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Alejandro Rozado, El moscovita y las redes sociales

El librero

Ramón Cuéllar Márquez

 

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Para muchos las redes sociales han significado una manera de informarse, contrastar, exponer y deliberar sobre temas nacionales, en especial por la defensa de la Cuarta Transformación de la vida pública de México. Así hemos descubierto y seguido a nuevas personas con quienes coincidimos no solo por afectos, que también, sino por la lucidez de su pensamiento y la firmeza de sus convicciones. Uno de ellos es Alejandro Rozado (CDMX, 1954), quien ha sido un faro de luz ante los acontecimientos históricos que estamos viviendo. Cuando digo históricos me refiero a que la Historia —así, con mayúscula— la estamos presenciando frente a nuestros ojos en primera fila, a todo color, y lo mejor, podemos participar, interactuar, opinar, inferir, pensar y compartir los sucesos cotidianos que poco a poco se convierten en hechos para la posteridad.

Y este hallazgo de cruzarnos con gente a la que comenzamos a seguir por su luz le da sentido a muchos que no solo coinciden por empatía sino porque sus palabras adquieren la capacidad de construir nuevos discursos, nuevas maneras de decir el mundo, y dentro de él, nuevas realidades. La vieja realidad del neoliberalismo está sucumbiendo, pero su cuerpo agónico se resiste a morir porque paga para que alguien encuentre el elixir de la eterna juventud —un candidato conservador— que los deje volver y ya no tengan que pagar con su propio dinero —prefieren el cómodo erario al que pueden explotar ad infinitum—, la máscara de oxígeno que los mantiene entre la vida y la muerte política —que no económica, esa se ajusta la mayor parte de las veces a las circunstancias cuando mira que perderá más de lo que gana siendo oposición.

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A Alejandro Rozado lo podemos hallar en el Facebook siendo puntual, acertado y claro con respecto al pensamiento de principios que trata de prevalecer la justicia social y el bien común. Es hijo del exilio español en México, del ala republicana que luchó en la Guerra Civil Española (1936-1939); nació en la colonia Condesa y estudió en el Colegio Madrid, posteriormente ingresó a la carrera de Física en la UNAM —que abandonaría después—, adhiriéndose asimismo al Partido Comunista Mexicano, que era una organización de carácter ilegal durante los setenta. Sin embargo, pronto habría de dedicarse de lleno a la actividad política desde esa trinchera en la zona industrial de Ecatepec entre trabajadores y gente con profunda marginación social, esos desclasados por las elites políticas y económicas de México. Encarcelado, torturado y perseguido por sus ideas fortaleció sus ideales, que hoy podemos constatar no solo el discurso sino desde sus acciones. Alumno de Enrique Semo (Bulgaria, 1930), investigador sobre la idea de la Historia en el poeta Octavio Paz (CDMX, 1914-1998), Rozado ha logrado definir con mucho sus principios desde la izquierda. Ya asentado, después de los tiempos de la “guerra sucia” de los setenta, cursó la maestría en psicoterapia sistémica, dedicándose de tiempo completo a la psicoterapia.

Es fundamentalmente un hombre de palabras, un escritor aferrado a esas palabras, que está demás decir son letales y persiguen que podamos ver ahí donde somos ciegos porque nos falta informarnos o bien interesarnos. Como las palabras tienen vida propia, toman su propio camino, construyen nuevos discursos y nuevas personas se arman con nuevas palabras. Alejandro Rozado publicó una novela, podemos decir que una crónica de vida, sus memorias, donde nos expone el desarrollo de esa pasión por hacer del verbo una acción que alimente a sus lectores. Se trata del libro El moscovita (CECA, 2020, en primera edición; Barker-Jules, en segunda edición; también digital en Amazon), una fuente personal de donde se puede abrevar y comprender ideológicamente lo que ha pasado en México desde la izquierda durante los últimos cincuenta años.

El moscovita es un libro de pasiones por la vida, reconstruida a partir de la visión de quien la ha vivido con intensidad. Retoma sus ideales a partir de sus propios pasos, a los que no ha traicionado sino que al contrario los ha reivindicado con creces, muy diferente a quienes en el pasado fueron guerrilleros o de una izquierda dura —me vienen a la cabeza Jesús Zambrano (Sonora, 1953) y Roger Bartra (CDMX, 1942), por supuesto—, pero que hoy militan en la derecha más recalcitrante de México. Es una novela escrita minuciosamente, cargada de un lenguaje abierto, directo, que pretende narrarnos hechos de un tiempo que para algunos no existe o que para otros tiene sus claroscuros. La agilidad del relato se vuelve trepidante capítulo por capítulo, los diálogos reconstruidos nos retratan la cotidianeidad del narrador, interesado en dejar un testimonio político que solo tendría efecto en los tiempos que estamos viviendo, es decir, la suma de todos los movimientos sociales que le dan sentido a la realidad actual.

De este modo, vislumbramos que las obras poseen detrás de sí una estructura nacida de quien ha vivido vigorosamente heredándonos la oportunidad de prevalecer a través de las palabras en este tiempo moderno, que poco a poco se abre paso para una historia escrita por todos.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, ésto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




Inauguran Museo Histórico Cultural Artesanal México en Cabo San Lucas

FOTO: Ayuntamiento de Los Cabos

San José del Cabo, Baja California Sur (BCS). La tarde del jueves 17 de febrero, autoridades del Gobierno de Los Cabos, realizaron el corte de listón para la inauguración del Museo Histórico Cultural Artesanal México, el cual es una propuesta de la iniciativa privada que busca fomentar la cultura, identidad e historia de México de manera interactiva e innovadora.

Representantes de la Delegación de Cabo San Lucas, afirmaron que serán coadyuvantes de la nueva propuesta para que visitantes extranjeros y la población local, conozca más sobre la historia prehispánica, Maya y Azteca, al igual que la gastronomía y tradiciones de nuestro país, se informó por medio de un boletín de prensa.

El Museo cuenta con artesanías, gastronomía y una videoteca, además, de una exhibición de piezas originales y replicas, las cuales por medio de un código QR y un dispositivo móvil, se muestra información en español e inglés, convirtiéndose en un museo interactivo, histórico, cultural y artesanal.

Como un atractivo más, se dio a conocer la presencia de personal caracterizados de los diferentes personajes de la historia de México, como: Miguel Hidalgo, José María Morelos y Pavón, Josefa Ortiz de Domínguez y Vicente Guerrero; también, contará con una sala de mujeres ilustres y un espacio dedicado a Frida Kahlo.

Durante el evento de inauguración, se realizaron las presentaciones de la soprano, Karla Acosta Villavicencio de la Escuela de Música de Baja California Sur, el Ballet Folklórico México y el Grupo Calpulli Yenecamú; posteriormente se efectuó el recorrido por las instalaciones, en grupos divididos de autoridades e invitados especiales para guardar la sana distancia.

Las personas que deseen conocer el museo, pueden acudir a la calle Revolución entre Morelos y Leona Vicario de la colonia Centro en Cabo San Lucas; tiene un costo de admisión de $260 pesos por persona, sin embargo, para estudiantes de sexto grado de primaria y primer grado de secundaria, así como personas con discapacidad, el acceso será totalmente gratuito, siempre y cuando haya una previa solicitud del personal docente para realizar un recorrido guiado, concluye el boletín.




Ignacio Alejandro del Río Chávez. Un historiador de intachable honestidad intelectual

FOTOS: Internet

Tierra Incógnita

Por Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Realizar este tipo de trabajos donde se indaga en la vida de personalidades tan importantes como es este el caso, quienes fueran celosos defensores de su privacidad, es un trabajo un tanto arduo. Sin embargo, afortunadamente el Dr. Ignacio del Río vivió una gran parte de su vida en este puerto y durante todo este tiempo cultivó amistad con personas que aún recuerdan vivamente sus logros, tanto en su juventud como en los últimos años de su vida.

Nuestro personaje en comento nació en la Ciudad de México el 19 de agosto de 1937. Realizó sus estudios de primaria y los de secundaria en nuestro puerto de La Paz, Baja California Sur. A estas tierras sudcalifornianas llegó debido a que a su padre, el Ing. Ignacio del Río Arteaga, había sido llamado por el General Francisco J. Múgica para que supervisara algunas de las obras que realizaría durante su mandato. Una de las obras en mención fueron los  famosos “Portales” construidos en la calle 5 de mayo entre Francisco. I. Madero y Revolución de 1910, a un costado del Jardín “Máximo Velasco”, obra que aún perdura hasta nuestros días.

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Para realizar sus estudios de educación media superior se fue a la Ciudad de México e ingresó en la preparatoria No. 5 de Coapa (actualmente Escuela Nacional Preparatoria No. 5 “José Vasconcelos” dependiente de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM).

Algo que pocas personas conocen, incluso aquellos que han sido acuciosos lectores de las obras del Dr. Del Río fue su exitosa incursión a una edad muy joven en el teatro. El poeta Raúl Cota Álvarez, en su libro “Reseña gráfica del teatro en La Paz” nos comenta sobre esta etapa que vivió al lado del Dr. Ignacio del Río:

En 1954, el Profr. César Piñeda Chacón organizó el primer grupo de teatro experimental al contar con la asesoría de Humberto César García, quien también había recibido una sólida formación teatral en la Ciudad de México, en donde incluso participó en varias representaciones, tales como “El idiota” y “Seis personajes en busca de autor” (de Luigui Pirandello). En el grupo “Huaxoros” (un grupo del movimiento “Scout” que formó el maestro Piñeda Chacón años atrás) surgió la idea de formar una escuela de arte dramático. El curso “Inflexión de la voz” sería impartida por Piñeda Chacón, y Humberto César García coordinaría la disciplina de “arte dramático” (con la técnica de Elia Cazan, del Teatro Studio de Nueva York). Se incorporaron al proyecto Fernando Escopinichi O., José Hernández, Carlos D. Tapia, Juan Ramos Cepeda, Rosalva Castro, Ignacio del Río, Panchito González, etc. La primera representación, ya en esta atmósfera nueva, y que sirve de galardón fundador de la “Sala IBO”, nuevo espacio escénico en La Paz, fue con la obra “Sumergidos” (de L. Stuart y Le Vergue Show), en diciembre de 1956. En ese entonces Ignacio del Río contaba con 19 años.

La “Sala IBO”, espacio breve y denso de la representación escénica; por él desfilaron declamadores, actores que sólo actuaron unos y otros que luego dirigieron con tino una serie de obras: Ignacio del Río, Aníbal Angulo, Sixto Rodarte, Juan Melgar, Raúl Antonio Cota y Eligio Moisés Coronado. Multiplicadores del entusiasmo y amor por el teatro fueron: Ignacio del Río, Aníbal Angulo y Sixto Rodarte.

Ignacio del Río, desde sus estudios en la Ciudad de México, en 1957, se había dedicado a la puesta en escena del monólogo en tres actos “Muñeca muerta” (de Horacio Ruiz de la Fuente), bajo la dirección de Carlos Ancira. Lo trajo a La Paz y lo presentó en una temporada iniciada en la “Sala IBO”, el 11 de febrero de 1958. Fue recibido el monólogo con gran aclamación de la sociedad paceña. Posteriormente Ignacio del Río (1966 – 1967), desde sus clases de actuación en la Casa de la Juventud (hoy Instituto Sudcaliforniano del Deporte), se habría de constituir en espíritu unificador de un grupo de jóvenes de los que saldrían promotores, directores, actores de la talla de Rubén Salmerón, Sixto Rodarte (que ya había sido iniciado por Humberto César García), Nieves Cadena, Rubén Sandoval, Marcelo Pimentel, Jorge Arce, Salvador Covarrubias, etc. El grupo participó en representaciones teatrales en la Ciudad de México, de donde se recuerda aquel segundo lugar nacional, obtenido con mucho prestigio con la obra “Cargamento de sueños” (teatro del absurdo), excelentemente protagonizada por Rubén Salmerón y Nieves Cadena. Tanto el director como los actores merecieron críticas favorables de la prensa capitalina.

Ignacio del Río, continuó con varias puestas en escena: Sartre, Chéjov, etc… pero, desafortunadamente para el teatro en Baja California Sur, Nacho, como le decimos los paceños, decidió estudiar Historia y se fue a la UNAM.

Entre 1959 y 1960, inició sus estudios en la Universidad Nacional Autónoma de México en la licenciatura en historia. Posteriormente, la maestría en Historia de México y el doctorado en Historia, obteniendo menciones honoríficas en todos los exámenes de titulación. El Ing. Gilberto Enrique Amador Soto me comentó que recuerda que en el año de 1965, cuando cursaba el primer año en la secundaria “José Ma. Morelos y Pavón”, el entonces Lic. Ignacio del Río les dio clases durante ese ciclo escolar y posteriormente retornó a la Ciudad de México.

El Dr. Miguel León-Portilla, en un reportaje donde habló sobre su primer encuentro con Del Río Chávez, nos dice lo siguiente: Conocí a Ignacio del Río según recuerdo hacia principios de la década de los años setentas del siglo pasado, después de tratarlo y conocerlo un poco más, le dije que si quería venir como becario al Instituto de Investigaciones Históricas del cual yo era director, él me dijo que le encantaba la idea y se vino. Al venir aquí, me mantuve en contacto con él no solamente porque era becario sino porque le dirigí la tesis de licenciatura en historia. Su tesis versó sobre lo que llamó “El régimen jesuítico en Baja California”, es decir, la presencia de los misioneros jesuitas. Fue de veras notable, tan notable que cuando presentó su examen algunos de los sinodales decían “pero esta tesis sería buena para un doctorado”. A partir de entonces seguí de cerca sus trabajos, se incorporó ya de plano como investigador de tiempo completo a este Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM y aquí laboró siempre en torno al tema de Baja California.

Del Río fue jefe del Archivo Histórico de la Universidad Nacional Autónoma de México a partir del año de 1965, secretario ejecutivo de la Comisión de Historia del Instituto Panamericano de Geografía e Historia (1965-1967) y secretario académico del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM (1975-1976). Como investigador en el Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIB-UNAM) catalogó el Archivo Franciscano (1969-1971), en ese entonces contaba con 32 años, a partir de lo cual definió lo que sería su principal campo de interés como docente e investigador: la historia del noroeste mexicano. Fue investigador de la UNAM desde 1969, cuando empezó sus actividades en el Instituto de Investigaciones Bibliográficas al cual estuvo adscrito hasta 1971, para después incorporarse al Instituto de Investigaciones Históricas desde donde alcanzó la categoría de investigador titular C.

Ignacio del Río compartió el Instituto con otros investigadores con quienes disfrutó su pasión por el estudio de la historia del norte de México, de ese modo y como consecuencia natural, a los pocos años de su ingreso fundó junto con Sergio Ortega y Noriega el “Seminario de historia del Noroeste de México” en el año de 1979. Cuando ya este seminario estuvo consolidado cambió el nombre, por el de “Seminario de Historia del Norte de México”. Como bien se expresó en un cortometraje elaborado por la UNAM y cuyo título es “Ignacio del Río Chávez. Una trayectoria intelectual” que dice lo siguiente: Al abrigo de ese Seminario florecieron trabajos de investigación y se formaron historiadores que participarían en la renovación de los estudios del norte de México, estigmatizado hasta entonces por ser una historia de campanario como la ha calificado Luis González y González, para dar paso a la integración de una historiografía académica en esta reconfiguración.

Dentro de su vasta trayectoria académica se desempeñó como profesor de asignatura en la Facultad de Filosofía y Letras en la UNAM, donde impartió materias de licenciatura y posgrado (Nueva España: las provincias internas y Nueva España, historia socioeconómica), y en el posgrado, en donde ha tenido a su cargo materias como: Historia económica moderna de México y el Seminario de historia regional). Fue miembro del Sistema Nacional de Investigadores, en el que obtuvo el nivel de investigador nacional III. Impartió cursos tanto en la UNAM como en las universidades de los estados de Querétaro, Tamaulipas, Sinaloa, Sonora, Baja California y Baja California Sur. Así mismo, fue director de una gran cantidad de tesis de licenciatura y posgrado, así como creador de artículos y ponencias, seminarios, semanas de historia, congresos, etc. en instituciones de enseñanza superior y demás.

En una interesante biografía que elaboró el Mtro. Eligio Moisés Coronado, historiador, profesor emérito y miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua, sobre Ignacio del Río Chávez nos dice que el mencionado historiador Afirmaba que la historia de México se examina muchas veces desde una perspectiva centralista, que ignora la diversidad de los procesos formativos regionales y que supone que todo lo sucedido fuera del núcleo central del país carece de entidad propia. Por ello, Del Río Chávez fue constante y entusiasta cultivador y promotor de la historia regional; insistió en que, sin considerar los procesos formativos regionales, es imposible la comprensión de la dinámica histórica del país entero.

Algunos de los libros, escritos en autoría o en coautoría por Ignacio del Río, son: “Breve historia de Baja California Sur”, “Crónicas jesuíticas de la antigua California”, “Guía del Archivo Franciscano de la Biblioteca Nacional de México, Volumen I”, “Historia general de Sonora”, “La fundación de la California jesuítica. Siete cartas de Juan María de Salvatierra, S. J. (1697-1699)”, “Vertientes regionales de México. Estudios históricos sobre Sonora y Sinaloa (siglos XVI – XVIII)”, “Conquista y aculturación de la California jesuítica”, “Tres siglos de historia sonorense”, “Nicolás Tamaral informa sobre las misiones del sur peninsular. Año de 1730”, “Todos Santos, una misión californiana”, “Velázquez de León, Joaquín, Descripción de la antigua California, 1768, presentación, transcripción paleográfica y notas”, “Vertientes regionales de México”, “A la diestra mano de las Indias”, “Descubrimiento y ocupación colonial de la Baja California”, “El régimen jesuítico de la Antigua California” y “La aplicación regional de las reformas borbónicas”.

Es autor, además, de varios libros de texto, preparados junto con otros investigadores universitarios entre los que destacan: “Culturas, sociedades y naciones”, libro de texto de ciencias sociales para segundo año de secundaria, “México: su evolución cultural”, libro de texto de ciencias sociales para tercer año de secundaria, “México y el mundo contemporáneo”, libro de texto de ciencias sociales para primer año de secundaria.

A lo largo de su vida recibió diversos reconocimientos, como el Premio Universidad Nacional en el área de investigación en humanidades en 2004. Asimismo, obtuvo el premio al mejor artículo del periodo novohispano del Comité Mexicano de Ciencias Históricas por su texto “Comercio, libranzas de Real Hacienda y circulación monetaria en el norte de la Nueva España (1773-1810)”, publicado en Estudios de Historia Novohispana, núm. 35, julio-diciembre 2006.

Es de sobremanera importante y un acto de justicia a su memoria y legado, el mencionar que fue el Dr. Ignacio del Río un incansable promotor para la creación de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) al lado del destacado maestro Román Pozo Méndez, éste último, comisionado por el entonces gobernador Ángel César Mendoza Arámburo para la formación de nuestra máxima casa de estudios. Este anhelo se vio concretado el 26 de diciembre de 1975, cuando fue aprobada por el Congreso del estado la creación de esta importante institución. También se debe al firme impulso del Dr. Del Río, que junto a un equipo integrado por el Dr. Rubén Sandoval, Mtro. Jorge Amao Manríquez y la Dra. Martha Micheline Cariño Olvera, crearon la Licenciatura en Humanidades (1989) y, posteriormente, la Licenciatura en Historia (1993), la Maestría en Historia Regional (1994) y, finalmente, el Doctorado en Historia de México (2004), todos ellos ofrecidos por la UABCS.

En una ocasión Del Río Chávez dijo: …una investigación sólo puede ser en algún grado valedera si se realiza con plena honestidad intelectual. Se trata de no engañarnos a nosotros mismos por pura soberbia ni mucho menos incurrir en falsía tratando de engañar a los demás. El error o la insuficiencia no son moralmente reprobables; lo es, en cambio, la simulación, que, obviamente, jamás podrá ser una vía para enriquecer el conocimiento. La honestidad pide también ser congruentes con nuestras más altas responsabilidades sociales: ser profesionales de la investigación nos obliga a no quedarnos cortos en el esfuerzo, a emplear al máximo nuestras mejores capacidades…

La Dra. Edith González Cruz comenta lo siguiente sobre la obra de Ignacio del Río: Su carácter de promotor de proyectos académicos, proyectos editoriales y proyectos culturales en el caso concreto para Baja California Sur pues vamos a ver que el doctor Del Río tuvo que ver en la creación de la licenciatura en historia de nuestra Universidad que se abrió en 1989, también al doctor Del Río se debe el Posgrado en Historia, en la Maestría en Historia Regional que se abre en nuestra Universidad en 1994 y, a él se debe también el Doctorado en Historia. Quiero decirte que la Maestría de Historia Regional que surge en 1994 aún se mantiene, o sea tiene cumplidos 20 años este 2014 de estar funcionando. El doctorado se dijo desde un principio que era una promoción solamente y así fue, pero a él se debió la apertura del doctorado en historia, a él se debe también la creación del Seminario en Historia Regional que se abrió en la Universidad de 1990 y que en este Seminario participaron investigadores de las carreras de Ciencias Políticas y de Humanidades, un seminario que fue muy fructífero porque pues de él resultaron varias publicaciones y a él se debe también un proyecto que se llama “Fuentes para la historia de Baja California” y que vamos en el sexto volumen; entonces creo que en ese sentido el doctor Del Río pues nos dejó  una gran obra.

Por su parte, la Dra. Rosa Elba Rodríguez Tomp menciona, sobre la obra del Dr. Del Río: “Ignacio del Río es una figura muy importante para la historiografía de Baja California Sur, yo diría que para la instauración del norte de México, por supuesto, pero en términos de mi trabajo de investigación y yo creo que también en términos de la recuperación de toda una serie de elementos historiográficos que fueron fundamentales para empezar a trabajar de manera académica el tema de la historia de la historia regional y de la historia de Baja California Sur, pues las obras de Ignacio del Río han sido fundamentales”.

El Dr. Francisco Altable Fernández nos explica las características de una de las  obras que para él es de las más importantes del Dr. Del Río Chávez: Si tuviera que elegir una elegiría sin duda la de su libro “Conquista y aculturación en la California jesuítica”. En esta obra don Ignacio del Río aborda, entre otras cosas, pero de manera central, justamente el proceso de aculturación; es decir, este proceso de cambio cultural con el que la Compañía de Jesús pretendió integrar religiosa y socioeconómicamente a los indios californianos; la aportación en esto en particular sería la de que al entrar en contacto estas dos culturas: la española y la indígena; y ser una de ellas dominantes (la española)  eso hizo posible, eso hizo viable, justamente el cambio cultural, independientemente del grado de éxito de ese cambio cultural. Hubo un proceso de cambio cultural, es innegable, pero ese proceso no hubiese sido posible sin este factor de dominio, entonces está este concepto esta idea que es muy sencilla pero que don Ignacio del Río lo explica elegantemente, concienzudamente, en el libro y sirve evidentemente no solamente para explicar el proceso de aculturación en la California sino en general, por lo menos en las provincias norteñas de nueva España. Creo que esa sería la gran aportación historiográfica de don Ignacio del Río en esta obra en particular.

Finalmente el Mtro. Ignacio Rivas Hernández expresa sobre Ignacio del Río: De la obra de Ignacio del Río he retomado para mis trabajos de investigación el sentido que le da a lo regional, las perspectivas que él ve en el enfoque regional, el enfoque de historia regional para la investigación histórica de México y, sobre todo porque él nos advierte de que estas perspectivas se pueden ampliar en la medida en que nosotros nos distanciemos de las interpretaciones “esencialistas”, es decir aquellas que conciben a la región como algo, como comunidades históricas e integradas en sí mismas sin relación con su con su entorno, entonces él en esta interpretación ve que si bien reconocen que hay cambios también son interpretaciones que mantienen la idea que hay elementos que se sostienen de manera perdurable y que no cambian.

El Dr. Ignacio del Río falleció en esta ciudad de La Paz, B.C.S. el 10 de junio del año 2014.

Personalidades de la estatura de Ignacio Alejandro del Río Chávez, que tanto dio no sólo a la historia de las Californias sino en la formación de cuadros que ahora son investigadores e historiadores de primera línea en las instituciones superiores de todo México, deben estar siempre presentes en nuestra mente y ser recordados como personas que supieron ocupar el lugar que la historia les iba marcando, pero sin perder ese espíritu de fraternidad y compartir que debe caracterizarlos.

 

 

Bibliografía:

 

Archivo Histórico “Pablo L. Martínez” del gobierno de Baja California Sur

“Ignacio Alejandro del Río Chávez” – Mtro. Eligio Moisés Coronado

(biografía elaborada en base a información personal y algunos textos alusivos.)

http://www.sudcalifornios.com/item/personajes-celebres-sudcalifornios-13

Documental: “Vida y obra del Dr. Ignacio del Río”.

Video realizado por el Departamento de Extensión y Divulgación Científica del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S.C bajo la dirección de la Lic. Cinthya Castro Iglesias, a solicitud expresa de la Dra. Edith González Cruz, investigadora-profesora de la UABCS.

Presentado durante el Simposio Internacional de Antropología, Historia y Estudios Culturales de las Tres Californias, que se llevó a cabo en La Paz B.C.S

VIDEO ENTREVISTA A IGNACIO DEL RÍO – ESTUDIOS HISTÓRICOS SOBRE LA FORMACIÓN DEL NORTE DE MÉXICO

http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/autores/delrio.html

UNAM – INSTITUTO DE INVESTIGACIONES HISTÓRICAS

Ignacio del Río – Mercados en asedio. El comercio transfronterizo en el norte central de México (1821-1848)

http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/autores/delrio_mercados.html

UNAM – INSTITUTO DE INVESTIGACIONES HISTÓRICAS

Dirección General de Asuntos del Personal Académico – UNAM

https://dgapa.unam.mx/index.php/semblanzas-anio-pun-2015/semblanzas-2004-pun-2015/236-2004a09-del-rio-chavez-ignacio-alejandro

Dr. Ignacio Alejandro del Río Chávez – Investigación en humanidades

https://dgapa.unam.mx/index.php/semblanzas-anio-pun-2015/semblanzas-2004-pun-2015/236-2004a09-del-rio-chavez-ignacio-alejandro

Mtro. Raúl Cota Álvarez – “Reseña gráfica del teatro en La Paz”

Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora – Comité Internacional de Ciencias Históricas.

VIDEO “Vida y obra del Dr. Ignacio del Río”

Idea original de la Dra. Edith González Cruz

Dirección Cinthya Castro Iglesias

Extensión y divulgación científica – Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste.

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