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Protocolo para casos de secuestro

FOTOS: EtapaInfantil, DiarioDeYucatán y ElUniversal.

Ius et ratio

Por Arturo Rubio Ruiz

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El viernes 30 de abril del año en curso, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) en Baja California Sur, publicó en el Boletín Oficial del Gobierno del Estado, el Protocolo de Actuación en Casos de Secuestro, conforme a los lineamientos establecidos en la Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro, reglamentaria de la fracción XXI del Artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 30 de noviembre de 2010. Para ver el documento completo dar CLIC AQUÍ.

El protocolo de actuación es la herramienta jurídica que homologa las pautas de actuación y coordinación de los operadores del sistema, dependientes de la PGJE, en el área de prevención, investigación, persecución y combate al delito de secuestro.

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Básicamente, el protocolo busca unificar criterios de aplicación y eficientar la actividad institucional, en la investigación y persecución de este delito, clasificado como de alto impacto.

Atendiendo a la operatividad, es en parte un manual de diligencias básicas, indispensables para la debida integración de la carpeta de investigación, cuya emisión resultará elemental e incluso obvia para algunos críticos, pero lo cierto es que debe atenderse la necesidad imperante de evitar al máximo, las deficiencias que aun siendo mínimas, en la práctica han resultado suficientes para que jueces quisquillosos, motivados por la destreza argumentativa de habilidosos abogados, dejen en libertad a peligrosos criminales. Siguiendo escrupulosamente el protocolo de actuación, el Ministerio Público (MP) y el personal bajo su mando, evitarán que el proceso penal acusatorio adversarial siga siendo, en muchos casos, la puerta giratoria que actualmente tanto se critica.

Entre los objetivos de la implementación de este protocolo, destacan los siguientes:

  • Orientar la actuación de los agentes del MP, a fin evitar la discrecionalidad en su actuar.
  • Orientar la actuación de los auxiliares del MP que intervienen en la investigación y persecución del delito, a efecto de preservar correctamente la escena del crimen.
  • Orientar la actuación de las autoridades que reciben las denuncias sobre el delito.
  • Fortalecer la supervisión de control del proceso de persecución e investigación.
  • Contribuir a la reducción del riesgo que por su propia naturaleza implica la investigación y preservación del objeto, producto o instrumentos, y en general, de cualquier evidencia.
  • Establecer que los titulares de las dependencias que intervengan en los operativos de prevención y combate del delito, son los que conocen de la comisión flagrante del mismo y, por ende, serán los responsables de preservar la secrecía y el sigilo que la investigación impone.

Es importante recordar que el delito de secuestro se persigue de oficio, y tanto la acción penal como la ejecución de las sanciones que por su comisión se impongan, son imprescriptibles, esto significa, que el transcurso del tiempo no exonera de responsabilidad a quien lo cometa, ni lo libera de las sanciones que le sean impuestas.

Dada la relevancia de este delito, y su impacto social, en ningún caso de secuestro procederá el archivo temporal del expediente de investigación, aun cuando de las diligencias practicadas no resulten elementos suficientes para el ejercicio de la acción penal, y pudiera parecer que no se pueden practicar más actos de investigación. Por ende, el agente del MP a cargo de la indagatoria, y los elementos de la policía investigadora bajo su conducción y mando, están obligados en todo momento a realizar actuaciones tendientes al esclarecimiento de los hechos.

El proceso penal iniciado por el delito de secuestro y/o delitos conexos, sólo podrá suspenderse en los casos en los que el procesado sea reclamado y puesto a disposición de otro juez que lo reclame en el extranjero.

El único beneficio a que podrá optar el procesado por un delito de secuestro será el del procedimiento abreviado, lo que se traduce en una reducción del tercio de la pena, siempre y cuando el procesado renuncie a ser juzgado, acepte ante el Juez de Control su plena responsabilidad en la comisión del delito; no exista oposición fundada de la víctima u ofendido, y se encuentre cubierto o garantizado el pago de la reparación del daño.

Conclusión

La publicación de esta herramienta jurídica atiende a la necesidad de responder con máxima eficacia posible, el embate del delito considerado de los más lesivos, por las graves afectaciones físicas, psicológicas y patrimoniales que genera a las víctimas, a sus familiares y a su marco social de referencia.

Es imperativo lograr que este instrumento teórico práctico sea funcional, y los operadores del sistema lo conozcan y lo apliquen adecuadamente. Para ello, resulta indispensable implementar un programa de capacitación y evaluación permanente del personal actuante, de la mano de una campaña continua de información al público en general, que contribuya a la participación ciudadana en la prevención y denuncia de este delito.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




La Guardia Nacional: balazos, ¿no abrazos? (II)

Presencia militar en BCS. FOTO: Luis Roldán.

Agenda Comunitaria

Por Frank Aguirre

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Hace unos días visité por primera vez el Estado de Hidalgo, a raíz de que fui invitado a dar una ponencia en el evento llamado Un México más fuerte, pilares de Paz Positiva, con la intención de platicar sobre la labor que realizamos en La Paz junto a las camaradas de Es Posible BCS. Para “no hacerles el cuento largo”, me preparé para enseñar a los asistentes algunas herramientas sobre cambio sistémico y trabajo de base, pero el que se fue con un gran aprendizaje fui yo.

Para leer la Primera Parte de La Guardia Nacional: balazos, ¿no abrazos? DAR CLIC AQUÍ

Uno de los ponentes, Carlos Juárez, presentó El Reporte de Paz Positiva 2018. No fue sorprendente ver a Baja California Sur estar en lo últimos lugares, pero sí resulta impresionante el modelo estadístico, económico y político con el que proyectan los resultados situacionales de México y del mundo. Según el Institute for Economics & Peace, el Índice de Paz Positiva se ha deteriorado desde el 2013 a la fecha en cuatro de sus ocho pilares: libre flujo de información, buena relación con los vecinos, buen funcionamiento del gobierno y se han elevado los niveles de corrupción.

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Nada de esta realidad en detrimento escapa de lo que vivimos en La Paz, pues seguro si pudiésemos medir a microescala lo que padecemos en nuestra ciudad encontraríamos cifras similares. A nivel mundial, México está en el lugar 140 de 168 en la evaluación más reciente del Índice de Paz Global. Esto me hizo pensar que para poder superar la complejidad de violencia generalizada que padecemos en el Estado, y aspirar a ganar la paz social, es importante quitarnos un velo de la cara que nos ha impuesto nuestro gobierno representativo:

Sí es posible que la paz se pueda ganar sin guerra. Es bastante obvio, pues, para que ésta surja simplemente se debe dejar de combatir. Y, ¿quiénes hacen la guerra?, ¿los “malos”? ¿el narco?, ¿los “malandros”? ¿los “rateros”? La guerra también causa e incrementa la corrupción en los burócratas, el nepotismo de algunos funcionarios que ponen en nómina a su familia y dejan sin empleo ni oportunidades a los mejores perfiles, la impunidad al no impartirse justicia a quienes sufrimos de un robo, asalto o el asesinato de algún familiar. También aumenta la violencia, la coerción y el uso desmedido e injustificado de la fuerza ante ciertos grupos de personas, sobre todo cuando amenazan con acabar con la corrupción, exigen justicia o buscan que culmine el mal funcionamiento del gobierno. Entre ellos están los periodistas, activistas, maestros, locutores, investigadores, defensores de derechos civiles y un largo etcétera que bien podríamos catalogarlo en una sola figura: la ciudadanía.

No podemos comenzar a hablar de paz positiva, o de la construcción de una república pacífica si no discutimos la razón por la que queremos tener esa “paz”, que no es otro motivo que superar “la guerra”; de otra forma, si no mencionamos la palabra “guerra” estamos llamando al problema con la solución, y esto último es lo que ha hecho el Gobierno Mexicano, incluyendo el actual, desde hace 12 años. ¿Estás confundido? Pues bien, trataré de ser más asertivo.

Las raíces profundas

En México el crimen organizado ha tomado casi una tercera parte del país; pensamos que la producción y venta de droga es su principal ingreso, sin embargo, es una retórica errada. Por ejemplo, el 45% de la pesca nacional es ilegal y está acaparada en su mayoría por el crimen organizado, ¿sabes cuantos millones de dólares le deja de ingresos? La tala ilegal es otra fuente cuantiosa de ganancias, así como el robo de combustible (huachicoleo) y el despojo de territorio —esto ocurre cuando amenazan o matan a campesinos para arrebatarles sus tierras. Asimismo, tendríamos que hablar de las empresas, industrias y desarrollos inmobiliarios que utilizan para lavar dinero, especular y generar ingresos billonarios. A todo esto es imposible no sumarle la “compra” de Cabildos, Ayuntamientos, Congresos locales o Secretarías de Seguridad Pública, o sea, la infiltración del narcotráfico en las instituciones del Estado.

Entonces, ¿cómo podrían los militares en las calles “ganar” la paz? Vivimos una constante “doctrina del shock”. Esto significa que el Gobierno Mexicano ha permitido calamidades y desastres, como los más de 100 mil desaparecidos o más de 100 mil asesinados, provocando que ante la conmoción y la confusión se lleven a cabo reformas impopulares, como lo es seguir militarizando al país, lo cual no hace otra cosa más que empeorar la situación —ya hablamos con cifras y datos duros en columnas anteriores. La militarización se ha reforzado en nuestro Estado, mostrando la falta de visión, conocimiento y capacidad de nuestros representantes tanto federales como estatales, para hacer frente a una problemática muchísimo más compleja que “destruir” o “detener”, pues esto los implica a ellos también. Who Watches the Watchmen, ¿quién vigila a los que nos vigilan?

Bueno, bueno, muchos problemas y muchas realidades, pero, ¿y qué sugiero. Primeramente, debemos definir “paz”. ¿Qué entendemos por esa palabrota? En la definición más básica, se refiere a una forma de ser y a un estado de apertura y de no violencia; un concepto asociado a la justicia, la seguridad, la libertad y la bondad. En pocas palabras, se trata de un estado mental y social que abarca una amplia gama de acciones, actitudes y comportamientos. O sea, que ésta no le corresponde única y exclusivamente a las instituciones, sino a sus ciudadanos por igual. Si la paz nos compete también a la sociedad, pero, ¿que está haciendo el Estado para garantizar que estemos involucrados en este anhelo de vivir en la no violencia? la respuesta es: nada.

Para #GanarLaPaz no es suficiente con el cese al fuego o “el fin de la guerra”, como la ausencia de algo malo; requerimos en todo caso la presencia de muchísimas características sociales básicas para lograr lo mencionado anteriormente: justicia, libertad, bondad, seguridad. Asimismo, se requieren resultados económicos, bienestar social, equidad de género, equilibrio ecológico y desarrollo emocional en nivel personal y colectivo; así como una divergencia, empatía y, sobre todo, solidaridad.

El marco del Índice de Paz Positiva se basa en ocho factores que están presentes en sociedades pacíficas y que han denominado Pilares de Paz Positiva. Comparto estos pilares con algunas modificaciones claves de mi parte:

  • Buen funcionamiento del gobierno
  • Distribución equitativa de los recursos
  • Libre flujo de información
  • Entorno laboral sólido
  • Alto nivel de capital humano
  • Garantización y aceptación de los derechos de los demás
  • Bajos niveles de corrupción
  • Buenas relaciones entre vecinos

Los frutos posibles

Sin embargo, ¿cómo crear la paz positiva y garantizar los ocho pilares que Institute for Economics & Peace plantea? Va mi reflexión:

1.- Alfabetización y educación básica. Coincido con que “un pueblo educado, jamás será engañado”, no obstante, ¿qué tipo de educación nos están dando desde nivel básico hasta superior? La de un autómata. Se habla de emprender y competir, pero vivimos en un mundo de sociedades; sería más favorable sin nos enseñaran a trabajar en comunidad si lo que se busca es “emprender”. También es necesario desarrollar un pensamiento crítico y una educación basada en las inteligencias múltiples (cinestésica, intrapersonal, naturalista), no sólo fomentar la inteligencia lógico-matemática. Considero que para sacar a nuestro sistema educativo del bajo nivel en el que se encuentra, urge una verdadera reforma educativa y no la pifia de tintes laborales-administrativos que el gobierno de Enrique Peña Nieto impuso. Muchos piensan que es imposible “tropicalizar” un sistema educativo como el de Finlandia en México, yo viví allá y considero que esto es un mito, pues todos los días observó reminiscencias o intentos de réplica en nuestro país de lo que en Finlandia es un éxito, incluso tenemos instituciones sistematizadas de formación laboral y desarrollo de habilidades como los Centros de Capacitación para el Trabajo Industrial (Cecatique uniéndolos al sistema educativo actual podrían darle un giro de 180 grados a la educación. Quizá hable de esto en otra columna.

2.- Prevención y tratamiento de enfermedades. Un elevado porcentaje de enfermedades tienen relación con nuestra pésima alimentación en México; esto se debe a que o comemos en exceso, no comemos los alimentos esenciales, o nuestra nutrición es deficiente, lo cual se relaciona con un sistema inmunológico débil y el incremento alarmante de enfermedades degenerativas prevenibles, pero, ¿qué relación tiene esto con la violencia? Ya hable anteriormente de la relación violencia-paz que nos compete como sociedad, y una comunidad que reduce sus índices de enfermedades crónico-degenerativas —provocadas por la pésima alimentación— reduce el colapso hospitalario, que a su vez disminuye los costos en salud, minimiza frustraciones, y, por supuesto, la forma en la que comemos influye en nuestro pensamiento, además, un cuerpo sin enfermedades tiene mayor fortaleza para superar el sedentarismo y las consecuencias que le rodean.

No obstante, del otro lado están las enfermedades ocasionadas por la pobreza extrema y la falta de atención planificada a las zonas rurales y comunidades vulnerables; así como la marginación que genera el no tener acceso a un sistema de salud universal en el que exista una transparente y correcta distribución del recurso. Porque sí, hay que reconocer que en el sistema de salud también hay corrupción, nepotismo, despotismo, latrogenias, mal praxis, desvío de dinero, desaparición de recursos y una opacidad de niveles dictatoriales.

3.- Desarrollo económico integral de la comunidad. He escuchado recientemente sobre el “emprendedurismo” como nueva forma de desarrollo económico, y esta nueva forma de romantizar la ausencia del trabajo institucional así como de una adecuada redistribución de la riqueza.  No digo que esta mal emprender, me refiero a que quienes “emprendemos” luchamos en desigualdad de condiciones; pagamos impuestos como los demás pero no vemos reflejado esos impuestos en una mejora sustancial de nuestro entorno. Por ejemplo, tengo una conocida que es dueña de un afamado restaurante local, ella paga casi $80,000 de impuestos, y no tendría ningún problema o queja en hacerlo si viera reflejado su diezmo al Gobierno en una calle bien iluminada, unas banquetas en perfecto estado, pavimento sin “cráteres”, o la posibilidad de que sus clientes pudiesen llegar en un transporte público eficiente y digno. Una realidad distante.

Además del viacrucis que significa darse de alta en hacienda como microempresa, lo cual muchas veces obliga a la informalidad. Condonaciones millonarias a transnacionales, flexibilidad burocrática a grandes industrias, pero una rigidez ridícula y una carencia de incentivos para el futuro empresario joven o microempresario. No hay una política pública hacendaria para un desarrollo económico integral de la comunidad. ¿Quieren reducir la violencia generando oportunidades de empleo? Aquí hay un nicho olvidado y que responsabiliza del fracaso laboral al “emprendedor” y no a la falta de oportunidades que el Estado debería generar.

4.- Paz y prevención/resolución de conflictos. Lo he repetido una decena de veces, la formación de fuerzas policiales locales es clave para acabar con la impunidad y reducir la violencia generalizada. En Morelia, la Alcaldía anterior logró darle la vuelta a los niveles de desconfianza que la población tenía sobre su policía local al poner en áreas directivas y estratégicas a funcionarios con antecedentes académicos elevados (psicólogos con posgrados, abogados, politólogos, etcétera). Para reducir la corrupción institucional generaron incentivos académicos para los cuerpos policiales, esto mejoró la atención e investigación de robos, asaltos, extorsiones, aumentando las resoluciones en los conflictos y por ende elevando el nivel de confianza y de denuncias, lo que redujo la impunidad en la localidad y el nivel de violencia.

Ahora hay un punto clave en todo esto, la sociedad como actante para la impartición de justicia, y no me refiero a vigilantes, autodefensas o resolver las cosas a puño limpio, si no en el énfasis que tenemos que hacer en la cultura ciudadana. En hacer tabú el manejar ebrio o ha exceso de velocidad, el tirar basura en la playa, y no en estar tatuado o ser homosexual, en denunciar e interceder en actos de corrupción o de violencia social. La cultura ciudadana involucra nuestro comportamiento como individuos, individuos que comprenden son parte de una colectividad y lo que les perjudique a uno nos termina salpicando directa o indirectamente a los demás.

Quisiera hablar de la justicia restaurativa y las formas de diálogo que se pueden dar en las colonias con el típico ladrón del barrio, con el “chukero” de la cuadra, la reparación del daño pero la integración del mismo en la comunidad. El sanar el rechazo social pero también el allanamiento de morada, los insultos, la invasión acústica, etcétera,

5.- No por último pero si por el momento, el pensar en un verdadero Centro de Readaptación Social. Nuestros CERESOS están deshumanizados, la privación de la libertad por violarla es aceptable pero no la privación de lo que representa “ser, humano”. ¿como lo hacen en Escandinavia? espacios de diálogo para la formación de valores, para la construcción de una moral individual, para la aceptación del daño, el reconocimiento del dolor infligido y el que hace actuar para infligir a otros, el reconocimiento de un ser violento, la detección de los puntos de quiebre que lo transforman en eso, y las estrategias para mitigarlo, así como el desarrollo de un pensamiento crítico y proactivo.

Para Ganar La Paz coincido, se necesitan abrazos, no balazos, pero no en discurso ni como slogan engañoso.

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Extorsión telefónica en BCS. ¿Cómo operan y qué hacer? (V)

FOTOS: Internet.

Ius et ratio

Por Arturo Rubio Ruiz

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). De acuerdo con los estimados de la cifra negra –el número de delitos que no son denunciados—, la extorsión telefónica es el delito de mayor incidencia en Baja California Sur. Quienes lo comenten buscan obtener un beneficio económico mediante engaños y amenazas que ejercen contra las víctimas. Aunque las amenazas son falsas, la habilidad del extorsionador le permite en muchos casos llevar a la víctima a la convicción de que es mejor pagar la extorsión que arriesgarse a que se cumplan las amenazas. El 95 por ciento de las llamadas de extorsión telefónica proviene de personas que se encuentran internas en centros penitenciarios.

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¿Cómo operan?

◉ Realizan llamadas al azar.

◉ Utilizan el factor sorpresa para engañar o amenazar a las víctimas, ése es el elemento principal de éxito de estos delincuentes.

◉ Llaman y te dicen que está un familiar detenido en la aduana, que tienen un hijo o hija secuestrada.

◉ Fingen ser elementos de alguna corporación policíaca.

◉ Te dicen que eres ganador de un premio.

◉ Amenazan fingiendo que son de la delincuencia organizada.

◉ Estos argumentos ya son conocidos por muchos, sin embargo caes en esta trampa cuando:

◉ Marcas a tu familiar y por alguna razón éste no contesta.

◉ Ponen en alta voz a la supuesta víctima.

◉ Dan descripción de la fachada de la casa en la que vives y te hacen creer que te están vigilando.

◉ El estado de estrés en que nos encontramos cuando recibimos una llamada de extorsión es lo que nos hace cometer errores y confundir voces o personas.

¿Cómo prevenirlo?

◉ Ten cuidado con la información personal que publicas en redes sociales ya que de ahí estos delincuentes pueden basarse para engañar

◉ No proporciones a desconocidos información confidencial.

◉ Fomenta entre familiares y amistades sobre el tema de la extorsión telefónica y sobre el modo de operar de los delincuentes.

◉ Establece un código o clave familiar para situaciones de riesgo o peligro.

◉ Actualiza el directorio telefónico procurando que los familiares siempre tengan los números de los amigos más cercanos, compañeros de trabajo o de la escuela

◉ Pide a tus familiares, a las personas que colaboran en las labores domésticas, que no proporcionen bajo ninguna circunstancia información personal de la familia y que no contesten encuestas telefónicas.

◉ No respondas encuestas telefónicas.

◉ Cuenta con identificador de llamadas.

◉ No dejes mensajes en la contestadora de la casa o en el buzón del celular.

◉ Concientiza a tu familia, especialmente a los jóvenes, para que no apaguen sus celulares y que siempre tengan pila.

◉ Cuando salgan de casa pide a tus hijos y familiares que avisen cuando van a entrar a un lugar de difícil recepción de teléfono celular.

◉ Sí recibes una llamada y te preguntan “¿Con quién hablo?”, responde “¿Con quién quiere hablar?”; no te identifiques por tu nombre.

¿Qué hacer si te llaman?

◉ Mantén la calma.

◉ Escucha al extorsionador.

◉ No discutas con el delincuente.

◉ Sí eres amenazado por el extorsionador, cuelga de inmediato.

◉ Asegúrate que todos los miembros de la familia están bien.

◉ Si localizaste a tu familiar y el resto de la familia se encuentra bien, no vuelvas a contestar el teléfono.

◉ Si no logras establecer comunicación con tu familiar y recibiste una llamada amenazante:

1.-Escucha con atención las demandas del agresor.

2.-Indícale que vas a cumplir con sus exigencias y cuelga.

3.-No te enfrentes a él.

◉ No negocies cantidades ni proporciones información de las tarjetas de crédito, tampoco realices ningún depósito.

EN TODOS LOS CASOS: Denuncia el hecho al 911 o directamente a la Subprocuraduría de Atención a Delitos de Alto Impacto de la PGJEBCS al (612) 122-6610, al correo electrónico sadai@pgjebcs.gob.mx




Tips de seguridad para comprar un vehículo. Programa básico de seguridad (II)

FOTOS: Internet.

Ius et ratio

Por Arturo Rubio Ruiz

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). La adquisición de un vehículo de motor puede resultar la realización de un sueño, o… convertirse en su peor pesadilla. No prevenir los riesgos puede convertir al comprador en víctima de abusos, malas prácticas comerciales, o fraudes. Incluso, de adquirir un vehículo de procedencia ilícita —aun cuando lo haga de buena fe—, puede enfrentar una imputación por la probable comisión de un hecho que la ley previene como el delito de “encubrimiento por receptación”, perder el dinero invertido en la compra, y en algunos casos, también la libertad.

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Recomendaciones

Vehículos nuevos. Visita las concesionarias para conocer las distintas opciones y ofertas para compra, así como de arrendamiento y financiamiento. Ocúpate de leer y entender todos tus compromisos de pago, en forma, monto y tiempo, así como los términos de garantía, vigencia y sus condiciones. Presta especial atención a “las letras chiquitas” del contrato. No te dejes llevar por el entusiasmo de un vendedor; considera sensatamente el tipo y clase de vehículo que realmente requieres, tomando en cuenta el riesgo de los lugares y los caminos que frecuentas y tus necesidades de movilidad vehicular.

Usados. Verifica el kilometraje, desgaste de componentes mayores, el uso, mantenimiento e historial para saber, en lo posible, si sufrió alguna avería o accidente mayor.

Sin placas oficiales. Vehículos de procedencia extranjera con “placas” o distintivos de organizaciones privadas, están legalmente fuera del mercado, pues no se encuentran debidamente importados. Aunque su precio suele ser muy atractivo, su adquisición conlleva el riesgo de enfrentar problemas legales, pues pueden ser decomisados, y en caso de un percance, regularmente presentan problemas de legitimación para interponer querellas. Lo mejor es adquirir vehículos legalmente importados.

Otros consejos

Lugar de compra. Idealmente, adquiere el vehículo con familiares, amigos o conocidos de confianza, así como en agencias y concesionarias bien establecidas. Si acudes a lotes de autos, verifica que cumplan con la normatividad, para evitar caer en trampas y estafas. En México existe para todos ellos la Norma Oficial Mexicana NOM-122-SCFI-2010.

Si recurres a anuncios de periódico o tianguis de venta de vehículos, hazte acompañar de alguien, con conocimientos de mecánica y desconfía de un vendedor que ofrezca un vehículo por debajo de su precio, así como aquél que te quiera obligar a realizar la compra apresuradamente o que te rebaje considerablemente el precio.

Si recurres a anuncios en Internet, desconfía de fotografías espectaculares, ofertas tentadoras y de vehículos en remate que, por renovación de flotillas o incautación por falta de pagos a alguna institución bancaria, te ofrezca algún intermediario.

No acudas con dinero en efectivo, ni entregues dinero alguno para apartado. Realiza primero tu investigación de mercado y posteriormente tu compra.

Documentación. Verifica que el vendedor cuente con toda la documentación original y que los datos coincidan con el número de serie y motor del vehículo. Asimismo su estatus legal ante el Registro Público Vehicular.

Descarga la App ChecAuto MX (AndroidiOS), que además de permitirte revisar fácilmente el estatus de un vehículo para compra, te permitirá hacerlo ante la sospecha de algún vehículo abandonado. También verifica en la oficina de Tránsito Municipal y Finanzas del Estado, que no tenga multas pendientes de pago

Es importante, además de lo anterior, que el vendedor cuente con una identificación oficial con fotografía, un comprobante de domicilio —originales— y que esté en disposición y con la capacidad legal de firmar un contrato privado de compra-venta de vehículo. Utiliza como modelo el contrato aprobado por la Profeco para este tipo de operaciones en este enlace.

Compra. Realiza la compra acompañado por al menos una persona, en lugares públicos. Efectúa el pago del vehículo al vendedor, en el lugar de la entrega, mediante una transferencia bancaria de las denominadas SPEI*, donde te pueda asistir una tercera persona desde un lugar distinto, ya sea desde tu hogar u oficina, evitando de esta forma salir a la calle con tu “token”  bancario**, para que tanto tú como el vendedor estén seguros. Hacer ese tipo de transferencias, es como hacer el pago en efectivo.

Cambio de propietario. Realiza el cambio de propietario así como la baja y alta de placas, a la mayor brevedad posible, ante la autoridad de Tránsito Municipal.

Notas:

*SPEI. Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios que permite transferir dinero electrónicamente entre cuentas de depósito a través de la banca en línea (Internet), banca móvil (aplicación) y teléfono celular (mensajes de texto). Fue desarrollado por el Banco de México (Banxico SPEI) y entre sus principales objetivos está ofrecer a los usuarios practicidad, velocidad y seguridad.

**Token. Dispositivo de uso personal e intransferible que sirve de autenticación en el momento de ingresar a la zona transaccional para reforzar la seguridad de sus transacciones. Genera una clave aleatoria e irrepetible de seis dígitos, que cambia cada 60 segundos.




Violencia en BCS “¡¿Hasta cuándo? ¿Hasta dónde?!”: Obispo de La Paz

FOTOS: Modesto Peralta Delgado.

Por Modesto Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Sinceramente esperaba un sermón tibio, más apegado al Evangelio que a los hechos, en la misa con la que culminó la Procesión por la Paz convocada por la iglesia católica la tarde de este domingo en La Paz. No fue así. También, sinceramente, creí exagerada la expectativa de los asistentes a la marcha que realizaron los fieles desde el Santuario de Guadalupe hasta la Catedral de La Paz: ¡y no!, el poder de convocatoria fue enorme.

Lo que me pareció más destacado de casi cuatro horas de cubrir el evento fue el mensaje del obispo de la Diócesis de La Paz, Miguel Ángel Alba Díaz, que con crudos testimonios habló temerariamente de la violencia en BCS, cómo la oleada de sangre ha alcanzado a toda la entidad —desde Bahía Tortugas hasta Los Cabos—, de las víctimas colaterales y de la exagerada facilidad para asesinar hoy en día y por cualquier cosa; pero dejó sembrada la inquietud de que “es posible” un cambio de vida y la paz. Oró por alcanzar la justicia como único medio para garantizar la paz.

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Hacia las 4:30 de la tarde de este domingo citaron a los fieles católicos en el Santuario de Guadalupe. Allí, en breve entrevista, el padre Ponciano Álvarez, dijo que esta peregrinación llevaba diez años realizándose y que esperaban convocar de 6 a 8 mil ciudadanos; aunque no llevan una contabilidad, estima que el año pasado fueron 6 mil. De un primer vistazo, parecían ser menos de la mitad, pues las personas apenas llenaban una cuadra del templo minutos antes de arrancar la caminata. Pero nos adelantamos al malecón, y se fueron sumando miles más. ¡El total de los marchantes llenaban tres largas cuadras!

Según el párroco, estarían participando todos los sacerdotes de La Paz: más de 50, y alrededor de 100 religiosas. Y la invitación estaba hecha a todas las congregaciones de la Diócesis de La Paz. Contó que la intención era hacer un llamado por la paz en el Estado, en el país y en el mundo, y una “unidad de los cristianos”. Le comenté que me consta la escasísima afluencia en las marchas por la paz convocadas recientemente por la sociedad civil —a finales de 2017 hubo una que no llegaría a 20 ciudadanos—, y le pregunté si la iglesia católica como tal se sumaría a una organizada por civiles: “Sí, claro. La disposición está y estamos abiertos al diálogo; sería ponernos de acuerdo”, contestó.

La jornada se llevó a cabo en orden y sin ningún contratiempo, acompañados por policías y ambulancias, en un recorrido de hora y media. Miles de hombres y mujeres, la mayoría vestidos de blanco, caminaron contra el friyazo por el malecón, porque no era un simple frío: ¡era un friyazo!, como decimos acá. El fuerte aire no se quitaba ni caminando, pero a cambio nos regalaba el hermoso paisaje del atardecer paceño con un cielo de color vainilla con rosa.

Casi no había paseantes por el cenizo malecón que sigue, supuestamente, arreglándose. Los fieles doblaron por la 5 de Mayo hasta llegar a la Catedral de La Paz en punto de las 6 de la tarde, donde se realizó la homilía en la parte de afuera, frente al Jardín Velasco, con miles de sillas dispuestas para recibir al mar de gente. Allí se fueron acomodando personas de todas las condiciones sociales, desde la humilde mujer en muletas que pide limosna en la calle, a la más elegante y perfumada dama que yo tenía a un lado. Todos cantando No hay Dios tan grande como tú, en medio de banderas blancas.

Por más obvio que resulte decirlo, se trataba de un evento de la iglesia católica. No se trataba de una marcha de protesta ciudadana. Las mantas blancas aludían a mensajes de paz y justicia sin referirse a ningún caso en particular, ni contra ninguna instancia. En todo el camino hubo grupos musicales que tocaban las canciones de la iglesia hasta en ritmo de cumbia, y no faltaron las porras y pedir gritos de júbilo. No hay nada de malo en eso. Sin embargo, ¿dónde estaría el elemento crítico y de impacto para un tema tan sensible? Según la periodista Gladys Navarro, sólo en lo que va de enero, van 44 ejecutados en todo el Estado. Muchas personas critican que marchar no sirve de nada, y en efecto, algunas no han tenido el apoyo ciudadano. ¿No era esta una ocasión de emitir un mensaje contundente, ahora cuando los reflectores están olvidando a los muertos y se enfocan en quién se registra como candidato o cambia de partido para arañar el poder?

Y llegó el sermón de Miguel Ángel Alba Díaz quien dio un mensaje de denuncia —¡casi de desesperanza!— pero con las lecturas que se quieran tener, también acentuado en la urgencia de ser apóstoles de la paz, sin necesidad de ser sacerdote o religiosa: desde nuestras casas. En sus primeras palabras habló de la justicia como la vía para que haya paz, lo que quizá pasó desapercibido, pero bien puede ser otra manera de referirse a la impunidad, pues aunque en estas ciudades matan a diario: simplemente no hay detenidos. Se remitió a la preocupación por una posible guerra nuclear; y de los conflictos y tensiones entre Corea del Norte y Estados Unidos, Medio Oriente y Venezuela, tocando así el tema de los migrantes y refugiados, y entrando como humedad en el tema de BCS: “También nosotros somos racistas, también nosotros vemos con sospecha a quienes vienen de los lugares más pobres (…) a buscar un futuro a nuestras tierras, los explotamos, les damos los peores trabajos (…) construyen sus frágiles casitas en los lugares más vulnerables donde los huracanes barren con todo, y cuando cuando algo malo sucede en nuestras ciudades decimos ‘¡son ellos!”.

“Hasta hace pocos años la ciudad de La Paz le hacía honor a su nombre; hasta hace pocos años BCS era considerado uno de los estados más pacíficos, pero de pronto se encendió la mecha. La violencia de las armas se ha venido incrementando de una forma terrible, espantosa, en el número de víctimas. Ya no son eventos ocasionales, ya no son ‘casos aislados’, ahora son cosas de todos los días: uno, dos, cinco, siete, diez ejecutados. Ha crecido el espectro de las características de las víctimas, antes muchos se consolaban diciendo, ‘son miembros de distintos carteles que se matan entre ellos, déjalos’ pero hoy no nada más son miembros de los diversos carteles, hoy también hay victimas entre las fuerzas del orden que tratan de detenerlos, entre los familiares, amigos, policías, custiodios, guardianes, funcionarios públicos. Tristemente, duramente, las víctimas colaterales: el niño, la señora, el hombre que iba pasando, la persona que estaba en el lugar y momento equivocado y le tocó la balacera. La violencia se ha venido incrementando en descaro, ya no es sólo en la noche o en la madrugada, ya no es en lugares secretos o ocultos, ahora es a cualquier hora del día o de la noche, en cualquier lugar, en las plazas comerciales, en el malecón, en nuestras calles, en todas partes oímos, de repente, las armas (…) Se ha incrementado en crueldad y salvajismo: gente colgada en los puentes, cuerpos despedazados, cadáveres mutilados con signos de tortura. ¡¿Hasta cuándo? ¿Hasta dónde?!“. Y en las familias sudcalifornianas, “hay mucha indignación, mucho enojo, mucho resentimiento, mucho dolor”.

“Recuerdo una madre de familia en San José que me decía: ‘señor Obispo, yo sabía que mi hijo andaba mal, muchas veces lo quise retirar de ese camino, muchas le advertí ‘vas a acabar mal’ y yo estaba preparada para que acabara mal; pero nunca pensé que fuera a ver su cabeza en una hielera, sin ojos, sin orejas, mutilada. ¡No me explico tanta crueldad!”. Se refirió también a la violencia en los hogares, donde por “nimiedades” maridos, esposas e hijos se asesinan unos a otros. Dijo que “parece que nadie quiere oír” ante muchas cosas que se han hecho para detener la violencia, desde manifestaciones hasta cartas. Finalmente, que el mensaje de este día de la Procesión por la Paz es doble, en el sentido de que “tomemos conciencia del tiempo en que vivimos, descubramos que el tiempo apremia (…) La paz es posible, otra manera de vivir se puede, esta aquí al alcance de la mano; es una invitación al arrepentimiento y a un cambio en el estilo de vida (…) No nos dejemos arrastrar por el mal, intimidar por el mal, no nos encapsulemos en nuestros temores (…) Y que Dios busca profetas, entre todos nosotros, sacerdotes y seglares, busca profetas y apóstoles. ¿Quien puede ser capaz de mostrar su amor y preocupación? ¿Quién estará dispuesto a construir la paz?”.