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Los 10 huracanes más impactantes en la historia de BCS (I)

FOTOS: Internet.

Vientos Huracanados

Por Jorge Alberto Garza Cossío “MetMEX”

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). La posición geográfica en la que Baja California Sur se ubica —en la parte sur de la península de Baja California—, la hace especial para el registro de fenómenos meteorológicos extremos tales como sequías, olas de calor, heladas, tormentas severas, y lo más importante: el embate directo de los ciclones tropicales. En este artículo te presentamos la primera de tres partes sobre los diez huracanes más poderosos en la historia de BCS.

¿Sabías que Baja California Sur es el Estado de México con el mayor número de impacto directo de ciclones tropicales (depresiones tropicales, tormentas tropicales, huracanes), y Los Cabos el municipio con el mayor impacto de estos fenómenos? De 1950 hasta el 2018, BCS tiene en sus registros 26 huracanes tocando tierra y 34 tormentas tropicales, esto da un total de 60 ciclones tropicales (sin tomar en cuenta a las depresiones tropicales por lo que el número se elevaría hasta 90 impactos).

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La temporada de ciclones tropicales en el océano Pacífico Nor-Oriental inicia oficialmente el 15 de mayo y finaliza el 30 de noviembre, aunque no es de sorprender que ciclones tropicales se formen los primeros días de mayo, o que aún se mantengan activos los primeros días de diciembre. El registro adecuado de los ciclones tropicales en el Pacífico inició en 1949 por Estados Unidos, trabajo que sigue realizándose por parte del Centro Nacional de Huracanes de Miami, Florida (NHC – National Hurricane Center, por sus siglas en inglés).

Esto no quiere decir que antes de 1949 no se haya tenido afectación, de hecho, existen algunos registros y anécdotas de ciclones tropicales en las décadas de 1910 y 1920, incluso se habla de que en el año de 1793 la construcción de la Misión de San José del Cabo Añuití fue destruida por una inundación que pudo tener relación con un ciclón tropical, o el posible ciclón a mediados de octubre en 1697 que hizo que uno de los dos botes que salieron de las costas de Sinaloa hizo que tardara hasta un mes en llegar a las costas de Baja California Sur debido a los daños que sufrió la embarcación.

Dicho todo lo anterior, comenzaremos a presentarte una lista de los ciclones tropicales más importantes en la historia de Baja California Sur. Es importante señalar que algunos de éstos carecerán de ciertos datos como variables meteorológicas o datos estadísticos en cuanto a daños en aquellos antes del año de 1949.

El huracán sin nombre de 1918

Importante ciclón tropical que impactó Baja California Sur dejando 25 muertes, la mayoría en San José del Cabo; importantes daños en la ciudad de La Paz; así como lluvia estimada de 20 pulgadas (508 mm) en El Triunfo. Se desconoce la intensidad real del ciclón tropical por falta de variables meteorológicas en tierra. En este enlace puedes encontrar más información.

Huracán de Cabo San Lucas (1941)

El huracán de Cabo San Lucas en 1941 es considerado como el peor ciclón tropicalen afectar Cabo San Lucas. El huracán fue reportado por primera vez el 8 de septiembre a las afueras de las costas de México. Su movimiento de traslación era lentamente al Noroeste mientras incrementaba su intensidad. Para el 9 de septiembre alcanzó la intensidad de una tormenta tropical con una presión mínima central reportada de 1001.4 hPa.

Su movimiento de traslación continuó siendo muy lento entrando al Golfo de California. Finalmente tocó tierra en el municipio de La Paz con vientos sostenidos de 135 km/h como un huracán categoría 1 en la escala Saffir-Simpson. De acuerdo con los registros, el huracán permaneció afectando la entidad hasta que se degradó el 13 de septiembre.

El huracán dejó 15 muertos a lo largo de BCS y muchos más quedaron heridos. El puerto de Cabo San Lucas fue arrastrado y destruido por las fuertes lluvias. El huracán destruyó la empacadora de atún. En general, este ciclón tropical es considerado uno de los peores en destruir la ciudad. Al poco tiempo de su impacto en la localidad todas las actividades que se realizaban cercanas a Cabo San Lucas cesaron, y durante la Segunda Guerra Mundial estaba prácticamente abandonada, poco tiempo después de la guerra, la mayoría de los edificios destruidos por el huracán fueron reconstruidos. Después del este evento metereológico, Cabo San Lucas fue reubicado 1.6 kilómetros tierra dentro para evitar que sufriera daños por futuros huracanes.

Los fuertes vientos y las lluvias afectaron la parte centro y sur de Baja California Sur durante 48 horas, durando hasta el 12 de septiembre. Los fuertes vientos destruyeron las colonias más pobres en La Paz y pueblos cercanos. Santiago y El Triunfo fueron totalmente destruidos. Las fuertes lluvias destruyeron caminos por toda la península y dejó a miles sin hogar. Algunos acumulados de lluvia registrados con el paso de este fuerte huracán: Cabo San Lucas, 329.5 milímetros; San José del Cabo, 345 mm; Santiago, 103.8 mm; y La Paz, 26.8 mm.

Olivia (1967)

Olivia se formó como depresión tropical el 6 de octubre de 1967 a más de 1,500 km al sur de las costas de BCS. El 9 de octubre mientras seguía su movimiento de traslación al Oeste e luego al Oeste-Noroeste logró convertirse en tormenta tropical.Tocó tierra como tormenta tropical entre el 11 y el 12 de octubre un poco al Sur de Puerto Chale, en el municipio de La Paz; por sus fuertes vientos en altura, cruzó la península saliendo por la isla San José. El 13 de octubre, se convirtió en huracán categoría 1 mientras se encontraba en el Golfo de California, su movimiento de traslación fue al Norte y luego al Noroeste bordeando las costas del municipio de Loreto. Debido a su pequeño tamaño y a las temperaturas favorables en la superficie del mar en el golfo, Olivia logró ser un huracán categoría 3 por seis horas con vientos sostenidos de 201 km/h. Con esa misma intensidad tocó tierra por segunda ocasión en BCS, esta vez lo hizo en el municipio de Mulegé entre el 13 y 14 de octubre. Aunque no se reportan daños materiales, si dejó 61 muertos tras su paso por el Estado.

Lluvias acumuladas por el huracán Olivia: Loreto 105.5, mm; San José del Cabo, 44 mm; El Triunfo, 23 mm; Mulegé, 20.1 mm; San Ignacio 20 mm; y La Paz, 3.8 mm.

Este mes, no te pierdas la segunda y tercera parte de este artículo, con el recuento de los huracanes más poderosos en la historia de Baja California Sur.




La antena que desviaba huracanes de Los Cabos: ¿verdad o leyenda?

IMÁGENES DE “ODILE”. Internet.

Colaboración Especial

Por Gilberto Manuel Ortega Avilés

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En esta época de variaciones climáticas atípicas, es normal escuchar teorías de manipulación del clima, incluso como arma de guerra. Un rumor de hace 10 años que cada vez se vuelve más poco creíble y en realidad sí se sucedió, es éste caso. La sociedad sudcaliforniana quizá todavía recuerda vagamente lo que se decía de una antena especial en Los Cabos instalada por particulares para desviar huracanes. ¿Realidad o leyenda urbana?

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En 2004, una antena ionizadora fue instalada en el Instituto Tecnológicos de Estudios Superiores (ITES) de San José del Cabo. Durante los años que duró, los huracanes presentaban un movimiento muy extraño ya que al acercarse a la entidad se desviaban, y hasta el año de su destilación en 2008, se vivió una escasez de lluvia en la región.

Se dice que sus fines fueron estudiar la manipulación climática y evitar que el centro turístico se viera afectado por los huracanes. Sin embargo, se dieron muchas quejas por parte de los agricultores que culpaban de la sequía a la antena ionizadora, y también de la ciudadanía cercana, ya que temían que pudiera ocasionar daños a las personas por alguna emanación extraña de energía o radiación.

Francisco Cota Márquez, director municipal de Protección Civil de Los Cabos, apuntó que la antena será derrumbada, así como también se iniciará una investigación sobre quienes la instalaron, esto para tranquilidad de los habitantes y, en su caso, por salud de todos los que viven cerca de la escuela.

El también profesor señaló que se realizaría una investigación exhaustiva, un trabajo serio para localizar quiénes son los que operaron la antena en años anteriores, y en su caso lograr la localización de otras antenas que se encuentren ubicadas dentro del territorio municipal.

Por su parte, el rector del Instituto, Enrique Pedrín, puntualizó que desde 2008, año a partir del cual ha sido el responsable del ITES Los Cabos, no ha operado la antena en el municipio, y aunque se tiene conocimiento que fue instalada en 2004, se desconocía quién son los dueños, mismos que no creo que tengan valor de reclamar los aparatos y transformadores.

Agregó que la intención de desmantelar la antena ionizadora es para no dejar dudas en la ciudadanía, y lo más importante, a la gente de campo, que conoce bien cómo son los tiempos de lluvias y la presencia de huracanes. Con su inhabilitación, el ITES Los Cabos dejará de ser objeto de los daños que se puedan producir por la instalación de la antena dentro del área académica.

Aunque la manipulación climática no está comprobada, los hechos sí se dieron y más que leyenda urbana, tenemos una historia muy curiosa, que el tiempo ha ido borrando, pero en épocas que la manipulación del clima vuelve a estar en los principales temas de  conversación, estos hechos vuelven a salir a la luz. Sin embargo, todo queda en rumores o historias viejas si no se cuenta con evidencia.

Jorge Garza Cosío, responsable de MetMex, nos ayudó a recordar el tema con un artículo publicado en El Sudcaliforniano el 13 de julio del año 2008, donde se menciona no sólo a las autoridades involucradas —que fueron federales, estatales y municipales—, sino que cita los beneficios que planteaba el proyecto en aquel entonces.

Si se demostró la baja en intensidad de los fenómenos naturales, ¿cuál fue la razón para desinstalarla? ¿Por petición de la población? ¿Por los efectos negativos en la naturaleza? ¿O por infringir leyes internacionales? (hay que recordar que la manipulación climática está regulada). La famosa antena ya se volvió leyenda urbana, aunque fue algo muy real, las razones por las que se instaló ahí están claras, pero su deshabilitación es otro misterio que aún sigue sin resolver, sin duda un tema que sigue abierto, más ahora que la manipulación climática es una preocupación mundial.




BCS necesita un Centro Estatal de Huracanes. Clima La Paz cumple 5 años (II)

FOTOS: Cortesía.

La Paz, Baja California Sur (BCS). Con dos carreras profesionales: Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública, y Licenciatura en Filosofía —con maestría en Historia Regional—, Luis Domínguez Bareño, funge hoy en día como Cronista de la Ciudad de La Paz, dentro del Ayuntamiento paceño. Sin embargo, quizá sea más conocido como el hombre detrás de Clima La Paz, una página de Facebook con decenas de miles de seguidores que ha informado sobre eventos climatológicos en la media península. Te invitamos a leer esta segunda y final entrega de esta extensa entrevista. DA CLIC AQUÍ PARA LEER LA PRIMERA PARTE.

CULCO BCS: ¿Cuáles son los eventos climatológicos que más te han impactado personalmente?

Clima La Paz: Sin duda, el huracán Odile. Nunca he sentido miedo en un ciclón más que con Odile, ver en la madrugada cómo azotaba los árboles contra el suelo es una imagen que nunca voy a olvidar; también cuando más fuerte pegó escuchaba como en las ventanas se estrellaban cosas, no era la lluvia, eran piedritas y arena que la fuerza del viento levantaba. También Odile logró formar algunos minitornados en La Paz; durante la contingencia alcancé a subir una foto que me mandaron de uno por la UABCS, tuvo mucha difusión en Twitter. Al día siguiente, ver pedazos de semáforo y defensas de automóviles regados por el suelo, te daba una idea de la magnitud que tuvo ese huracán.

Nube tóxica un mes después de Odile. Cuando el Ayuntamieto de La Paz, entonces bajo el mando de Estela Ponce, acumuló las ramas secas en el arroyo y se incendiaron, todo el humo recorrió la ciudad, oscureciendo por momentos el Sol.

Al fondo, se aprecia un tornado captado cuando Odile pasó cerca de La Paz.

De otro que me impactó fue el huracán Henriette en 2007. Me acuerdo que todavía estudiaba y vivía en casa de mi mamá, estaba checando cómo iba el huracán en Internet, ya estaba pegando duro, y de repente que me mueven la silla y pensé que alguien la estaba moviendo, cuando sale mi hermana gritando del otro cuarto “¡Está temblando!, ¡saca a los chamacos!”. Y ahí voy con mis sobrinos al otro cuarto y los llevó para la sala; mi mamá estaba en un sillón y dice que pensó que estaba mareada, pero le dijimos que no era eso, que había temblado, entonces se pone nerviosa y nos dice “¡Córranle vamos afuera!”, salimos al porche y estaba el huracán fuertísimo afuera, pues con la misma nos volvimos a meter; fue una noche muy tensa, ya después se fue la electricidad. Al otro día, cuando ya todo había pasado, nos dio mucha risa la situación y bromeábamos sobre lo que hicimos: “¡Tiembla todos afuera!” ,“¡Oh, hay huracán, todos adentro!”, y es que tener un huracán encima y un sismo al mismo tiempo no son cosas que se dan muy comúnmente, no se olvida.

Juliette en 2001 también me sorprendió por la cantidad de agua que trajo, nunca había visto una cascada en el cerro de Agua Escondida, se miraba clarito desde la calle Dátil por la colonia Revolución. También durante Juliette se vino abajo la estructura de las canchas la pista, en el gobierno de Leonel se acababa de construir el Parque Nuevo Sol en la ex pista aérea y escuchamos un golpe muy fuerte, era de noche y no supimos qué podía ser, nos asustamos pensando que era una avenida fuerte de agua que arrastraba piedras o algo así pero ya no supimos nada; hasta en la mañana que salimos a ver los daños, encontramos que la estructura de la techumbre se venció y cayó completa, pero quedó intacta en el suelo como si nomás la hubieran desmontado, ahí dedujimos que el fuerte golpe que se escuchó había sido eso. También con Juliette fue el primer huracán que recuerdo haber visto la famosa “luz de San Telmo”: una bola de lumbre impresionante.

También Ignacio y Marty en 2003 pasaron sobre La Paz. Ambos fueron huracanes. Me acuerdo que se podía ver en su ojo el cielo azul con uno y las estrellas con el otro, salimos con algunos vecinos a checar por qué de repente se había terminado el viento y la lluvia; ya estando en la plática comenzamos a deducir que era el ojo del ciclón por lo que optamos en ponernos a recoger algunas láminas y pedazos de parabólicas que habían volado para que no siguieran a la deriva, y ya cada quien a su casa; a la media hora comenzó de nuevo el viento huracanado y la lluvia, pero por el otro lado a donde nos había atacado el viento antes del ojo. Con estos ciclones también pude ver la luz de San Telmo.

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¿Crees necesario que los gobiernos de todos los niveles, especialmente en época de huracanes, deberían de basarse también en informadores locales del clima, y no sólo en el SMN?

Lo gobiernos tienen que tomar decisiones de manera oportuna y eficaz, para ello deben contar con toda la información necesaria para que esas decisiones ofrezcan seguridad y bienestar a la ciudadanía. Hay protocolos de prevención que son muy eficaces, pero a veces la información, sobretodo meteorológica, no circula con la velocidad suficiente para la toma de decisiones. Recuerdo un amigo mío que estaba en el Comité de Protección Civil Estatal cuando la emergencia de Odile en 2014. Me platicó que él estaba en las sesiones y escuchaba el boletín oficial que les ofrecía CONAGUA, a la par revisaba Clima La Paz en Facebook y nosotros ya estábamos manejando información más reciente que la que se presentaba en el Consejo. Imagínate en un ciclón muy cerca de tierra o ya sobre tierra, tener 3 horas de retraso en la información de la posición es una eternidad de tiempo. Tampoco puedes andar evacuando personas durante la mera contingencia, estás poniendo en peligro la vida del personal también, se supone que las acciones para salvaguarda de vida de la población las debiste cumplimentar antes del fenómeno, no durante él. Sólo en un caso extremo de emergencia o de acciones de rescate se justifica que el personal de gobierno ande en pleno ciclón circulando.

Con Odile todos los órdenes de gobierno fueron rebasados, es la realidad. Es cierto que el fenómeno fue extremo pero hubo un vacío en la información, si el gobierno no cubre ese vacío alguien más lo hará, y desafortunadamente hay mucha información falsa y gente dispuesta a reproducirla con fines no muy adecuados, a río revuelto, cómo dicen, ¡no? Ganancia de pescadores. Yo desde días antes de Odile me puse a las órdenes de protección civil y otras instancias pero jamás me requirieron, muchos afortunadamente ya no están, pero ellos saben perfectamente lo que les dije y a quiénes se lo dije; es lo malo que ocurre cuando la soberbia se mezcla en las decisiones de gobierno, desafortunadamente hay pérdidas. Por un milagro, no tuvimos más muertos cuando Odile.

Actualmente, Luis Domínguez Bareño opera Clima La Paz con tres termómetros, un pluviómetro y un medidor de humedad, además de su equipo de cómputo, sin que hasta la fecha cuente con una estación metereológica —para la que ya ahorraba, pero tras la caída dle peso, se disparó su precio. Desde septiembre de 2012, trata de dar cobertura sobre las condiciones del clima en todo Baja California Sur, con especial énfasis al norte del Estado, sin recibir remuneración alguna, pero recibiendo el agradecimiento y apoyo de varios sudcalifornianos.

A pesar de estos tiempos modernos, de rápido acceso a la información y una mayor cultura de protección civil, en BCS sigue habiendo muertos cada tormenta fuerte o huracán. Para ti ¿cuáles son las principales causas y qué opinas que hace falta para que un evento de este tipo no tenga pérdidas humanas o catastróficos daños materiales?

Históricamente, los huracanes han dejado grandes tragedias en nuestra tierra. Desde la época misional por ejemplo, en plena misa en el templo de la Misión de Guadalupe lluvias continuas de un ciclón les derrumbó la iglesia; según el testimonio del padre Miguel del Barco, nos señala que hubo más de 100 indígenas muertos. Un ciclón en 1828 devastó Loreto; el de 1895 arrasó todo el sur peninsular; el de 1907 mató muchas personas en San José del Cabo; el de 1918 mató varias personas también; 1841 y el de 1959 dejaron muchas pérdidas en La Paz; ni hablar de Liza en 1976 es algo muy conocido, en fin.

No quiero que suene despectivo, pero desafortunadamente padecemos de “chilangocentrismo” en la mayor parte de las decisiones que se toman allá en la Ciudad de México y de las que padecemos las consecuencias; con respecto a la información sobre los ciclones tenemos un gran ejemplo de lo que menciono. Hay muchos documentos de gobierno de tiempo pasado que he consultado en archivos, donde los gobernadores del Estado manejaban fuentes de información de los Estados Unidos, del Ejército, de la Marina y así; se tenía un panorama muy completo a pesar de que no existían Internet, ni las imágenes satelitales eran en tiempo real y así; desde que se creó Protección Civil Nacional siento que no ha funcionado bien el flujo de información con respecto a los huracanes en nuestra media península. Se ha burocratizado mucho todo, y así es el poder, siempre busca centralizarlo todo.

Creo que aquí aplica una frase de Maquiavelo –ya que estamos en lo político—, que tengo presente y dice “no has de querer caer por creer que habrá quien te recoja” y también la de “no hay mejores armas que las que dependen de uno mismo”. Entonces el Gobierno estatal y las Alcaldías deben comenzar por implementar sistemas de datos meteorológicos eficaces, que logren realmente incidir con información clara y oportuna para que la población conozca y se prevenga de las condiciones meteorológicas que se van presentando; eso tranquilizaría muchísimo a la ciudadanía. Con todo respeto para los expertos del Servicio Meteorológico Nacional ellos están allá, en Tacubaya, muy lejos de la línea de fuego del ciclón, a la mejor muchos jamás han vivido un huracán, la teoría sin la práctica es muy edificante para el espíritu —¡dímelo a mí que estudié filosofía!—, pero la realidad, por lo general, es más rica que mil abstracciones. También necesitas tenerle amor a la tierra para darle seguimiento día y noche a un ciclón varios días, nosotros lo hemos hecho mucha veces y es precisamente esa preocupación lo que nos impulsa, porque pago monetario no hay.

No quiero sonar chauvinista o localista, pero es que siento que hay un discurso en el ambiente que considera que los sudcalifornianos somos flojos o incapaces, y eso no es verdad. Así que me voy atrever a decirlo: a Sudcalifornia no habrá quien la cuide mejor que los propios sudcalifornianos. ¿Entonces te imaginas completar el tener una camada de jóvenes sudcalifornianos que el gobierno les pague una preparación profesional en meteorología y los empleé con la creación de un Centro Estatal o Nacional de Huracanes? ¿Por qué no en Los Cabos? ¿Por qué no es prioridad para los gobiernos? No sería un gasto inútil, está más que demostrada su necesidad. A mí lo que me preocupa es que toda una generación de sudcalifornianos capaces en estos temas se siga desperdiciando, claro ejemplo Jorge Garza de MetMex, él ha logrado establecer una red de pluviómetros con recursos propios y tiene algo muy importante que se llama credibilidad y capacidad comprobada, ¿por qué no se le da la oportunidad de encauzar ese proyecto mediante las instancias gubernamentales adecuadas? Si queremos que nos siga sirviendo las instituciones también deben servirle a él para maximizar sus esfuerzos y poder dedicarse de tiempo completo a esto, de otra manera, se corre el riesgo de que sólo quede en intenciones personales, que pueden perderse en la frustración de no ser tomado en cuenta o se nos pueda ir a donde sí valoren su capacidad.

Con Lidia notamos que hubo evacuaciones en tiempo y, en las zonas de riesgo se le informó a las personas, te lo digo porque yo estuve en tiempo real con habitantes de varias colonias de Cabo San Lucas y me dijeron que sí pasaron del gobierno invitando a los albergues varias veces. Mencionan las personas que ellos no creyeron que el asunto sería tan grave, por eso se confiaron. Entonces, también debemos trabajar en la educación de protección civil, las instancias educativas son un excelente medio para forjar ciudadanos conscientes; necesitamos trabajar en esa vertiente, yo he ido a escuelas a dar pláticas, Jorge, por lo que he leído también, se puede armar un buen proyecto estatal al respecto.

En este momento, ¿qué fenómeno climatológico sigues?

Actualmente estamos monitoreando una baja presión frente a las costas de Oaxaca, ya tiene probabilidades nada despreciables de evolucionar a ciclón tropical en los próximos cinco días. Algunos pronósticos indican que este ciclón avanzaría pegado la costa del Pacífico centro de México para después entrar al Golfo de California pero sin tocar tierra en Baja California Sur, iría más cargado hacia Sinaloa. Los pronósticos de lluvia han empezado a marcar un poco de precipitación para La Paz y Los Cabos para principios de octubre, esto se correlaciona con el paso o cercanía de algún ciclón tropical o sus efectos de baja remanente. De evolucionar este fenómeno se llamaría Pilar y los comentarios se emiten para indicar que debemos estar atentos, también durante octubre seguirán formándose ciclones, aunque débiles por el cambio de condiciones y la transición al invierno, pero podrían seguir circulando cerca o sobre el Noroeste de México dejándonos algunas lluvias en el próximo mes; como bien se recalca siempre, todo esto es un pronóstico y se trata de probabilidades, el modelo proceso muchas variables de manera constante y de ahí obtiene un producto, pero conforme avanzan las horas y los días entran al estimado diversos factores atmosféricos que van modificando ese pronóstico, por eso con los ciclones tenemos que ir muy al día con el monitoreo, también se necesitan análisis de las condiciones meteorológicas a nivel superficie, radiosondeos, radares meteorológicos doppler para detectar los ecos de nubes con probabilidad de lluvia, personal profesional e instalaciones adecuadas, de esto adolecemos mucho en nuestro país como ya lo comentamos, pero no podemos seguir lamentándonos de esta realidad, debemos cambiarla ya.




Pasión por las lluvias y los ciclones. Clima La Paz cumple 5 años (I)

FOTOS: Cortesía.

La Paz, Baja California Sur (BCS).  Luis Domínguez Bareño, el hombre detrás de Clima La Paz, nació en la capital sudcaliforniana el 12 de julio de 1983. Desde el 9 de septiembre de 2012, se ha dedicado de forma altruista —y por pura pasión—, a informar sobre las condiciones del clima en BCS a través de su cuenta de Facebook, con un alcance de casi 42 mil seguidores en esta red social, por lo que a cinco años de su existencia y con esta importante influencia, CULCO BCS lo buscó para una entrevista exclusiva. Te invitamos a leer la primera de dos partes de este material.

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CULCO BCS: ¿Cuáles son tus primeros recuerdos del acercamiento que tuviste a la metereología, y por qué no estudiaste esa carrera?

Clima La Paz: Desde muy pequeño uno crece aquí en Sudcalifornia conviviendo con los ciclones. Recuerdo muy niño, que los mayores hablaban con respeto del huracán Liza del ´76 y el huracán Paul del ´82; cuando iba en la primaria teníamos un periódico local según nosotros: yo, mi hermana y una vecina de Balandra —la colonia donde crecí en La Paz—, al que le llamábamos “El Chismoloco” y se hacía en una máquina de escribir, en una hoja doblada usábamos las cuatro caras, después lo llevábamos a la papelería de la esquina del parque “Los Mangos” y sacábamos varias copias; vendíamos cada ejemplar en 0.50 centavos; era la sensación por la calle, rápido se agotaba y después gente de otras calles de la colonia se interesaba por el dichoso “Chismoloco”. Yo a veces escribía sobre los ciclones que iban presentándose, sacaba la información de lo que escuchaba en el Canal 10, en la radio y en “El Sudcaliforniano”. Después me encontré unos mapas entre las cosas de mi hermano, me di cuenta que eran bastante extensos y traían señalada la longitud y latitud, entonces los usaba para georreferenciar la ubicación de los ciclones cuando anunciaban las coordenadas en el radio; como mi hermano es varios años mayor que yo, él ya trabajaba cuando yo estaba muy chico, entonces le pedí que me llevara a INEGI a buscar mapas más detallados, y sí, encontré mapas más específicos con la península bien delineada y la parte del Pacífico Mexicano con escala, que era lo que más me interesaba para ir señalando los ciclones.

Me gustaba cuando en el radio o en la televisión hacían público no sólo la posición del momento, sino exponían de acuerdo al desplazamiento, las coordenadas donde se ubicaría el ciclón a futuro. Entonces, yo localizaba los puntos en el mapa y los señalaba con un lápiz. Ese mapa lo pegaba en la pared y era fácil darle seguimiento al ciclón; obviamente es raro el pronóstico que se cumple al 100%, entonces en cada nueva actualización que escuchaba me daba la oportunidad de ajustar mis datos y proyecciones. Este método me fue muy útil cuando los ciclones nos llegaban a dejar sin energía eléctrica, porque ya con la proyección nomás le calculas la hora y puedes saber dónde se va ubicando, es de poco margen de error y muy confiable. Era muy chistoso, porque los vecinos iban a preguntarme a la casa por la ubicación, “A ver, Luisito, saca el mapa ese que tienes rayado para que me nos digas por dónde viene el huracán”.

Del huracán Kiko de 1989 me acuerdo perfectamente, yo acababa de cumplir 6 años, la gente se asustó mucho porque era un huracán categoría 3 y venía entrando por el Golfo; eso traía muy malos recuerdos del Liza. A fin de cuentas entró por Los Barriles y en La Paz no dejó mucho desastre; pero lo que si te puedo decir y tengo muy presente es la cultura y solidaridad de la gente, los vecinos se ayudaban mutuamente y entre todos nos organizábamos para prepararnos antes de la llegada y después del ciclón para tener un plan de acción ante un escenario digamos, poco alentador.

No estudié eso porque no sabía que existía una carrera al respecto, de haber sabido sí me aviento; me han contado que por ahí en la UNAM y otras universidades de México se puede estudiar Ciencias Atmosféricas, que es lo más cercano, y por supuesto en el extranjero también hay opciones; la maestra Sandra Robles Gil de la CONAGUA Local estudió para eso, y hasta Maestría en lo mismo tiene; los meteorólogos aficionados del Estado le tenemos mucho respeto y admiración, es una lástima que no salga casi en los medios y tampoco publique sus observaciones.

Con los mismos ciclones he perdido mucha información que guardaba desde hace muchos años. En una caja tenía recortes de periódicos viejos con temperaturas y noticias locales sobre ciclones, además de unos cuadernos con registros de temperaturas y lluvias en La Paz; gran parte lo destruyó el huracán Juliette en 2001, fue un mundo de agua y se rompió una ventana de la casa de mis papás, se mojó todo y fue imposible rescatarlo, aunque puse al Sol los documentos se honguearon y la tinta e corrió, vaya pues quedaron ilegibles. Tenemos razón en seguir considerándolos unos grandes destructores. Ahora lo que hago es tomar fotos de los documentos y voy armando mi propio archivo. Desde hace 12 años tengo un archivo en Excel donde voy capturando los datos de La Paz por lo menos, todo: viento, temperatura máxima/mínima, si llovió y cantidad, si hubo windchill en invierno y la sensación de calor por humedad en verano; años más atrás he logrado conseguir los datos de La Paz y otras poblaciones de Estado. Hoy en día, he podido capturar por lo menos las temperaturas y la cantidad de lluvia en La Paz desde 1941, tengo el archivo completo. Más atrás he podido reconstruir la historia de algunos ciclones con documentos históricos o libros que he consultado, y todo lo voy fotografiando para guardarlo. Esto es importante porque con eso se tiene referencia histórica y se pueden hacer comparaciones de cómo eran las condiciones meteorológicas en nuestra ciudad en otras épocas —e incluso siglos—, además que se puede construir, más o menos, cómo es el clima en general en la región.  Además, quiero hacer una “Historia general de los ciclones en Baja California Sur”, el maestro Elino Villanueva hizo su tesis sobre eso precisamente, un trabajo fantástico, pero ya han pasado varios años desde entonces, además que lo centró más que nada en el huracán Liza y tenemos muchos datos nuevos.

Tenemos una larga tradición de observaciones meteorológicas en nuestra tierra y está documentada, por ejemplo el padre Baegert estuvo de 1751 a 1768 en San Luis Gonzaga, y en el libro que escribió y que afortunadamente llegó hasta nosotros, deja plasmados datos muy importantes de las condiciones meteorológicas que observó en tantos años de soledad, además de observaciones de ciclones. También hay un señor de La Paz, de la segunda mitad del siglo XIX, se llamaba Fidel S. Pujol: es un personaje interesantísimo, tenía un periódico y ahí publicaba las observaciones del estado del tiempo en la ciudad además de la hora de la puesta del Sol para que la gente ajustara sus relojes, no he podido saber de dónde vino y dónde terminó, pero he investigado que llegó a ser regidor del Ayuntamiento de La Paz y parece que fue Tesorero, tuvo varios puestos públicos; sobra decir que es uno de mis ídolos, de alguna manera nos identificamos y en él encontramos un antecedente en lo que hacemos, estamos forjando nuestra tradición y eso es apasionante.

Luis Domínguez Bareño ha estudiado documentos históricos, para muestra, imagen del periódico de Puyol de 1875 en La Paz, con datos del estado del tiempo que él tomaba.

¿Cómo nace el proyecto de Clima La Paz y cómo opera en la actualidad?

Bueno, ya ahora de grande seguí con esta afición aunque la tecnología te facilita todo, con el Internet es maravilloso poder observar en tiempo real las imágenes de satélite y leer de inmediato los boletines que van saliendo. Desde hace más de 12 años andaba en los foros de Internet, había unos locales, ahí compartía información de los ciclones, era más bien algo esporádico. Después con las redes sociales abrí mi Facebook y en mi muro compartía datos y comentarios sobre el asunto, se fue haciendo cada vez más necesario hacerlo de manera masiva, por lo tanto en septiembre del 2012 decidí abrir el Facebook de Clima La Paz B. California Sur. Desde entonces por ahí andamos dándole a esto. Uno de las aportaciones más valiosas yo creo que fue con la emergencia de Odile. Ya me había pasado antes con otros ciclones, que me quedaba sin Internet o electricidad aquí en la casa y pues no reportaba. Estuve en pláticas con Raúl Amaya —él está en Ciudad Constitución. Noté que era un chavo con algo de conocimiento sobre esto y deseoso de aprender, sobretodo lo empujaba el hecho de que él y su familia son agricultores, así que las condiciones meteorológicas si le son un tema muy importante. No recuerdo bien del todo, pero creo que antes de Odile ya lo tenía habilitado como colaborador; cuando vimos el desastre de Odile en Los Cabos, la noche del 14 de septiembre de 2014, me decidí por entregarle Clima La Paz y lo habilité como administrador, por cómo venían las cosas yo sabía que lo más seguro me quedara sin Internet y electricidad. Entonces le di toda la confianza; y efectivamente, para las 2 de la mañana del día 15 me quedé sin electricidad, todavía desde el celular alcancé a realizar una actualización a las 3 de la mañana, de elaborar y publicar un último informe, después quedé completamente en oscuridad y sin batería, opté por irme a dormir.

Regresó el Internet hasta tres días después en La Paz, me sorprendió mucho ver que Raúl había hecho un trabajo excelente, aunque gran parte de Los Cabos y La Paz estaba sin Internet, Raúl pudo establecer un canal de comunicación con las comunidades del norte del estado, además de los familiares de otras partes del país y del mundo que estaban preocupados por saber la situación con sus seres queridos por acá. Desde entonces Raúl es parte de Clima La Paz, seguimos con esa estructura de trabajo que él entra cuando me quedo “offline” yo; con Newton el año pasado, y ahora con Lidia ya teníamos listo el plan, pero no fue necesario aplicarlo. Apenas ahora en marzo me tocó conocer en persona a Raúl, tras casi dos años de trabajar juntos en esto.

¿Cuál es la parte más difícil de realizar esta labor, y cuáles tus mayores satisfacciones?

Cuando algo te gusta y te apasiona no hay partes difíciles, o más bien buscas solventar las dificultades a como dé lugar. Pero lo que dificulta esto, sin duda, es la disponibilidad de recursos y tiempo, se ocupa de instrumentación y de una inversión de tiempo, sobre todo para tener oportunidad de analizar la mayor cantidad posible de información; muchos datos están en inglés entonces hay que traducir, pasar por ejemplo los kt a km, convertir las millas a kilómetros; también cuando se habla de nudos, la estimación de llegada de los efectos de lluvias y vientos; a las mareas también hay que echarles ojo; para tener un pronóstico respetable, se necesitan horas de análisis y siempre vas contra el tiempo, entonces eso le mete vértigo al asunto.

Lo más difícil a veces es no tener una respuesta, ahora con la tormenta tropical Lidia estuve en línea con vecinos de la colonia Real Unidad de Cabo San Lucas, era desesperante lo que comentaban sobre que el arroyo subía, que pasaban carros, que escuchaban gritos, que el arroyo se tragaba casas, en fin, me pedían que les dijera cuándo terminaba la lluvia; yo veía las bandas de fuerte convección sobre Los Cabos que me indicaban la posible fuerte precipitación, pero no tenía un dato que me lo corroborara ahí; la estación del Servicio Meteorológico Nacional en Cabo San Lucas estaba reportando en línea buenos datos como el viento, la humedad, la presión barométrica ¡pero no la lluvia!, entonces no hay elementos concretos. Tenía contacto con familiares en Cabo San Lucas y San José del Cabo, entonces contaba con testimonios, pero eso no te da para cuantificar con certeza la magnitud, hay mucha subjetividad. El gobierno le tiene que invertir en la instrumentación para contar con una efectiva fuente de información meteorológica constante, es la única manera de poder realmente salvar vidas.

La mayor satisfacción sin dudarlo es cuando uno ve que tu trabajo le sirve a las personas; cuando la cajera del Oxxo te dice “Oye ¿tú eres el del clima en el Internet, verdad?”, sabes que de todas formas no te hará descuento, pero como que sientes que sales más fortalecido. También cuando eres útil, en 2015 estuve dándole seguimiento al huracán Patricia, y mantuve informada a gente de Michoacán, Colima y Jalisco; me mandaron mensajes de agradecimiento y realmente es satisfactorio. Medios nacionales como “El Universal” nos han citado, ahora con Lidia nos dio gusto ver que “SDP Noticias” retomó nuestra información y nos citó como fuente. También a nivel internacional, el año pasado que estuve haciendo trasmisiones en vivo de Newton nos estuvieron siguiendo en Canadá, Italia y Francia. Son cosas que levantan el ánimo y te comprometen.

Pero lo que nos da más satisfacción es ser la única página que le da seguimiento a los ciclones en el norte del estado de manera permanente. Cuando los ciclones pasan por Los Cabos y La Paz creemos que ya pasó todo el peligro pero no, porque siguen nuestros paisanos del norte ahora sí que literal “en el ojo del huracán”; en Comondú tenemos muchos seguidores en los ejidos, además de la costa del Pacífico Norte. Me acuerdo en septiembre de 2015, se formó una depresión tropical frente a Comondú y que después entró por tierra cerca de Punta Abreojos. En esas fechas tenía muy grave a mi mamá en el ISSSTE, entonces me pasaba las noches cuidándola, había tenido muchos gastos y andaba sin saldo en el celular, esa noche me fui de la casa como a las nueve de la noche al hospital, mi último reporte fue que la depresión impactaría durante la madrugada y me disculpaba por no poder darle seguimiento por las razones que te comento. Como a las 11 me llega un mensaje de recarga al teléfono y luego un señor por WhatsApp me dice algo como “Amigo ya le puse saldo, usted sígale informando estamos muy preocupados por acá y usted es nuestra fuente más confiable”. Creo era el subdelegado o delegado de Punta Abreojos, me la pase toda la noche actualizando desde el hospital, al final de cuentas sí fue un ciclón que dejó mucha agua, recuerda que en Santa Rosalía hizo mucho desastre. Ya después el señor me habló y me agradeció en nombre del pueblo, esas yo creo que son de las satisfacciones más grandes y te las llevas para toda la vida.

Platícanos un poco de cómo realizas tus reportes del clima.

Primero que nada hay que esperar el tiempo propicio para emitir un mensaje, hoy con la tecnología puedes ver un ciclón casi con un mes de anticipación, pero es un pronóstico a muy largo plazo y por lo tanto con muy bajo porcentaje de efectividad. Hoy en día mucha gente se acelera tratando de ser la primera en “predecir” que viene un ciclón, pero bueno, si estás en septiembre y dices “Va venir un ciclón a mediados de mes” ¡tienes muchas posibilidades de atinarle!, a ver ¿dónde están esos personajes en junio o julio dando sus pronósticos? Ese es el chiste de esto, tener constancia y prudencia, creo que eso la gente es lo que ve, por eso sabe a quién darle su confianza y a quién no. En 2015, Blanca nos puso a prueba a todos con su acercamiento en junio, pocos nos atrevimos a hablar de su impacto, y finalmente si tocó Baja California Sur como tormenta tropical.

Me baso más que nada en lo que publica el “National Hurricane Center” de Estados Unidos; “Wunderground” también es muy bueno porque cuenta con muchos expertos a nivel internacional que comparten sus conocimientos y datos; “Tropicaltidbits” también es una buena fuente de información si se usa con mesura y de forma analítica; el Servicio Meteorológico Nacional es buena fuente por su red de estaciones meteorológicas que transmiten datos en línea, ya que eso sirve para la recopilación de datos a nivel de superficie. El ingeniero Juvera de Hermosillo tiene una empresa llamada “GlobalMet” y son muy buenos, recomiendo seguirlos en Twitter por ser una fuente confiable y dan seguimiento de los ciclones en el noroeste del país.

No te pierdas la segunda parte de esta entrevista, donde Luis Domínguez Bareño habla sobre los eventos climatológicos de más impacto y las políticas de difusión, así como de protección civil en temporada de huracanes en BCS. Próximamente.




MetMEX cumple 10 años. El hombre del clima más seguido en BCS (II)

Jorge Alberto Garza Cossío. FOTOS: Cortesía.

La Paz, Baja California Sur (BCS). Jorge Alberto Garza Cossío, tamaulipeco de nacimiento, pero cabeño por adopción, cumple 10 años al frente de MetMEX, un sitio web y con información de enorme alcance en redes sociales, que ha logrado posicionarse como el informante del clima en BCS más seguido en la media península. El joven de 29 años concedió una entrevista exclusiva a CULCO BCS, en la que habla de su trayectoria y su trabajo. Da clic AQUÍ para leer la primera parte.

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CULCO BCS: Platícanos un poco de los inicios de MetMex y su conformación actual.

MetMEX: En el proyecto iniciamos cuatro personas: Jesús Juvera de Hermosillo, Sonora; Eduardo Llanes de Torreón Coahuila; Fabrizzio Sandoval de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; y su servidor, Jorge Garza en La Paz, Baja California Sur. Inició alrededor de julio de 2007 con un nombre inicial de AFIME (“Aficionados a la meteorología”), un nombre que nos gustó en su momento y lo trabajamos en un blog del conocido sitio Wunderground, y fue hasta el 15 de septiembre de 2007 que se cambió el nombre a MetMEX. Cada quién nos encargábamos de reportar desde los cuatro puntos cardinales del país, asignándonos tareas diversas, en lo personal yo me encargaba de BCS, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Durango y Colima, además de publicar reportes de sismos en México y del mundo. Todos contábamos con computadoras y en nuestros tiempos libres hacíamos reportes desde nuestros hogares. Además, dos de los integrantes ya teníamos una estación meteorológica en casa. La separación fue paulatina, casi por un año fuimos constantes; a veces un miembro no reportaba por meses y luego regresaba. Fue entre el 2009 y 2010 que los compañeros de Chiapas y Coahuila se enfocaron a sus vidas personales. Finalmente, quedamos el compañero de Sonora que hasta el 2011 dejó de reportar por meses, hasta que finalmente se dedicó a su propio trabajo. Me gustaría señalar que en ese lapso de años tuvimos personas que se integraron al proyecto por ciertos periodos de tiempo, Jesús de Villahermosa Tabasco y Alexander Daderio de Altamira, Tamaulipas, los más importantes y que ahora tienen sus proyectos independientes. Actualmente quedé a cargo de todo el proyecto haciendo uso total de la cuenta nacional de Twitter, la cuenta de Twitter de BCS, la página de wordpress y el sitio .mx del proyecto, así como las cuentas de Facebook. También cuento con unas subcuentas de Twitter de Yucatán, Jalisco y Nuevo León, que muy rara vez actualizo por falta de tiempo.

Particularmente el propósito de MetMEX ha sido y será brindar la información meteorológica y sísmica de México de manera rápida y objetiva, mandando reportes meteorológicos en un lenguaje coloquial y de rápido entendimiento para que el mensaje que se desea transmitir sea claro, y así llegar a cada rincón del país que necesite dicha información. También ser esa parte humana y demostrar que existe un ciudadano detrás del proyecto que está dispuesto a responder sus dudas, comentarios y enseñarle aspectos de la meteorología o sismología para que luego también el público pueda interpretar los reportes o boletines posteriores.

Jorge Alberto Garza Cossío nació el 29 de julio de 1988 en Matamoros, Tamaulipas. Lleva 14 años viviendo en San José del Cabo, en la colonia El Zacatal, desde donde realiza sus reportes del clima. Sólo en Facebook tiene casi 73 mil seguidores. Con suficiente antelación, su información ha indicado los pronósticos, como fue para alertar por el huracán Odile o la reciente tormenta tropical Lidia, ambas, con pérdidas qué lamentar, sin embargo, no es tomado como un “medio oficial”.

MetMEX había prevenido una enorme cantidad de agua por la tormenta tropical Lidia, cuyo pronóstico se cumplió con afectaciones catastróficas para Los Cabos.

Actualmente, ¿cómo opera MetMex?

Bueno, MetMEX es un proyecto sin fines de lucro, la idea será mantener esa forma que siempre lo ha caracterizado. Por ahora el único equipamiento es poder contar con una estación meteorológica desde donde opero, así como también una serie de pluviómetros que regalé a lectores y voluntarios para poder armas la primera red de pluviómetros de voluntarios para entender el comportamiento de la lluvia por sectores de una misma ciudad. La principal fuente de información es el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, aunque en México tenemos el Servicio Meteorológico Nacional, rara vez lo consulto, en todo caso es para poder verificar datos o variables meteorológicas que ellos poseen desde hace casi 100 años o más. También consulto una serie de páginas especializadas en meteorología con noticias, reportes y mapas meteorológicos, tales como Wunderground, Kachelmann y el National Weather Service de Estados Unidos. Algunas de las fuentes que visito generan un costo monetario que es algo que yo tengo que cubrir, pues no existe fuente alterna de financiamiento. Una vez que consulto dichas fuentes, me toma, al menos, de una a tres horas —en un principio me tomaba hasta cuatro horas— interpretar los mapas, discusiones, análisis de expertos en materia ciclónica, tornados y meteorología preventiva; luego de ese análisis la redacto basándome en el conocimiento de mi localidad, tanto geográfico, orográfico y al público a quien va dirigida la información.

La estación que utliza MetMEX está conformada por pluviómetro, higrómetro y anemómetro.

¿Cuál es tu formación académica en general y tu aprendizaje de la meteorología? ¿Desde cuándo y cómo surge tu interés en realizar esta labor?

Aunque mis estudios académicos son enfocados a la enseñanza y aprendizaje de idiomas, al finalizar mis estudios pude tomar un curso de titulación referente al Cambio Climático y el impacto social y económico en BCS, esto en la Universidad Autónoma de Baja California Sur. También desde muy pequeño tenía ese gusto por las ciencias naturales, la geografía, la geología; recuerdo estar en primaria y cuando tenía trabajos qué hacer, como elaborar mapas, aprender las eras geológicas, hacer experimentos: era lo primero que terminaba y con todo gusto la presentaba al profesor. Ya estando en secundaria recuerdo que mis papás me regalaron un termómetro que se colocaba en una ventana, y no sé de donde nació la idea, pero decidí elaborar una hoja en Excel donde tenía todos los días del año, así que diariamente tomaba lectura de las temperaturas y las anotaba en ese documento de Excel, ¡fácil anoté datos por tres años! Al entrar a la preparatoria empezó a gustarme las ciencias exactas y ahí fue cuando compré un cuaderno de hojas milimétricas, y todos esos datos de temperaturas que en secundaria anoté, las grafiqué. Fue así como nació ese gusto enorme de tomar temperaturas y otras variables meteorológicas como el elaborar un pluviómetro casero. El gusto de informar lo que pasaba en cuanto a los ciclones tropicales nació cuando estaba en cuarto grado de primaria, en la época que teníamos antenas parabólicas. Recuerdo que descubrí el The Weather Channel (El Canal del Tiempo) todo estaba presentado en inglés, y aunque no entendía nada, yo hacía como que entendía y le decía a mis papás y tíos lo que supuestamente pasaría con los ciclones tropicales. En mi familia se “corrió la voz” que yo veía el The Weather Channel todo el día, así que ellos me preguntaban y yo con gusto les respondía con un pronóstico según a lo que entendía de los mapas, que los presentadores de dicho canal mostraban, pero esto no se repitió hasta que entré a estudiar en la universidad.

¿Cuáles han sido tus principales dificultades para realizar este trabajo, y cuáles tus satisfacciones?

No voy a negar que todo ha sido, como se dice comúnmente, color de rosa, o fácil. Desde que inicié la mayor dificultad fue poder llegar a más personas con los reportes pues todo giraba dentro de un círculo muy pequeño: familia, amigos, maestros y compañeros de estudios. Poco a poco, entre mis conocidos y amigos fueron recomendando mi trabajo, pero para los nuevos lectores era tratar de ganarme su confianza. Mientras el número de lectores crecía, también llegaban personas a quienes no le agradaba el trabajo que yo hacía. Comentarios o preguntas como: “¿Quién eres tú? ¿Qué derecho crees tener sobre la autoridad para hacer reportes o declaraciones? ¿Tienes estudios especializados en meteorología?” Tratando de poner en duda mis conocimientos o reportes frente a todos mis lectores, y no hablemos de las groserías y amenazas que periódicamente me hacen llegar vía mensajes privados y muchas veces públicos. También los comentarios con críticas constructivas que con todo gusto acepto para poder mejorar mi desempeño en la red. Mi satisfacción más grande es ver que mis reportes han sido de gran ayuda a muchas personas tanto de Baja California Sur como a nivel nacional, y los mensajes de agradecimiento o palabras de aliento que me mantienen firme y constante en esta labor que tanto amo hacer.

¿Tienes algún recuerdo o anécdota especial ligada a tu trabajo en la información del clima? ¿Cuál ha sido el fenómeno meteorológico que más te ha impactado?

Recuerdo claramente en el año 2014, unas cuatro semanas antes de la llegada del huracán Odile a BCS, hice un aviso vía Facebook de su posible impacto en el estado, aunque faltaba mucho para que eso pasara yo ya le estaba dando seguimiento. Era algo curioso leer mensajes con sentimientos encontrados —de creer y no creer—, o tal vez creer pero con la esperanza que no se cumpliera. Una vez llegado el día del impacto, fue impresionante cómo mis reportes comenzaron a ser compartidos por muchas personas y sus mensajes que de no creer, pasaron a ser de preocupación. En esos días tenía cerca de dos meses viviendo en Hermosillo, y gracias al hecho de no poder regresarme a Los Cabos para vivir en carne propia el impacto del huracán, me ayudó a dar un seguimiento puntual y sin interrupciones. Es cierto que no viví en carne propia todo el horror de sufrir el huracán Odile en Los Cabos, pero mi temor y dolor que muchos de ustedes sufrieron, yo lo viví a la distancia. Preocupado por mi familia y mis amigos, y ver esas desgarradoras imágenes de toda la destrucción de Los Cabos no pude evitar soltar el llanto en un par de ocasiones. Fueron muchas las noches de no poder dormir al no recibir noticias de mi gente en BCS. Estaba tan dolido y arrepentido de cierta manera no haber vivido con todos ustedes el embate de Odile en Baja California Sur, sentí que en algo les había fallado, que aunque no era mi obligación pienso que muchas cosas pudieron hacerse o informarse a todos y tal vez evitado que se registraran tantos daños. Casi un año después de Odile visité Baja California Sur; recuerdo que al llegar a La Paz desde Hermosillo, televisoras locales y algunos medios de comunicación estaban esperando mi llegada, incluso di una serie de conferencias y entrevistas como MetMEX por primera vez en La Paz y Los Cabos, así pude darme cuenta el impacto enorme y la importancia que mis reportes fueron para muchas personas. Sin duda, Odile fue uno de los fenómenos meteorológicos que más me ha llamado la atención en BCS, sin embargo, también las bajas temperaturas de febrero de 2011 cuando la temperatura más baja en San José del Cabo fue de 3.2°C. También otro evento meteorológico que más me impactó fue el huracán Juliette en el 2001 y la inundación en San José del Cabo de noviembre de 1993, que malamente se llama tromba (tromba o tromba marina es un tornado en el mar).

Impresionantes imágenes se compartieron en Internet sobre las afectaciones de Lidia en Los Cabos. FOTO: Bernardo Martínez.

Durante la contingencia por la tormenta tropical Lidia en Los Cabos, Jorge Garza fue uno de los tantísimos afectados al quedarse sin luz, por lo que suspendió sus publicaciones un par de días. Según él mismo, los registros de estas lluvias, calificadas como históricas por medios oficiales, alcanzó 1322 milímetros. La tragedia ha causado más polémica, al declarar el Gobierno del Estado que fueron seis los fallecidos por este evento natural, mientras que en redes sociales se asegura que son más y muchísimos más los desaparecidos, sin que hasta la fecha quede totalmente esclarecido el saldo humano que dejó Lidia.