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8 de octubre de 1974. Un nuevo capítulo en la historia sudcaliforniana

IMAGEN: German Medrano

Tierra Incógnita

Por Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El gran esfuerzo que significó el logro del caro anhelo de nuestros padres por convertir a este territorio en una entidad federativa, así como poder elegir a nuestras autoridades a través del sufragio, se ha olvidado. Pocos son los jóvenes que tienen una referencia del día “8 de octubre” más allá de decir que así se denomina a “dos sectores de una colonia en la ciudad de La Paz”. Necesario es que nuestras autoridades y los líderes sociales rescaten este gran suceso y lo difundan permanentemente entre nuestra ciudadanía.

El día 8 de octubre (de 1974) se conmemora la Publicación del Decreto por medio del cual se modificó la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para dar la categoría de Estados Federados a los entonces territorios de Baja California Sur y Quintana Roo. Este suceso, que pudiera parecer un mero trámite de las cámaras de diputados y senadores ante la petición que realizara el primero de septiembre de ese mismo año el presidente de la república, significó para los habitantes de esta península la culminación de una larga lucha que, me atrevería a asegurar, inició desde la adhesión de sus fuerzas civiles y militares al Acta de Independencia nacional en el año de 1822.

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Esta media península siempre ha tenido hombres y mujeres que han dado sobradas muestras de capacidad para administrar su gobierno y regirse en los actos civiles y sociales con el decoro y los valores necesarios; lamentablemente, las carencias que impone el vivir en una tierra desértica donde el vital líquido escasea, han ocasionado que su densidad poblacional sea de las más bajas de la nación, además de que las fuentes de desarrollo (industria, agricultura, pesca y ganadería) se vean limitadas. También, a lo anterior se sumó durante muchísimos años la falta de un apoyo decidido por las autoridades federales hacia el desarrollo de la infraestructura necesaria para la modernización de nuestra tierra, dejando que sus ciudadanos lo resolvieran con sus escasos medios, pero eso sí, el gobernante en turno de México imponía al jefe político y militar para regir nuestro destino.

Solamente en tres ocasiones, de manera oficial, estuvieron al frente de la administración del distrito y luego territorio de la parte sur de la Baja California, ciudadanos nativos. Nos referimos a los señores Agustín Arriola Martínez (1920-1924), José Agustín Olachea Avilés (1929-1931) y Juan Domínguez Cota (1932-1938), los cuales en su desempeño dieron muestras sobradas de una gran capacidad de liderazgo, administración prudente y la inteligencia para resolver los graves problemas que se enfrentaban en los años que gobernaron. Sin embargo, el gobierno federal seguía sordo a las peticiones que se hacían por diversos sectores de nuestro territorio de tener la posibilidad de elegir a un gobernante “nativo o con arraigo”.

Con la designación del General Francisco José Múgica Velázquez como jefe militar y político de nuestro territorio (1940-1945), se inició una defensa cada vez más activa por parte de los líderes políticos de aquel entonces por lograr un plebiscito para elegir a nuestro propio gobernante. Estas demandas fueron apoyadas por el Gral. Múgica, el cual incluyó a varios de los destacados líderes en su gobierno. Fue así como en el año de 1945 surge el famoso Frente de Unificación Sudcaliforniano (F.U.S.), el cual catalizó estas demandas tan sentidas. Algunos de sus integrantes fueron: Francisco Cardoza Carballo, José H. Ramírez, Arturo Canseco Jr., Francisco Urcádiz, Jorge S. Carrillo, Francisco C. Jerez, Félix J. Ortega, Miguel L. Cornejo, Estanislao Cota y Félix Rochín C.

Ante la renuncia del General Múgica a la jefatura de nuestro territorio, los integrantes del Frente acuden a la Ciudad de México a presentar su propuesta: que se permita realizar elecciones libres en nuestro estado y poder, con ello, elegir a nuestro propio gobernante; sin embargo, este anhelo aún debía de esperar. El presidente Ávila Camacho sólo accedió a designar a un gobernador nacido en sudcalifornia, pero bajo su tutela, al Gral. Agustín Olachea Avilés. Aún no sonaba la hora de Baja California Sur.

Pasaron cerca de 20 años hasta la llegada del Lic. Hugo Cervantes del Río a la gubernatura del Territorio (1965-1970), iniciando la era de los gobernantes civiles (civilismo) y, al mismo tiempo, se tejían las circunstancias sociales y políticas en la vida nacional para que los sectores que empujaban fuertemente la demanda de elegir a sus propias autoridades, y que nuestro territorio se convirtiera en Estado, se concretaran favorablemente. Conforme se fue acercando el final del sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, y Luis Echeverría se perfilaba como el próximo candidato a sustituirlo, se empezó a vislumbrar un panorama más claro para las demandas tan sentidas de esta tierra calisureña. El 11 de octubre de 1970, se realiza una Magna Concentración en el Puerto de Loreto, en donde se plantearon de forma tangible las demandas de tener un gobernador nativo o con arraigo y electo por los sudcalifornianos, así como solicitar que se modificara la Constitución Mexicana para que nuestro territorio pasara a ser el Estado 30 de la República. Estas propuestas fueron firmadas por miles de habitantes y entregadas al entonces presidente electo de México, Luis Echeverría Álvarez.

Al ser investido como presidente, Luis Echeverría anunció que nombraba al Ing. Félix Agramont Cota como el gobernador del territorio de Baja California Sur, y lo hacía de esta forma porque la Constitución así lo mandaba, sin embargo, se analizaban las propuestas entregadas en octubre de ese año. Durante los siguientes cuatro años, a Baja California Sur se le restituye el régimen Municipal (1972) y se le da una gran inyección de recursos, para crear la infraestructura necesaria para convertirlo en un Estado lo más autónomo posible: se estaba preparando el camino para lo que ocurriría a finales del año de 1974.

Con esta breve reseña de hechos y luchas, quiero alentar a los jóvenes de todas las edades para que conozcan y valoren estos y otros sucesos que conformaron la Sudcalifornia que hoy tenemos. Quien no conoce su pasado, no lo valora, y está condenado a repetir los mismos errores. Aprendamos de nuestra historia y sumémonos a otorgarle a Baja California Sur un futuro más digno para nuestras familias.

 

Bibliografía:

 

“EL FRENTE DE UNIFICACIÓN SUDCALIFORNIANO Y LORETO 70” Domingo Valentín Castro Burgoin

LORETO 70. COMPILACIÓN POLÍTICA DE SUDCALIFORNIA

Blog del “Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal”

Fernando de la Toba. El alférez que juró la adhesión bajacaliforniana a la Independencia Nacional – CULCO BCS – Sealtiel Enciso Pérez

El FUS y Loreto 70. Los movimientos que forjaron a Baja California Sur – CULCO BCS – Sealtiel Enciso Pérez

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




Francisco Cardoza Carballo, un luchador infatigable

FOTO: Internet

Tierra Incógnita

Por Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Las generaciones de adultos jóvenes, menores de 40 años, han disfrutado de los logros que los valientes sudcalifornianos de antaño nos legaron: un Estado libre y soberano; servicios médicos como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE); así como la reducción significativa de epidemias como la tuberculosis y el paludismo. Sin embargo, pocas son las personas que recuerdan a aquellos que lucharon de forma persistente, e incluso que pusieron en riesgo su propia vida con tal de sembrar la semilla de un futuro promisorio, muchos de esos luchadores no pudieron ver cristalizados sus sueños, pero su meta no era otra más que luchar para que las bases quedaran cimentadas. Tal fue el caso del profesor y doctor Francisco Cardoza Carballo.

Cardoza Carballo nació en este puerto de La Paz el 4 de mayo de 1913. En ese mismo año, en el interior del República acababa de ocurrir la Decena Trágica, episodio que concluyó con el asesinato del presidente Francisco I. Madero y el vicepresidente José María Pino Suárez. Este suceso marcó el derrotero de los siguientes 8 años que se vivieron en el país, ya que el territorio quedó sumido en una gran revuelta que fue denominada “Revolución Mexicana”. En nuestro Estado también se dieron enfrentamientos entre los grupos armados, esto a favor del restablecimiento del Gobierno Legal y Legítimo y las fuerzas del Gobierno, leales en ese entonces al traidor Victoriano Huerta. En aquel tiempo, el doctor Cardoza iniciaba su vida en este mundo, bajo el signo del cambio y de la rebeldía ante las imposiciones de la dictadura.

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Durante su educación primaria se distinguió por ser un alumno destacado y de buenas calificaciones, es por ello que sus padres lo apoyaron para que ingresara a la Escuela Normal de Profesores, ubicada en esta ciudad capital, la cual después se convertiría en la Escuela Normal Regional. Posteriormente, el joven estudiante se trasladó a la Ciudad de México para estudiar en la Escuela Nacional de Maestros, de donde se graduó en 1933 con la especialidad de maestro de Enseñanza Superior. Sin tregua ni descanso, cursó el bachillerato y la carrera de Medicina, de la cual se graduó con honores en el año de 1940. Con 37 años cumplidos y con toda la vitalidad a cuestas, Cardoza Carballo decidió regresar a su tierra natal, territorio gobernado en ese entonces por el general Francisco J. Múgica Velázquez, quien de inmediato lo contrató para atender el grave problema de tuberculosis que aquejaba Baja California Sur, ya que existían cientos de personas contagiadas con esta enfermedad. Cabe señalar que la tuberculosis es altamente contagiosa, puesto que se dispersa de forma aeróbica a través de las partículas de saliva que expelen los enfermos; dicha plaga estaba muy diseminada en aquellos años, sobre todo en las rancherías y comunidades aisladas de la geografía peninsular.

Es así como Francisco Cardoza —conocido cariñosamente como “Lico” Cardoza, su mote de infancia— inicia la construcción del famoso Sanatorio Antituberculosis “Roberto Koch”, el cual se situó en la esquina de las calles Nicolás Bravo y  Primo Verdad. En este sitio se ofrecía diagnóstico y atención médica a todas las personas que estaban contagiadas de dicho padecimiento, así como el internamiento de aquellos pacientes que por lo avanzado de su enfermedad requerían de cuidados permanentes. Algo que caracterizó a Cardoza Carballo fue su gran espíritu humanista, lo que se puso de manifiesto cuando se dio cuenta de que los hijos de las personas contagiadas por la mortal tuberculosis, quedaban en el desamparo por carecer de familiares que pudieran o quisieran hacerse cargo de ellos mientras sus padres estaban siendo atendidos en el sanatorio. Debido a lo anterior fue que promovió la creación del “Preventorio de Familiares de Pacientes Tuberculosos” en el cual se atendían a estas personas mientras sus padres eran sometidos a tratamientos médicos. Este sitio estuvo ubicado en la esquina de 5 de mayo e Ignacio Ramírez, donde actualmente es el Jardín de Niños “Rosaura Zapata Cano” en esta ciudad de La Paz. La cruzada de salubridad fue sumamente exitosa, con lo que se incrementó la cantidad de personas que se curaban y se disminuyó el riesgo de contagio de la enfermedad.

Dentro de su vasta obra profesional, el doctor Cardoza Carballo fue también el promotor y fundador de la Sociedad de Médicos en la Entidad; posteriormente fue fundador y director de los servicios médicos del IMSS y del ISSSTE en Baja California Sur. Algunos años antes contrajo matrimonio con María Asunción Macías Pérez, en cuya unión procrearon cuatro hijos, de los cuales Francisco y Rubén Cardoza Macías se dedicaron a la profesión médica, haciendo honor con su trabajo y entrega al legado que sus padres les heredaron.

Hablar de Francisco Cardoza Carballo es hablar también de su papel dentro de los movimientos políticos del territorio. Desde los años 30´s se formó en el Estado el famoso Frente de Unificación Sudcaliforniano (FUS), el cual buscaba que el Gobierno Federal volteara su mirada hacia esta parte de la geografía mexicana y diera los apoyos necesarios que Baja California Sur merecía. Aunado a lo anterior y como consecuencia de lo mismo, se pugnaba por que los sudcalifornianos decidiéramos de forma libre y directa a nuestro gobernante territorial y como requisitos necesarios se pedía que fuera nativo de sudcalifornia, asimismo, que hubiera vivido por varios años en estas latitudes, es decir, con arraigo.

En los años en que los Cardoza Carballo se integró con fuerza al FUS, el general Francisco J. Múgica fue designado como gobernador y jefe político del Territorio, quien siendo de espíritu liberal y convencido plenamente de la legitimidad y honorabilidad de este sentimiento “nativista”, a finales de 1945 puso su renuncia en manos de los integrantes del FUS, entre ellos Francisco Cardoza; con la intención de que acudieran ante el presidente Manuel Ávila Camacho y externaran sus peticiones tan anheladas. Y es así como esta pléyade de nobles hijos de la tierra californiana se dirigió a las oficinas del Presidente de la República en Palacio Nacional, para entregar el documento ya citado y plantear sus pretensiones. Al día siguiente, los miembros del FUS obtuvieron la respuesta favorable del mandatario, quien designó al general José Agustín Olachea Avilés como nuevo gobernador y jefe político del Territorio. Es importante mencionar que Olachea Avilés era nativo de sudcalifornia, y que a principios de 1930 ya había sido gobernador de esta region.

Para Francisco Cardoza Carballo, hombre de honor y de ideales bien definidos, la llegada del general Agustín Olachea a la dirigencia del Territorio daba por cumplida las peticiones que el FUS planteaba, por lo que se negó a formar parte del Gabinete Territorial, puesto que él no buscaba nada para sí mismo, y se retiró a desempeñar sus funciones como galeno reconocido y prestigiado. Lamentablemente, con la salida de Olachea Avilés de la jefatura política en 1956, los encargados del despacho así como los nuevos gobernadores eran para personas no nacidas en Baja California Sur, y tampoco estaban enterados de las necesidades de los habitantes de estas tierras, por lo que se fueron “al caño” las conquistas cívicas obtenidas. Por tal motivo, a partir de 1958, Cardoza Carballo reactivó su participación dentro del FUS, teniendo un papel destacado en mítines multitudinarios, marchas, reportajes en radio, televisión y prensa escrita. Durante el gobierno del general Bonifacio Salinas Leal, Cardoza y otros destacados miembros del FUS sufrieron represalias y acoso por parte de personas ampliamente reconocidas como “golpeadores y matones”, quienes eran leales al gobernador Salinas. No obstante, las amenazas no restaron el valor y arrojo de este gran sudcaliforniano.

En 1970, Franciso Cardoza tuvo un papel preponderante en el movimiento celebrado en Loreto, la primera capital de Las Californias, y a partir de este evento se redefinió la política del Gobierno Federal hacia nuestro Estado, designándose a un gobernador que cumplía con los deseos planteados por el FUS, en este caso fue Félix Agramont Cota. Finalmente, en 1975 nuestro territorio se convirtió en Estado libre y soberano, y se eligió por sufragio efectivo al primer gobernador, Angel César Mendoza Arámburo. También es importante mencionar que el doctor Cardoza fundó la clínica “Nuestra Señora de La Paz”, donde ejerció de forma privada su profesión aún después de su haberse jubilado de las diversas instituciones de gobierno en donde laboró.

El 12 de abril del 2009, a la edad de 96 años, Francisco Cardoza Carballo falleció tranquilamente y en paz, rodeado por sus seres queridos. Hombres y Mujeres del temple ya descrito son los que se necesitarán en todos los momentos de nuestra historia. Que la memoria de todos los sudcalifornianos tenga siempre presente la vida y obra de sus hijos más destacados, para que en los momentos de tribulación recordemos su ejemplo y sea estandarte y brújula para salir avante de cualquier suceso.

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El FUS y Loreto 70. Los movimientos que forjaron a Baja California Sur

FOTOS: Internet.

Tierra Incógnita

Por Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). La California del Sur ha luchado desde siempre por crear una identidad propia. A partir del siglo XX en que se estabilizan los procesos de poblamiento de nuestra tierra y se empieza la etapa de la industrialización de las principales cabeceras municipales, surge la imperiosa necesidad de promover el autogobierno por aquellos calisureños que conocían de primera mano las necesidades de estas tierras, así como las mejores formas de hacerla progresar. Este ímpetu regionalista fue lo que sentó las bases del movimiento que se llamó “F.U.S.” y el cual devino en la movilización “Loreto 70”.

El surgimiento del F.U.S. (Frente de Unificación Sudcaliforniano) no fue un hecho espontáneo. Desde muchos años antes de su integración habían surgido diferentes expresiones políticas en nuestro Territorio, sin embargo la mayoría eran de poca duración y sus propósitos se diluían una vez que finalizaban. Fue el 9 de julio de 1945 que surge en esta ciudad de La Paz, el Frente de Unificación Sudcaliforniano, teniendo su domicilio en el número 21 de la Calle Carlos M. Ezquerro, en la colonia Centro. Su lema fue “Liberación y progreso”. La directiva fundadora del organismo se integró por los siguientes ciudadanos: Francisco Cardoza Carballo, José H. Ramírez, Arturo Canseco Jr., Francisco Urcádiz, Jorge S, Carrillo, Francisco C. Jerez, Félix J. Ortega, Miguel L. Cornejo, Estanislao Cota y Félix Rochín C. El líder de este grupo fue el profesor y doctor Francisco Cardoza Carballo, quien conocía ampliamente las necesidades y carencias de los sudcalifornianos de los diferentes rincones de la entidad, puesto que en sus años de docente y estudiante de medicina había realizado largos recorridos por la geografía californiana.

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Es importante mencionar que todos los integrantes de la mesa directiva de este movimiento eran hijos de las familias aristocráticas de nuestra ciudad, quienes ansiaban regresar al poder político que les había sido arrebatado durante la época revolucionaria. Sin embargo, el deseo de obtener posiciones políticas tenía el objetivo de mejorar las condiciones de vida de los habitantes de nuestro territorio, el regresar la vida municipal, el que se reconociera el derecho de sus habitantes de elegir a su propio gobernador a través del plebiscito y que como principal característica que fuera “nativo” de estas tierras. Durante los cuatro años anteriores a la formación de este Frente, Baja California Sur estaba gobernando el general Francisco J. Múgica, quien desde la llegada a estas tierras emprendió una campaña de unificación de la sociedad civil en torno a la modernización de la entidad y estimuló la participación constante y decidida de sus pobladores en las actividades políticas y cívicas.

A 73 años, un gran paso

El general Múgica integró en su gobierno a varios de los ciudadanos que posteriormente aparecieron como fundadores del Frente, y siempre tuvo en gran estima las recomendaciones que éstos le hacían. Un evento de gran relevancia fue el que catapultó hacia las primeras esferas de la política nacional al F.U.S. J. Múgica les hizo entrega de su carta de renuncia a la gubernatura del territorio el día 7 de noviembre de 1945, y alentaba a sus dirigentes a que presionaran para que se nombrara a un gobernador nativo y con arraigo para estas tierras. Cuando hicieron llegar esta sorpresiva renuncia al presidente Manuel Ávila Camacho, toma en cuenta las peticiones de este grupo y decide nombrar al todosanteño José Agustín Olachea Avilés como el nuevo Gobernador del Territorio.

Al inicio de su gestión, el general Olachea hizo eco de las demandas del Frente y colocó en puestos de importancia a varios de los ciudadanos sugeridos por ellos, sin embargo con el paso del tiempo los fue sustituyendo a su arbitrio por lo que el F.U.S. perdió gran parte de la fuerza adquirida. Empero, durante los diez años que duró al frente del Territorio el general Olachea, el F.U.S. se convirtió en su gran aliado y ayudó al proselitismo político de los candidatos a presidentes Alemán Valdés y Ruiz Cortines, a cambio, el Gobierno Federal favoreció a nuestra entidad con progresos económicos, como fue la colonización y explotación en gran escala del Valle de Santo Domingo  y el Valle de San Juan de Los Planes. Dentro del F.U.S., en el año de 1947 fue sustituido el doctor Cardoza Carballo como dirigente por José H. Ramírez. Fue en el año de 1959 que el entonces presidente Adolfo López Mateos designó al general Bonifasio Salinas Leal como gobernador del Territorio de Sudcalifornia, con lo cual se agudizaron los enfrentamientos entre el F.U.S. y este mandatario. Constantes fueron las denuncias que realizó el Frente en contra Salinas, así como el grupo de comerciantes del que se rodeó, pero no fueron escuchadas en el Palacio Nacional. Fue hasta la llegada del presidente Díaz Ordaz, con Luis Echeverría Álvarez al frente de la secretaría de Gobernación, que el Gobierno federal volteó sus ojos hasta este abandonado brazo de la patria y se relevó al general Salinas de la gubernatura de la entidad.

El día 15 de mayo de 1965 llega a nuestro Estado con el encargo de Gobernador del Territorio, Hugo Cervantes del Río. Con este nombramiento llega el llamado “civilismo” a la dirigencia de nuestro territorio, en donde se cierra el capítulo de los gobernantes de origen castrense, una de las demandas más sentidas por parte del F.U.S. Durante el gobierno de Cervantes del Río, amigo muy cercano de Echeverría Álvarez, se dio gran impulso a la creación de una línea de transbordadores, la apertura de un nuevo aeropuerto y en general se realizaron grandes obras de toda índole: infraestructura educativa, impulso a la agricultura y al comercio, desarrollo pesquero y de la industria del turismo. Sin embargo, la efervescencia política de los sudcalifornianos no cedía y al contrario, se vio favorecida y fomentada por el mismo gobernador Cervantes. Fue en este tiempo que “La Asociación de Estudiantes Paceños en México” dirigida por el joven Rubén Cardoza Macías lanza un manifiesto en el cual pide la conversión del Territorio de Baja California Sur en Estado. Finalmente el 3 de mayo de 1969, ya para finalizar el periodo presidencial de Díaz Ordaz, que la llamada “Alianza Juvenil Pro-Estado Libre y Soberano y Gobernador con Arraigo”, hace un comunicado nacional al cual titula ¿QUÉ LOS HIJOS NATIVOS DEL TERRITORIO DE BAJA CALIFORNIA Y LOS ADOPTIVOS VAN A SEGUIR SIENDO POLÍTICAMENTE HABLANDO, LOS BASTARDOS DE MÉXICO? Poniendo de nuevo en el foco de atención nacional este caro anhelo de los sudcalifornianos.

La directiva de esta Asociación, que posteriormente ratificaría sus posiciones, estuvo integrada por Matías Amador Moyrón, presidente; Francisco Cuenca, secretario general; Javier González Rubio, tesorero; Enrique V. Ortega Romero, secretario de relaciones públicas; Heraclio Antonio Manríquez C., primer vocal; y Eduardo Almada Peñúñuri como segundo vocal. Desde mi óptica considero que el candidato Luis Echeverría Alvarez alentó las demandas del F.U.S. para promover la conversión de este territorio al Estado Libre y Soberano de Baja California Sur, y que al mismo tiempo que consolidaba el apoyo que se le daría para ser electo como presidente de la República, empezó a gestar la estrategia para consolidar la hegemonía del Partido Político del Estado Mexicano, el PRI, en esta entidad. Se utilizaron todas las estrategias de difusión (El periódico el “Eco de California” y la estación de XENT Radio La Paz para crear una gran efervescencia entre todos los ciudadanos de estas tierras. Una vez electo como Presidente, Echeverría ni tardo ni perezoso viaja a nuestro estado el 5 de julio de 1970, como una de sus primeras giras de trabajo, y al llegar sostiene reuniones de trabajo con la dirigencia priísta para instruirlos de cómo capitalizar las demandas que durante muchos años enarboló el F.U.S., y que fueran asumidas por la gente como emanadas del PRI.

El resultado de esta estrategia bien orquestada por el mencionado grupo político, que no fue ya el F.U.S., es la culminación del movimiento “Pro-Gobernador Nativo o con Arraigo” que tuvo lugar en la Magna Asamblea Territorial efectuada en Loreto, primera capital de las Californias, el 11 de octubre de 1970. En la mencionada Asamblea, Leopoldo Pérpuly Pagés, presidente del comité del PRI en la delegación de La Paz, llevó un comunicado de su partido en el que solicitaba se modificaran los artículos constitucionales respectivos para promover la Conversión a Estado del hasta ese entonces Territorio. Tras diferentes gestiones, esta instrucción dada meses atrás por el ahora Presidente, empieza a cobrar fuerza y así como la vía para concretarse. El primero de estos pasos fue el relevar de la Gubernatura de nuestro territorio a Cervantes del Río y colocar al ingeniero Félix Agramont Cota, como el encargado de esta importante etapa de transición de nuestra California milenaria. Lo demás es historia y será parte de otro reportaje.

El 11 de octubre de 1970, quedará grabado para la posteridad como la fecha en que los sudcalifornianos manifestaron su deseo tan acariciado de que a su media península se le integrara como un Estado Libre y Soberano en el concierto nacional y de que se les reconociera, no se les concediera, el poder elegir, por sufragio, a un ciudadano nativo y con arraigo para que los gobernara. Con ello sentaron las bases para que 5 años después, sus deseos se convirtieran en realidad. Sin embargo nunca olvidemos que el tronco del árbol que dio este delicioso fruto fue el Frente de Unificación Sudcaliforniano, que desde muchísimos años antes luchó a brazo partido por consolidar este sueño.