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Enoc Leaño, un cuentacuentos feliz. Entrevista con el gran actor comundeño

FOTO: Interenet.

El Beso de la Mujer Araña

Por Modesto Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En estas semanas, Enoc Leaño recorre caminos, el monte y la costa de Baja California Sur, buscando locaciones para lo que será una película de época sobre la independencia de la California de España. En este proyecto está involucrado en la producción, dirección y guion. En exclusiva para CULCO BCS, el actor habló con nosotros sobre su carrera artística, directores y actores significativos en su trayectoria, y la felicidad que le brinda el arte de la interpretación.

Nacido en La Toba en 1968, Enoc Leaño tiene alrededor de tres décadas de carrera artística que incluye teatro, televisión y cine. Egresado de la Benemérita Escuela Normal Urbana, en La Paz, fue profesor por corto tiempo emigrando después a la Ciudad de México para estudiar actuación en el Centro Universitario de Teatro de la UNAM, logrando despuntar a nivel nacional al ser contratado para la telenovela Nada personal, en 1996. En esta entrevista, el actor —un hombre conocedor de política e historia—, habló sobre su trayectoria, sobre el mencionado proyecto fílmico y sobre la felicidad que le ha otorgado su vida en las ficciones.

FOTO: Sealtiel Enciso Pérez.

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Al preguntarle sobre los papeles que más proyección le han dado en su carrera, no duda en mencionar cuando encarnó a Pancho Villa en la serie El encanto del águila (2011), y su interpretación en Colosio: El asesinato (2012), precisamente como el candidato a la silla presidencial.

A mí me preguntaban muchas cosas sobre Colosio, y ni antes ni después se ha modificado en absoluto mi opinión. Era un tecnócrata, era alguien que iba a darle continuidad a lo que ahora El Peje señala constantemente como neoliberalismo, es decir, ese proyecto iba a continuar por esa misma vía, desafortunadamente, las razones por las cuales fue asesinado son desconocidas. Decían en ese entonces que al asesino de Colosio le decían “La Ardilla”… Porque vivía en Los Pinos. Yo creo que si hay un mártir de la democracia quizá pueda ser Heberto Castillo, quizás, el mismo Cuauhtémoc Cárdenas. Yo en el 88 llegué a la Ciudad de México, a la UNAM, y me tocó con estos hombres, junto con Maquío, denunciar; fue la primera vez que la izquierda y la derecha se unieron para reclamar la democracia en este país. Yo lo vi, estuve ahí presente en el campus universitario, viendo cómo la derecha y la izquierda marchaban exigiendo una sola cosa: que se respetara el voto y la decisión popular. Apenas hoy se alcanza a vislumbrar esa realidad que se hizo reclamo hace 30 años. En el caso de Colosio fue víctima de las circunstancias (..) El discurso, el cual mucha gente cree que fue el que terminó con su vida, el del Monumento a La Revolución, era un ritual que todos los candidatos hacían: desmarcarse del actual Presidente.

Para interpretar a Colosio tuvo que pasar por dos cosas: bajar de peso comiendo casi pura lechuga con pollo hervido y lo otro fue empaparse en términos legales. Se nos advirtió claramente que teníamos que entender el alcance de las demandas que podían venir en contra de la película por cada mención que hiciéramos fuera de lugar. Si a nosotros se nos ocurría mencionar a Carlos Salinas como responsable, vendría una demanda. ¿Por qué? Porque no tenemos con qué probarlo y los expedientes que había abierto en ese momento Fox venían todos censurados, de tal suerte que todavía los expedientes, a los que tuve acceso, venían subrayados con un color negro para que no vieran los nombres de los involucrados, entonces, fueron varias noches de estar con abogados, asesorándome. También tuvo acercamiento con personas allegadas al priísta para retomar algunos gestos, sin embargo, mucho quedó afuera, pues, como él mismo dice, su papel se proyectó principalmente en la parte cruel de Lomas Taurinas.

FOTOS: Internet.

Paisanos en ficción

Enoc Leaño puede presumir de haber trabajado con varias de las grandes figuras de la televisión y el cine nacional, desde ser dirigido por Alfonso Cuarón o Gael García Bernal, a ser compañero de escenas de Diego Luna o Damián Alcázar, y de la otra gran presencia sudcaliforniana en la pantalla grande: Dolores Heredia.

Sobre qué directores le sorprendieron o dejaron marca en su experiencia actoral, sonrió al declarar que todos son celosos y sentidos, pero al final se atrevió a dar nombres. Yo tengo un muy grato recuerdo de un director que falleció de cáncer, lamentablemente, Mauricio Walerstein. Es un director con el que hice la película “Travesía del desierto” (2011). Yo no lo conocía, llegué por casting, me hizo una entrevista, hice una película y terminé trabajando para un director y un gran amigo, con el cual tenía grandes conversaciones, de todos los temas, no sólo del cine. Mauricio es heredero de una tradición cinematográfica en México, porque su padre era don Gregorio Walerstein, quien le produjo películas desde Tin Tan, Pedro Infante, hasta películas de ficheras. Otro director con el que trabajé, un proyecto muy extraño en términos de lo que él proponía y en términos de su dinámica de trabajo fue Iván Ávila, con el que hice “La sangre iluminada” (2007). Fue un proceso muy extraño. Eran seis protagonistas, nadie conocía el guion y los antecedentes, y las cosas que nos platicó era a partir de que ‘Corre cámara’. Con el director que he trabajado con bastante frecuencia es Carlos Bolado. Tiene la particularidad de que es un hombre que sabe exactamente todo lo que pasa en el set. Los porqués. En el caso de Colosio, había investigado a profundidad todos los temas (…) Sin embargo, cada director es otra forma distinta de atacar el mismo hecho. Lo importante es que yo sigo viviendo en la ficción, y cuando me invitan los directores a vivir en sus ficciones, pues yo soy un hombre muy feliz de tener ese privilegio.

A Dolores Heredia —recuerda— la conoció actuando en La Paz, y se la volvió a encontrar en los teatros de la Ciudad de México. La conocí cuando recién llegué yo aquí a La Paz, en lo que es ‘El Ágora’; había un espacio adentro donde representamos obras y yo recuerdo haberla visto a ella. Te hablo como del 84, 85, estaba actuando una obra de Merino, ‘Cosas de muchachos’. Nunca más la volví a ver hasta un día que voy al teatro, a ver ‘Las costureras’ que dirigía Luis de Tavira, y de repente veo una flaca en la escena y dije, ‘Yo la conozco’ y la abordé. Al final, fui a buscarla al camerino y le dije ‘Tú eres la Lolis, ¿no?’, y se volteó sorprendida, ¡quién le decía Lolis más que la gente de acá! Estuvimos horas platicando en el camerino. Ahí conocí a Damián Alcázar, porque creo que en ese momento era su novio, así que platicando sobre Rubén Sandoval y la gente que conocíamos en común. Con Dolores trabajó en la serie La ruta blanca (2013), donde ella era la esposa del patrón del sicario que interpretaba Enoc; y en Chicuarotes (2019) como marido y mujer, una de las pocas películas dirigidas por Gael García Bernal.

Un cuentacuentos feliz

También se le preguntó sobre lo no hecho, ¿con quiénes le gustaría trabajar o qué se ha quedado con ganas de hacer? Con ganas de hacer, nada todavía, porque no he muerto —dijo riendo. Cuando he dado un par de conferencias en universidades o he impartido algunos talleres, etcétera, algo de lo que me jacto de decir en las conferencias es que están ante un hombre que es feliz. Y hoy en día la palabra ‘feliz’ suena como… Como algo de 14 de febrero. ¿En que baso yo esta afirmación? En que soy un hombre que ha tenido la posibilidad de estar en todos los infiernos emotivos que la humanidad ha vivido. Entonces, no tengo frustración porque he experimentado, aunque sea un miligramo de energía, lo que significa matar, lo que se necesita desear, lo que se siente robar, lo que se siente ser bipolar, etcétera. Gracias a esta carrea he estado podido estar en los pies de esa gente e interpretar un personaje y eso me ha permitido extirpar muchos de esos deseos que te generan frustración. Por eso me considero un hombre feliz.

Se define a sí mismo como ‘un cuentacuentos profesional’ que sólo se adapta al formato lo decide el que lo contrata: sea en las tablas de un escenario de teatro, en locación de televisión o un set de cine. Además, se sigue preparando. Dijo haber terminado una maestría e interesarse en continuar con un doctorado, y actualmente estudia un diplomado como Showrunner, pues los productores buscan que los artistas también activen su lado administrativo y de gestión. Me sigo preparando porque las historias que quiero contar debe tener un argumento sólido. Y ahora, desde un tiempo a la fecha, estoy escribiendo mis propias historias. Son historias ambiciosas, no lo voy a negar, porque sí lo son. Ahorita es mi apuesta. Me gusta mucho la historia, la historia viva de nuestro país, me gusta el periodo de la Revolución, el periodo cardenista, posterior a la Segunda Guerra Mundial.

FOTO: Sealtiel Enciso Pérez.

Por último, platicando en medio de los tiempos electorales —donde sonrió al decirle que preguntarle sobre política sería hablar de lo mismo de siempre—, le pregunté en específico sobre la política cultural de BCS. ¿Cómo la ves?, ¿qué crees que hace falta implementar? De entrada, la política que tenemos en general es muy chafa. Entonces, si a eso le sumas que esos políticos quieren tener una idea de lo que es la política cultural, entonces estamos en el hoyo… Y cavando, que es lo peor. Es  complicado, porque, de entrada, este asunto de llamarle ‘política cultural’ en boca de un político, es una gran mentira, ¿por qué?, porque a ningún político le interesa apoyar a la cultura. La cultura per se es revolucionaria, te va a obligar a cuestionarte, a ver tu entorno y decir ‘¿esta es la realidad que quiero? ¿Cómo la voy a transformar?’ (…) Luego hay otro factor que se da en este Estado —no es el único, pero aquí es más notorio—: que las Secretarías de Cultura se le otorgan como premio por los servicios otorgados durante la campaña, entonces hemos tenido casos patéticos como el que acomodaba las mesas y que luego pasó a ser Secretario de Cultura, ¿qué hizo? ¡Nada! O tenemos secretarios contratados para que escriban y hagan concursos ¡Y la cultura estatal bien gracias! Entonces, se vuelven premios la secretarías de culturas.

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Una política cultural para La Paz, propone Sandino Gámez

FOTO: Modesto Peralta Delgado.

Colaboración Especial

Por Sandino Iyarzábal Gámez Vázquez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Para este Especial, CULCO BCS buscó a los hombres y las mujeres que están registrados para aspirar a ocupar la Dirección del Instituto Municipal de Cultura (IMC)—, en la próxima administración que encabezará Rubén Muñoz Álvarez. A cada uno se les solicitó desarrollar tres temas: ¿Quién eres y qué has hecho respecto al arte y la cultura?, ¿cuál es tu diagnóstico de la promoción del arte y la cultura en el municipio de La Paz? ¿cuáles son tus propuestas? El siguiente, es el texto enviado por Sandino Gámez Vázquez.

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Semblanza

He participado en la vida cultural desde el año 1995 a través del periodismo, la crítica y el análisis de las expresiones artísticas de Baja California Sur, también como editor de la revista de política y literatura Alternativa, de la cual soy director desde 2007, como autor de cuentos y ensayos, y como servidor público titular de la Coordinación de Fomento Editorial del Instituto Sudcaliforniano de Cultura del Gobierno del Estado, de septiembre de 2011 a febrero de 2017. Trabajo como editor y profesor, y coordino proyectos comunitarios sin fines de lucro. Conozco el marco legal del sector cultural estatal y municipal, la historia de la cultura sudcaliforniana y he participado como editor en jefe en la publicación de más de 150 libros de temas o autores sudcalifornianos.

En cinco años como servidor público aprendí sobre el marco legal del uso de los recursos públicos, la generación de proyectos culturales, la reorganización institucional y la fundación de instituciones culturales. Fui evaluado por una auditoría federal, una estatal y una contraloría ciudadana con resultado positivo. Los proyectos comunitarios con los que estoy relacionado o que coordino directamente están dirigidos a dotar de mayores capacidades a la población local para el desarrollo de sus individuos al interior de su comunidad y de la comunidad en su territorio. Me interesa la ciencia, la educación y la cultura. Considero posible contribuir en el Ayuntamiento de La Paz para dirigir el Instituto Municipal de Cultura y responder las exigencias justificadas de la comunidad cultural y los deseos de bienestar social de todos los habitantes del municipio.

Propuesta

Nuestra propuesta está basada en primer lugar en el estudio de la historia de las instituciones educativas, culturales y académicas de BCS. El pueblo sudcaliforniano ha fundado y sostenido sus instituciones educativas, culturales y académicas desde la segunda mitad del siglo XIX y no puede dejarse de lado su relevancia para explicar el desarrollo social, económico y político actual de los sudcalifornianos.

Entre la primera Escuela Profesional Dominical Lancasteriana para Señoritas de 1873 y nuestra actual Universidad Autónoma de Baja California Sur hay la misma grande y sorprendente historia que hay entre el Hospital Salvatierra de 1893 y el Hospital Salvatierra de 2018.

También hay una relación directa entre Municipio Libre restituido en La Paz en 1917 y la fundación de la Casa del Estudiante Sudcaliforniano en la Ciudad de México de 1920. 1972 no sólo es la fecha en que fueron reconstituidos los municipios libres en el Territorio Sur de la Baja California, luego de estar proscritos durante medio siglo: ese año también se fundó el Instituto Tecnológico de La Paz, una solicitud de los sudcalifornianos desde la década de 1940.

Es visible revisando su historia que el pueblo de Baja California Sur se ha desarrollado por el camino del conocimiento desde sus inicios y lo sigue haciendo hoy en día. ¿Cómo puede contribuir un Instituto Municipal de Cultura de La Paz (IMC) a este desarrollo para el estado y especialmente para los habitantes del municipio?

Una política cultural municipal

El IMC fue creado y está gobernado por un Acuerdo del Cabildo de La Paz publicado en 2013. Como un organismo desconcentrado del Ayuntamiento de La Paz es una extensión orgánica para cumplir un fin que éste le indica. El IMC aplica la política cultural que el Ayuntamiento le ordena. La política cultural del IMC es, o debe ser, la misma que la del Ayuntamiento.

Sabemos de la dificultad para establecer una política cultural en cualquiera de los niveles de gobierno. En 2015 éste fue el gran debate con la conversión del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes en la Secretaría de Cultura federal. En 2017 fue motivo también de discusión pública en BCS cuando el Congreso del Estado envió al Ejecutivo una Ley de Desarrollo Cultural para B.C.S. para que la publicase y aplicase y el gobernador Mendoza la vetó sin que la XV Legislatura retomara sus revisiones.

Existen en vigor, sin embargo, una Ley de Fomento a la Lectura y el Libro para B.C.S. y una Ley Estatal de Bibliotecas Públicas de B.C.S. Fueron decretadas por la XIV Legislatura y a la fecha no ha sido aplicadas, ni por la instancia estatal ni por las municipales. Para nosotros, esta es nuestra propuesta, además de las funciones normales establecidas por su Acuerdo de Creación, el Ayuntamiento de La Paz debe ordenar al Instituto Municipal de Cultura de La Paz el cumplimiento de estas dos leyes, en la parte que le corresponde como nivel de gobierno.

La política cultural del Ayuntamiento debe basarse en primer lugar en el fomento a la lectura, en la edición de publicaciones culturales y en la rehabilitación y ampliación del uso de las bibliotecas municipales en el sentido que le ordenan estas dos leyes. El IMC podrá atender a creadores y públicos con enorme facilidad al organizar sus programas en torno a un contenido que sin dejar de ser tradicional resulta nuevo para la gran mayoría de los habitantes de La Paz: lo sudcaliforniano. Lo sudcaliforniano considerado como una categoría inclusiva de la diversidad actual y el conocimiento profundo de las tradiciones.

Existen, están en proceso y podrán realizarse obras editoriales sudcalifornianas sobre todas las artes, sobre la cultura, la historia, las tradiciones, la naturaleza y las comunidades de Baja California Sur y La Paz. Son suficientes para motivar desde el fomento a la lectura el acceso a las fuentes de cultura mexicana y universal, el diálogo entre generaciones, el aprecio por la comunidad y la participación ciudadana en el municipio de La Paz.

Esto no significa que se vaya a colocar a la literatura por encima de las otras bellas artes o que éstas vayan a ser  subsidiarias de aquélla. En nuestra propuesta, lo literario es sólo una parte (aunque importante) de lo editorial. Los libros y la lectura son medios de comunicación y deben estar abiertos a la expresión libre de los ciudadanos. Es nuestro propósito que esta comunicación sea tan cotidiana como cotidiano debe ser el uso común del espacio público en nuestros pueblos y ciudades.

La interrelación propia del conocimiento humano y la natural empatía que genera el uso de un lenguaje común con esta política cultural hará que la gran mayoría de los paceños se interesen no sólo por la cultura y las artes, sino también por la naturaleza y la ciencia; pero en primera instancia: por su comunidad.

Un IMC politizado

El XVI Ayuntamiento de La Paz ha llegado en condiciones políticas excepcionales para realizar sus objetivos de servicio público a los habitantes de La Paz. El presidente municipal electo, Rubén Muñoz Álvarez comprometió públicamente una serie de acciones que se han ido cumpliendo, como esta misma consulta. Las restantes, sólo posibles en el ejercicio de la representación social formal del Ayuntamiento, deben ser también consideradas en el trabajo y destacadas en este proyecto. Las que más aplican al IMC son la transparencia y rendición de cuentas, la contraloría social, el contacto permanente con la comunidad, el trabajo ordenado y la inversión pública efectiva.

Las promesas de embellecimiento de las calles y los barrios, de reforestación urbana y de búsqueda de bienestar colectivo realizadas por el presidente electo y sostenidas por los regidores de La Paz son promesas que el IMC puede ayudar a cumplir: el uso del espacio público y la cultura cívica de quienes lo usan es lo que determina su conservación, su privatización o su recuperación. El impulso anímico en la población que dará el fomento a la lectura como puente para el acceso a las fuentes de cultura motivará a profesores y alumnos, y a los vecinos, a realizar acciones solidarias por su comunidad.

En el transcurso de la XVI administración municipal de La Paz, el IMC podrá contribuir a garantizar el uso del espacio público municipal con fines culturales y cívicos de manera permanente en todas las comunidades. Esto será sencillo si la XV Legislatura del Congreso del Estado rehabilita en sus funciones al Municipio Libre de La Paz en la gestión del espacio público y los recursos públicos de los paceños. Con la conducción de la comisión edilicia de Educación Ciencia y Cultura, el IMC podrá analizar y proponer al Ayuntamiento iniciativas en este sentido, derivadas de las leyes correspondientes en materia cultural y participación ciudadana.

Como demuestran repetidos estudios de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), existe un efecto multiplicador de la inversión social en cultura en la economía de un país, un estado, un municipio o una comunidad. Con una política cultural consciente de este efecto una mayor inversión pública estatal y municipal en el rubro de cultura generará un mayor beneficio para la economía.

La composición del Cabildo de La Paz y especialmente de su Comisión de Educación, Ciencia y Cultura son las más apropiadas para realizar este trabajo en beneficio las comunidades de La Paz y sus habitantes.

Encuesta de hábitos culturales

En nuestro país se han realizado encuestas de hábitos culturales que no permiten establecer los perfiles promedio de los usuarios de servicios culturales de manera desagregada, especialmente de Baja California Sur o el municipio de La Paz. Ello se debe a que la escala de estas encuestas es nacional.

En BCS no se ha realizado una encuesta de escala estatal o municipal. El Instituto Sudcaliforniano de Cultura (ISC) realizó en 2012 una con resultados relevantes, pero sin metodología académica. El XVI Ayuntamiento de La Paz, a través del IMC, podrá realizar una encuesta de este tipo y establecer los parámetros iniciales para evaluar los efectos de sus políticas sociales, especialmente de su política cultural, entre los habitantes del municipio. Al realizarla año con año podrá contar con indicadores objetivos para tomar decisiones presupuestales u organizativas.

Municipalización de la infraestructura

Hasta ahora, la mayor parte de la infraestructura cultural disponible o potencial en La Paz se encuentra asignada por el Congreso del Estado al ISC y se encuentra subutilizada. Las instalaciones del antiguo Palacio Municipal, la antigua planta desaladora al pie del Cerro de la Calavera, el Ágora de La Paz, las bibliotecas Justo Sierra y Leopoldo Ramos, y el Museo de las Telecomunicaciones podrían ser municipalizadas a solicitud del Ayuntamiento de La Paz, a perpetuidad o en comodato.

En un programa de corto plazo, con la gestión o manejo directo del IMC, en estas instalaciones podrán desarrollarse servicios destinados a los habitantes de la ciudad y sus comunidades adyacentes sobre educación, ciencia y cultura.

Proponemos también el diseño de un plan de infraestructura municipal basado en ordenamientos estatales y con estándares internacionales, destinado a los sectores urbanos y comunidades rurales, para que en el mediano plazo toda la población del municipio tenga acceso a servicios culturales en su comunidad.

Nuestro indicador será en este sentido la accesibilidad para las personas con discapacidades visuales, motrices y auditivas. Creemos que el IMC debe involucrar de manera especial a estas personas en sus instalaciones y actividades de manera cotidiana, pues así éstas serán accesibles realmente a todos.

De CEMA a FARO

La única infraestructura propia con que cuenta el IMC en la actualidad es el edificio llamado Centro Municipal de las Artes (CEMA) que funciona como escuela de iniciación artística para niños y adolescentes, una de las pocas de su tipo en la crecida parte sur de La Paz.

Nosotros proponemos transformar estas instalaciones en una Fábrica de Artes y Oficios (FARO), que siga ofreciendo el servicio cultural de iniciación a las artes para niños  jóvenes, pero que tenga como función principal profesionalizar a los creadores paceños y graduar maestros especialistas en las bellas artes y los oficios que se encuentran asociados a ellas. Hacia el futuro al FARO podrá evolucionar a Facultad de Artes y Oficios sin perder su propósito social directo para la comunidad de La Paz.

Este FARO, también, mejorará las condiciones urbanas de la colonia El Progreso, pues su comunidad de instructores y alumnos podrá practicar primero sus artes y oficios en los espacios públicos de los alrededores, aumentando el bienestar de los vecinos de la zona y el atractivo para los visitantes. Este Faro del Progreso podrá generar servicios culturales también en otras partes de la ciudad y el municipio.

Sin perder la dirección municipal, podrá estar organizado bajo un modelo académico vinculado al Instituto Nacional de Bellas Artes, a la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM y a la Universidad Autónoma de Baja California Sur.

Es posible y será muy digno que el H. Ayuntamiento de La Paz sea el fundador de una institución de este tipo, como una más de sus contribuciones al desarrollo educativo y cultural de los sudcalifornianos

Una dirección inclusiva

Diversas y numerosas acciones más son posibles desde la dirección del Instituto Municipal de Cultura del Ayuntamiento de La Paz, mediante el uso honesto y coherente de la función pública y el esfuerzo coordinado con los responsables de entidades municipales, estatales y nacionales relacionadas.

Ahora bien, ¿cómo habrá de utilizarse los recursos públicos del sector cultura del Municipio de La Paz? ¿Repartiéndolo equitativamente en becas para los creadores, creadores enlistados en un padrón? ¿Habrá de ser el IMC un repartidor de financiamiento público para eventos artísticos y proyectos culturales? ¿Debe ser el IMC un mecenas o un servidor de las necesidades de la comunidad cultural de La Paz? ¿Debe destinar todos sus recursos a satisfacer las justas demandas de los hacedores de la cultura en el municipio o debe atender a la población de manera más inclusiva, desde instancias nuevas y proyectos nuevos? ¿En qué proporción? ¿Qué parte del dinero público destinado a cultura debe destinarse al presupuesto participativo con decisión ciudadana?

Estas son cuestiones para debatirse en colectivo en el primer tramo de la gestión pública. Quizá incluso deberíamos discutir sobre esto tanto los aspirantes al puesto de director como los participantes de la consulta.

Nosotros tenemos nuestras respuestas concretas sobre esto. Para expresarnos y proponer nuestras ideas confiamos en lo que hemos aprendido de nuestros maestros, lo que hemos estudiado por nuestra cuenta y lo que hemos vivido de manera directa en nuestra experiencia en el servicio público dentro del sector cultural.

También creemos que hemos podido llegar a este punto sin ningún compromiso con nadie para afectar nuestra libre disposición a trabajar por los habitantes de La Paz. El compromiso que tenemos ha sido realizado en primer lugar ante nuestra familia y en segundo lugar ante nuestros amigos. Estamos listos a realizar un tercer compromiso similar y público con nuestros vecinos y conciudadanos. Esperamos también del H. XVI Ayuntamiento de La Paz un idéntico compromiso.