Playas de BCS limpias y seguras para vacacionistas: Coepris

FOTO: Coepris.

La Paz, Baja California Sur (BCS). Las playas de Baja California Sur que habitualmente presentan mayor afluencia de bañistas se encuentran en condiciones sanitarias óptimas para desarrollar actividades recreativas, esto de acuerdo a los resultados que arrojaron los análisis microbiológicos que procesó el Laboratorio Estatal de Salud Pública (LESP).

Las muestras de agua de mar que fueron captadas durante las dos semanas previas en 39 puntos litorales de los cinco municipios tuvieron en los análisis de laboratorio, resultados por debajo de norma que es de 200 unidades de enterococos por cada cien mililitros (NPM/100 ml), informó el subcomisionado de Fomento Sanitario de la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coepris), René Cota Avendaño.

Con esta información, tanto vacacionistas como locales pueden tener la confianza de disfrutar de estos espacios naturales, señaló el servidor público al establecer que en el caso de La Paz se tomaron muestras en tres zonas distintas del malecón, así como en las playas de Comitán, Gran Baja, Coromuel, La Concha Caimancito, Tesoro, Eréndira, Pichilingue, Balandra, Tecolote y Los Barriles.

En Los Cabos se tomaron muestra en las playas Chileno, Palmilla, Costa Azul, San Carlos, Empacadora, en cuatro zonas distintas del Médano, Santa María, en cuatro zonas de la playa Cabo del Sol, así como en La Ribera y Buenavista, precisó el subcomisionado al comentar que los indicadores, tanto de las playas del estado, como de las entidades costeras, pueden ser consultados en el reporte emitido por la autoridad sanitaria federal.

Cota Avendaño convocó a la población a contribuir a la conservación de estos entornos al depositar la basura en contenedores adecuados, no dejar los envases y desperdicios tirados o enterrados en la arena ni arrojarlos al mar. “La recomendación es llevar una bolsa para acopiar la basura que se genere durante la estancia en la playa y traerla de regreso a la ciudad para depositarla en un sitio adecuado”, agregó.




Diputados solicitan a Semarnat inspeccionen para que haya acceso libre a las playas de BCS

FOTOS: Archivo | Congreso del Estado.

La Paz, Baja California Sur (BCS). Por mayoría de votos, el Congreso del Estado aprobó exhortar a la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y ediles de BCS para que realicen labores de inspección y vigilancia en las playas de BCS.

Lo anterior, derivado de lo que la diputada Guadalupe Vázquez Jacinto consideró una falta de coordinación entre autoridades respecto de los desarrollos inmobiliarios establecidos en terrenos colindantes con la Zona Federal Marítimos Terrestres (Zofemat), lo que ha provocado que no se destinen accesos suficientes entre los predios privados que permitan el libre acceso desde la vía pública.

Vázquez Jacinto puntualizó que si bien la legislación establece con claridad el derecho de goce y disfrute de todas las personas tienen respecto de las playas, en la práctica el mismo se ve disminuido y obstaculizado con  frecuencia por los propietarios colindantes con la Zofemat, así como los concesionarios de la misma obstaculizando así  el acceso a las playas, ya sea estableciendo barreras físicas que impiden el libre tránsito hacia una sección de la playa o disponiendo personal de seguridad que controla el acceso, e incluso, agrede a quienes ellos determinan como invasores.

En la discusión del tema, la diputada Alondra Torres García sugirió que, para fortalecer el punto de acuerdo sea incluido en primer término que, los Ayuntamientos asignen un equipo de trabajo para que en coordinación con la doctora Cristina González Rubio Sanvicente, Delegada de la Semarnat en BCS, para que ejerza sus facultades de inspección y vigilancia.

Por su parte, el diputado Fabrizio del Castillo Miranda, quien se mostró a favor del llamado, solicitó se conmine a las autoridades a reflexionar sobre el equilibrio entre la ecología y la economía, a fin de que sea posible respetar la propiedad privada, pero también, el ordenamiento que permita el libre acceso a la ciudadanía a las playas de BCS para que el Estado continúe siendo un estado potencial en materia turística.

A su vez el diputado Venustiano Pérez Sánchez manifestó su respaldo y apoyo al titular del Poder Ejecutivo, solicitando además, ese mismo sentir se integre al punto de acuerdo para quedar de la siguiente manera “[…] la XVII Legislatura respalda las acciones encaminadas el Poder Ejecutivo en defensa de las playas de BCS”.




Fadisléivs

Marina de Cabo San Lucas. FOTO: Modesto Peralta Delgado.

Ius et ratio

Por Arturo Rubio Ruiz

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). A principios del 2014, conocí a Joshua en un restaurante del sur de la Ciudad de México, frecuentado por empresarios y empleados hoteleros.

Joshua es originario de una pequeña isla que forma parte del archipiélago antillano y se integra al total del territorio británico de ultramar. Físicamente tiene un parecido con el corredor Ben Johnson, y es un agradable conversador. Vino a nuestro país contratado por una importante cadena hotelera internacional, para impartir un curso para empleados hoteleros. Este empleo le ha permitido recorrer y conocer los principales destinos turísticos de México, y conocer de cerca el sentir de nuestros compatriotas que laboran en el campo de los servicios turísticos.

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“Debes hablar con tus compatriotas. Decirles que no sigan vendiendo sus tierras. Tarde o temprano, terminarán como nosotros, si no conservan la propiedad de sus tierras. Acepten la inversión extranjera, pero en sociedad, o se convertirán como muchos de nosotros, los antillanos, en simples fadisléivs de los extranjeros.”

La conversación se centró en el extraño fonema, que es una deformación de la combinación de dos palabras cuya traducción sería algo parecido a “esclavos gorditos”, y que se aplicaba en el siglo XVIII a los hijos de los colonizadores europeos —en su mayoría británicos u holandeses—, con las esclavas negras, en su mayoría originarias de la costa occidental africana.

Cuando a un colonizador le gustaba una esclava al punto de tenerla como amante de planta, a la esclava se le otorgaban ciertos privilegios, entre ellos, que sus hijos estuvieran bien alimentados y recibieran educación.

Cuando las Antillas se independizaron, pusieron a la venta todo su territorio. Es el caso de la pequeña isla donde nació Joshua, que es propiedad de un acaudalado inglés dueño además de una empresa que se dedica a comercializar inmuebles en todo el entorno caribeño.

Siendo los nativos afrocaribeños el 90% de la población, conforme tanto al ius sanguinis como al ius solis, por raza y por lugar de nacimiento, los dueños originales de toda esa rica y hermosa tierra isleña que conforma el archipiélago, al vender sus propiedades, actualmente sólo aspiran a ser empleados bien pagados de los extranjeros que acapararon las tierras. Hoy todos son, como dice Joshua,fadisléivs, esclavos bien alimentados, al servicio de sus amos extranjeros. Taxistas, empleados de empresas extranjeras domiciliadas en el archipiélago, y que controlan todas las actividades del servicio en el mercado: bancos, financieras, inmobiliarias, importadoras, cadenas hoteleras, servicios navieros, servicios turísticos, etcétera.

Me despedí de Joshua, a quien volveré a ver en breve, ya que vendrá a Los Cabos a capacitar a los empleados de la cadena hotelera para la que trabaja. La pregunta que quedó en el aire y que invita a la reflexión.

El Arco de Los Cabos desde una azotea en la colonia Gastélum. FOTO: Modesto Peralta Delgado.

A diferencia de los antillanos, nosotros enfrentamos, a más de la amenaza de la concentración de playas y terrenos aledaños en manos de empresas extranjeras, el riesgo la operación de la mega minería de extracción de metales preciosos en tajo a cielo abierto, altamente contaminante y depredadora, actividad que genera enorme riqueza para unos cuantos empresarios, y a cambio deja destrucción, contaminación, pobreza y enfermedades.

¿Terminaremos en Baja California Sur como simples fadisléivs cuando hayan sido vendidas a los extranjeros todas nuestras playas? ¿Seremos fadisléivs de los grandes consorcios mineros? o ¿seremos capaces de defender nuestras tierras y proteger nuestro entorno?

Cuando vuelva a ver a Joshua, abordaremos las interrogantes.




El Día Mundial de los Océanos, desde la Bahía de La Paz

Malecón de La Paz. FOTO: Gabriel Larios Heredia.

Érase una vez

Por Pablo Reynosa

«Pero más prodigioso que el saber de los viejos y de los libros es el saber secreto del océano. Azul, verde, gris, blanco o negro; tranquilo, agitado o montañoso, ese océano nunca está en silencio. Toda mi vida lo he observado y escuchado, y lo conozco bien. Al principio, sólo me contaba sencillas historias de playas serenas y puertos minúsculos; pero con los años se volvió más amigo y habló de otras cosas; de cosas más extrañas, más lejanas en el espacio y en el tiempo», fragmento de ‘La nave blanca’ de H. P. Lovecraft.

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Érase una vez que quienes habitamos Sudcalifornia, siendo niños y de frente a la orilla del mar, nos entretuvimos buscando guijarros y conchas, nos enamoramos de alguna de las playas con que cuenta una entidad a la que circunda, salvo por un estrecho margen de tierra, el agua salada, primigenia, e introyectamos que su salud va de la mano con la nuestra, de ahí que nos sea natural empatizar con la necesidad de un Día Mundial de los Océanos.

El primer antecedente de una celebración internacional de los océanos lo encontramos en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, celebrada en 1992.

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A partir de 2009, la Organización de Naciones Unidas (ONU) designó el 8 de junio Día Mundial de los Océanos, ello porque la relación de quienes cohabitamos este «punto azul pálido» –según lo describió Carl Sagan, después de observar la fotografía tomada por la sonda espacial Voyager 1 a 6.050 millones de kilómetros de distancia–, no es un asunto menor.

De acuerdo a la información que brinda la ONU en su portal de Internet, «los océanos cubren alrededor de dos tercios de la superficie de la Tierra y son el verdadero pilar de la vida. Generan la mayor parte del oxígeno que respiramos, absorbe una gran cantidad de las emisiones de carbono, ofrece comida y nutrientes, regula el clima, y son económicamente importantes para los países que confían en el turismo, la pesca y otros recursos marinos para sus ingresos. Además, son la espina dorsal del comercio».

Desafortunadamente, la presión humana que genera el desarrollo económico que nos hemos dispuesto ha implicado, en el caso de los océanos, «la sobreexplotación pesquera y la pesca ilegal, desconocida o sin regular, así como las insostenibles prácticas de acuicultura, la polución marina, la destrucción del hábitat, las especies invasivas, el cambio climático, y la acidificación», según describe la ONU en su página web.

Vista desde el malecón de La Paz. FOTO: Modesto Peralta Delgado.

El lema del Día Mundial de los Océanos este año fue «Nuestros océanos, nuestro futuro», y la celebración de la fecha coincidió con la conferencia de Naciones Unidas sobre el tema, celebrada del 5 al 9 de junio del presente, en ésta se dieron a conocer datos tan alarmantes como que al ritmo de contaminación actual habrá más plástico que peces en los océanos para el año 2050, y con base en ello se alcanzaron mil 161 compromisos voluntarios para la protección de los mares, entre éstos, 460 están destinados a eliminar la contaminación a causa del plástico que se arroja al mar, así como al microplástico en productos como los fabricados por la industria cosmética, y 315 están dirigidos a regular y acabar con la pesca excesiva.

Baja California Sur cuenta con 2 mil 230 km de costas, y tras celebrarse el XII Encuentro Nacional de Playas Limpias en Riviera Nayarit, los días 9, 10 y 11 de junio de este año, tiene nueve de sus playas certificadas con el distintivo internacional Blue Flag , con lo que pasó a ser la segunda entidad con más costas limpias en el país, sólo por detrás de Quintana Roo, que cuenta con un total de diez. Sin embargo, no es momento de relajar los brazos y dibujar en el rostro una sonrisa de satisfacción, pues sigue siendo común encontrar, en más de una de las playas con que cuenta el Estado, basura diversa, tal como bolsas de plástico, botes de aluminio, botellas de vidrio, vasos de unicel, etcétera.

En pos de las generaciones presentes y futuras es momento de alzar la voz. Las campañas de concientización sobre la salud de los océanos y la nuestra, siempre de la mano, siguen siendo la mejor opción, sumémonos.

Después de todo, “ese niño que hace de vigía, oteando más allá del fin del mar”, al que canta Luis Eduardo Aute, y que fuimos y que somos todos, merece la posibilidad de vivir en un medio ambiente sano.




¡Cómo me da coraje tener vacaciones y no poder disfrutarlas!

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Amanecer en el malecón de Loreto. Fotos: Modesto Peralta Delgado.

Colaboración Especial

Por Rebeca Olachea Pérez

 

«Vamos a la playa oh o-o-o-oh, vamos a la playa oh o-o-o-oh /  Vamos a la playa oh o-o-o-oh, vamos a la playa oh oh oh / Vamos a la playa, la bomba estalló / Las radiaciones tuestan y matizan de azul».

Los Joao. 1983.

La Paz, Baja California Sur (BCS). Ya se acercan las vacaciones. Dos semanas, una semana, o aunque sea dos días, pero tendremos un descanso. ¿Qué haremos los paceñ@s? Como ya es bien sabido por todos, nos gusta ir a la playa. Ya sea unas horas o quedarnos a acampar. Viajar a los lugares maravillosos con los que cuenta el estado y pasárnosla de lo mejor. La mayoría de los sudcalifornianos conocemos de sobra la perfecta combinación de playa y sol. Aunque en Semana Santa todavía el clima no es abrasador, nos regala unas excelentes horas vespertinas adecuadas para ir al mar y disfrutar. Sí, ya me vi. ¿O no? No todos somos así. Siempre tenemos a algún conocido o familiar que no va a la playa, que no sabe ni nadar, es más, que ni siquiera descansa. Para esas personas las vacaciones es época de más trabajo, de más estrés, de más “quehacer”. ¿A poco no? Se acaban las vacaciones en un suspiro y no sienten haberse relajado, sino todo lo contrario.

Existen personas que no gozan sus días de asueto. Ni en su propia casa. Lo más adecuado es que aprendamos a disfrutar de nuestro tiempo libre. Aquél que queda después de haber trabajado y/o estudiado. En ocasiones disfrutar y relajarnos no es una tarea fácil. La casa, los hijos, las preocupaciones nos llevan a una actitud que aún estando de vacaciones, no descansamos ni de nuestros miedos ni de nuestras aprehensiones. Nos quedamos con las ansiedades de la oficina, de la escuela, de las notas, de los resultados, de las ganancias. Los que tienen suerte llegan a la relajación precisamente el día antes de regresar al trabajo, con más cansancio que al inicio.

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Empecemos por el principio, ¿qué son las vacaciones? Según Wikipedia «vacaciones» son los días que se debe de descansar indefinidamente sin molestias y es la época cuando  las personas deben disfrutar de sus cosas favoritas. Todos debemos tener derecho a este merecido descanso pero lamentablemente no es así. En el esquema mundial, México es uno de los países con el régimen más duro, otorgando sólo 6 días de vacaciones pagadas por año laboral, hablando de la iniciativa privada. Los países con más vacaciones se encuentran dentro de la Unión Europea. Francia y Finlandia son los más generosos del mundo, con más de 30 días de descanso al año.

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Cabo San Lucas.

Entonces, si tenemos pocos días de descanso hay que aprovecharlos al máximo. Todo el año esperamos con ansías las vacaciones para tener una tregua y por fin, lea Usted bien, ¡por fin, hacer todo eso que no hemos realizado! Algunas personas no saben disfrutar el privilegio de tener unos días de reposo. Por ejemplo, las mujeres toman esos días para hacer los quehaceres de limpieza y orden que no tienen tiempo de hacer el resto del año. Realizar trámites o arreglos a la casa. Los hombres también utilizan esos días para llevar el auto al mecánico, pintar, arreglar artefactos domésticos, etcétera. ¿Y las vacaciones? “Bien, gracias. La próxima vez si las disfrutaré”. No debería ser así. Para empezar, los compromisos y quehaceres que se tienen se deben de hacer en el momento adecuado, no esperar a un descanso para entonces llenarlo de faenas. El tiempo que se nos otorga para descansar debe ser para eso, para relajar cuerpo y alma. De plano si ya es mucho la urgencia de esos quehaceres, se pueden realizar en  vacaciones pero dividiendo el tiempo. La mitad de tus días de descanso para sacar esos apuros y la otra mitad para disfrutar.

Aparte de hacer ocupaciones pendientes las peores decisiones puede ser por ejemplo, viajar sin tener interés de hacerlo. Ir a visitar familiares que no tienen ganas de ver, a un lugar donde no quieres estar, con personas con las cuales no quieres convivir, a hacer cosas que no te gustan.

Cuando niña siempre le decía a mi padre que fuéramos a acampar o a pasar unos días a otra ciudad. Me contestaba que sí, pero la mayoría de las ocasiones me decía: “no, porque la casa se va a quedar sola”. A mí me causaba mucha gracia. Me imaginaba a la casa llorando de soledad. Ahora que soy adulta comprendo totalmente su preocupación. No puede uno irse tranquilo pensando que literal, la casa estará sola.  Ahora entiendo que la casa no es la que va a llorar, los que lloramos somos nosotros si al llegar descubrimos que nos robaron o que algo malo pasó. La situación actual es peor aún que hace años atrás, pero de alguna manera tenemos que hacer el esfuerzo en confiar y sentirnos seguros, claro está tomando las precauciones necesarias. En algunos casos no tenemos opciones y si nos tenemos que quedar en casa o salir solamente unas cuantas horas. Aun así hay que disfrutar al máximo y no estar pensando en lo malo que puede suceder.

Hay que animarnos y obligarnos a disfrutar de las vacaciones. El trabajo en numerosas ocasiones se vuelve un lugar dónde pasamos más tiempo que en nuestras propias casas. Eso presiona al cerebro a crear una necesidad del ambiente de estrés. No lo permita. Esconda el portafolio, la mochila, el bolso que carga día con día. Sea consiente que tiene unos días para descansar y póngase la tarea de no ser un espectador del descanso, si no el principal protagonista de sus vacaciones.

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Playa El Requesón.

Planee su descanso sin excederse en las actividades ni horarios estrictos. No va a poder hacer en esos días lo que no ha hecho en años. Recuerde que los días sólo tienen 24 horas. No puede ir a Chiapas, al museo, al cerro, hacer ejercicio e ir por un helado el mismo día. Escoja las actividades que prefiera hacer, las que le causen dicha y paz. Pero sobre todo, escoja muy bien con quien las va realizar. Atrévase a experimentar la compañía de otras personas o un poco de soledad. Quizás ir a caminar sol@  no sea tan mala idea como usted imagina. Tal vez aceptar esa ida a acampar que usted siempre rechaza sea una opción válida para vivir nuevas experiencias. Ir a un evento cultural o intentar hacer algo nuevo sean opciones idóneas para desconectarse de su estrés. Lo más importante es que su rutina cambie. Quédese hasta tarde en la cama, o levantase a las 5 de la mañana, nomás para ver “que se siente”. Una actividad distinta activa nuestro cerebro a nuevas y agradables experiencias. Si su día a día es con personas que ama, aprovéchelo al máximo y otórgueles ese tiempo y esas nuevas experiencias como un valioso regalo. Compártale sus ideas y planeen juntos unos días de relajación. Quizás la mejor opción sea no hacer nada.

Si son solamente dos días o dos semanas planifique y organice sus actividades sin presión. Sea realista. Descanse. Disfrute. Las vacaciones son una bendición. Haga de cuenta que va a ir a una fiesta. Planee su ropa, su peinado, el tiempo, quién lo acompañara, con quién bailará. Al final quedará satisfecho, porque esa fiesta que usted habrá aprovechado al máximo era en su honor.

¡Felices vacaciones para todos!