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Presentarán “La rebelión de los nonatos”; este domingo en La Paz

FOTOS: Gabriel Larios Heredia.

La Paz, Baja California Sur (BCS). Este domingo 15 de octubre, en punto de las 18:00 horas, se presentará la obra de teatro La rebelión de los nonatos, del grupo Impresentables Haraganes, en el Teatro de la Ciudad de La Paz; los boletos estarán a la venta en taquilla, a 100 pesos entrada general, y a 50 pesos a estudiantes y adultos mayores.

Aletse Almada escribió y dirige esta puesta en escena, la cual se representa por cuarta vez en La Paz, siendo una de las participantes en la pasada Muestra Estatal de Teatro; es una farsa que cuenta la crisis creativa de un escritor y cómo sus personajes ‘salen de la hoja’ para obligarlo a terminar una nueva historia.

En La rebelión de los nonatos participan José Luis Salinas Ávila, Guille Verdugo, Luke Domínguez, Paola Hirales, Aurora Higuiera, Adriana Márquez , Gladis Betancourt, Diego Leal, Isaac Oseguera, Julián Gutiérrez Bareño, Alejadra Geraldo, David Nerio y Jesús Amador Bibo. En la dirección, Aletse Almada, y como asistente de dirección, Betty Corral.

Impresensables Haraganes reitera la invitación para este próximo domingo, a las 18:00 horas, en el Teatro de la Ciudad. Mayores informes y preventa al teléfono (612) 2286532 (con SMS y WhatsApp) con Úrsula Rueda.




Terminó la Muestra Estatal de Teatro en La Paz; ganó Calafia Piña

“Pájaros”. FOTO: Gabriel Larios Heredia.

La Paz, Baja California Sur (BCS). Este sábado 12 de agosto concluyó la Muesta Estatal de Teatro en La Paz, donde se dieron cita tres grupos de teatro de La Paz y dos de Los Cabos, compitiendo para obtener su pase a la muestra regional de teatro que se realizará en Hermosillo, Sonora. La obra seleccionada por el jurado calificador fue Devaneo: fragmentos de vestigios para recorridos posibles, dirigida por Calafia M. Piña Juárez, del Grupo Escénica Colectiva. Y en segundo lugar —en calidad de obra suplente para el regional— Cuando decidimos cruzar el mar, dirigida y escrita por Federico Lozano de Teatro al Cubo.

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“Cuando decidimos cruzar el mar”: FOTOS: Teatro de la Ciudad.

‘¿Cómo se llamó la obra?’

Devaneo: fragmentos de vestigios para recorridos posibles del Grupo Escénica Colectiva, es una representación polémica, resultando rara pero también interesante. La obra presentada en el Teatro de la Ciudad el pasado jueves a las 18:00 horas lleva en su larguísima —pero sincera— definición su apuesta poco convencional: “Trama articulada por Calafia Piña a partir de materiales de los actores”.

El teatro supone que hay significados en cada acción, palabra o uso de los materiales. En este caso, si se hubiera quitado o añadido cualquier elemento, realmente no habríamos notado la diferencia. Yo me quedo con una duda: ¿todo lo dicho fue parte de un libreto o hubo un acuerdo de llegar a un punto en que contaran sus historias personales, a manera de catarsis como en una tribuna de un grupo de terapia? Por que se trata de una obra que se sirve de un conflicto un tanto cotidiano —en el aeropuerto, en el retraso de un vuelo, se conocen un norteamericano y una señora— para contar algo personalísimo, además ahogado en recuerdos y ensueños, por lo que sólo ellos comprenderían al 100% esta historia. El resto, nos quedamos con meras impresiones.

El punto importante es: ¿sí le entendimos? ¿Había un propósito de contar una historia o sólo de utilizarla para una catarsis? Devaneo… es polémica por que a pesar de que entendamos o no, hubo algunas frases y momentos que por extraños que pudieran ser, mantenían al público en suspenso: la seguíamos viendo deseando encontrar el hilo negro de esas biografías en trozos. Y hay que apuntarlo también, a su favor, Calafia exploró y explotó  ampliamente las posibilidades corporales y del espacio, y escupió una interrogante clave para los teatreros de esta ciudad “¿para qué hacemos teatro en La Paz?”.

“Devaneo: fragmentos de vestigios para recorridos posibles”: FOTOS: Teatro de la Ciudad.

Cabe anotar que según el jurado que favoreció esta obra como ganadora de la Muestra Estatal de Teatro —representando así a Baja California Sur en la muestra regional—, dijo que ahora habían notado como algo interesante, “qué era ficción y qué no”, como un punto de partida para estructurar formas de hacer teatro. Esto fue durante el anuncio del dictamen, por lo que tal vez un criterio para considerar contemporáneo o posmoderno el teatro ya no es contar historias sino provocar reacciones.

El triunfo de la jotería

Este viernes a las 21:00 horas —supuestamente—, se presentaba el teatro de cabaret Sirena de Bar de la compañía Teatro al Cubo en La Morante Bar. Llegamos al filo de esa hora, y no alcanzamos lugar, así que la vimos desde lo alto de un ventanal, como un búho en su rama, y con el retraso de casi media hora. Es una queja, sí… pero al final valió la pena porque es una obra de teatro bastante divertida. Hacía falta en esta muestra, alguna obra que arrancara la carcajada desparpajada, riéndonos de nosotros mismos —además, con un final que es como un pellizco, pero que no hemos de contar.

El actor y director, Federico Lozano se adueñó por completo del escenario como la sirena y transgénero Coralina, y su contraparte, Rielen Pineda —además de actriz, involucrada en todos los aspectos de la producción— fue simplemente brillante en el acompañamiento. La música fue compuesta por Paulo Piña y tocada en vivo por Daniel Sosa. Y el texto es de Marco Polo Rodríguez, haciendo una versión gay de La Sirenita, ¡políticamente incorrecta, como debe de ser!

Ya la sola idea de concebir a una Sirenita que nació Tritón pero que salió ‘marisco’, sería suficiente para anticipar algo, pero meterla además en las puterías de un bar, sin censura alguna en sus constantes alusiones sexuales, hizo que esta obra fuera una verdadera fiesta para adultos. Sin embargo, no se crea que se trata de un tributo vulgar o de mal gusto al clásico de Disney, los actores se echaron al público a la bolsa por su profesionalismo, pues no es un show travesti sino una auténtica obra de teatro, y muy divertida, por si se nos olvidaba: el teatro también puede entretener.

“Sirena de bar”. FOTOS: Cortesía.

Hombres al desnudo

Viajeros comunes. Práctica para volar ligero cerró este sábado las obras que concursaron para representar a BCS en la muestra regional de teatro. Se presentó a las 17:00 horas en el Teatro de la Ciudad, con el público sobre el foro, es decir, nadie entró por la puerta principal sino por los camerinos y nos instalamos como en ruedo, en sillas sobre el escenario, alrededor de los cinco actores del Grupo Teatro Máscaras de Los Cabos, dirigidos por Ricardo Pinzón Gil.

De entrada, con este acomodo del público se puede inferir una representación más cálida e intimista: teníamos a los actores si acaso a un metro de distancia. Como en otras obras, buscando lo no convencional, en vez de contar una historia lineal fueron cinco historias de vida de hombres que se fueron cruzaron por la circunstancia de coincidir en el aeropuerto. La mayoría de ellos habló sobre sus amores complicados y su homosexualidad.

Y pese a que algunos pudo parecerles una obra ‘fuerte’ por sus temas, un desnudo frontal o algunas imágenes tenebrosas, en su contra, la obra tuvo un arranque flojo, muy flojo, y un ritmo lento, muy lento; el acomodo del público me hizo poder ver sus caras, y sí, algunos estaban muy atentos, pero a otros poco les faltó para soltar un bostezo. Además, algunos actores no proyectaron bien su voz, sin embargo, gradualmente fue subiendo la intensidad y hubo momentos delirantes, que salvaron un poco el aletargamiento que estuvo arrastrando la obra.

“Viajeros comunes. Práctica para volar ligero”. FOTOS: Modesto Peralta Delgado.

Comedia de altura

Para cerrar la noche, a las 19:30 horas de este 12 de agosto se presentó Pájaros, una de las dos obras invitadas a la muestra estatal. Se trata de un teatro clown escrito e interpretado por Fernando Reyes y Cristian David de Compañía Idiotas Teatro, bajo la dirección de Karla Armendáriz y Lucía Pardo, contando con música en vivo, y culminando así, con esta puesta en escena, todo el evento teatral que duró una semana en esta capital.

No hizo falta una sola palabra para divertir al público: literalmente, pues la puesta en escena fue sin un solo parlamento —bueno, uno que otro grito o chiflido, no más. La historia es sencilla: dos amigos quieren volar y buscan crear una máquina para emprender el vuelo. Lo fantástico de la obra es que lograron comunicar a la perfección t-o-d-o con el sólo uso de su cuerpo y sus gestos, y unos cuantos elementos de utilería; claro, no se resta el mérito a los músicos que también participaron en momentos de humor.

Pájaros fue una tierna y divertida experiencia que se ganó el corazón de todos, pues a espaldas de nosotros una niña no paraba de reír, y a unas butacas más de ella, un hombre adulto se carcajeó: definitivamente esta obra hizo comunión con todas las edades y expectativas. Lo único malo es que habría, si acaso, la mitad del cupo en el Teatro de la Ciudad, por lo que es deseable que en los próximos eventos se dé una mayor difusión y se pueda convocar a cada vez más público, que aquel con el que ya cuenta anticipadamente y somos los que participamos en las diferentes actividades de la Muestra Estatal de Teatro.

“Pájaros”. FOTOS: Gabriel Larios Heredia.




¿Cómo va la Muestra Estatal de Teatro en La Paz?

FOTOS: Gabriel Larios Heredia.

La Paz, Baja California Sur (BCS). El pasado 7 de agosto inició la Muestra Estatal de Teatro en La Paz, organizado y promovido por el Instituto Sudcaliforniano de Cultura. Desde el lunes, el Teatro de la Ciudad ha sido la sede de cursos, talleres, conferencias y, el plato fuerte de esta semana: obras de teatro de grupos locales que compiten para ir al Encuentro Regional de Teatro.

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Personajes que acosan a su autor

Muy entretenida logró ser la farsa La rebelión de los nonatos, del grupo Impresentables Haraganes, que abrió las puestas en escena el pasado lunes a las 19:00 horas. Aletse Almada dirigió —y escribió— este tragicomedia, a modo de metateatro, donde los personajes —aún no nacidos— buscan a toda costa materializarse en una historia y salir de las tinieblas de la inexistencia. Como espermatozoides de personajes, estos nonatos oscuros increpan a su escritor en plena crisis creativa para obligarlo a parirlos a través de una obra de teatro.

La obra de teatro tuvo un gran ritmo —independientemente de que hubo mucha música—, lo que hizo que la historia se disfrutara de un solo bocado, pues de otro modo, siendo un solo acto en casi total oscuridad, hubiera sido aburrido. No fue así: se notan las tablas de estos ‘haraganes’ para contar sus relatos escénicos con total fluidez. Los personajes se movían ágilmente por la oscuridad del foro, con cambios de ritmos contrastados y el uso de jerigonza, logrando una puesta en escena bastante amena que arrancó las carcajadas de los presentes.

Si habría algo que criticarle es en cuanto a la trama, pues una de ellas —podemos decir: la trama principal que abarcó casi toda la puesta en escena— simplemente se diluyó, dando paso a otras aventuras y con un final que pareció ‘sacado de la manga’, pues no vimos motivación alguna para la decisión con que se culmina la historia. Esa trama, ciertamente, complicada de resolver, pero al mismo tiempo muy interesante para dar pie a una salida más ingeniosa, se ‘parchó’ con otras subtramas menores, sin peso real en la que —nos pareció— sería la historia principal. Sin embargo, más allá de esto, el teatro en el teatro, como fue este caso, siempre da pie a cuestionar el papel de El Creador y las razones de la existencia humana.

Ritual en movimiento

Caballo blanco. Un galope en libertad, de la Compañía Laboratorio de la Máscara —una de las dos obras de grupos nacionales invitadas especialmente para la Muestra Estatal de Teatro— se presentó este miércoles a las 11:00 de la mañana en el Teatro de la Ciudad, que lució a poco más de la mitad de su capacidad. Dirigida por Alicia Martínez, esta obra de teatro infantil se inspiró en la película Crin Blanc de Albert Lamorisse.

¡Impactante la corporalidad del actor que interpretó al caballo blanco! Estas puestas en escena nos dan una cátedra de actuación, como en este caso, que sin decir palabra alguna —aunque sí, por supuesto, muchos relinchos—, son sumamente convincentes. No fue el único: el resto del elenco conformado por tres varones, todos con máscaras, fue maravilloso; aunque desconozcamos la trayectoria de la compañía, denota muchas tablas en el escenario.

Caballo blanco. Un galope de libertad cuenta una fábula sencilla pero de una manera muy artística que daba la impresión de ser un ritual en movimiento: su vestuario, máscaras y utilería; la música en vivo —con percusiones e instrumentos prehispánicos—; esa plástica corporal dancística; y hasta esos olores a copal y los juegos con ensoñación —que le dieron ese toque surrealista— se ensamblaron para dar un espectáculo que hizo reír y aplaudir a los niños. ‘A la beeeestia’, escuché decir a uno de los pequeños en la primera fila.

Faltó ajustarle los tornillos al Loco

También este miércoles, pero a las 18:00 horas, se presentó El Loco, de la autoría de Elisa Liera Puls, dirigida por Francisco Jesús Barragán Jiménez. Es una farsa del Taller Municipal de Teatro de Los Cabos. La dramaturgia nos pintó a un personaje pedante con aire de Diógenes —parecido también a los trolls que abundan en Facebook—, quien juega a involucrar al público, juzgando sus vidas.

La puesta en escena carece de ritmo. Las actuaciones fueron un tanto planas y mecanizadas, viéndose en la imperiosa necesidad de dar el pie para el siguiente parlamento. Sólo el actor principal tuvo un buen alcance de voz, con algunas lagunas en la memoria de su texto. En síntesis, esto derivo en un montaje que se vio un poco flojo.

Quizá al trabajo le faltó más tiempo de ensayo. Sin embargo, no hay que demeritar el esfuerzo de un grupo de teatro que no está en La Paz, donde tradicionalmente está centralizado el quehacer cultural de BCS —sí, con todo y sus capacitaciones y recursos—, por lo que la sola presencia y trabajo del Taller Municipal de Teatro de Los Cabos merece el reconocimiento; sin duda, hay mucho potencial para articular más y mejor sus propuesas.

FOTOS: Gabriel Larios Heredia.