Fotos: Internet.

Colaboración Especial

Por Rebeca Olachea Pérez

“Uno como sea… pero ¿y las criaturas?” Dicho popular.

La Paz, Baja California Sur (BCS). Mañana 30 de abril se festeja el Día del Niño en nuestro país, y por supuesto, también en La Paz. Por todos lados habrá festejos y a los niños se les regalarán dulces en los centros comerciales. ¿Recuerda usted las fiestas del Día del Niño en su primaria? Ojalá así sea y las recuerde con cariño. Yo suelo recordar una muy especial. La maestra nos llevó a la playa, específicamente, al Coromuel. Fue muy emocionante, y ahora a mi edad, reconozco más el esfuerzo de la maestra. Sacar a un grupo de niños de cuarto grado a la playa es arriesgado.

Ahora, ¿cómo es la vida de los menores de edad en la actualidad? Según el INEGI, en México habitan 39.2 millones de niños menores de 18 años. En BCS la cantidad de menores asciende a 245, 479. También nos da malas noticias: en 2015, en México, la tasa de suicidios en niños de 10 a 17 años es de 4.3 por cada 100 mil, mientras que en las niñas de esa edad es de 3.2. Datos de la ENOE muestran que en 2016, ocho de cada 100 niños, niñas y adolescentes trabajan; 53.3% además de trabajar, estudia y realiza quehaceres domésticos.

También te podría interesar ¡Cómo me da coraje tener vacaciones y no poder disfrutarlas!

La pregunta primordial es si los niñ@s sudcalifornianos son felices. La ciudad y el entorno en que crece una persona son de suma importancia para su desarrollo físico y psicológico. Ya lo dice Santiago Ramírez en su libro Infancia es destino: “cuando al niño se le ha dado amor, llevará dentro de sí la capacidad para reparar sin destruir y sin destruirse; cuando no se le ha dado, sus capacidades de reparación serán muy limitadas y muy frecuentemente para no matar tiene que destruirse a sí mismo”.

¿Cómo piensan los niñ@s paceños? La única manera de averiguarlo era preguntándoselo a ellos mismos. Pude tener acceso a una institución educativa primaria de la ciudad y se me permitió entrevistar a 27 niños y niñas de 6 a 12 años. Sólo les hice tres simples preguntas:

1. ¿Qué quieres ser de grande? ¿Por qué?
2. Para ti, ¿qué es el amor?
3. ¿Te gusta vivir en La Paz? ¿Por qué?

De los entrevistados 15 fueron niñas y 12 fueron niños. Las profesiones que les gustaría ser de grandes son: Policía, Militar, o Marino: 7; Maestro/a: 8; Doctor@ – enfermer@: 4; Veterinari@: 4; Bailarina: 2;   Bombero: 1; y Otros: 1.

Los 27 entrevistados contestaron que sí les gusta vivir en La Paz. En su mayoría coincidieron en que la ciudad es muy bonita. Los niños paceños valoran muchísimo el lugar en dónde viven. Eso que nosotros en momentos ya olvidamos. Eso que quedo en nuestra niñez cuando pensábamos que no habría lugar parecido en el mundo mejor para vivir. La sonrisa no podría negar su respuesta.

Falta una pregunta, respecto al amor ¿qué piensan los niños y niñas? Los dejaré con algunas muestras de las entrevistas para que pueda usted lector apreciar lo que nuestra niñez opina.

Las respuestas

Juan. 6 años.

-Policía. Porque me gusta.

– El amor es algo para enamorarse para que sean así, esposos y eso.

– Sí, porque a mí me gusta ir al malecón ahí hay juegos y me gustan.

Evelyn. 7 años.

-Doctora, porque es mi sueño. Quiero aliviar a las personas.

-El amor es cuando las personas se quieren, así que son amigos.

-Sí, porque en La Paz tenemos animales marinos.

José, 12 años.

-Maestro de Inglés, porque me gustaría enseñar a los niños del futuro el inglés para que puedan irse a otros países.

-El amor es un sentimiento emocional que se siente bonito.

-Sí, porque tiene varios paisajes turísticos como el malecón, la catedral, u otras partes muy bonitos de aquí.

Graciela. 6 años.

-Enfermera, porque me gusta como cuidan a los pacientes. Yo tengo un traje de doctora y juego a que soy enfermera.

– El amor es amar a alguien y nunca decirle nada de cosas.

– Si, porque tiene casas bien bonitas y también podemos andar allá, en el malecón y eso.

Angel. Edad mediana (lo que significa que 6 años)

-Maestro  ¿Por qué? Respuesta: Solo, así solo.

-El amor para mi es algo que está en el corazón, en los ojos o en el pecho.

-Sí, porque aquí no pelean. Como en otras ciudades.

Estrella. 9 años.

-Veterinaria, porque me gustan mucho los animales y los quiero curar.

-El amor es cuando uno se ama a una gente que también te quiere, que te valora, te aprecia, que él también está enamorado de ti.

-Sí, porque La Paz es muy bella y tiene muchos lugares bonitos como la playa, lugares donde podemos ir a pasear y a disfrutar.

Carlos. 7 años.

-Bombero, porque es fantástico.

-El amor es bien. Es felicidad.

-Sí, porque me gusta. El mundo, la escuela.

Ana, 12 años.

-Bailarina de folklor. Porque de pequeña llevaba clases de baile  y pues me gusta mucho lo regional.

-El amor es un sentimiento a una persona o a un amigo.

-Si, porque es muy bonito comparado de donde vivía yo (Guerrero). Aquí si respetan y no es tan peligroso como allá, y que pues es normal y puedes estar seguro.

Luis. 11 años.

-Maestro, porque pienso que ser maestro es divertido, así tratar bien a los alumnos.

-El amor es algo que hace feliz a todos y que se aman mucho.

-Sí, porque pienso que es muy bonita porque nos hace que tengamos mucho por delante y cosas que podemos hacer.

Lupita, 12 años.

-Militar, porque se me hace como un trabajo mejor para las mujeres.

-El amor es tener el cariño de alguien que tú amas y te ama a ti.

-Sí, porque tiene muchos cosas que son bonitas y tiene mucha cultura que representa a La Paz.

Renata, 12 años.

-Bailarina, porque me gusta mucho bailar y es lo que más me apasiona y sentirlo cuando yo estoy bailando y transmitirle lo que yo siento a las demás personas.

-El amor es cuando alguien siente algo por otra persona y pues no sé, sólo pasa.

-Sí, porque es muy bonita toda la cultura, la fauna, y me gusta y pues aquí me siento cómoda y todo es bonito, siento que no se puede encontrar esto en cualquier parte.

Juan Carlos, 12 años.

-Policía militar, porque me gusta.

-El amor es felicidad.

-Si, por su cultura. Por la naturaleza. Lo más bonito de la ciudad es el museo.

Si usted estimado lector tiene hijos, sobrinos, vecinos, podría hacerle estas sencillas preguntas. Lo más importante es que nuestros niños se sientan amados, protegidos por una sociedad y una ciudad que se preocupa por ellos. Las ilusiones son necesarias para  crecer sano, fomentemos en ellos sus sueños para que los cumplan. ¡Feliz Día del Niño para todos! Pequeños y adultos con ilusiones todavía por cumplir.

Fotos: Internet.

Adrenalina paceña

Por Laura E. Cruz Reyes Mendoza

La Paz, Baja California Sur (BCS). “¡No corras! ¡Deja ese balón, eso es para hombres! ¡No juegues así, te vas a ensuciar!” ¿Estas frases les suenan familiares? Es lo que les dicen a la mayoría de las niñas cuando deciden correr, atreverse, tomar una pelota y salir al patio. Pero, ¿por qué se les restringe a las niñas cuando desean jugar y divertirse sanamente? Estas limitaciones se deben a la idea generalizada de que las mujeres son más delicadas y por ello deben cuidarse, realizando actividades más pasivas. Es decir, jugar sentadas, leyendo y la mayoría de las actividades dentro de casa. Así, los niños son incentivados a realizar juegos que incluyen balones, trabajo en equipo, aire libre y fomento deportivo. Esto ¿en qué se traduce?, que al crecer un alto porcentaje de las mujeres no realizan deporte ni actividades físicas lo cual va en detrimento de su salud. En el marco del Día del Niño, te invito a reflexionar sobre este tema.

De acuerdo con las maestras Illeana Ross y Maylín Carballo de la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y Deportes de La Habana, Cuba, el problema principal radica en la visión histórica de que las actividades deportivas son exclusivas de los hombres y esta postura debe modificarse para alcanzar la igualdad de género, ya que al realizar alguna disciplina deportiva se permitiría el acceso  de las mujeres a los espacios públicos donde pueden reunirse, desarrollar habilidades y disfrutar de la libertad de expresión y de movimiento.

También te podría interesar ¿Los cuatro grandes? Los mejores-peores equipos del fútbol mexicano

Es raro ver a las niñas corriendo ya sea en su escuela, un parque o en el patio de su casa. Buscando en Internet encontré este video donde un papá se dedicó a emular el programa Ninja Warrior en el patio de su casa para su hija de cinco años, me pareció una idea brillante que fomenta en ella su gusto por las actividades al aire libre y que no le pongan límites a sus capacidades físicas.

Recordemos que somos el país más obeso del mundo en personas adultas e infantiles. Esto nos da la suficiente razón para promover el deporte entre las niñas y mujeres. Curiosamente, hace pocos días la Secretaría de Salud Federal anunció que su plan para reducir la obesidad infantil ha funcionado principalmente entre los varones. Esto significa que se está prestando mayor atención a la reducción de peso y mejoramiento de salud de los niños; nuevamente entre las niñas y las adolescentes la sociedad no promueve con la misma intensidad el mejoramiento de sus cuerpos.

Actualmente, existen equipos infantiles de diversas disciplinas como el fútbol soccer que permiten la participación de las niñas y las adolescentes en sus torneos, tradicionalmente jugados por varones. Ellas cuentan con el apoyo de su familia quienes luchan diariamente contra la diferenciación existente  y promueven su inclusión en el deporte de su preferencia.

De nueva cuenta, el machismo y la violencia de género aleja a las mujeres del deporte desde la infancia e inhibe su participación en actividades benéficas para su cuerpo y a la postre para la sociedad, una mejor salud pública repercute en menores gastos públicos dedicados a los servicios de salud. Deberían iniciarse campañas de promoción del deporte para las niñas y las adolescentes desde las escuelas, en los medios de comunicación y las redes sociales. Quitémonos de encima la idea de que las niñas y mujeres no pueden practicar todas las disciplinas deportivas, permitámosles y permitámonos ser libres. El deporte es una actividad humana que debe ser practicada por mujeres y hombres por igual.