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Científicamente divertido

Por Miguel Ángel Norzagaray Cosío

La Paz, Baja California Sur (BCS). El próximo lunes, en La Paz, veremos un eclipse de Sol parcial y hay muchos motivos para aprovecharlo. Como siempre, el evento está rodeado de mitos y decires que han permanecido en nuestra sociedad sin que se vea cuándo desaparecerán. Lo más importante es cuidar nuestra vista, porque si ponemos o no el trapo rojo en el árbol no cambia nada nuestra vida, pero si perjudicamos nuestro sentido de la vista no habrá manera de revertir el daño.

“El eclipse del siglo”, le han llamado. Claro, no sorprende. El paso de la sombra de la Luna cruzará Estados Unidos de una costa a la otra y hay un derroche de mercadotecnia y recursos para observarlo como no habíamos visto antes.  Páginas webs y blogs de todos colores y sabores, algunos amarillistas, otros de corte esotérico, que llegan a decir cosas tan absurdas como que la Tierra se oscurecerá por completo.  Por fortuna muchos con explicaciones bien fundamentadas.

La página de la NASA (National Aeronautics and Space, en español: Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio), dedicada al eclipse de sol es digna de revisarse, con secciones para diversos gustos y necesidades. Otro excelente sitio sobre astronomía en general es el de la Agencia Espacial Europea (ESA), dedicado para niños, pero como el eclipse no toca Europa no hay mucho material relacionado.

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Eclipse de clases

Aunque en La Paz, la Sociedad Astronómica Mira comenzamos a planear cosas desde abril y acercarnos a la Secretaría de Educación Pública (SEP), desde mayo, realmente no se puede decir que nos hicieran mucho caso, excepto en una que otra escuela de manera aislada.

Poco a poco se concientiza más la cercanía y comienza la gente a preguntar sobre dónde verlo y cómo conseguir filtros. El hecho de que el eclipse de sol coincida con el regreso a clases de la SEP causa algo de incertidumbre principalmente en los padres ya que comienzan las dudas sobre la seguridad, en especial de los niños. Como resultado, la SEP de BCS, en su primer día de reuniones técnicas previas al inicio de clases, decidió posponer el inicio de labores de lunes 21 a martes 22 en los turnos matutinos con el pretexto de la seguridad de los niños.

Muchos estamos en desacuerdo con tal medida. Si oficialmente apenas se acaban de dar cuenta de que habrá un eclipse, tenían toda la semana para planear cómo aprovecharlo como recurso didáctico y comenzar de lujo el semestre. Es una verdadera pena la incapacidad y desdén mostrados.

Por qué tomar precauciones

Cuando nos cortamos la piel, esta sangra un poco, luego una costra detiene el sangrado y protege la herida mientras la piel sana. Al caer la costra, cuando mucho queda una cicatriz, pero la piel está como nueva, realizando sus funciones protectoras como de costumbre. Si en vez de una cortada el daño es debido a una quemadura, la cicatriz es mucho más aparatosa.

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En el caso del ojo, las capas transparentes dejan pasar la radiación solar y esta llega directamente a la retina, nuestro sensor que convierte la luz visible en señales para que el cerebro las interprete. Es la retina la que sufre daño ante la radiación directa del Sol, en especial de rayos infrarrojos y ultravioletas, que son invisibles. A diferencia de la piel, que es capaz de sanar, la retina no tiene esta facultad, por lo que una quemadura significa una pérdida de capacidad visual. Lo peor es que los rayos ultravioletas o infrarrojos no causan dolor, sólo daño.

Por lo anterior, el Sol no debe ser visto sin protección adecuada en ninguna circunstancia. Las recomendaciones que circulan como usar lentes oscuros, radiografías, lentes para soldar y otros no deben tomarse en serio. Es mejor seguir recomendaciones de expertos.

Cómo observarlo

Primeramente, debemos reiterar que el sentido de la vista hay que cuidarlo y no intentar ver el Sol mediante métodos como lentes para soldar, vidrios ahumados, radiografías y otros que circulan desde hace mucho tiempo. Si vamos a estar al Sol durante un buen rato, es conveniente usar gorra o sombrero, bloqueador, manga larga o estar al resguardo de alguna sombra, en constante hidratación. Bien sabemos que el clima paceño en agosto no es para jugar.

La manera de apreciar un eclipse dependerá de los recursos que se tengan a la mano. Sin equipo astronómico es posible seguir el eclipse de sol mediante las sombras de los árboles. Lo que realmente vemos son los haces de luz pasando entre las ramas, por lo que podemos reproducir este fenómeno haciendo una perforación en una cartulina y observando la forma que toma la luz que se proyecta en el suelo. Lo correcto es que la superficie de proyección esté perpendicular a los rayos solares, para que no se deforme la silueta del eclipse.

Si se tiene un telescopio, se puede apuntar al Sol sin asomarse, sólo buscando que el tubo haga sombra sobre sí mismo y dirigir la salida a una superficie clara, plana y no reflejante. Tal vez sea posible ver manchas solares. Este modo es llamado proyección y es el preferido porque varias personas observan el eclipse al mismo tiempo. Lo mismo aplica para binoculares.

Si además se cuenta con filtro para telescopio, será posible verlo por turnos, asomándose directamente sin riesgos. En caso de que el Sol presente manchas solares, será fácil apreciarlas con este método. te invitamos a ver este video de promoción grabado por la UABCS.

IMPORTANTE: En todos los casos en los que se usan filtros, si la película se ve rasgada o con algún orificio debe destruirse para que nadie intente utilizarla. No sirve de nada un filtro que no bloquea correctamente el Sol.

Sitios de observación en BCS

Por fortuna, en Baja California Sur se cuenta con grupos de personas que se están organizando para ofrecer oportunidad a todas las personas de observar con seguridad el evento. Hay varios grupos que organizan ya observaciones públicas.

En La Paz, en la explanada del Ayuntamiento de La Paz, en Colosio y Avenida de los Deportistas, estaremos observando por parte de la Sociedad Astronómica MIRA, haciendo equipo con COSCyT, UABCS y CICIMAR. Observaremos el eclipse de sol por proyección, directamente con varios telescopios con filtros adecuados y estaremos prestando visores solares a los asistentes. Tendremos actividades para niños, y como de costumbre, la entrada es gratuita. Para más información, basta seguir por Facebook a la Sociedad Astronómica o COSCyT.

También en la capital del Estado, y como de costumbre, Pepe Farah y su grupo observarán también, desde el planetario Joaquín Velázquez de León, en el Instituto Tecnológico de la Paz. Por su parte, el grupo de Café Científico, encabezado por Cruz del Carmen Juárez, observarán desde un sitio en la colonia Villas de La Paz, donde emplearán telescopios y disponen de unos pocos visores solares para venta.

En Santa Rosalía, la Sociedad Astronómica Merak, encabezada por Eduardo Sández, realizarán la observación. Con mucho, ellos son los que cuentan con mejor equipo. Y por último, en Los Cabos, la Sociedad Astronómica Cetus está organizándose para observar el eclipse desde la plaza Paraíso.

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La Paz, Baja California Sur (BCS). Uno de los más sorprendentes eventos astronómicos de los que podemos ser testigos, es un eclipse solar. No sólo es una experiencia que jamás olvidaremos, también nos muestra la mecánica del sistema solar en movimiento a través de la afortunada alineación de tres cuerpos astronómicos. La Comunidad Sudcaliforniana de Divulgadores de la Ciencia A.C. envía un comunicado de prensa invitando a los paceños a una charla previa y durante el eclipse solar que podrá verse en La Paz.

El primero de esos cuerpos es nuestro propio planeta, la Tierra, la cual orbita lentamente al segundo cuerpo, el Sol. El tercer objeto en la ecuación es la Luna. Se presenta un eclipse cuando el Sol, la Luna y la Tierra están temporalmente alineados. Durante los eclipses solares la sombra de la Luna cruza la superficie terrestre con un ancho máximo de unos 300 kilómetros.

El próximo 21 de agosto la sombra de la Luna cruzará, ocultando totalmente al Sol en una franja de aproximadamente 120 km que cruzará los Estados Unidos entrando por el estado de Oregón y saliendo por el estado de Carolina del Sur. Este eclipse solar se observará en diferentes grados de parcialidad, tanto al norte como al sur de esta franja. Será observado prácticamente en toda América, exceptuando la parte sur del continente.

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El eclipse se observará en toda la República Mexicana con diferentes grados de parcialidad. Particularmente en La Paz, la Luna ocultará al Sol en un 40% aproximadamente. En esta ciudad capital se observara poco antes de las 10:30 horas y finalizará a las 13:00 horas.

Ante la importancia de este acontecimiento astronómico, la Comunidad Sudcaliforniana de Divulgadores de la Ciencia, AC., conformada por interesados en comunicar el conocimiento científico, organizará un evento para apreciar este acontecimiento, disfrutar de él y apreciarlo en plenitud con las recomendaciones precisas de observación, que el M. en C. Manuel Oseguera Cházaro, divulgador de la ciencia y experimentado conocedor, compartirá en este evento previo, así como el día del eclipse.

El próximo martes 15 de agosto, a las 18:00 horas los esperamos en el Saulos Ristorante & Bar, ubicado en Abasolo entre Sonora y Sinaloa, haremos una demostración visual del eclipse, las precauciones de observación y el sitio preciso en donde llevaremos a cabo esta actividad, en un lugar cercano a la ciudad, contando con la comodidad y seguridad necesaria para el disfrute familiar de este importante evento astronómico. Mayor información al 1225294, y al correo cjuarez@ipn.mx con bióloga Cruz del Carmen Juárez, presidente de la Comunidad Sudcaliforniana de Divulgadores de la Ciencia A.C..

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La Paz, Baja California Sur (BCS). Hoy se cumplen 26 años del famoso eclipse de Sol de 1991, que se vio en buena parte de Baja California Sur. ¡Caray, hace tanto, que cuesta trabajo rastrear en mi memoria cuando contaba con sólo 13 años! Sin embargo, fue una experiencia tan única —perdón la redundancia— en mi vida, que hay partes que simplemente nunca se olvidarán.

Los sudcalifornianos fuimos afortunados. La escena celestial —más bañada de misticismo que de ciencia— de poco más de seis minutos parecía sacada de una leyenda: se oscureció totalmente el mediodía, y recuerdo que hasta los gallos cantaron en el ‘segundo amanecer’ de ese 11 de julio de 1991. Hubo toda una parafernalia antes y después, y después, también, ¡nos preguntábamos si alguien no se había quedado ciego!

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Estaba yo en Ciudad Constitución, donde nací y viví toda mi infancia y juventud —entonces, estaba en la Secundaria “Ricardo Flores Magón”. El fenómeno había sido publicitado por todos los medios existentes —entonces, la poderosa televisión (léase Televisa): ni cuando haber el impacto del Internet—, y si algo acompañó siempre a la información del eclipse total de Sol, era ¡no verlo directamente, pues te podías quedar ciego! Creo que la campaña funcionó muy bien, pues nunca supe de alguien que haya quedado así tras el evento.

Acá entre nos: yo volteé un par de segundos cuando se eclipsó totalmente y también cuando estuvo a punto de. No presumo la irresponsabilidad, pero yo estaba enajenado por el fenómeno natural que juré que no me lo perdería en su punto más impresionante, y no me aguantaba de preguntar cuándo “ya” podía voltear, así que fue también poco antes. Sabía que estaba ante uno de los espectáculos más inolvidables de mi vida. Dije que batallaría para recordarlo, pero veo que no: el eclipse de Sol no se me olvidará nunca.

Y bueno, la familia nos fuimos en caravana a la casa de mis tíos Samuel y Lupe. No sé, como que era algo especial para estar en bola. Desde antes, en la casa de mis papás, se veían formarse lentamente las caprichosas formas de luz que se proyectaban en el piso y la tierra. Mientras se iba eclipsando en el cielo, en el suelo, poco a poco, si estabas en a la sombra de un tejabán con algunos agujeros, o debajo de un árbol —en mi caso, lo vi de abajo del guayabo y los naranjos del patio—, esos círculos de luz que daba naturalmente el sol, empezaban a menguarse. Por todos lados donde hubiera agujeros ¡se vieron medias lunas de luz!

Ya en casa de mis tíos, íbamos, niños y adultos, en bola al patio, con algunos lentes que se habían repartido, unas placas de radiografía que hasta doblamos a la mitad para darle ‘más filtro’ y hasta alguna mascareta para soldar. Yo pude verlo formarse poco a poco. De reojo, con esos filtros, y con mucho miedo de quedarme ciego, pero al mismo tiempo, la emoción, que creció gradualmente al ver pardearse el cielo en pleno mediodía. No hay mejor forma de describirlo: atardeció y oscureció en minutos para dar paso a otra luz de amanecer.

Y no recuerdo bien cuánto sería, pero fueron unos segundos, lo que vi directo al cielo el eclipse solar total, cuando, se supone, ya no te haría ningún daño, pero había qué volver la vista pues en cuanto pasara los rayos que dejaría serían peligrosos. Ahí estaba el anillo de luz en el cielo: la Luna exactamente en medio del Sol y la Tierra. Todo oscuro alrededor. Una extraña coincidencia y una maravilla visual. No estuve en medio de ningún ritual, ni en un lugar especial o rodeado de mucha gente, era sólo un muchacho de 13 años en la casa de sus tíos en un pueblo que ya tenía algo que contar en su Historia.

Luego, en el horizonte se veía la alborada. Los gallos de mi tío cantaron. Regresamos a casa más tarde —¿o debo decir, en los primeros minutos del día siguiente? La televisora aún transmitía el fenómeno —recuerdo que hasta entonces conocí la existencia del poblado La Matanza, desde donde Televisa dio una especial cobertura. La Luna se le había atravesado al Sol y esa línea oscura se dejó ver desde Hawái hasta Sudamérica. Sí, los sudcalifornianos fuimos muy, muy afortunados. Los que lo vimos es probable que jamás lo volvamos a ver.