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Día Mundial de la Salud Mental. ¿Cuándo necesitarías consultar a un psiquiatra?

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Sexo + Psique

Por Andrea Elizabeth Martínez Murillo 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El pasado 10 de octubre se conmemoró el Día Mundial de la Salud Mental, fecha que sirve para visibilizar y concientizar a la población sobre su importancia, sin embargo, pese al paso del tiempo y los avances científicos y tecnológicos en la materia, pareciera que la salud mental no es considerada como vital por parte del Estado, las instituciones, los lugares de trabajo, la escuela y hasta la familia. Aun se escuchan comentarios del tipo Sólo los locos van al psicólogo para seguir negando los problemas mentales que pueda tener. Pero, ¿por qué es tan importante?, ¿a qué nos referimos con una adecuada salud mental?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Por lo tanto, la salud mental es un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad. En este sentido, la salud mental es el fundamento del bienestar individual y del funcionamiento eficaz de la comunidad1.

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Cómo se mencionó anteriormente, para hablar de salud mental, debemos de hablar de bienestar biopsicosocial, y aunque no tenga un trastorno de personalidad o una enfermedad mental, puede ser que no tenga una salud mental adecuada debido a experiencias pasadas, a la forma en la que percibo el mundo, a dolores que traiga arrastrando, a secretos que me vea obligado a guardar, que este viviendo una situación de violencia —de cualquier tipo— o simplemente que mis capacidades de afrontamiento al estrés de mi vida diaria no están resultando como yo lo planeaba.

Dentro de los factores externos de la mala salud mental encontramos condiciones de trabajo estresantes, discriminación, exclusión social, modos de vida poco saludables, riesgos de violencia, mala salud física, cambios rápidos que no me permitan un ajuste emocional, no tener cubiertas las necesidades básicas, entre otras, mientras que dentro de los factores internos podemos hallar poca tolerancia a la frustración, impaciencia, victimismo, proyección —sólo ver los problemas de los demás, pero no los propios—, problemas para conciliar el sueño, problemas para establecer límites, y más.

Es importante mencionar que los trastornos mentales tienen causas de carácter biológico, dependientes por ejemplo de factores genéticos o desequilibrios bioquímicos cerebrales, por lo que, una vez identificado el trastorno debe existir la medicación correcta —es decir, acudir al médico especialista, el psiquiatra—, recordemos que es una enfermedad, tal cual como si tuviéramos cáncer o diabetes, entre otras enfermedades crónico degenerativas, si yo no atiendo mi depresión, el trastorno bipolar de la personalidad u otros trastornos de ansiedad, se pueden salir de control y empezar a interferir en mi vida cotidiana.

Roger Aguilar, redactor de la revista El Comercio, recupera la entrevista de Carlos Bromley, médico psiquiatra del Minsa, en donde explica las causas usuales para el desarrollo de las enfermedades mentales, que, en orden cronológico, son tres:

  • En primer lugar, estas tienen que ver con una predisposición biológica, por lo que las personas con familiares cercanos que tienen depresión, por ejemplo, van a nacer con una predisposición a tener esta enfermedad.
  • En el segundo lugar se encuentran los factores de crianza, que están relacionados a cómo crecieron las personas en los ambientes familiares, del colegio y de sus barrios. “Esto es importante, porque dentro de toda la población adulta que sufre de problemas de salud mental he encontrado que alrededor del 50% la inició siendo menor de edad por el tema tanto de los factores biológicos y los factores de crianza”, explicó. “Lo que pasa en la infancia y adolescencia repercute en nosotros como adultos. Es por eso que se tiene ese porcentaje. En todos los adultos que tienen algún tipo de problema de salud mental, el 50% lo inició en la infancia o en la adolescencia”
  • La tercera causa está relacionada a los problemas de la vida cotidiana como adultos2.

Pero, ¿cómo medir la salud mental?, ¿cómo sé cuándo necesito ayuda?, recupero lo que expuse en el artículo sobre la importancia de acudir al psicólogo:

Cuando quieres cambiar y no puedes

Cuando el estrés domina tu vida

Cuando tus preocupaciones te rebasan

Cuando ejerces violencia o eres víctima de ella

Cuando no puedes hablar de tus emociones

Cuando la soledad pesa demasiado

Cuando no puedes decir cosas positivas de tu persona

Cuando la crítica es lo primero que piensas

Cuando no puedes decir no

Cuando te es difícil poner límites

Cuando no estas feliz con cómo eres o en el lugar donde estás

Cuando sientes un vacío existencial pese a tener lo que habías querido

Cuando tu pasado te atormenta

Cuando sientas que el futuro es aterrador o no te motiva pensar en el

Cuando tengo problemas para conciliar el sueño por estrés, ansiedad, preocupaciones del día, entre otras

Cuando sienta que las cosas o personas que antes me gustaban ahora ya no me motivan

Cuando me siento inútil o culpable continuamente

Cuando siento que no tengo la misma energía de antes para hacer las cosas

Cuando tengo sentimientos de desesperanza o tristeza frecuentemente

Cuando tenga problemas para concentrarme o sienta que estoy perdiendo la memoria

Cuando sienta que no me tenga en alta estima y las críticas de los demás pesen demasiado

Cuando mis pensamientos me lastiman

Cuando sientas que has perdido el rumbo

Los motivos para preocuparse por la salud mental personal son múltiples, pero en todos y cada uno de ellos, es necesario que yo me dé cuenta que no estoy a gusto con la vida o con el momento actual que estoy pasando y es esa incomodidad, la que da una señal de alerta para que haga las cosas de forma distinta y me movilice a buscar ayuda profesional.

Bibliografía

  1. (2018). Salud mental: fortalecer nuestra respuesta. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response
  2. El Comercio. (2021). Salud mental: cada 60 minutos se atiende a 141 personas con problemas psicológicos en la pandemia. https://elcomercio.pe/lima/minsa-salud-mental-cada-60-minutos-se-atienden-a-141-personas-con-problemas-psicologicos-en-la-pandemia-noticia/?ref=ecr

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Dermatitis nerviosa, cuando la piel habla lo que la boca calla

FOTO: Internet.

SudcaliCiencia

Por Marián Camacho

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). “Hola, ¿cómo estás?” – un saludo de cortesía que, por regla general, espera recibir una respuesta básica del tipo “Muy bien, gracias ¿y tú?”. Sin embargo, cuando escucho que alguien contesta de esa manera, aunque no se dirija a mí, siempre trato de observar cuidadosamente su cara en búsqueda de las huellas del estrés oculto en su piel. Conozco muy bien las formas en las que la piel, principalmente la del rostro, puede manifestar sentimientos y estrés que no siempre son verbalizados. Esto es básicamente porque, desde el inicio de mi adultez, tengo signos y síntomas de dermatitis nerviosa o neurodermatitis.

La neurodermatitis consiste en una afección cutánea con comezón asociada y exacerbada por un rascado excesivo. La incidencia estimada de esta condición cutánea en la población general oscila entre el 2 y el 20%, se presenta principalmente en adultos de mediana edad, predominantemente de 30 a 50 años, siendo las mujeres más afectadas que los hombres. La neurodermatitis se manifiesta como lesiones en áreas del cuerpo que son fácilmente accesibles para los dedos (por ejemplo, cara, parte posterior del cuello, cuero cabelludo, brazos y piernas).

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Esta condición de la piel parece comenzar con un herida menor, infección o lesión que produce comezón y posterior rascado. Rascarse alivia la comezón y produce una sensación agradable, lo que aumenta la probabilidad de rascarse de nuevo en presencia de comezón. Los pacientes informan de esta mayor probabilidad de rascarse como un “impulso incontenible”. Por lo tanto, se inicia un ciclo que consiste en comezón, rascado y alivio, el cual puede mantenerse durante un período prolongado de tiempo. El rascado continuo y severo puede producir liquenificación. Una reacción cutánea al rascado que consiste en parches de piel bien definidos, engrosados ​​y escamosos.

El origen y los mecanismos de cronificación de la neurodermatitis son de causa desconocida para muchos casos. En estudios de los años setenta, se sugirió que la dermatitis era una manifestación de agresión inhibida, feminidad reprimida, conflictos edípicos, conflictos parentales, superyó punitivo o una expresión de agresión masoquista. Sin embargo, los nuevos estudios que examinan el origen de los trastornos dermatológicos se han centrado principalmente en la existencia de trastornos psiquiátricos en estos grupos de pacientes. Algunos factores de estrés psicológico, como la tensión emocional, el nerviosismo, la ansiedad, la depresión y la disfunción sexual, sugieren tener un papel en el origen de esta patología.

El estrés psicológico puede desencadenar la activación de numerosas respuestas fisiológicas en los sistemas endocrino, nervioso e inmunitario. Hace casi 100 años, se planteó la hipótesis de que la liberación de sustancias (adrenalina, epinefrina, etc.) por la médula suprarrenal durante el dolor y otras emociones intensas, era una adaptación evolutiva para la supervivencia. Por ejemplo, un encuentro con un depredador induce un estrés psicológico agudo que a su vez activa la liberación de sustancias de la médula suprarrenal. Las sustancias liberadas por la médula suprarrenal inducen cambios fisiológicos profundos (aumento de la circulación a los pulmones, corazón y extremidades; aumento del vigor cardíaco y aumento del contenido de azúcar en la sangre; cese de las actividades del canal alimentario) que dotan a la presa prevista para huir o para lucha.

Sin embargo, la connotación de angustia emocional como una adaptación para la supervivencia ha cambiado drásticamente para la mayoría de los humanos modernos. Hoy, por ejemplo, puede haber estrés psicológico debido al divorcio o el desempleo, y las respuestas fisiológicas periféricas asociadas con el estrés continúan siendo las mismas que cuando huíamos de algún depredador en la época de las cavernas, aunque estas respuestas frecuentemente no sean las deseadas. Así, desde hace algún tiempo, se postula el concepto de que el estrés psicológico afecta la salud de un individuo. La evidencia experimental acumulada está comenzando a delinear cómo el estrés puede inducir o exasperar los procesos de la enfermedad.

La piel, órgano más grande del cuerpo humano, es bombardeada diariamente por factores ambientales dañinos que incluyen agentes infecciosos y tóxicos, alérgenos, luz ultravioleta y de acción mecánica. Por lo tanto, está equipada con propiedades innatas y adaptativas para responder a esa miríada de factores ambientales. Asimismo, la piel también parece ser especialmente sensible a los estresores psicológicos. En este sentido, se sugiere que los estados emocionales negativos son el principal componente de la personalidad de los pacientes con neurodermatitis: mayor tendencia a evitar el dolor, mayor dependencia de los deseos de otras personas, conformismo, obediencia, habilidades sociales o recursos interpersonales pobres y una falta de flexibilidad.

Sin embargo, actualmente no está claro si los factores emocionales son secundarios a la enfermedad dermatológica primaria o si son primarios y causales (alteración de la percepción de la comezón). Se ha postulado que los neurotransmisores que afectan el estado de ánimo, como la dopamina, la serotonina y los péptidos opioides, modulan la percepción de la comezón a través de las vías espinales descendentes. En este sentido, se sabe que la enfermedad empeora cuando los pacientes están bajo condiciones estresantes que involucran trabajo duro o relaciones humanas conflictivas.

La influencia del estrés y los factores psicológicos en la piel implica que existen factores químicos que traducen una emoción en una lesión cutánea. Estos factores son probablemente neurotransmisores y hormonas. Cuando se experimenta estrés, se describen fenómenos similares en el sistema nervioso, la sangre y la piel. Sin embargo, este no induce dermatitis en todas las personas. Algunos autores han propuesto dos posibles explicaciones. Primero, la aparición de un trastorno cutáneo después de un estrés podría estar relacionado con perfiles de personalidad particulares y, quizás, con perfiles de neurotransmisores particulares en respuesta a este.

En segundo lugar, este hecho podría estar relacionado con los antecedentes genéticos e inmunes. Considerando que la segunda hipótesis es más probable que la primera. Algunos estudios clínicos han demostrado el papel del estrés en las enfermedades cutáneas. Por ejemplo, después de un terremoto en Hanshin (Japón), la dermatitis atópica fue más severa en las regiones donde las destrucciones fueron más catastróficas, y el estrés percibido fue más intenso en personas con dermatosis inflamatorias que en sujetos sanos.

El proceso de rascado en las personas que viven con neurodermatitis produce un gran placer durante el estrés emocional y puede volverse habitual en el tiempo y, aunque esta afección cutánea no es potencialmente mortal, puede producir una importante carga psicosocial. Al respecto, existe un creciente conjunto de evidencia que indica un impacto negativo de la neurodermatitis en la calidad de vida de los pacientes. En estudios al respecto, se ha demostrado que los síntomas y sentimientos tienen un impacto fundamental en los pacientes, lo que indica que el control de la comezón mejoraría la calidad de vida de manera significativa. Sin embargo, el ciclo de “comezón-rascado” es extremadamente difícil de parar.

El manejo de la neurodermatitis puede ser difícil dada la naturaleza poco comprendida y multifactorial de la condición. Existe una falta de estudios que evalúen exclusivamente los tratamientos en pacientes con esta condición y, como resultado, existen pocas terapias dirigidas. Sin embargo, aunque el número de estudios que evalúan las opciones de tratamiento para la neurodermatitis ha aumentado en los últimos años, aún sigue habiendo una escasez de evidencia de alta calidad que evalúe la utilidad y eficacia de estos tratamientos en pacientes con esta afección..

Los enfoques dermatológicos para tratar la neurodermatitis incluyen el uso de jabones suaves, cremas con corticosteroides, antihistamínicos y control dietético. Sin embargo, los agentes antipruríticos tropicales específicos no son muy útiles para evitar la comezón. Las cremas con glucocorticoides, la terapia con base ultravioleta, la ciclosporina oral, la talidomida, los glucocorticoides y la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea pueden ser efectivos en el tratamiento de la neurodermatitis, desafortunadamente en todos estos tratamientos es difícil prevenir la recurrencia.

En los últimos años, los investigadores prestan más atención para modificar los comportamientos no adaptativos de los pacientes. Al respecto, las terapias cognitivo-conductuales han dado buenos resultados. El psicoanálisis y la psicoterapia, basados ​​en ayudar al paciente a resolver conflictos hipotéticos subyacentes presumiblemente relacionados con esta afección de la piel, se han utilizado en su tratamiento exitoso.

Una comprensión integral de los mecanismos mediante los cuales el estrés psicológico contribuye a los procesos de la enfermedad, puede profundizar nuestra comprensión de la conexión mente-cuerpo y puede proporcionar enfoques novedosos para el tratamiento del paciente. En este sentido, terapias alternativas como el yoga y la meditación se sugieren como actividades que suman a la búsqueda de la eliminación del estrés en pacientes que vivimos con los “nervios a flor de piel”.

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¡Cómo me da coraje tener vacaciones y no poder disfrutarlas!

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Amanecer en el malecón de Loreto. Fotos: Modesto Peralta Delgado.

Colaboración Especial

Por Rebeca Olachea Pérez

 

“Vamos a la playa oh o-o-o-oh, vamos a la playa oh o-o-o-oh /  Vamos a la playa oh o-o-o-oh, vamos a la playa oh oh oh / Vamos a la playa, la bomba estalló / Las radiaciones tuestan y matizan de azul”.

Los Joao. 1983.

La Paz, Baja California Sur (BCS). Ya se acercan las vacaciones. Dos semanas, una semana, o aunque sea dos días, pero tendremos un descanso. ¿Qué haremos los paceñ@s? Como ya es bien sabido por todos, nos gusta ir a la playa. Ya sea unas horas o quedarnos a acampar. Viajar a los lugares maravillosos con los que cuenta el estado y pasárnosla de lo mejor. La mayoría de los sudcalifornianos conocemos de sobra la perfecta combinación de playa y sol. Aunque en Semana Santa todavía el clima no es abrasador, nos regala unas excelentes horas vespertinas adecuadas para ir al mar y disfrutar. Sí, ya me vi. ¿O no? No todos somos así. Siempre tenemos a algún conocido o familiar que no va a la playa, que no sabe ni nadar, es más, que ni siquiera descansa. Para esas personas las vacaciones es época de más trabajo, de más estrés, de más “quehacer”. ¿A poco no? Se acaban las vacaciones en un suspiro y no sienten haberse relajado, sino todo lo contrario.

Existen personas que no gozan sus días de asueto. Ni en su propia casa. Lo más adecuado es que aprendamos a disfrutar de nuestro tiempo libre. Aquél que queda después de haber trabajado y/o estudiado. En ocasiones disfrutar y relajarnos no es una tarea fácil. La casa, los hijos, las preocupaciones nos llevan a una actitud que aún estando de vacaciones, no descansamos ni de nuestros miedos ni de nuestras aprehensiones. Nos quedamos con las ansiedades de la oficina, de la escuela, de las notas, de los resultados, de las ganancias. Los que tienen suerte llegan a la relajación precisamente el día antes de regresar al trabajo, con más cansancio que al inicio.

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Empecemos por el principio, ¿qué son las vacaciones? Según Wikipedia “vacaciones” son los días que se debe de descansar indefinidamente sin molestias y es la época cuando  las personas deben disfrutar de sus cosas favoritas. Todos debemos tener derecho a este merecido descanso pero lamentablemente no es así. En el esquema mundial, México es uno de los países con el régimen más duro, otorgando sólo 6 días de vacaciones pagadas por año laboral, hablando de la iniciativa privada. Los países con más vacaciones se encuentran dentro de la Unión Europea. Francia y Finlandia son los más generosos del mundo, con más de 30 días de descanso al año.

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Cabo San Lucas.

Entonces, si tenemos pocos días de descanso hay que aprovecharlos al máximo. Todo el año esperamos con ansías las vacaciones para tener una tregua y por fin, lea Usted bien, ¡por fin, hacer todo eso que no hemos realizado! Algunas personas no saben disfrutar el privilegio de tener unos días de reposo. Por ejemplo, las mujeres toman esos días para hacer los quehaceres de limpieza y orden que no tienen tiempo de hacer el resto del año. Realizar trámites o arreglos a la casa. Los hombres también utilizan esos días para llevar el auto al mecánico, pintar, arreglar artefactos domésticos, etcétera. ¿Y las vacaciones? “Bien, gracias. La próxima vez si las disfrutaré”. No debería ser así. Para empezar, los compromisos y quehaceres que se tienen se deben de hacer en el momento adecuado, no esperar a un descanso para entonces llenarlo de faenas. El tiempo que se nos otorga para descansar debe ser para eso, para relajar cuerpo y alma. De plano si ya es mucho la urgencia de esos quehaceres, se pueden realizar en  vacaciones pero dividiendo el tiempo. La mitad de tus días de descanso para sacar esos apuros y la otra mitad para disfrutar.

Aparte de hacer ocupaciones pendientes las peores decisiones puede ser por ejemplo, viajar sin tener interés de hacerlo. Ir a visitar familiares que no tienen ganas de ver, a un lugar donde no quieres estar, con personas con las cuales no quieres convivir, a hacer cosas que no te gustan.

Cuando niña siempre le decía a mi padre que fuéramos a acampar o a pasar unos días a otra ciudad. Me contestaba que sí, pero la mayoría de las ocasiones me decía: “no, porque la casa se va a quedar sola”. A mí me causaba mucha gracia. Me imaginaba a la casa llorando de soledad. Ahora que soy adulta comprendo totalmente su preocupación. No puede uno irse tranquilo pensando que literal, la casa estará sola.  Ahora entiendo que la casa no es la que va a llorar, los que lloramos somos nosotros si al llegar descubrimos que nos robaron o que algo malo pasó. La situación actual es peor aún que hace años atrás, pero de alguna manera tenemos que hacer el esfuerzo en confiar y sentirnos seguros, claro está tomando las precauciones necesarias. En algunos casos no tenemos opciones y si nos tenemos que quedar en casa o salir solamente unas cuantas horas. Aun así hay que disfrutar al máximo y no estar pensando en lo malo que puede suceder.

Hay que animarnos y obligarnos a disfrutar de las vacaciones. El trabajo en numerosas ocasiones se vuelve un lugar dónde pasamos más tiempo que en nuestras propias casas. Eso presiona al cerebro a crear una necesidad del ambiente de estrés. No lo permita. Esconda el portafolio, la mochila, el bolso que carga día con día. Sea consiente que tiene unos días para descansar y póngase la tarea de no ser un espectador del descanso, si no el principal protagonista de sus vacaciones.

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Playa El Requesón.

Planee su descanso sin excederse en las actividades ni horarios estrictos. No va a poder hacer en esos días lo que no ha hecho en años. Recuerde que los días sólo tienen 24 horas. No puede ir a Chiapas, al museo, al cerro, hacer ejercicio e ir por un helado el mismo día. Escoja las actividades que prefiera hacer, las que le causen dicha y paz. Pero sobre todo, escoja muy bien con quien las va realizar. Atrévase a experimentar la compañía de otras personas o un poco de soledad. Quizás ir a caminar sol@  no sea tan mala idea como usted imagina. Tal vez aceptar esa ida a acampar que usted siempre rechaza sea una opción válida para vivir nuevas experiencias. Ir a un evento cultural o intentar hacer algo nuevo sean opciones idóneas para desconectarse de su estrés. Lo más importante es que su rutina cambie. Quédese hasta tarde en la cama, o levantase a las 5 de la mañana, nomás para ver “que se siente”. Una actividad distinta activa nuestro cerebro a nuevas y agradables experiencias. Si su día a día es con personas que ama, aprovéchelo al máximo y otórgueles ese tiempo y esas nuevas experiencias como un valioso regalo. Compártale sus ideas y planeen juntos unos días de relajación. Quizás la mejor opción sea no hacer nada.

Si son solamente dos días o dos semanas planifique y organice sus actividades sin presión. Sea realista. Descanse. Disfrute. Las vacaciones son una bendición. Haga de cuenta que va a ir a una fiesta. Planee su ropa, su peinado, el tiempo, quién lo acompañara, con quién bailará. Al final quedará satisfecho, porque esa fiesta que usted habrá aprovechado al máximo era en su honor.

¡Felices vacaciones para todos!

 

 

 




¡Cómo me da coraje manejar tan bien en La Paz y que me choquen!

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¿Cómo manejamos en La Paz? Fotos: Internet.

Colaboración Especial

Por Rebeca Olachea Pérez

 

 

“Si toma no maneje, yo por eso no manejo…” Molotov.

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Hace como dos semanas iba muy alegremente manejando por una de las avenidas de La Paz. Pensaba en que comería (eran casi las dos de la tarde) y el sol se dejaba caer sobre las calles. Cuando de repente ¡zas! Un individuo con su carro 2016 se pasa sin fijarse y se me atraviesa mientras voy por una calle con total preferencia. Hice uso de mis frenos, aclaro que mi auto es modelo 2000, de lo mejor. Él también se esfuerza pero hay un pequeño roce. Mi carro escurre agua, le rompió el contenedor del líquido de los wipers. El suyo tiene apenas un raspón cuando el mío si tiene abolladura. Media hora esperando a que vinieran los del seguro. El señor del carro nuevo tenía contratado seguro, claro está. Yo  no. ¿Sabe usted por qué estimado lector? Porque vivo en La Paz, BCS, y somos únicos para manejar. También tiene que ver la economía pero lo vamos a obviar por el momento.

Cuando era niña solía escuchar que en la ciudad había más carros que gente. Sigo pensando que es cierto. A diferencia del centro del país, aquí casi resulta indispensable tener carro. Vemos al frente de un volante desde niños cuasi adolescentes hasta personas de la tercera edad. Pero, ¿qué tal somos para manejar en La Paz? Va a decir que usted muy bien pero que los demás muy mal. Veamos.

En La Paz hay 2.5 carros por persona. Lo que significa que la mayoría de nosotros tenemos la oportunidad de movernos en auto. ¿Lo hacemos bien o mal? depende de muchas cosas. Del clima, de la época, de si usted realmente aprendió a manejar y sabe las reglas de tránsito. En esta ciudad como en cualquier parte del mundo se ha incrementado el número de accidentes de tránsito. Según STCONAPRA, en México el 80% de los accidentes se deben a un error humano. Como puede ser el exceso de velocidad, consu­mo de alcohol y el uso de dis­positivos móviles.

No es raro ver cómo en la ciudad, aprovechándose de los cuatro altos, autos pasan casi siendo manejados solos. En vez de hacer el alto siguen adelante con una persona al volante que en vez de ver el camino ve su celular. En esos momentos yo pienso que ha de ser de suma importancia lo que van viendo, tanto, que vale poner en riesgo la vida propia y la de los demás. El consumo de alcohol y la velocidad no se quedan atrás. Son  problemas latentes.

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Siempre escuchamos estos tres indicadores como causantes de accidentes viales pero hoy también sumaremos otro: el estrés. La tensión a la que estamos sometidos diariamente.  El estrés se produce cuando una persona percibe una situación como una amenaza, un desafío o algún tipo de pérdida o daño. Cada persona experimenta el estrés de distinta manera y ante situaciones diferentes. En la ciudad de La Paz podemos ver como hay personas que van alteradas y/o estresadas al volante y que no siempre tienen la suerte de salir ilesos de su apuro.

Según la Dirección General de Tráfico de la ciudad de Madrid el estrés es algo cada día más frecuente. Como conductor no eres ajeno a este fenómeno. La relación que existe entre el estrés y la conducción de vehículos es doble. Por un lado está el estrés que sufres por circunstancias diarias de la vida y por otra parte, el manejar, contiene muchos elementos que son una fuente de estrés por sí mismos. O sea, que la situación es de doble carril: por un lado las situaciones comunes que te alteran y por el otro lado el estrés de manejar.

Sin darnos cuenta nos subimos al carro cargados de ansiedades y angustias, y nos estresamos más con el tráfico. Lo cual nos lleva a conducir a una velocidad más alta de lo indicado, a contestar el celular, a no mirar con atención las señales, a no pensar en que en el carro de adelante va otro ser humano como nosotros, que también posiblemente vaya estresado. Que a pesar de que tengas prisa de llegar a tu destino en los demás autos van personas iguales a ti distraídos con miles de pensamientos. Tal vez le va doliendo la cabeza, acaba de pelearse con la pareja, tiene ganas de ir al baño, viene de recibir una mala noticia, tiene deudas, le pidieron el divorcio, tiene sed, ya descubrió quién es el que le roba, le duele el corazón, o simplemente va distraído pensando que se pondrá en la noche para salir. Las circunstancias pueden ser miles.

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La OMS nos aporta datos muy interesantes sobre las lesiones causadas por el tránsito. Cada año, los accidentes de tránsito causan la muerte de aproximadamente 1,25 millones de personas en todo el mundo. Entre 20 millones y 50 millones de personas sufren traumatismos no mortales, y a su vez una proporción de éstas padecen alguna forma de discapacidad.  Las lesiones causadas por el tránsito son la causa principal de muerte en el grupo de 15 a 29 años de edad. Un dato muy curioso es que los países de ingresos bajos y medios (donde se encuentra México) tienen aproximadamente la mitad de los vehículos del mundo y se producen en ellos más del 90% de las muertes relacionadas con accidentes de tránsito.

Pensemos en estos datos antes de subirnos al carro enojados, de querer ganarle al de adelante, pasarnos un rojo o “mentársela” al que no acelera. Seamos conscientes y maduros. Por eso se supone que dan la licencia de manejo hasta después de los 18 años.

Es importante por lo tanto controlar nuestro estrés, sobre todo, si vamos a manejar. Ponernos delante de un volante es una responsabilidad muy grande y debemos de asegurarnos de hacerlo de una manera tranquila para evitar accidentes. Claro, también de atender todas las indicaciones del Reglamento de Tránsito. Pueden checarlo AQUÍ.

Relajémonos al manejar y disfrutémoslo. Es una actividad muy útil. Respiremos hondo y manejemos despacio, a una velocidad coherente. Es casi imposible provocar un accidente grave si maneja concentrado. No perdamos esa cortesía característica del paceño de dar el pase al peatón. Recuerde que es un círculo vicioso: si tiene un accidente vial por manejar alterado tendrá más estrés. Todo esto es mejor que pasar media hora esperando bajo el rayo del sol a que llegue el del seguro. Se los puedo asegurar.

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Cinco puntos claves para mejorar la vida sexual

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Mejorar la vida sexual siempre es posible. Fotos: Internet.

Sexo + Psique

Por Yaroslabi Bañuelos Ceseña

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Cuando se habla de mejorar la vida sexual se suele pensar en los clásicos juguetes eróticos o en los famosos afrodisíacos, sin embargo, existen algunos hábitos y actitudes que benefician de forma considerable a la satisfacción sexual y a la salud emocional, tanto individual como de pareja. A continuación se mencionan cinco recomendaciones que pueden ayudar a incrementar el rendimiento y el disfrute sexual:

  1. Aprende a manejar el estrés y la ansiedad

Tanto la ansiedad como el estrés son reacciones naturales que se manifiestan en el organismo cuando afrontamos situaciones amenazantes, no obstante, cuando estos estados se presentan de manera crónica, pueden convertirse en un obstáculo para disfrutar plenamente del sexo. La ansiedad patológica es una de las causas más frecuentes de trastornos sexuales como:

  • Disminución del deseo sexual.
  • Disfunción eréctil.
  • Eyaculación precoz.
  • Falta de una adecuada lubricación vaginal por problemas de excitación femenina.
  • Dolores durante el acto sexual: dispareunia y vaginismo.
  • Trastorno de aversión al sexo: miedo intenso e irracional hacia la actividad sexual, se caracteriza por una evitación recurrente a cualquier contacto genital con la pareja.

Es oportuno consultar a un especialista cuando los síntomas del estrés y la ansiedad empiezan a afectar la calidad de las relaciones sexuales y otras áreas de la vida.

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  1. Elige un buen método anticonceptivo

Actualmente la oferta de métodos anticonceptivos es bastante amplia y existen para todos los presupuestos, e incluso se pueden encontrar de forma gratuita en las unidades de salud, por lo que es conveniente informarse, leer acerca del tema y consultar con un médico para decidir qué método se adapta mejor a tu estilo de vida y a tus necesidades; esto te aportará mayor seguridad, tranquilidad y control sobre tu vida sexual.

  1. Ser asertivo

La asertividad es una forma de comunicación que consiste en expresar de manera clara, congruente, respetuosa y oportuna aquello que se piensa y se siente. Es por ello que se trata de una de las claves más importantes para mejorar significativamente la vida sexual, ya que aprender a comunicarte de forma asertiva permite expresar tus inconformidades y tus ambiciones sexuales.

Al principio se requiere un poco de esfuerzo, ya el miedo a ser rechazado o el temor a lastimar al otro se hacen presentes, sin embargo, intenta hablar de manera clara y amable, especificando lo que realmente deseas, lo que te excita y lo que no te atrae, dialoga lo que no te gusta o incomoda, y expresa tus fantasías; de esta manera tu pareja no estará propensa a hacer malinterpretaciones, además, el desarrollo de una comunicación asertiva generará más confianza en ti mismo, la cual se reflejará en el acto sexual e incrementará el nivel de satisfacción.

  1. Cuida tu salud
  • Mantén hábitos saludables de sueño y descansa apropiadamente, la fatiga crónica es de las principales causas de la pérdida del deseo sexual.
  • La hidratación es otro elemento de suma importancia para mejorar la satisfacción sexual. En el caso de los hombres, ayuda a la regulación de la presión arterial y mejora el flujo sanguíneo de las extremidades lo que le permite obtener una mejor y más duradera erección; en las mujeres la hidratación ayuda a fortalecer  las membranas mucosas y el funcionamiento de las vías urinarias.
  • El ejercicio regular, como pueden ser 30 minutos de actividad física al día, beneficia de manera importante al desempeño sexual, ya que el ejercicio aporta al cuerpo un incremento de energía y vigor, mayor coordinación motora y más flexibilidad muscular a la hora del encuentro sexual.
  1. No temas. Explora nuevas ideas eróticas

Se dice que el mayor afrodisíaco es el cerebro y dicha afirmación tiene mucho de cierto. La excitación sexual deriva en gran parte del estado mental adecuado, es decir, alimentamos la pasión y el frenesí con imágenes, fantasías y emociones. En ocasiones debido a algunos tabúes, al cansancio crónico o a los malos hábitos, el sexo puede convertirse en una rutina monótona que pierde su potencial enriquecedor para la mente y el cuerpo, por lo que es recomendable probar nuevas ideas eróticas que despierten sensaciones que se han quedado apagadas: diferentes posiciones sexuales, dedicar más energía y tiempo a los juegos previos, comprar algún juguete sexual o intentar realizar esa fantasía que nunca te has atrevido a poner en práctica. Es importante señalar que el cerebro se aburre, y cuando vives experiencias novedosas, en el sistema límbico se liberan grandes cantidades de dopamina, el neurotransmisor que proporciona al cuerpo las sensaciones de placer y felicidad.

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