1

Egresados de UABCS develan placa conmemorativa en agradecimiento

FOTO: UABCS

La Paz, Baja California Sur (BCS). En agradecimiento a la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) por la formación recibida y como profesionales en la disciplina que eligieron; egresados de la decimoquinta generación de la Licenciatura en Biología Marina (1985-1989) donaron una placa conmemorativa a la institución, la cual fue colocada en el Auditorio de Ciencias Marinas y Costeras, así lo informa esta institución mediante comunicado oficial.

El acto tuvo lugar en el marco de las XIV Jornadas Académicas de Biología Marina y de la ceremonia de entrega de reconocimientos a mejores promedios, los cuales estuvieron encabezados por el Rector Gustavo Cruz Chávez, quien a nombre de los universitarios agradeció el gesto de un grupo de egresados, que de alguna manera sigue ligado a su alma máter.

Cruz Chávez hizo alusión también al hecho de que hayan decidido hacer la develación en medio de una jornada académica de gran tradición y en que son reconocidos los mejores promedios, a quienes felicitó y exhortó a seguir el ejemplo de estos biólogos marinos, que lograron culminar su etapa formativa y hoy están incorporados en espacios de decisión o investigación muy importantes. Por último hizo el llamado a los universitarios a mantenerse cerca de su casa de estudios; a conocer todos los servicios y proyectos educativos que la universidad pone a disposición de sus egresados para que se continúen preparando y sigan poniendo muy en alto el nombre de la UABCS.

Los egresados que estuvieron en representación de la generación, fueron Horacio Bervera León, Eduardo González Rodríguez y  Bertha Patricia Ceballos Vázquez; quienes, en la placa conmemorativa, expresaron su reconocimiento a la Universidad como pionera del país en la formación de biólogos marinos.

La institución nos honró en ser aceptados y, desde entonces, nos forjó con conocimiento y valores que aplicamos en nuestro quehacer científico, al servicio de la sociedad y en beneficio de los ecosistemas marinos que luchamos por conservar. A treinta años de egresados, reiteramos la importancia de nuestro paso por la UABCS para nuestras carreras y nuestras vidas”, expresaron, concluye el boletín de prensa.




El primer Doctor en Ciencias de Mulegé

FOTOS: Cortesía.

SudcaliCiencia

Por Marián Camacho

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Josué Alonso Yee Duarte, salió de Mulegé, un pequeño pueblo de apenas 3 mil 800 habitantes al Norte del Estado de Baja California Sur, cuando tenía 15 años. Después de una travesía de ocho horas en el camión de Autotransportes Águila, llegó solo a la gran capital, La Paz, una tarde del verano de 1997 para estudiar la preparatoria.

El pequeño Josué nació el 11 de febrero de 1982 en la Heroica Mulegé, nombre oficial de la sudcaliforniana y paradisíaca población, y creció jugando en el río, lanzándose de una cuerda en la “palma atravesada”. De niño le gustaban los dinosaurios, el Nintendo y el fútbol. Hijo de una familia china, donde su bisabuelo emigró del puerto de Cantón, China, para buscar un mejor futuro en el comercio del otro lado del océano Pacífico, en México. Así, la familia Yee fundó la tienda de abarrotes Casa Yee iniciando con la venta de petróleo, y, posteriormente, incorporó productos regionales como aceitunas y dátiles. Actualmente, la Casa Yee, con más de 100 años de servicio, es atendida personalmente por el padre y la tía de Josué y conforma un referente histórico para todo aquel que transita por las calles de Mulegé.

También te podría interesar ¿Por qué la churea cruzó la brecha?

Por su parte, la madre del futuro Doctor en Ciencias, también de ascendencia china, la reconocida profesora Celia Duarte García, dejó a su hijo “la mejor herencia” que, según sus consideraciones, le abriría las puertas del mundo: la educación. Josué tuvo la gran fortuna de ser alumno de su madre en cuarto año de primaria. Aunque para el pequeño mulegino no existiera la posibilidad de decir “no me dejaron tarea” cuando llegaba a su casa, su estricta profesora y querida madre marcó el estudio como una disciplina que posteriormente guiaría el destino de Josué en su llegada a la gran capital del estado.

La uni

La Paz, 1997. No hay padres cerca ni tampoco un río para jugar. La vida de un foráneo en la preparatoria, con giros de telégrafo quincenales para gastar, comienza con grandes tentaciones pero termina sin mayor sobresalto con un examen aprobado para ingresar a la carrera de Biología Marina en la máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS).

La decisión de estudiar Biología Marina tiene sus raíces en el gusto de Josué por la diversidad de las formas de vida y su gran curiosidad por comprender el mundo que lo rodea. Recuerdo que me puse muy contento cuando mi madre me regaló el kit de química de juguetes “Mi Alegría”. Me la pasaba haciendo mezclas con los diferentes reactivos y, en ocasiones, probaba su efecto en los hormigueros cercanos a mi casa. También estaba interesado en las peleas de cuatro hormigas “de las rojas” contra un alacrán solitario, el comportamiento de las lombrices de tierra bañadas con sal y las rayitas y puntitos de las plantas del jardín de mi abuela –comenta con añoranza el Dr. Yee.

La Biología Marina permitió que el joven Josué Alonso comprendiera y abrazara el método científico como una forma de generar conocimiento en beneficio de la sociedad y el medio ambiente. Terminó su carrera profesional tras cuatro años de arduo trabajo en equipo, muchas salidas de campo, exposiciones, exámenes interminables (en especial el de modelos estadísticos), estrés, descubrimientos sorprendentes y amistades duraderas. Josué Yee fue el primer alumno del grupo titulado con la presentación y defensa de una tesis en examen profesional. Su investigación es significativa, no solo por alcanzar la meta antes que cualquiera del reducido grupo que finalizó las materias, sino porque utilizó como objeto de estudio a la almeja mano de león Nodipecten subnodosus. Este bivalvo constituyó una de las pesquerías más importantes para Baja California Sur, en especial para su natal municipio, Mulegé. El tema de investigación se centró en conocer el requerimiento energético de la almeja durante su reproducción, lo cual tiene posibles aplicaciones en acuacultura.

La ciencia como una profesión

No hubo tiempo de duda sobre el siguiente paso. Aquel día de junio de 2007, cuando Josué Yee tomó protesta oficial como Biólogo Marino, recibió la noticia que había sido aceptado para entrar a la Maestría en Manejo de Recursos Marinos en el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

La Maestría significó para Josué “la verdadera exigencia” de una investigación científica. De nuevo, el objeto de estudio fue la almeja mano de león N. subnodosus, enfocando sus esfuerzos para conocer la biología reproductiva y composición bioquímica de esta valioso molusco. Sin embargo, esta vez las actividades que realizó durante dos años, que se sintieron transcurrir muy rápido, incluyeron la recolección de las muestras (viajes larguísimos de 14 horas en auto hasta Bahía de Los Ángeles, Baja California), el procesamiento en laboratorio (intensas jornadas frente al micrótomo y microscopio), la escritura de informes, asistencia a congresos nacionales e internacionales, la escritura de una tesis y de su primer artículo científico.

Al terminar su primer posgrado, el M. en C. Josué Yee decidió adquirir experiencia laboral y trabajó durante dos años asesorando a una cooperativa de buzos y pescadores de pepino de mar y pulpo en Bahía de Los Ángeles y Ensenada, Baja California. Este contacto con los usuarios de los recursos marinos, confirmó a Josué el valor de la aplicación del conocimiento científico en la sustentabilidad pesquera.

El primer Doctor de Mulegé

Cuando el joven Josué Yee salió de Mulegé en 1997, no tenía planeado regresar 20 años después con un título de Doctor en Ciencias, y menos, ser el primero de sus coterráneos en adquirir la máxima distinción académica.

El proceso doctoral de Josué, también en el CICIMAR-IPN, involucró cuatro años de aprendizaje para lograr el diseño de su investigación, conocer nuevas herramientas de análisis, visitar nuevos países, colaborar con investigadores reconocidos, realizar investigación de frontera y hacer descubrimientos sobresalientes. El Dr. Yee Duarte analizó el efecto de la contaminación por metales pesados en la salud reproductiva de la almeja chocolata Megapitaria squalida en la capital de su municipio natal, el puerto minero de Santa Rosalía. Derivado de ello, los resultados de su investigación han sido reconocidos en Brasil y en México por grupos de investigadores especialistas en las áreas correspondientes, y en el propio centro de investigación de donde es egresado.

Actualmente, el Dr. Yee Duarte pertenece al Sistema Nacional de Investigadores, en reconocimiento de su labor dedicada a producir conocimiento científico de calidad y prestigio. Asimismo, se desempeña como investigador en el Centro Regional de Investigación Acuícola y Pesquera del Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura, y como docente a nivel Licenciatura y Posgrado.

Para el Dr. Josué Alonso Yee Duarte, ser el primer Doctor en Ciencias Marinas de Mulegé representa una oportunidad para motivar a las nuevas generaciones, sobre todo a las de mi pueblo, para que se preparen y logren una inserción competitiva en el mundo laboral. También, considero importante aclarar, que no solo es suficiente tener curiosidad o ganas de lograr ser un científico, sino que es indispensable prepararse correctamente, según sus propias palabras.

—–

AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, ésto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




¿Cómo puedo saber cuántos años tiene una caguama?

FOTOS: Internet

SudcaliCiencia

Por Marián Camacho

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Las caguamas, como coloquialmente conocemos a la especie de tortuga marina Caretta caretta, son parte de la fauna marina que habita en los mares sudcalifornianos. Asimismo, las caguamas forman parte de los recuerdos de muchos de nuestros ancestros pescadores que las vieron nadar, flotar y sumergirse en cientos de ocasiones en los viajes de pesca. Actualmente, forman parte de aquel grupo de animales llamados “carismáticos” y se encuentran protegidas por las leyes mexicanas para evitar su captura y permitir que sus poblaciones se recuperen de la explotación sin regulación de la que fueron especie objetivo.

Derivado de nuestra convivencia con estos reptiles, las caguamas despiertan gran interés para los sudcalifornianos acerca de las particularidades de su forma física y su modo de vida; es así que existen algunas dudas que, en ocasiones, sólo se responden con meras suposiciones y requieren respuestas científicas para maravillarnos de la realidad que nos rodea. Este es el caso de la pregunta “¿cómo puedo saber cuántos años tiene una caguama?”.

También te podría interesar: ¿Los animales sienten dolor? ¿La almeja chocolata también? (I)

Estimar las tasas de crecimiento de las tortugas marinas no es una tarea simple y se han desarrollado varias metodologías para hacerlo. El método más obvio para obtener dicha información es el uso de mediciones múltiples de la misma tortuga a lo largo del tiempo, utilizando el método de capturar el animal, marcarlo y recapturarlo para conocer cuál fue el aumento de su tamaño; sin embargo, estos procedimientos pueden ser complicados de llevar a cabo porque las tortugas son tan “vagas”, que recorren miles de kilómetros en sus viajes a las zonas de alimentación y reproducción, y con un crecimiento relativamente lento, que se requieren programas de captura-marcado-recaptura costosos, intensivos y a largo plazo.

De tal forma, la esquelotocronología, una técnica basada en el análisis de las marcas de crecimiento anuales en los huesos, resulta ser una excelente opción para saber cuánto crece una caguama. En este sentido, los húmeros —los huesos grandes y gruesos de las aletas— han sido utilizados con éxito para conocer la edad en las tortugas marinas. Para ello, se analizan tortugas muertas que han sido capturadas accidentalmente por artes de pesca o que fueron encontradas varadas, o flotando en el mar en un estado insalubre; a estos organismos se les realiza una necropsia para extraer los húmeros, éstos se limpian y hierven para eliminar cualquier resto de tejido blando.

Posteriormente, los huesos son enjuagados en una solución de agua con blanqueador y se dejan secar al aire libre durante 15 a 20 días; luego se cortan secciones de 3-5 milímetros de espesor de cada húmero utilizando una sierra circular. Después, estos cortes se colocan en una solución de un líquido fijador (formol) por 24 horas para preservar la estructura de las células óseas. A continuación, las secciones de huesos se enjuagan y se descalcifican en otra solución a 37-60 °C durante 2 a 60 días, dependiendo del diámetro de la sección y la estructura del hueso; después de la descalcificación, se lleva a cabo un nuevo corte más fino de los huesos, 20-24 micras de espesor (una micra es la milésima parte de un milímetro). Finalmente, estos cortes óseos se tiñen con un colorante y se observan con un estereomicroscopio para analizar las líneas de crecimiento.

Sin embargo, aún después de un proceso tan largo y detallado como el anteriormente descrito, las marcas de crecimiento no siempre son claramente reconocibles y la reabsorción y remodelación ósea requieren protocolos de corrección. Por lo anterior, los científicos deben hacer muchos cortes de los huesos y análisis estadísticos para determinar, con la mayor precisión posible, la edad de las tortugas marinas. Adicionalmente, existe una gran variabilidad de la tasa de crecimiento entre individuos de una misma especie, la cual puede atribuirse a varios factores, incluidos los de base genética, poblacionales —por ejemplo, existen poblaciones formadas por muchos juveniles pequeños, como la del Mediterráneo— o espaciales —como la disponibilidad de alimento.

Así, querido lector, si a partir de este pequeño breviario científico usted ha generado más preguntas o dudas, de este y otros temas, que quiera sean respondidas con base en la investigación científica, lo felicitamos, ya que la curiosidad por la ciencia ha sido encendida en su mente, y lo invitamos a escribirnos para dar atención a ello.

—–

AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, ésto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




Estudiante de la UABCS obtiene premio por proyecto de Oceanología

FOTO: UABCS

La Paz, Baja California Sur (BCS). El estudiante Juan Gerardo Gutiérrez Bravo, alumno de Biología Marina en la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), resultó ganador de la mejor presentación a nivel licenciatura durante la pasada Reunión Anual de la Unión Geofísica Mexicana, dentro de la categoría “Oceanología y Limnología”.

Su proyecto fue un estudio que realizó sobre diatomeas y dinoflagelados en la zona mínima de oxigeno del Pacífico mexicano durante abril de 2018, con la intención de determinar cómo estos organismos se ven afectados ante la falta de oxígeno, situación que se ha venido haciendo más intensa con el fenómeno del calentamiento global.

De acuerdo con el joven universitario, que actualmente cursa el sexto semestre de su carrera, este conocimiento es muy importante sobre todo para las pesquerías y la biogeoquímica; así como para la realización de políticas ambientales adecuadas, ya que permite hacer modelajes a futuro sobre qué afectaciones habrá para determinadas especies y hábitats.

Por ejemplo, el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), que es una organización internacional que hace proyecciones sobre cuántos grados se va a incrementar la temperatura del planeta, necesita este tipo de investigaciones para saber qué es lo que va a pasar en los siguientes años; es decir, a fin de hacer proyecciones y predicciones para establecer planes de manejo y adaptación, ya sea para las comunidades, las pesquerías o en términos de seguridad alimentaria.

“Mi trabajo es sobre productores primarios, o sea aquéllos que hacen fotosíntesis en el océano; en la región que comento, que se ubica frente a las costas de Jalisco, hay una zona mínima de oxígeno en la parte más superficial, debido a esto, los organismos en cuestión se ven afectados y no se sabe muy bien cómo están respondiendo”, abundó.

Juan Gerardo Gutiérrez explicó que este proyecto surgió como producto de su participación de uno de los Veranos de Investigación Científica, el cual realizó durante siete semanas en el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada; posteriormente, lo aplicó para participar en el encuentro de la Unión Geofísica Mexicana con un cartel científico, donde afortunadamente obtuvo el premio al mejor trabajo a nivel licenciatura, en la modalidad de oceanografía.

Asimismo, Gutiérrez Bravo, explicó que ésta fue su primera participación en un congreso externo a la universidad, por lo que se siente muy orgulloso, sobre todo porque recibió muy buenos comentarios de los evaluadores en cuanto al tema, la presentación de la información y su exposición.

Finalmente, dijo que entre sus planes ya hay un proyecto para participar con científicos del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (Cicimar), esto con el objetivo de realizar una investigación sobre corrientes, mediante un flotador autónomo que mide el oxígeno y la producción primaria en la columna de agua, con lo cual establecerían modelos para observar cómo funciona el mar, concluye así el comunicado de la UABCS.




Investiga UABCS ‘pasto surfista’, especie importante para los mares de BCS

FOTO: UABCS

La Paz, Baja California Sur (BCS). De acuerdo con los investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), Juan Manuel López Vivas y Karla V. Pedraza, en México existen diez especies de pastos marinos, de los cuales, el género Phyllospadix, conocido como pasto surfista, se caracteriza por crecer en ambientes de alta energía y proveer un hábitat de crianza para varias especies de peces, invertebrados y algunas algas, informa en un comunicado la UABCS.

“Su apodo se debe principalmente a que crece en la zona intermareal y submareal rocosa de costas expuestas, hasta unos 10 o 15 metros de profundidad, y es una zona en donde rompen las olas; de tal manera que cada vez que una ola se levanta, puedes ver las hojas de este pasto moverse con el agua como si estuviera surfeando”, explica López Vivas, quien es profesor investigador del Departamento Académico de Ciencias Marinas y Costeras de la UABCS.

Para sobrevivir a este tipo de ambientes, Phyllospadix ha modificado algunas de sus estructuras, como por ejemplo, tienen un rizoma comprimido —tallos subterráneos— y una serie de raíces modificadas que le permiten anclarse fuertemente a las rocas, además presenta unas hojas que pueden alcanzar una longitud de hasta 2 metros.

Según señala López Vivas, su importancia del pasto surfista radica en que, al igual que otras especies de pasto marino, funciona de refugio para animales como pulpos, distintos tipos de cangrejos y, ocasionalmente, de la langosta marina de California y el abulón, estas dos últimas especies de gran importancia comercial para el estado.

Desafortunadamente, en los últimos años se ha observado la pérdida de las praderas marinas debido a la contaminación, así como por causas naturales, como los huracanes; por ello los investigadores de la UABCS resaltan la importancia de buscar medidas de preservación, conservación y protección, ya que con la pérdida de estas praderas, también desaparecen los servicios ecosistémicos que proporcionan, afectando drásticamente al equilibrio natural marino, concluye el comunicado de la UABCS.