alimentación variada; come los alimentos de todos los grupos para asegurar una dieta sana; incluye en tu régimen cinco raciones de frutas y verduras; respeta los horarios de las comidas; modera el consumo de comida rápida —como las pizzas, hamburguesas, papas fritas, refrescos y dulces—; y por supuesto, disfruta de la comida. No existen alimentos buenos ni malos, evita el picoteo entre las comidas, ingiere suficiente agua a lo largo del día, especialmente antes de practicar deporte y realiza al menos 30 minutos diarios de actividad física.

Les recomiendo finalmente, amigos lectores, solicitar ayuda profesional con un nutriólogo, quien realizará una evaluación integral y personalizada, para modificar nuestros hábitos alimenticios y nos ayudará a lograr una mejor salud.

Salud para todos.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




¡Cómo me da coraje tener propósitos de Año Nuevo!

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¿Tienes propósitos de Año Nuevo… que incluyan a los demás? ¡Feliz 2017! Fotos: Internet.

Colaboración Especial

Por Rebeca Olachea Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Como es bien sabido por todos ustedes ya inició el Año Nuevo, dígase con más claridad el 2017. Todo el mundo festejó a distintas horas el comienzo de un nuevo ciclo. Nosotros, como estamos de éste lado del mundo fuimos de los últimos, más los paceños porque estamos en uso horario del Pacífico, y a diferencia del centro del país somos una hora menos, —hasta para estos grandes eventos. Estaba tratando de darle doce mordidas a una sola uva por aquello de los atragantamientos —por cierto, es imposible: tienes que dividir la tarea en tres uvas— cuando vino a mi mente la tarea difícil que nos proponemos cada 31 de diciembre a medianoche. Planear propósitos de Año Nuevo.

¿De dónde proviene esta idea de torturarnos con planes casi imposibles en cuestión de minutos?

Nos regimos por el calendario gregoriano y de generación en generación ha perdurado la bonita tradición de proponerse mejorar año tras año. Ancestralmente, lo más importante era tener mejores cosechas para los próximos meses. Todo estaba relacionado con la siembra, la pesca, la Tierra, la Luna, el Sol. Ahora está directamente relacionado con nosotros. Yo y sólo yo. Aquí algunos de los más comunes:

  • Bajar de peso —En la ciudad más obesa del país en el país más obeso del mundo. ¿Ya se había dado cuenta de ello?—
  • Aprender otro idioma.
  • Terminar la tesis y/o estudios.
  • Conseguir pareja.

¿Nota usted, estimado paceño, algo en común en estas metas? Sólo está incluido el interesado/a.

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Nuestros propósitos pocas veces incluyen ayudar al otro, convivir con los demás o acciones que ayuden a la sociedad. Porque el que  logre por fin su cuerpo soñado, comunicarse en japonés o por fin terminar la tesis es beneficio propio y está por demás decirlo: hace mucho que debió haberlo hecho. ¿Desde cuándo? Desde que su misma lista de deseos se repite año tras año como el bendito calor eminente del verano. Es beneficio propio más no para los que están a su alrededor.  Pero la duda es qué tal le va con sus aspiraciones anuales a sus padres, vecinos, compañeros de trabajo, hermanos,  ¿no hay nada para ellos?  Los propósitos deben ser benéficos para todos, pero sobre todo para usted pero de una manera práctica, ¿y por qué no?, feliz.

Renovarse o morir. Los propósitos de Año Nuevo pueden sustituirse por planes diarios o semanales. Porque no cuando prende el Netflix y ve de un solo tirón las doce temporadas de su serie favorita, entre capítulo y capítulo se toma cinco minutos y piensas cuál es su meta para esa semana. Quizás tenga ante sí un sinfín de ideas: ver menos televisión, leer otras diez páginas del libro que esta empolvado en el buró al lado de la cama, tomar refresco sólo un día a la semana, llevarse una ensalada al trabajo en vez de comerse  tres burritos, checar el Facebook sólo tres veces al día en vez de 47 ocasiones cada hora. No solamente tienen que ser actividades que para usted representen un esfuerzo, tal vez podrían ser esas acciones que le gusta realizar pero que ha olvidado; esas ideas y sueños que han quedado olvidados en nuestra mente y que eran el disfrute antes de los celulares con cámara. Ir a ver el atardecer al bello malecón de La Paz, caminar por el centro, disfrutar de  un café a solas, rezar, ver el amanecer, visitar parientes, sacar tus juguetes de la infancia, escuchar ese CD que era tu predilecto, jugar un deporte y no solo verlo en la tele, andar en bici… Podría hacer una larga lista pero cada quien sabe lo que lo hace sentirse dichoso.

Recuerde que no es pensarlo y hacerlo todo en un solo momento, en un minuto antes de las doce. Tiene 365 días, 12 meses, 52 semanas. Si hacemos un propósito por cada dos semanas al finalizar el año sentirá que ha hecho demasiado, mucho más de que lo que planeo los últimos diez años. La filosofía no se equivoca al recordarnos el “aquí y ahora”. Si en vez de planear un año entero en unos instantes mintiéndonos sobre lo que podemos lograr, nos sentamos a analizar lo que realmente necesitamos, queremos, deseamos, con plena conciencia de lo que es favorecedor para mi persona. Entonces la felicidad no sólo de iniciar un año sino de estarlo viviendo será plena día a día. Cuando esto suceda usted sentirá que hace más y así también lo percibirán las personas a su alrededor.

Ya les dejo porque la luz vespertina de los inviernos paceños es divina como para perdérsela enfrente de un monitor. He decidido por hoy disfrutarla minutos de mi día. ¡Sayonara!