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Casa de Gobierno: Testigo de la historia en La Paz

Tierra Incógnita

Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En el puerto de La Paz, Baja California Sur, se encuentra la Casa de Gobierno, un monumento que ha sido un espectador silente de la rica historia de esta región. Desde el momento en que se convirtió en la capital del entonces Territorio de Baja California en 1830, esta edificación ha ocupado un lugar central en la vida política y administrativa local. A pesar de la escasez de registros detallados sobre su construcción original, esta estructura emblemática ha desempeñado un papel crucial en el desarrollo de La Paz y sus alrededores.

El primer indicio claro de su ubicación se remonta a un croquis trazado por el oficial William Rich Hutton durante la invasión estadounidense de 1847-1848. Este edificio, situado en la Mesa Norte, sirvió como sede del gobierno local y como centro de operaciones durante el conflicto. Después de la guerra, continuó siendo el epicentro del poder gubernamental, aunque se sabe poco acerca de su apariencia original.

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Fue durante el mandato de don Teodoro Riveroll, entre 1860 y 1862, que se mencionó por primera vez el inicio de la construcción de la Casa de Gobierno, aunque no existen documentos detallados que proporcionen información sobre esta fase. Sin embargo, un dato interesante se encuentra en un acta del Ayuntamiento de La Paz del 19 de enero de 1867, que hace referencia a una casa que funcionaba como hospital, ubicada entre la iglesia y la Casa de Gobierno, en un terreno destinado a convertirse en una plaza pública. Este espacio corresponde a la alineación actual de tres sitios fundamentales de la ciudad: la iglesia, el jardín público y el antiguo palacio de gobierno.

En 1868, el viajero estadounidense J. Ross Browne dejó registrada su impresión sobre el edificio, describiéndolo como una gran y de algún modo imponente estructura erigida al borde de la meseta en un lugar prominente. Esta descripción guarda notables similitudes con el edificio que se construiría posteriormente, lo que sugiere que el lugar original coincide con el sitio en el que se proyectaría la nueva Casa de Gobierno y Cuartel de Infantería bajo la dirección del Coronel Andrés L. Tapia, quien ejercía como jefe político y comandante militar de la entidad. El proyecto fue enviado a la Secretaría de Guerra y Marina el 1 de septiembre de 1879 e incluyó detalles como la fachada y la distribución de las secciones internas. Estas comprendían el despacho del jefe político, la secretaría, una oficina, un archivo, un cuerpo de guardia, una prisión, un pabellón para jefes y oficiales, un juzgado de primera instancia, un archivo del juzgado y un corredor que servía como cuartel. En el centro del edificio se encontraba un pozo y un lavadero, y en el ángulo izquierdo, al fondo del patio, se ubicaba el calabozo.

La Casa de Gobierno original fue inaugurada en 1881 por el General José María Rangel, quien ejercía como jefe político y comandante militar del Territorio de Baja California. La primera fotografía de la Casa de Gobierno se publicó en el libro México pintoresco, artístico y monumental de Manuel Rivera Cambas en 1883. A partir de la década de 1880, este edificio

se convirtió en el núcleo de las oficinas gubernamentales del territorio, y su importancia creció con la expansión de las funciones gubernamentales. En 1888, con la creación del Distrito Sur del Territorio de Baja California, se amplió el número de oficinas y dependencias en la Casa de Gobierno.

Según las palabras de Adrián Valadés, un personaje de la época, la Casa de Gobierno era un “edificio de elegante apariencia, bastante amplio y cómodo, en el cual radican los poderes locales, los archivos y el cuartel para la fuerza de guarnición en la plaza”. La fachada principal del edificio, detalladamente dibujada por el agrimensor José María Martínez el 30 de marzo de

1892, mostraba las oficinas del Gobierno Político y el Jefe de Armas en el lado izquierdo, y las del Tribunal Superior de Justicia en el lado derecho, junto con salas de trabajo y salas del Juzgado de Primera Instancia. Cada lado de la fachada tenía seis ventanas, además de la puerta principal en el centro. En la segunda planta, se destacaba un frontispicio con un remate triangular, sobre el cual se encontraba el asta de la bandera sostenida por dos columnas a cada lado y apoyos oblicuos en forma de sostenes. En la parte central de la fachada se ubicaba el reloj, sobre el cual se encontraba el águila republicana, y debajo de él se leía el nombre Casa de Gobierno.

Esta estructura arquitectónica que albergó las oficinas gubernamentales del Territorio de Baja California Sur permaneció en pie hasta 1963. En ese año, se completó la construcción de la nueva sede del Poder Ejecutivo, que pasó a conocerse como el Palacio de Cantera. Este nuevo edificio se erigió bajo la administración del General Bonifacio Salinas Leal,  quien gobernaba el Territorio de Baja California Sur en ese momento. El Palacio de Cantera se ubica en la calle Isabel la Católica, entre Nicolás Bravo e Ignacio Allende, lo que implicó el cierre de la calle Rosales.

El antiguo edificio de la Casa de Gobierno fue demolido por orden del mismo gobernador. Sin embargo, se decidió conservar parcialmente su fachada, y la réplica parcial se construyó por iniciativa del Licenciado Ángel César Mendoza Arámburo, quien gobernó el Estado de Baja California Sur de 1975 a 1981. Esta decisión respondió a un deseo compartido por la comunidad de preservar un símbolo importante de la historia local. La fachada principal de la réplica se basó en los planos originales, respetando cuidadosamente los detalles interiores. La inauguración de esta réplica parcial tuvo lugar el 30 de marzo de 1981.

A lo largo de su historia, la Casa de Gobierno albergó diversas funciones. En el ala izquierda del edificio, originalmente se estableció una sala de exhibición permanente de murales y óleos que representaban eventos y figuras históricas de Baja California Sur. Por otro lado, el ala derecha fue ocupada por la Biblioteca Pública Bilingüe Las Californias, especializada en la historia regional. Además, el edificio sirvió como la sede oficial de los Cronistas del Estado, una posición que ocuparon destacados individuos como Alejandro D. Martínez, Profr. Eligio Moisés Coronado y Sergio Morales Polo a lo largo de las décadas. A partir de 1999, el edificio comenzó a ser remodelado nuevamente. El ala izquierda se convirtió en la oficina del Instituto Sudcaliforniano de la Juventud, que permaneció en ese espacio hasta julio de 2009. Durante este tiempo, por decisión gubernamental, se clausuró la Biblioteca de las Californias. En la segunda mitad del año 2009, el edificio experimentó una nueva remodelación para convertirse en la sede de la Dirección de Culturas Populares e Indígenas, que se puso en funcionamiento el 15 de septiembre de 2010, en el marco de las celebraciones del Bicentenario de la Independencia de México y el Centenario de la Revolución Mexicana.

Aunque la arquitectura y el interior del edificio se mantuvieron en gran medida, se realizaron ajustes para incluir un vestíbulo, salas de exposiciones, un auditorio y un espacio para la venta de productos. Desde entonces, el edificio se ha conocido como el Centro de Artes, Tradiciones y Culturas Populares. Sus propósitos fundamentales incluyen la investigación y la promoción de la artesanía, la danza, la música popular y actividades culturales comunitarias, con un enfoque especial en los migrantes indígenas. Además de albergar exposiciones periódicas de las creaciones artesanales de los artistas sudcalifornianos y de otras regiones de México, el edificio está disponible como centro cultural para conferenciantes y para la exhibición de materiales de cineastas, fotografías y artistas plásticos.

La Casa de Gobierno ha sido un pilar fundamental en la historia de Baja California Sur a lo largo de su existencia. Ha sido testigo de épocas de cambio y transformación, y su réplica parcial actual sigue siendo un faro de la cultura y la historia de la región, acogiendo a generaciones de visitantes y ofreciendo un vistazo a un pasado lleno de relevancia y significado. La preservación de este edificio es un recordatorio constante de la rica historia de La Paz y su gente.

Referencia

Gilberto Ibarra Rivera. 2018. La Paz, ciudad y puerto mexicano. Origen, proceso histórico y símbolos emblemáticos. Archivo Histórico Pablo L. Martínez. México.

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Los murales del Palacio de Cantera, en el abandono y el olvido

FOTOS: Sealtiel Enciso Pérez.

Tierra Incógnita

Por Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Nuestra ciudad de La Paz encierra una gran cantidad de obras arquitectónicas que resaltan los valores y el espíritu sudcaliforniano. En sus murales, casas antiguas, monumentos, jardines, etcétera, se puede apreciar la gallardía, la abnegación, la perseverancia en la lucha contra las inclemencias del tiempo e imponerse ante la adversidad que han caracterizado por siempre a los Californios. Uno de estos bellos ejemplos lo tenemos en el Gran Mural que se encuentra a la entrada de las oficinas del Gobierno del Estado de Baja California Sur, el famoso Palacio de Cantera.

El mencionado mural fue realizado con la técnica de grabado sobre cantera por el escultor y diseñador Jorge Best. El cantero que brindó el apoyo a este artista se llamó A. Néquiz. Esta obra fue elaborada durante el año de 1963 (hace ya 55 años) como un encargo de parte del Gobierno del Estado y para que estuviera colocada en los dos muros que sirven de antesala a la entrada principal de las oficinas de la mencionada dependencia que se inauguraron ese año.

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Consta de cuatro grandes bloques, los cuales fueron grabados en placas de cantera rosa de aproximadamente 30 x 50 centímeros. Consultando con un especialista en el diseño de murales en cantera, comenta que la técnica a seguir por lo general es trazar un bosquejo en papel estraza o algún otro material semejante, y de grandes dimensiones. Al finalizarlo, y estar conforme con su contenido, se procede a “calcarlo” sobre las placas de cantera. Al hacerlo de esta forma se facilita su traslado y manejo. Una vez que se culmina con todas las partes, se procede a pegarlas con cemento a la pared en donde estarán de manera permanente. Un trabajo sumamente delicado que requiere mucho tiempo y concentración de parte del artista. En estos trabajos no hay lugar a errores ya que cometer un pequeño error equivale a desechar toda la placa de cantera con el correspondiente desperdicio de material.

Al llegar a la Plaza de La Reforma, frente al palacio del Gobierno del Estado, se aprecia este mural a lo lejos, es necesario subir una serie de peldaños para llegar a la plataforma sobre la que se encuentra la entrada a las oficinas y la mencionada obra de arte.

El mural que se encuentra a la derecha forma un conjunto que se puede definir como la etapa de la historia de México que va desde la invasión a nuestro país por parte de los Estados Unidos en 1847, la guerra de reforma y la lucha de Benito Juárez y el pueblo mexicano contra el imperio francés, el terrible y desafortunado periodo de la dictadura de Porfirio Díaz, hasta finalizar con el sacrificio del presidente Madero y el vicepresidente Pino Suárez a manos del traidor Victoriano Huerta.

En la parte posterior de este mural se aprecian las figuras de diferentes patriotas sudcalifornianos que lucharon contra los invasores franceses y estadounidenses y finalmente en la Revolución Mexicana pero dentro del Territorio Californiano del Sur. Entre estas figuras se aprecia a Ildefonso Green, Manuel Márquez de León, Clodomiro Cota y Félix Ortega. También se puede apreciar la parte de la llegada de los colonos europeos a las costas de la antigua California, así como los misioneros jesuitas más destacados.

En el muro que se encuentra a la izquierda de la entrada al Palacio de Cantera se puede percibir otro hermoso mural representando los inicios de la nación mexicana con la llegada de los soldados españoles y su desigual y sangrienta lucha contra el imperio azteca, el cual está representado por una imagen en relieve de Cuauhtémoc, el último tlatoani de los mexicas. También se aprecia el mestizaje que se dio posterior a la llegada de los colonos europeos. Surge como una figura poderosa y de semblante duro, la imagen de Miguel Hidalgo y Costilla, el cual porta un sable con el que rompe las cadenas que sujetaban a nuestra patria bajo el yugo de España, por medio de la guerra de Independencia que da inicio en el año de 1810.

En la parte posterior de este muro, se encuentra otro hermoso mural donde aparecen grabadas aquellas actividades que han dado progreso y bienestar a los habitantes de nuestra península. En primer lugar se aprecia nuestra península y sobre ella un hombre que viene con los brazos abiertas a recibir al campesino y al pescador, los cuales aportan los alimentos que dan vida a esta tierra. También se pueden observar a una maestra que con dedicación y dulzura imparte sus conocimientos a un pequeño que con mirada ávida está deseoso de aprender. Finalmente aparecen unas personas realizando trabajos en la dotación de servicio de electricidad y colocación de tuberías por las que se conducirá el agua potable, como una clara alegoría del progreso y de la preocupación del gobierno por dotar de más servicios a los habitantes.

En los costados de ambos grandes murales se encuentran grabados complementos de los mismos tales como el escudo de Baja California Sur, la fauna y flora propia de nuestra media península, una espada y una cruz en claro sojuzgamiento de la civilización azteca, una mano poderosa que se convierte en un águila que emerge victoriosa hacia el cielo simbolizando el resurgimiento de la libertad para el pueblo mexicano.

Como podemos darnos cuenta, este hermoso mural grabado en cantera está plagado de un hermoso simbolismo el cual retrata de forma sintética los principales pasajes de la historia nacional y de Sudcalifornia. Aunado a ello también refleja los valores que nos caracterizan.

Lamentablemente en la actualidad, uno de estos murales se encuentra totalmente obstruido para poder ser apreciado. Me refiero al mural que trata precisamente sobre la historia sudcaliforniana. Al parecer alguien tuvo la brillante idea de sembrar unos inmensos bambús frente a él, y es imposible poder apreciarlo. Por si fuera poco, se están realizando actividades de mantenimiento del edificio por lo que algunos murales sólo pueden entreverse a través de andamios y pedazos de hule negro que se están empleando. Esperemos que estos trabajos sólo sean temporales y pronto se despeje el área, y que los frondosos bambús que se colocaron se reubiquen en un mejor sitio para que permitan apreciar en toda su magnificencia este bello mural.