1

Familias homoparentales en BCS (II). Dos mujeres luchando por sus derechos

FOTOS: Cortesía.

Por Modesto Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). “Matty” y su pareja llevan casi dos décadas de relación amorosa, y 10 años criando a “Damián”. Como el Código Civil de Baja California Sur no lo contempla, a través de un amparo, en 2015 se casaron en La Paz, convirtiéndose así en el primer matrimonio igualitario de la entidad. Hoy en día libran otra batalla: que el Registro Civil del Gobierno del Estado de BCS reconozca plenamente a su hijo con los apellidos de ambas y se le expida un solo CURP que proteja la identidad del menor. De lograrse, sería la primera familia homoparental —o lesbomaternal— en BCS en conseguir este reconocimiento oficial en el Estado, como dos madres de un niño.

Justo este sábado 23 de junio en que se publica este artículo y en que en México se celebra el Orgullo Gay, con marchas y pronunciamientos en diferentes puntos del país, ellas convocaron a parientes, amigos, a la prensa y expertos en el tema a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, para denunciar su caso y seguir defendiendo sus derechos. Es en este marco de dar mayor visibilidad a la comunidad LGBTI que CULCO BCS publica este reportaje —la segunda y última parte—, obteniendo entrevistas exclusivas. Ésta es la historia de esta pareja de mujeres, pionera en conquistar sus derechos.

También te podría interesar: Familias homoparentales en BCS (I). La historia de dos papás y un niño

En 2003 se establecieron en La Paz, BCS, y según “Matty”, siempre con la visión de tener hijos, así que desde 2006 se empezaron a preparar. Fue su pareja quien concibió al bebé. Cuentan con imágenes y recuerdos desde el ultrasonido hasta el alumbramiento, en donde la primera estuvo presente y fue quien cortó el cordón umbilical —y lo recuerda con nostalgia, pues “Damián” ya está empezando a dejar de ser el niño pequeñito del que tienen innumerables fotos.

Ellas estaban convencidas que “los primeros cinco años serían los más importantes” para su hijo, procurándole desde los pañales hasta el pediatra con el fin de que creciera en un entorno saludable. Si bien la familia de su pareja es más reservada, no han tenido mayor problema en el convivio familiar en general. Y desde la estancia infantil, hasta el kinder y la primaria, las madres han tenido un trato respetuoso por parte de los encargados de los lugares donde han educado al menor.

Al ir creciendo —explicó “Matty”—, el niño “se fue dando cuenta que también existen ese tipo de familia (heterosexual); y él, de forma individual, decidió con quién compartirlo y con quién no; él mismo ha llegado a sus propias conclusiones y decisiones (…) Es chistoso, pues él cuida a los demás, él no se siente raro sino que el mundo se puede sentir raro porque tiene dos mamás”.

“Damián” ahora tiene 10 años, pero desde más pequeñito ha sido consciente del tipo de familia en la que está y expresó lo que siente al respecto. Él entiende que las mamás influyen más en “el pensar y los sentimientos”, y los papás en construir cosas materiales, “en mi caso me ha gustado más que me enseñen a pensar y actuar; de mi tío, he aprendido sobre cosas materiales, pero para mí es primero pensar que actuar”. Aseguró que nunca ha sufrido bulliyng, y que ha platicado con sus amiguitos cómo es situación sin que esto genere inconvenientes; “yo más que sufrir, yo trato de que ellos no lo malintrepreten (…) Para mí ha sido ‘padre’ (tener dos mamás), si intento tener otra familia sería raro para mí”.

No es una moda

Al cuestionar a la mujer si la sociedad estaría preparada para reconocer socialmente a este tipo de familia, aseguró que sí. “La sociedad sí esta preparada y éstas familias han existido siempre (…) No es siquiera la moda o algo así lo que se ha mencionado también —como un argumento vacío, a mi parecer—, sino más bien es la legalidad que se le ha empezado a dar, el marco jurídico y la certidumbre, y en ese camino de los Derechos Humanos, de la inclusión, y de la prevención y erradicación de la discriminación, que se han venido a dar varios logros públicos y eso son los que han generado cosquillas para que socialmente estemos preparados (…) La ley ya esta preparada, las familias ya existen, ahora en estos avances en Derechos Humanos, han empezado a mostrarse más, pero no significa que no estuvieran, que no existieran.

Abundó en que “hay muchos tipos de familia. Las configuraciones de familia han ido cambiando, y también los conceptos jurídicos (…) Si tienen una duda, si tienen curiosidad o el morbo de poder entender a cualquier relación homoparental, homosexual, yo digo que el vínculo que nos une a todos es que somos humanos y el afecto que es el amor, es la unidad dentro de la diversidad, nos une el amor y la humanidad”. Por supuesto, como cualquiera, han pasado por malos momentos o desacuerdos, incluso, esta entrevista no la quiso dar la pareja pero respeto la decisión de “Matty” de sí concedérnosla.

En su relato, contó que ni el niño ni ellas han sufrido de discriminación en el entorno familiar, educativo o laboral; en sus trabajos, “al contrario, (han encontrado) la solidaridad, la inclusión, la empatía; están abiertos a vernos mas allá de una etiqueta. Si tuviese que mencionar la discriminación es en las instituciones públicas al momento de cuestiones de género, del matrimonio igualitario, del reconocimiento de nuestro hijo (…) Ha sido un camino interesante de resiliencia, de tolerancia, donde hemos tenido que enfrentar la discriminación de las instituciones públicas que curiosamente tienen sus propios mecanismos legales para combatirla”. Y se refirió en concreto al Registro Civil Estatal “que es el ‘coco’ de todos aquí el Estado, no soy la única, por ahí varias activistas y personas han también sufrido discriminación por parte de esa autoridad estatal”

¿Qué es lo que han solicitado ante esa instancia y no se les ha otorgado? El niño tiene dos actas de nacimiento, la primera —o “primigenia”, con apellidos de la madre biológica— y la segunda con los apellidos de ambas; mismo caso que el CURP. Lo que buscan es: modificar para tener una sola acta (con los apellidos de las dos) para que se dé certidumbre jurídica al niño; poner en reserva el acta primigenia; y unificar y consolidar un solo CURP para el menor de edad; si esto no se hace a cabalidad —como hasta la fecha—, el menor queda desprotegido para realizar trámites oficiales, como un pasaporte. Desde hace un año, aproximadamente, comenzaron el acercamiento al Registro Civil, y llevan alrededor de seis meses presionando ya con medidas jurídicas, con un amparo que llevó ya una orden judicial.

Ahorita no

Sobre este caso en particular, CULCO BCS se entrevistó con Sergio Aguilar Avilés, director del Registro Civil del Gobierno del Estado de BCS, quien subrayó que él se responsabiliza de asumir las consecuencias por negar el reconocimiento pleno de “Damián” con los apellidos de las dos madres tal como ellas lo han pedido, pues uno de los cuestionamientos fue si habría alguien detrás de esta decisión, si algún “jefe” se lo impedía.

El licenciado Aguilar Avilés señaló que él está para aplicar el Código Civil vigente en BCS, donde este tipo de casos no se contemplan; al preguntarle si no hay otras leyes nacionales, internacionales —e incluso locales— que protejan al menor, volvió a su postura de que en BCS “no tenemos la legislación” para hacer lo que la pareja busca. Está atrincherado en apegarse a lo que mandata el Código Civil del Estado.

Al comentarle que esto apuntaba a un acto de discriminación, aceptó que de entrada así es, pero que acataría la resolución de un ordenamiento federal, señalando que así lo hizo y mostrando el amparo que se interpuso. Hizo una parte de lo solicitado por la pareja, quienes obviamente, siguen inconformes. Esto ha escalado de tal modo que ellas ya le han interpuesto una denuncia penal en el Ministerio Público por actos de discriminación. En la opinión del Director del Registro Civil, el fondo del asunto “probablemente sea una confusión”, refiriéndose a “el planteamiento del amparo”. Hasta este viernes 22 de junio en que él fue abordado, no ha resuelto a favor de esta familia homoparental.

En el caso de que una mujer con hijos tenga una nueva pareja —varón— que desee otorgarle su paternidad a éstos, le llevaría menos de media hora acercarse al Registro Civil  del Gobierno del Estado de BCS, y obtener un reconocimiento legal y oficial, lo explicó el propio funcionario. Sin embargo, para el caso de parejas homosexuales no existen estos derechos. Ni siquiera el matrimonio, menos aún, el reconocimiento de menores con dos padres o dos madres. Si se llegara a lograr pronto, “Damián” sería el primer menor de edad en ser reconocido oficialmente por el Gobierno estatal como hijo de una pareja del mismo sexo, lo que por supuesto, sentaría un precedente en la media península.




Familias homoparentales en BCS (I). La historia de dos papás y un niño

FOTOS: Modesto Peralta Dlegado.

Por Modesto Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Si algo repitieron —y mucho— las familias conformadas por homosexuales con hijos en La Paz, BCS, entrevistadas por este medio, es que son iguales en varios aspectos a las denominadas tradicionales, encabezadas por un varón y una mujer. “Incluso podemos a llegar a ser tan cotidianos y aburridos como cualquier otra, no tenemos nada extravagante”, dijo Arturo, quién vive bajo el mismo techo hace dos años y medio con su novio Ebenezer, papás de “Emmanuel”, de 8 años. Ellos tienen 6 años de relación, y con planes de boda, serían la primera pareja de varones en contraer matrimonio en La Paz.

En exclusiva para CULCO BCS, ésta y otras familias fueron entrevistadas en el marco del Mes del Orgullo Gaya nivel mundial, el 28 de junio es el Día del Orgullo Gay, aunque en México este año celebrará al día 23. Este medio contactó otros casos fuera del municipio de La Paz, sin embargo, por razones personales no aceptaron, lo que no significa que este tipo de grupos familiares no existan en diferentes ciudades del Estado. Este texto es l primera de dos partes que integrarán un amplio reportaje sobre las familias homoparentales en BCS. Esta es la historia de ellos, publicada también en el marco del Día del Padre, día en que “Emmanuel” entregó dos regalos hoy domingo 17 de junio.

También te podría interesar: La Reina Gay de México es de La Paz. Buscará el triunfo en España.

Arturo Villagón tiene 33 años y es administrador de una empresa que se dedica al mantenimiento de inmuebles; su pareja es Ebenezer Lössel, también de 33, coordinador de créditos en un banco. Arturo se reservó de contar las circunstancias en torno al nacimiento de su hijo, aunque aseguró que lo ha tenido “amorosamente y con cuidados desde el primer día que nació” con el consentimiento de la madre biológica —no viven juntos pero conviven a diario—, “con plena autorización de ella; el niño convive con su madre todos los días, respeta a su madre, pero él es consciente de que él vive en una familia con dos padres“.

¿Cómo es un día cotidiano? Ebenezer contestó que “Tan normal como cualquier otra. Nos levantamos los tres. Arturo hace el desayuno, levanta al niño; yo tiendo la cama; discutimos para que haga la mochila; nos ponemos a desayunar; dan 15 para las 7 y el niño tiene la obligación literal de abrir el portón de la cochera; salimos a trabajar. Dan las 2 de la tarde, pasamos por él, vamos a la escuela, comemos también en la casa; Arturo se dedica a hacer la comida, él a hacer la tarea. ¿Qué te digo? Tan normal como cualquier otra familia, con las mismas prisas, discusiones, los mismos cariños y amores que cualquier otra”. Además de visitar a sus respectivos padres, todos juntos suelen frecuentar a tres familias de amigos heterosexuales con hijos pequeños que se reúnen para carnes asadas; o bien, van de vacaciones a Los Cabos, al cine a ver películas infantiles o a comer hamburguesas o pizzas. “La vida de uno gira alrededor de la criatura (…) Dejamos de lado, en ocasiones, los intereses personales de adulto para que el niño se sienta bien”.

“Emmanuel” va en tercer año de primaria y, a pregunta expresa sobre si alguna vez ha sufrido bullying por tener dos papás, enfatizaron que no, “¡jamás! —dijo Arturo. Es un niño muy normal, incluso es muy amiguero, creo que es de los populares del salón, tiene muchos amigos, y realmente es un niño muy activo y está plenamente consciente de la familia en la que vive, de cómo es su entorno y nunca hemos tenido ningún problema”. La relación con las familias de cada uno también transcurren sin ninguna particularidad. “Un día íbamos al cine y volvíamos, y mi sobrina más pequeña de 5 años me preguntaba ‘Oye, Tío, ¿por que mi tío Eber es mi tío?’, y le dice su hermano de 10 años “¡Porque están casados! ¡¡Son maridos!!’. Y ella a sus 5 años con cara de ‘¡Ah, sí cierto’. Esa es la facilidad que tienen los niños para acercar a las familias diversas; es uno que está grande el que empieza a buscarle morbo a cuestiones que no van”.

Frente extremista

En Baja California Sur existe el Frente por la Familia Natural, presidido actualmente por Alan Loubet, cuyas campañas han causado polémica debido a su posicionamiento en contra del matrimonio igualitario y la adopción de hijos por parejas del mismo sexo, entre otros temas; en sus conferencias han sostenido que hay cura para la homosexualidad y que los menores bajo la tutela de dos mujeres o dos hombres sufrirían graves daños. Al cuestionarles a Arturo y Ebenezer su opinión sobre este tipo de posicionamiento —o la de todos que crean que un menor de edad podría ser inducido a la homosexualidad siendo criado por gays—, consideran que es una postura extremista e ignorante.

“Realmente creo que son opiniones de grupos extremistas. Nunca, al menos en nuestra situación, nunca hemos tenido algo que ver con eso. Realmente me sorprende cuando veo las noticias o un reportaje sobre los posibles daños que pueda tener algún niño y creo que no existe. Obviamente, hay problemas como en cualquier otra familia con niños, tenemos nuestras complejidades en el día a día, pero nunca, creo, que es hacerle daño a un menor. Más en una condición como las familias homoparentales, o sea, es tan difícil ser un padre biológico y llevar la crianza de un hijo, ¡ahora imagínate una familia homoparental, es todavía mucho más complicado!, no solamente por el tema del tabú, también por la estigmatización. Precisamente eso que dice el Frente nos estigmatiza y nos señala, entonces, aún así somos más cuidadosos (…) buscar siempre cuidar la rectitud y todo para que la sociedad no tenga donde rascarle, decir ‘No es que a ese niño lo cuidan dos hombres, de seguro le hacen esto’. Somos muy cuidadosos con todo y jamás pensaríamos hacerle un daño a un niño”, declaró Arturo.

Ebenezer abundó en que “como cualquier otra familia, de manera personal, como papá tenemos los mismos cuidados y sobre todo los mismos miedos (…) Como cualquier papá siempre aspiramos a que el niño se desarrolle sanamente física y emocionalmente (…) Uno de mis principales miedos es que este tipo de Frentes, los cuales yo respeto, porque al final del día yo sé que su opinión se basa mucho en ocasiones en la ignorancia precisamente, de conocer familias como las de nosotros y es por eso que nos abrimos, precisamente, para que conozcan familias como la que yo tengo, como la que tenemos, para que sepan que es normal, para que sepan que un niño se desarrolla igual (…) Somos tan básicos y tan tradicionales que una de las llamadas familias tradicionales“.

Activismo inconsciente

La pareja señaló que aunque respetan a la comunidad LGBT, no se consideran precisamente activistas, sin embargo, creen que en el día a día, sin ocultarse, y en el hecho mismo de aceptar esta entrevista, aportan algo. “Yo creo que ese más que nada es un activismo inconsciente que hacemos todos los días, y no hemos tenido la necesidad de marchar, creo que el activismo lo hacemos todos los días (…) No me veo yo en la necesidad de etiquetarme”, contó Arturo, quien sonrió al decir que nunca tuvo necesidad de salir del clóset porque nunca estuvo, que él y sus papás asumieron que era gay y que en ese sentido no vivió un drama por aceptar su orientación sexual.

“Así como los amigos o la familia asumen que uno es gay, los amigos asumen que uno es familia —completó Ebenezer—, porque toda nuestra dinámica es así. Cada mes recibimos invitaciones para piñatas, y ahí vamos a la piñata, llevamos regalo y ¿quién dice algo? Nadie (…) Pienso yo que mostrarnos al mundo es simplemente saber que hay otros moldes que funcionan tan bien, o tan mal, o tal igual que el molde tradicional”.

Por último, una curiosidad que expresaron durante la entrevista fue que a pesar de que ambos son de diferente religión —Ebenezer pertenece a la iglesia evangélica y su novio fue criado en la católica—, su hijo cree en ‘Diosito’ y no entran en controversias de este tipo: “al niño le hemos tratado de inculcar el respeto al ser humano en general, no es una cuestión de doctrina religiosa, yo creo que las religiones al fin y al cabo, el común denominador es el amor y es lo que le inculcamos al niño: amar a los demás, respetar a los demás, tratar bien a los demás, como desearías que te trataran”.

(*) El nombre del menor ha sido cambiado.