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128 Años de la fundación del Hospital Salvatierra

El primer Hospital Juan María de Salvatierra; fotografía tomada entre los años de 1890 y 1900. FOTO: Fototeca Nacional.

 

Colaboración Especial

Por Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). A finales del siglo XIX, era de imperiosa necesidad la creación una unidad hospitalaria que diera atención profesional a la cada vez más creciente cantidad de habitantes de esta capital. Durante varias administraciones municipales y estatales se había acudido ante el Gobierno federal para que ofreciera los recursos para crear y proveer de lo necesario a un hospital, sin embargo, la respuesta nunca había sido favorable.

Es hasta 1889 que el Gobernador —del entonces Distrito Sur de la Baja California—, el general Bonifacio Topete, decide iniciar la construcción de lo que a la postre sería el Hospital del Distrito y que llevaría el nombre del insigne jesuita Juan María de Salvatierra, impulsor del primer asentamiento colonial fijo en la California primigenia. En documentos que se encuentran en el Archivo Histórico “Pablo L. Martínez” se pueden consultar los registros de las donaciones que hicieron ciudadanos pudientes y caritativos de esta ciudad para apoyar la construcción de ese nosocomio, así como carteles de funciones de circo, zarzuela, ópera y demás actividades con cuyos fondos recaudados se compró instrumental médico, muebles e incluso el pago de los sueldos del personal que ahí laboraría.

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Finalmente, el 14 de julio de 1890, en una gran ceremonia se inauguró este inmueble. “Contaba con dos salas con capacidad para 10 enfermos atendidos por su director el Dr. Santiago O. Biruete y sus colaboradores: los doctores Manuel M. Hidalgo, Valeriano Estrada y Federico Cota”, se lee en la cédula Una ciudad en estampas, exposición en el Centro de Artes y Tradiciones Populares de Baja California Sur. El inmueble se ubicaba en las calles Francisco I. Madero entre Juan María de Salvatierra y Manuel Torre Iglesias, en la colonia El Esterito, edificio que aún se conserva en uso.

Con el paso del tiempo, y ante las carencias económicas que se han vivido desde siempre en nuestra tierra, el hospital tuvo que ser apoyado por un patronato que realizaba colectas y actividades entre la ciudadanía para dotarlo de los insumos necesarios, sin dejar de funcionar un solo día. 42 años después de su creación, durante el mandato del general Juan Domínguez Cota, se ampliaron sus instalaciones, se dotó de 50 camas así como aparatos médicos modernos que apoyaran de la mejor atención de los pacientes.

Dentro de los célebres médicos que laboraron por muchos años en esta institución se encuentran Enrique Von Borstel Labastida, Francisco Cardoza Carballo y Raúl Antonio Carrillo Silva, de los cuales aún se recuerda su trato cálido, humano y profesional con el que atendían a sus pacientes. Entre el personal de enfermería, trabajador y esforzado, destacan Susana Osuna, Gloria Mercado, Isabel Coronado, Ma. Luisa Meza López, Anita Ruibal, Ma. Antonieta Salgado, Manuela Tellechea, María Luisa Cabrera, Leonor Salgado y Socorro Angulo, entre otros.

A finales de los 50’s, el edificio que albergó por casi 60 años al Hospital Salvatierra en El Esterito dejó de funcionar como tal, y la institución se trasladó a un nuevo edificio ubicado en las calles Virginia Peralta y Calle del Álamo en la colonia Burocrática (edificio que hoy ocupa el Centro de Readaptación Social para Menores Infractores). Durante este lapso de tiempo las autoridades del Sector Salud abandonan el nombre de este nosocomio y simplemente lo designan como “Hospital General de la SSA”.

En los años 60’s, se amplían y modernizan las instalaciones del hospital antituberculosis “Roberto Koch” (ubicado en las calles Lic. Primo de Verdad y Nicolás Bravo) para que se trasladara de forma definitiva a laborar en este sitio el Benemérito Hospital General “Juan María de Salvatierra”. Con el paso de los años, este hospital llegó a funcionar como hospital escuela (a partir de 1963) egresando de él más de 800 médicos y 300 especialistas.

El 15 de junio de 2010, se inauguran las actuales instalaciones en donde labora desde esa fecha el Benemérito Hospital, en Avenida De los deportistas entre Luis Barajas M. y Misioneros Combonianos.

Este próximo 14 de julio se conmemora el Aniversario de fundación de esta institución médica y es nuestro mayor deseo que el Gobierno Estatal y Municipal reconozcan, con un homenaje, el trabajo y las múltiples aportaciones del Hospital a nuestra California del Sur.




La bruja de El Esterito que fastidiaba a los vecinos. La Paz de los años 40’s

FOTO: Modesto Peralta Delgado.

California Mítica

Por Gilberto Manuel Ortega Avilés

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). La colonia El Esterito, en la ciudad de La Paz, es una de las más representativas y antiguas de esta capital, por lo mismo está llena de antiguas leyendas e historias.

Una de ellas es la de de una curandera o bruja que supuestamente tenía en su hogar tecolotes disecados y varios artilugios de brujería, la cual tenía algo enfadados a los habitantes del lugar debido a que todos los días iba mucha gente, a tratarse con limpias, aunque muchos aseguraban que también se hacían cosas inmorales e incluso se invocaba al ‘maligno’.

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El domicilio era por la antigua calle Iturbide, la que hoy en día seria la calle Torre Iglesias, como se puede constatar en periódicos de 1943 resguardados en el Archivo Histórico “Pablo L. Martinez”.

La misma bruja aseguraba haber curado a mucha gente con sus polvos mágicos, y declaraba que tenía suficientes “polvitos” para curar a todos los enfermos del sanatorio mental La Castañeda.

Las curanderas o brujas siempre han sido un tema polémico en las tierras sudcalifornianas,  antiguamente en los pueblos las curanderas funcionaban como las únicas personas que podían tratar algunas enfermedades mediante conocimientos herbolarios, a falta de médicos, aunque muchas veces también en el actuar de estas personas también se mostraba el aspecto esotérico y místico, el cual podía generar  cierto temor.

Aunque parecía un tema antiguo y sólo posible en pequeños pueblos, el misticismo de adivinas y curanderas aún está presente en la sociedad sudcaliforniana, lo cual es evidente ya que podemos encontrar fácilmente letreros por la ciudad de La Paz donde se ofrecen limpias o lecturas de tarot ‘garantizados’.

Hay que recordar que no tiene malo de creer en adivinos y psíquicos, a nadie le hace daño que se le lean las cartas o tomarse algún té para tranquilizarse, sólo hay que estar muy atentos a no suplir estas prácticas con las revisiones médicas.