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Recibirán docentes reconocimiento por años de servicio

La Paz, Baja California Sur (BCS). El Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Educación Pública y en coordinación con la Sección 3 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, entregará medallas para reconocer a 164 maestras y maestros por sus 28,30 y 40 años de servicio ininterrumpido, informó Óscar René Núñez Cosío, director de Administración y Finanzas de la SEP por medio de un comunicado de prensa.

De acuerdo al comunicado, detalló que se rendirá un homenaje ante las urnas que guardan los restos de los distinguidos maestros Rosaura Zapata Cano, Jesús Castro Agúndez, Pablo L. Martínez y Domingo Carballo Félix, en la Rotonda de los Sudcalifornianos Ilustres.

Más tarde, después de dos años de no hacer la entrega de preseas en actos presenciales con motivo de la pandemia de covid-19, este Día del Maestro será celebrado el domingo 15 de mayo en una ceremonia especial en el Teatro de la Ciudad de La Paz.

El funcionario de la SEP estatal envió una felicitación al magisterio sudcaliforniano, cuyo esfuerzo y dedicación deben ser justamente reconocidos porque realizan una labor muy importante al impartir enseñanzas de calidad a nuestros niños y jóvenes, concluyó el comunicado de prensa.

 




¡Cómo me da coraje que no recordemos a nuestros maestros!

Imágenes: Internet.

Colaboración Especial

Por Rebeca Olachea Pérez

 

Más sabe el diablo por viejo, que por diablo. Dicho popular

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). “Maestro” o “maestra” es la forma en que llamamos, los mexicanos, a las personas que ejercen la docencia. Ya sea en preescolar o en universidad. Todos nosotros, aunque no queramos recordarlo, hemos tenido un número de dos dígitos de maestros en la vida, si no es que más. Básicamente tres en el kínder, seis en primaria, muchos en secundaria, y así; si nos ponemos a calcular, más o menos al terminar la preparatoria pasaron por nuestros ojos más de 45 docentes.

En el 2014, el INEGI en conjunto con la SEP, dieron a conocer que en el país hay 978 mil 188 profesores, en escuelas públicas y privadas. Nada más de primaria y secundaria. También hay otros números, menos alentadores. Sin embargo, en el examen PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes), hasta el año pasado, México permanecía en los 12 últimos lugares de 72 países evaluados.

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El próximo lunes será 15 de mayo y se festeja el Día del Maestro. La primera vez que se conmemoró esta celebración en México fue en el año de 1918. El calendario no siempre lo marca, pero los maestros y alumnos siempre lo tienen en mente. Ya se van a cumplir cien años de que se festeje al maestr@. ¿Qué celebramos? En nuestro estado el número de jóvenes interesados en ingresar a la docencia ha aminorado. Según El Financiero ser maestro en México está dejando de ser atractivo. En los dos últimos ciclos escolares la demanda bajó hasta un 30%. La reforma educativa, los exámenes de evaluación,  y más cambios a la profesión de maestro han provocado que sean menos los jóvenes interesados.

Pero, ¿recuerda usted a sus maestros? Antes de empezar a despotricar contra ellos diciendo que si no trabajan, que si se la pasan de “puente”, que ganan más, que tienen muchas vacaciones, etcétera, piense y reconsidere la pregunta, debe de haber algún maestro en su historial que haya marcado su vida. Haga un recuento y razone, ¿qué maestro le dio el mejor consejo? ¿Cuál de ellos se esforzó por usted en la primaria y logro que aprendiera a leer, o a multiplicar, o le inculco el amor por la lectura? Incluso, hay maestros que recordamos con sentimientos negativos por años al creer que eran demasiado “exigentes” con nosotros, pero que al pasar mucho tiempo recapacitamos y nos damos cuenta que sin su presión no hubiéramos acabado el ciclo, o tal vez la prepa o la universidad.

También recordemos a los que si no hay forma de encontrarles un lado amable. A los que gritaban sin motivo, no enseñaban nada o peor, nos marcaron con sus comentarios sagaces o hirientes. A ellos también hay que agradecerles que sin ellos, no hubiéramos podido reconocer a los buenos profesores, ni sabríamos exactamente qué No hacer al momento de enseñar. Porque todos enseñamos. Todos. En algún momento o en varias ocasiones en la vida se nos pone la ardua tarea de enseñar. En el trabajo, en casa, con los amigos. De frente tenemos la complicada labor de mostrar al otro como hacer algo, y es ahí donde comprendemos que enseñar no es fácil. Para nada es una ocupación sencilla. Transmitir un conocimiento de una manera adecuada es complejo y es necesario poner a trabajar todas nuestras habilidades. Ahora usted imagínese un salón de clases con más de 20 alumnos, hablando todos al mismo tiempo, esperando de usted lo mejor.

En estos tiempos todos somos maestros. El 15 de mayo deberíamos de celebrarlo cada uno. Los niños y adolescentes nos enseñan cómo usar la tecnología, los mayores de 30 les enseñamos como protegerse de los peligros que existen en las redes sociales. Aunque no sepamos como abrir una cuenta, sabemos que las personas que no muestran la cara tienen algo que ocultar, y que no es bueno andar dando datos, ni por teléfono. Hoy una niña de 12 años al mencionarle que antes los teléfonos eran de disco, me dijo que ella nunca aprendió a usarlos. A nuestro alrededor siempre va existir una persona que va a requerir que le enseñemos algo. Y así nosotros de los demás. “Todos los días se aprende algo nuevo”, dice un dicho, y tiene toda la razón.

Enseñemos pues a nuestros hijos, sobrinos, vecinos, tíos, padres, amigos. Compartamos nuestros conocimientos a los demás. Los tiempos están difíciles. Las computadoras y las tablets se están apoderando de nuestros niños. Antes de exigir al maestro de la escuela por la enseñanza de sus hijos, pregúntese que les ha enseñado usted antes de mandarlo a la escuela. La educación empieza en casa. A principios del siglo todavía se culpaba a la “nana perversa” (la televisión) de la mala conducta de los niños. Todavía no le han puesto nombre, pero la “tablet” es ahora esa “nana” que cuida de los niños, pero aún no sabemos a qué magnitudes va a llegar su corrupción. ¿Sabe usted lo que se puede lograr ver en la red? ¿Tienen los maestros el interruptor del Wi Fi? No. Lo tiene usted, lo tenemos nosotros en casa.

Los maestros que algún día a los que ya somos adultos nos enseñaron, bien o mal, están ahorita jubilados pensando en que tal vez pudieron hacer más. Orgullosos de los que saben lograron una carrera y son ciudadanos de bien. ¿Quién no se emociona al encontrar a un querido maestr@ y lo reconoce? Es una alegría de antaño, de sonrisas de infancia e ingenuidad de adolescencia. Recordémoslos con cariño, con respeto. Ayudémosles a los actuales maestros de nuestros hijos con lo que podamos. Enseñemos lo que mucho o poco que sabemos a los demás si lo necesitan. Pero sobre todo, no dejemos de aprender nunca.