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Páginas de un diario ficcional. En defensa de los provida, a favor del aborto

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Colaboración Especial

Por Luis Ángel Ortiz Catalán

 

“Si los hombres abortaran, sería legal. Se harían abortos en cada esquina; hasta en el Oxxo. Dirían: Me das un burrito y un aborto, por favor…”

@fersilander

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). A propósito de todo lo ocurrido durante el mes de marzo, recordé esta publicación hecha por una tuitera y que, por desgracia, sigue siendo terriblemente vigente. A pesar de todo lo ganado por los movimientos feministas, se siguen reproduciendo discursos imbéciles de quienes de plano no entienden o se hacen los que no entienden, independientemente de las razones que se le presente durante un intento de diálogo con ellos. Invento estos pasajes de un diario ficcional inspirado por ese tweet para intentar, sé que de forma infructífera, hacer ver a los ciegos. De antemano me disculpo con las mujeres, si de alguna manera contribuyo negativamente a su lucha.

03 de marzo

Muero de miedo. ¿Cómo decirles a mis padres? Sobre todo a papá. ¿Qué van a decir mis amigos? Seré la comidilla de todos. ¡Ay, pero mi padre!, casi puedo ver la vena de su frente llena de sangre a punto de reventar por la cólera, más histérico que mamá, que su parte estará condenando mis acciones sin palabras, sólo con su mirada inquisidora.

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05 de marzo

“¿Eres idiota? ¿Cómo pretendes salir adelante? Es sorprendente que en pleno siglo XXI un hombre pretenda parir una criatura producto de una noche de calentura; de esas que cualquier chico de tu edad tiene derecho a tener. Está en tu ADN, es genética, biología. ¿O eres puto?”. Palabras más, palabras menos, así fue el sermón que me gané cuando les dije que quería tener al bebé. Al otro día me hicieron ir al minisúper de la esquina a programar y pagar una cita para que me realizaran el aborto.

06 de marzo

No suelo leer La Biblia, pero me siento por todos abandonado y necesito palabras de aliento; sin embargo, creo que Dios tampoco está de mi lado. Esto fue lo que leí:

Si las personas están peleando y golpeando a un hombre embarazado, y él da a luz prematuramente pero no hay una lesión grave, el delincuente debe ser multado, al menos que la corte lo permita. Pero si el hijo es ofensa grave, debes quitarle la vida. Éxodo 21:22-23.*

Y, por si fuera poco:

Escucha a tu padre, que te dio la vida. Proverbios 23:22.

Imagino que mi padre se percató que estuve consultando las Sagradas Escrituras, pues esta noche, durante la cena, me habló sobre Abraham, un hijo ejemplar del creador, quien estuvo dispuesto, sin vacilación alguna, a sacrificar a su primogénito porque Dios, su padre —hizo énfasis en la palabra padre—, se lo había pedido.

11 de marzo

Me atreví a enfrentar de nuevo a mis padres, diciéndoles cuánto deseo tener este hijo. Tranquilamente ellos me refutaron con algunos datos estadísticos que me hicieron repensar mi decisión: No sabía que México tiene el primer lugar en abuso y maltrato infantil, que es un país en el que cada día mueren tres niños víctimas de la violencia, y que hay poco más de 14,322 menores que trabajan y viven en la calle —esta cifra sólo considerando la Ciudad de México. Tampoco conocía que somos el primer lugar, también, en abuso sexual infantil.

Medité dicha situación toda la noche y concluí que tienen razón. No tiene caso traer a este mundo tan pinche a un indefenso que no estoy seguro poder cuidar. ¿Cómo puedo pensar sólo en mi situación e ignoro a tantas niñas y niños que sufren diariamente estas atrocidades? Si en verdad quiero hacer algo, debería pensar en cómo ayudar a esos infantes desprotegidos.

13 de marzo

Hoy fui a abortar, afortunadamente nuestras autoridades se preocupan por brindar las condiciones adecuadas para que sea lo menos riesgoso posible. Qué bueno vivir en una sociedad de mente abierta, tolerante, incluyente, y que piensa en el bienestar de los hombres. Al salir, ya me esperaban con un café y unos burritos de microondas.

Por un momento, mientras mordía uno de los burritos me quise poner triste, mamá lo notó y convenció a papá para que me comprara algunas tarjetas para pagar mi cuenta de Netflix, además, por su cuenta, me pagó un paquete de datos que me alcanzarán para navegar un mes completo en mi celular.

*Nota: Los versículos citados fueron modificados para corresponder a la ficción presentada en este artículo.

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Extinción de dominio: Origen y procedencia

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Ius et ratio

Por Arturo Rubio Ruiz

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Desde los tiempos anteriores al Preclásico Romano, si un individuo cometía un acto que fuera considerado como rebeldía o traición al gobernante, enfrentaba —entre otros castigos—  la conficatio, que consistía en un acto soberano mediante el cual se priva a un particular de la totalidad de sus bienes, para incorporarlos a las arcas del tesoro real: fiscus.

La figura sancionadora, como acto de imperio, se denominó “confiscación”, y en épocas subsecuentes se abusó de ella, sobre todo en la Edad Media. Todas las monarquías europeas la preservaron, incluso Napoleón I intentó incorporarla en su Código de 1810, pero los liberales la excluyeron. La prohibición expresa de la confiscación de bienes se consagró como garantía individual en nuestra Constitución, desde su edición de 1824, y mantiene hasta hoy dicha restricción, sin embargo, permite el decomiso de bienes que carezcan de uso lícito, o que sean de procedencia ilícita.

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Para interpretar esta aparente contradicción, la Academia recurre a una distinción de grado, tal y como lo planteaba en cátedra el doctor Sergio García Ramírez; se habla de una confiscación total cuando se priva a un sujeto de la totalidad de sus bienes, que es el tipo de incautación al que se refiere la Constitución cuando la prohíbe, no obstante, se permite la confiscación parcial, a la cual se le denomina “decomiso”, aplicable a los bienes que carezcan de uso lícito, o que hayan sido instrumento o resultado de un delito.

Es en la reforma constitucional de 2008, cuando se incorpora el eufemismo extinción de dominio como ejercicio de decomiso de bienes provenientes de la actividad criminal, bajo el formato propuesto por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la Convención Contra la Delincuencia Organizada Tradicional, mejor conocida como Convención de Palermo, suscrita por nuestro país al inicio del presente milenio. 11 años después de su incorporación al texto constitucional, y a pesar de haberse creado un Juzgado Federal exclusivo para conocer de la extinción de dominio, fue necesario reformar la estructura legal de esta figura, pues su aplicación resultaba confusa y el procedimiento complejo.

Finalmente, se precisa su naturaleza jurídica y el campo procesal de aplicación, mediante la reforma al Artículo 22 constitucional, publicada el 14 de marzo de 2019, en la que se establece que la acción de extinción de dominio se ejercitará por el Ministerio Público a través de un procedimiento jurisdiccional de naturaleza civil y autónomo del penal; será procedente sobre bienes de carácter patrimonial cuya legítima procedencia no pueda acreditarse y se encuentren relacionados con las investigaciones derivadas de hechos de corrupción, encubrimiento, delitos cometidos por servidores públicos, delincuencia organizada, robo de vehículos, recursos de procedencia ilícita, delitos contra la salud, secuestro, extorsión, trata de personas y delitos en materia de hidrocarburos, petrolíferos y petroquímicos.

El objetivo central de la reforma es convertir la extinción de dominio en una herramienta dinámica y coercitiva del Estado, que permita fortalecer el combate al crimen organizado y a la corrupción, afectando sus estructuras económicas y financieras. Existen dos aspectos a resaltar en esta reforma constitucional:

A) La reforma revierte la carga de la prueba, respecto al origen de los bienes sobre los cuales se ejercerá la acción de extinción de dominio. Originalmente se enderezaba contra bienes de procedencia ilícita; esto es: la presunción de licitud era en favor del ciudadano (presunción pro homine) y el Estado tenía que demostrar la procedencia ilícita de los bienes para aplicar la extinción de dominio. No obstante, con la reforma constitucional, corresponde al ciudadano:

1.-Demostrar el origen lícito de los bienes.

2.-Comprobar que actuó de buena fe.

3.-Corroborar que estaba racional y objetivamente impedido para conocer la utilización ilícita de sus bienes.

Sólo acreditando estos tres extremos, podrá oponerse de forma exitosa a la extinción de dominio (presunción pro societas).

Lo anterior convierte al gobernado en garante de la legalidad de las operaciones y prácticas comerciales en que participe. A la presunción de inocencia se antepone la obligación de acreditar la licitud en su proceder, lo que impone una severa exigencia a todo ciudadano: tener cuidado al arrendar o prestar una propiedad. Si un inmueble o un vehículo se utiliza, por ejemplo, para un secuestro, venta de droga o huachicoleo, el propietario podría enfrentar la pérdida de su propiedad, y aunque la reforma le garantiza el acceso a los medios de defensa adecuados para demostrar la procedencia legítima del bien sujeto al procedimiento, lo cierto es que la defensa de su patrimonio puede resultar complicada y costosa.

B) El texto de la mencionada reforma habla de procedencia de la acción de extinción de dominio en lo que denomina “hechos de corrupción”, pero actualmente ningún texto legal define la “corrupción”; esto genera una laguna interpretativa muy amplia e inaplicable en materia penal, que es de estricto derecho, ya que el artículo 14 constitucional prohíbe expresamente imponer por simple analogía, y aún por mayoría de razón, pena alguna que no esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que se trata.

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El Complot Berlín: de Enrique Fakerauze para Andrés Manuelovich

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La Última Trinchera

Por Roberto E. Galindo Domínguez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En días recientes, Tatiana Clouthier, diputada federal de Morena y ex coordinadora de la campaña electoral de Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer su libro Juntos hicimos historia, en el que señala que en 2006, Enrique Coppel no sólo apoyó abiertamente a Felipe Calderón sino que fue uno de los empresarios que estuvo detrás de la guerra sucia contra AMLO, y que en 2018 encabezó un movimiento en favor de José Antonio Meade. La aversión de los hermanos Coppel a López Obrador no es nueva, su “pejefobia” es bien conocida, pues en 2006 los trabajadores de Grupo Coppel recibieron llamados para votar por Felipe Calderón del Partido Acción Nacional. Asimismo, en 2018 Enrique Coppel fue uno de los partidarios de la unión del Partido Revolucionario Institucional y el PAN para derrotar a Morena. Ese proselitismo político parece ya haber traspasado los límites de lo permitido electoralmente.

Clouthier también señala que Agustín Coppel generó una campaña negra para las elecciones de 2018 mediante la empresa Expertaria, que inició desde 2016 y cuyos integrantes crearon vídeos, memes, bots, trolls y páginas falsas cuya función era denostar al candidato de Morena y favorecer a Ricardo Anaya, todo dentro de una operación internacional, cuya base general de operaciones fue una casa con el número 245 en la calle de Berlín en laAlcaldía de Coyoacán, Ciudad de México. De acuerdo a Tatiana Clouthier, en esta campaña se sumó Enrique Krauze después de concertar su colaboración con Agustín Coppel.

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“Juntos hicimos historia” de Tatiana Clouthier

Gente cercana a Krauze, como Fernando García Ramírez, columnista en El Financiero y parte del consejo editorial de Letras Libres —publicación dirigida por Krauze— coordinó la elaboración y difusión de temas para denostar a AMLO, como el ya famoso caso de la intervención rusa en el proceso electoral mexicano de ese año o el del Eje México-Caracas-La Habana, entre otros; toda la información generada se almacenó en el portal PejeLeaks.Org, sitio patrocinado por empresarios mexicanos para difundir fake news en contra del tabasqueño. Las acusaciones vertidas en Juntos hicimos historia incluyen también a los comentaristas Pablo Hiriart y Ricardo Alemán. Ante tales acusaciones retomadas por Carmen Aristeguila respuesta de Krauze fue hecha pública el 14 de marzo en el programa de noticias de la periodista; en su comunicado, niega todas las imputaciones y se dice víctima de una persecución desde el poder, mencionando que se reserva su derecho de tomar acciones legales.

La revelación de la campaña negra contra AMLO no paro ahí. El 14 de marzo aparece una investigación periodística en el portal Eje Central, titulada Operación Berlín: conjura anti-AMLO, en la que un informante llamado Miguel Ángel detalla la trama del complot. El 17 de marzo Aristegui Noticias publica el texto Krauze operó contra AMLO. Testimonio sobre la insidia, firmado por Ricardo Sevilla, quien al día siguiente declaró en entrevista con Carmen Aristegui que formó parte del equipo de Krauze, incluso que fue él quien lo reclutó y orquestó gran parte del complot mediático. Sevilla no sólo aseveró muchas de las revelaciones hechas por Clouthier, además detalló la manera en que funcionó el equipo de Krauze, desde lo operativo hasta lo administrativo, y dijo tener las suficientes pruebas para demostrar sus dichos.

Sevilla también mencionó que estuvieron involucrados varios panistas como Germán Martínez, ahora director del Instituto Mexicano del Seguro Social, quien se adhirió a Morena poco antes de las elecciones presidenciales; también hizo énfasis en Margarita Zavala, entre otras personalidades del PAN. De igual forma, Sevilla aseveró que como parte del trabajo que efectuaban fabricaron tópicos para los debates electorales de Ricardo Anaya y con pleno conocimiento del candidato panista, señalando que todo fue financiado por los empresarios Alejandro Ramírez, director de Cinépolis; Germán Larrea, presidente de Grupo México; y Agustín Coppel, cerrando así la trama que Clouthier comenzó narrando con los hermanos Coppel. Lo anterior descubre el contubernio de empresarios, intelectuales y políticos en contra de AMLO durante el proceso electoral del año pasado. Las intenciones de Sevilla al confesar la confabulación y la operación de la campaña negra en la que participó, pueden basarse en su arrepentimiento —como él señala— o pueden ser una estrategia para no “hundirse” junto a Enrique Krauze y los otros conspiradores, después de lo que destapó Clouthier en su libro.

Ricardo Sevilla en el programa de Carmen Aristegui

Muy lejos está Krauze de ser coartado en sus libertades y mucho más de ser un perseguido en un país donde periodistas, activistas y defensores de los derechos humanos caen ante las balas del crimen organizado y sufren represión de los diversos niveles de Gobierno, incluso ahora cuando la llamada Cuarta Transformación ha iniciado. Es importante recordar que la noche del 1 de julio pasado, Enrique Krauze dio su opinión sobre el triunfo de AMLO en el canal 2 de Televisa, dijo que López Obrador debía cuidar sus palabras: “…las palabras son las que cuentan, las palabras son las que hay que cuidar, la claridad de las palabras; si no creemos en las palabras, en el peso de las palabras, no creemos en la verdad, en la verdad objetiva […] tono, modales, formas, cultura y el respeto a la palabra”.

Esa noche Krauze reconoció con palabras conciliadoras y elogiosas al que en junio de 2006, en la revista Letras Libres, bautizó como “El Mesías Tropical”, en un ensayo erudito basado en el concepto del “Poder tropical de Tabasco”, referente a una fuerza espiritual ligada a la naturaleza. En ese entonces él empleó una palabra de “mucho peso”: Mesías, la cual con el tiempo derivó en una postura antiobradorista que permeó en gran parte de la sociedad. Desde entonces Krauze planteó una posición abiertamente contraria a las aspiraciones políticas de AMLO.

Con las recientes revelaciones de Clouthier y Sevilla, que descubren la participación de Krauze en la Operación Berlín, el intelectual derechista bien puede ser llamado Enrique Fakerauze, pues el elaborado entramado de la campaña negra se basó en memes, perfiles falsos y fake news dirigidos para descarrilar de la elección presidencial a Obrador. En las acciones realizadas dentro de la operación se puede determinar si se cometieron o no delitos electorales, pues todo estuvo patrocinado por empresarios nacionales, y en México la utilización de recursos económicos de empresas privadas para campañas que incidan en un proceso electoral está regulado, por lo que sin duda se requiere una investigación a cargo de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, La unidad de Inteligencia Finaciera de la Seceretaría de Hacienda y Crédito Público y demás instancias pertinentes.

Enrique Krauze

Después de que fue expuesto el Complot Berlín, en una de sus conferencias mañaneras, AMLO dijo que: Enrique Krauze es un buen historiador. Tiene una postura política no precisamente afín a la nuestra, pero merece todo nuestro respeto. Yo he tenido con él algunas diferencias, pero tiene toda la libertad para expresarse, para manifestarse. Nosotros no vamos a perseguir a nadie por sus ideas. No vamos a utilizar […] al Estado para perseguir a críticos. Lo que estamos buscando es que el Estado ya no proteja a escritores, que no haya intelectuales orgánicos.

Y es correcto que no sea Andrés Manuel López Obrador quien dirima esta batalla político-mediática, pues como Presidente ya no le toca a él medir las palabras de sus críticos, y más en el caso de Krauze, quien ha sido uno de sus más férreos detractores. Krauze respondió a AMLO mediante un tweet: Yo también lo respeto a usted, Señor presidente López Obrador. Mi crítica ha sido franca y pública. He apoyado su proyecto social y moral. Y agradezco que reitere usted su postura de proteger las libertades. En un sólo tweet, Krauze olvidó su dura crítica y “abrazó” el proyecto obradorista; únicamente le faltó decir que aceptaba con el “corazón abierto” el advenimiento del “Mesías Tropical” en la Cuarta Transformación.

Enrique Krauze, devenido de adalid de la palabra y la verdad en propagandista de memes y fake news, ya sabrá por donde dirimir estas acusaciones, incluida la vía legal para responder a lo expuesto por Tatiana Clouthier y Sevilla. Por lo pronto todo parece indicar que el afamado intelectual de derecha poco tiene de demócrata y que es capaz de inventar la trama más ruin e inverosímil, como aquella basada en una supuesta injerencia rusa, misma que AMLO tomó como bandera para hundir la campaña negra en su contra al llamarse a sí mismo Andrés Manuelovich.

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Rape Day, el videojuego sobre violación a las mujeres. Insensibilidad a la violencia

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Sexo + Psique

Por Yaroslabi Bañuelos 

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Hagamos un pequeño ejercicio de visualización. Imagina que eres una niña. Acabas de cumplir 12 años y aún juegas con tus muñecas, pero a escondidas, porque mamá dice que ya casi eres una señorita. Imagina que corre una tarde cualquiera, en un barrio cualquiera.  Imagina que sales de tu casa a comprar tortillas en la tiendita de la esquina, o quizás caminas hacia el ciber más cercano para hacer la tarea de historia, o sencillamente vas al parque a pasearte en los columpios y trepar resbaladillas a plena luz del día. Ahora imagina que nunca vuelves a casa. Jamás saldrás de esa carnicería de Ecatepec que albergaba muerte y odio, de ese “café internet” que en realidad era la guarida de un monstruo, jamás te levantarás de aquel trozo de tierra podrida donde han quedado regado los fragmentos de tu cuerpo. Y decir “nunca volvió” es un triste eufemismo de “violada, secuestra, mutilada, asesinada”.

Casos similares a esta historia se han acumulado por cientos en nuestro país a través de los años, incrementándose cada vez más, basta con observar los datos duros: durante el 2018 se reportaron casi 800 feminicidios, 86 son casos de niñas a las que masacraron y les arrebataron la vida; sólo en el Estado de México, desde el 2015 han ocurrido 44 asesinatos de mujeres menores de 18 años, y únicamente en enero pasado se registró la alarmante cifra de 70 feminicidios a nivel nacional, de ese número once fueron las niñas asesinadas, esto según el reporte de Incidencia Delictiva del Fuero Común del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, así como de diversos medios internacionales.

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En dicho reporte de Seguridad Pública, no se registran casos de feminicidios en lo que va del año con respecto a Baja California Sur —aunque en el 2018 fueron 19 los crímenes de odio contra mujeres en la media península— sin embargo, el semáforo delictivo enciende su foco rojo para los delitos sexuales en nuestro Estado, ya que en el mes de enero hubo 49 denuncias de los llamados delitos contra la libertad y seguridad sexual, de ese total, 22 son casos de abuso sexual y 20 de violación, el doble de los reportados en enero del 2018.

A pesar de la siniestra realidad que muestran las cifras recientes, muchas personas aún perciben las agresiones sexuales y la violencia de género como hechos aislados e insignificantes, o ajenos a su mundo, incluso como material de diversión para pasar el rato. No es necesario ser el “violador” para lastimar, el silencio, la complicidad, la indiferencia y la burla abonan a la problemática.

Muestra de ello es el polémico videojuego Rape Day, un juego que trata sobre violencia sexual explícita. En esta “novela visual”, la cual se desarrolla durante un apocalipsis zombie, el jugador debe controlar al personaje de un violador y asesino serial; la meta es clara: agredir sexualmente a las mujeres y después asesinarlas. Según el periódico El País, el propio creador del videojuego declaró: “Quería hacer un juego para sociópatas. […] Normalizar la violación de la misma forma que la cultura popular ha normalizado el asesinato”.

Rape Day no tiene otro objetivo más allá de ejercer dolor y humillación, su meta es agredir sexualmente a una víctima que desea escapar de ese sufrimiento, tal como sucede fuera de la pantalla, en la vida real, con miles de mujeres de carne y hueso que son violentadas cada día alrededor del mundo. ¿Un ejemplo de ello? El año pasado salió a la luz el caso de una niña de 12 años, originaria de Chennai, India, quien fue violada por 17 hombres durante siete meses. La pequeña con discapacidad auditiva, era constantemente drogada y amenazada de muerte. Hay que resaltar que en la India se denuncian al día 100 casos de violación.

Regresando al punto del videojuego, ¿por qué es tan peligrosa esta apología a la violencia sexual? En primer lugar, porque busca reproducir la sensación que siente el agresor al violar a una mujer, como si el jugador fuera un “imitador”, y, aunque esto no te convierta automáticamente en un psicópata, así como los juegos de guerra no te convierten en un soldado o francotirador, ver repetidamente el sufrimiento de las mujeres y los diferentes mecanismos de una violación en un contexto lúdico puede provocar una insensibilización a la violencia. Situación parecida se observa con los narco-corridos y la violencia social.

Asimismo, la insensibilidad contribuye a la cultura de la violación y trivializa este tipo de delito; dicha normalización llega al grado en que la víctima se convierte a los ojos de la sociedad como la única culpable. Llevaba la falda muy corta. Ella se lo buscó. Había bebido mucho. Traía escote. Su mamá no la cuidó bien. Andaba en malos pasos. Se lo merecía. Era muy tarde. ¿Qué hacía en la calle a esas horas de la noche? Pareciera que la mujer o la niña que ahora yacen entre la maleza de un terreno baldío, devoradas por los buitres y la fauna del monte, son las responsables de ello, pero jamás el violador o el asesino.

No hay que olvidar que una violación no es una relación sexual, es una de las más terribles agresiones a la integridad física y psicológica de un ser humano. Esto no es un mal menor, en México se denuncian dos delitos sexuales cada hora, además de los siete asesinatos de mujeres al día; la mayoría de ellas fueron violadas antes de ser descuartizadas o arrojadas hasta el fondo de un arroyo de basura, como si fuesen un simple objeto desechable y no una persona, y eso es precisamente lo que la víctima representa para el violador, un mero objeto.

Los feminicidios y la violencia sexual hacia las mujeres son temas que duelen, que indignan y que necesitan ser visibilizados en la comunidad; no es un capricho de las feministas, es una vulneración a los derechos humanos.

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La Guardia Nacional: balazos, ¿no abrazos? (II)

Presencia militar en BCS. FOTO: Luis Roldán.

Agenda Comunitaria

Por Frank Aguirre

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Hace unos días visité por primera vez el Estado de Hidalgo, a raíz de que fui invitado a dar una ponencia en el evento llamado Un México más fuerte, pilares de Paz Positiva, con la intención de platicar sobre la labor que realizamos en La Paz junto a las camaradas de Es Posible BCS. Para “no hacerles el cuento largo”, me preparé para enseñar a los asistentes algunas herramientas sobre cambio sistémico y trabajo de base, pero el que se fue con un gran aprendizaje fui yo.

Para leer la Primera Parte de La Guardia Nacional: balazos, ¿no abrazos? DAR CLIC AQUÍ

Uno de los ponentes, Carlos Juárez, presentó El Reporte de Paz Positiva 2018. No fue sorprendente ver a Baja California Sur estar en lo últimos lugares, pero sí resulta impresionante el modelo estadístico, económico y político con el que proyectan los resultados situacionales de México y del mundo. Según el Institute for Economics & Peace, el Índice de Paz Positiva se ha deteriorado desde el 2013 a la fecha en cuatro de sus ocho pilares: libre flujo de información, buena relación con los vecinos, buen funcionamiento del gobierno y se han elevado los niveles de corrupción.

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Nada de esta realidad en detrimento escapa de lo que vivimos en La Paz, pues seguro si pudiésemos medir a microescala lo que padecemos en nuestra ciudad encontraríamos cifras similares. A nivel mundial, México está en el lugar 140 de 168 en la evaluación más reciente del Índice de Paz Global. Esto me hizo pensar que para poder superar la complejidad de violencia generalizada que padecemos en el Estado, y aspirar a ganar la paz social, es importante quitarnos un velo de la cara que nos ha impuesto nuestro gobierno representativo:

Sí es posible que la paz se pueda ganar sin guerra. Es bastante obvio, pues, para que ésta surja simplemente se debe dejar de combatir. Y, ¿quiénes hacen la guerra?, ¿los “malos”? ¿el narco?, ¿los “malandros”? ¿los “rateros”? La guerra también causa e incrementa la corrupción en los burócratas, el nepotismo de algunos funcionarios que ponen en nómina a su familia y dejan sin empleo ni oportunidades a los mejores perfiles, la impunidad al no impartirse justicia a quienes sufrimos de un robo, asalto o el asesinato de algún familiar. También aumenta la violencia, la coerción y el uso desmedido e injustificado de la fuerza ante ciertos grupos de personas, sobre todo cuando amenazan con acabar con la corrupción, exigen justicia o buscan que culmine el mal funcionamiento del gobierno. Entre ellos están los periodistas, activistas, maestros, locutores, investigadores, defensores de derechos civiles y un largo etcétera que bien podríamos catalogarlo en una sola figura: la ciudadanía.

No podemos comenzar a hablar de paz positiva, o de la construcción de una república pacífica si no discutimos la razón por la que queremos tener esa “paz”, que no es otro motivo que superar “la guerra”; de otra forma, si no mencionamos la palabra “guerra” estamos llamando al problema con la solución, y esto último es lo que ha hecho el Gobierno Mexicano, incluyendo el actual, desde hace 12 años. ¿Estás confundido? Pues bien, trataré de ser más asertivo.

Las raíces profundas

En México el crimen organizado ha tomado casi una tercera parte del país; pensamos que la producción y venta de droga es su principal ingreso, sin embargo, es una retórica errada. Por ejemplo, el 45% de la pesca nacional es ilegal y está acaparada en su mayoría por el crimen organizado, ¿sabes cuantos millones de dólares le deja de ingresos? La tala ilegal es otra fuente cuantiosa de ganancias, así como el robo de combustible (huachicoleo) y el despojo de territorio —esto ocurre cuando amenazan o matan a campesinos para arrebatarles sus tierras. Asimismo, tendríamos que hablar de las empresas, industrias y desarrollos inmobiliarios que utilizan para lavar dinero, especular y generar ingresos billonarios. A todo esto es imposible no sumarle la “compra” de Cabildos, Ayuntamientos, Congresos locales o Secretarías de Seguridad Pública, o sea, la infiltración del narcotráfico en las instituciones del Estado.

Entonces, ¿cómo podrían los militares en las calles “ganar” la paz? Vivimos una constante “doctrina del shock”. Esto significa que el Gobierno Mexicano ha permitido calamidades y desastres, como los más de 100 mil desaparecidos o más de 100 mil asesinados, provocando que ante la conmoción y la confusión se lleven a cabo reformas impopulares, como lo es seguir militarizando al país, lo cual no hace otra cosa más que empeorar la situación —ya hablamos con cifras y datos duros en columnas anteriores. La militarización se ha reforzado en nuestro Estado, mostrando la falta de visión, conocimiento y capacidad de nuestros representantes tanto federales como estatales, para hacer frente a una problemática muchísimo más compleja que “destruir” o “detener”, pues esto los implica a ellos también. Who Watches the Watchmen, ¿quién vigila a los que nos vigilan?

Bueno, bueno, muchos problemas y muchas realidades, pero, ¿y qué sugiero. Primeramente, debemos definir “paz”. ¿Qué entendemos por esa palabrota? En la definición más básica, se refiere a una forma de ser y a un estado de apertura y de no violencia; un concepto asociado a la justicia, la seguridad, la libertad y la bondad. En pocas palabras, se trata de un estado mental y social que abarca una amplia gama de acciones, actitudes y comportamientos. O sea, que ésta no le corresponde única y exclusivamente a las instituciones, sino a sus ciudadanos por igual. Si la paz nos compete también a la sociedad, pero, ¿que está haciendo el Estado para garantizar que estemos involucrados en este anhelo de vivir en la no violencia? la respuesta es: nada.

Para #GanarLaPaz no es suficiente con el cese al fuego o “el fin de la guerra”, como la ausencia de algo malo; requerimos en todo caso la presencia de muchísimas características sociales básicas para lograr lo mencionado anteriormente: justicia, libertad, bondad, seguridad. Asimismo, se requieren resultados económicos, bienestar social, equidad de género, equilibrio ecológico y desarrollo emocional en nivel personal y colectivo; así como una divergencia, empatía y, sobre todo, solidaridad.

El marco del Índice de Paz Positiva se basa en ocho factores que están presentes en sociedades pacíficas y que han denominado Pilares de Paz Positiva. Comparto estos pilares con algunas modificaciones claves de mi parte:

  • Buen funcionamiento del gobierno
  • Distribución equitativa de los recursos
  • Libre flujo de información
  • Entorno laboral sólido
  • Alto nivel de capital humano
  • Garantización y aceptación de los derechos de los demás
  • Bajos niveles de corrupción
  • Buenas relaciones entre vecinos

Los frutos posibles

Sin embargo, ¿cómo crear la paz positiva y garantizar los ocho pilares que Institute for Economics & Peace plantea? Va mi reflexión:

1.- Alfabetización y educación básica. Coincido con que “un pueblo educado, jamás será engañado”, no obstante, ¿qué tipo de educación nos están dando desde nivel básico hasta superior? La de un autómata. Se habla de emprender y competir, pero vivimos en un mundo de sociedades; sería más favorable sin nos enseñaran a trabajar en comunidad si lo que se busca es “emprender”. También es necesario desarrollar un pensamiento crítico y una educación basada en las inteligencias múltiples (cinestésica, intrapersonal, naturalista), no sólo fomentar la inteligencia lógico-matemática. Considero que para sacar a nuestro sistema educativo del bajo nivel en el que se encuentra, urge una verdadera reforma educativa y no la pifia de tintes laborales-administrativos que el gobierno de Enrique Peña Nieto impuso. Muchos piensan que es imposible “tropicalizar” un sistema educativo como el de Finlandia en México, yo viví allá y considero que esto es un mito, pues todos los días observó reminiscencias o intentos de réplica en nuestro país de lo que en Finlandia es un éxito, incluso tenemos instituciones sistematizadas de formación laboral y desarrollo de habilidades como los Centros de Capacitación para el Trabajo Industrial (Cecatique uniéndolos al sistema educativo actual podrían darle un giro de 180 grados a la educación. Quizá hable de esto en otra columna.

2.- Prevención y tratamiento de enfermedades. Un elevado porcentaje de enfermedades tienen relación con nuestra pésima alimentación en México; esto se debe a que o comemos en exceso, no comemos los alimentos esenciales, o nuestra nutrición es deficiente, lo cual se relaciona con un sistema inmunológico débil y el incremento alarmante de enfermedades degenerativas prevenibles, pero, ¿qué relación tiene esto con la violencia? Ya hable anteriormente de la relación violencia-paz que nos compete como sociedad, y una comunidad que reduce sus índices de enfermedades crónico-degenerativas —provocadas por la pésima alimentación— reduce el colapso hospitalario, que a su vez disminuye los costos en salud, minimiza frustraciones, y, por supuesto, la forma en la que comemos influye en nuestro pensamiento, además, un cuerpo sin enfermedades tiene mayor fortaleza para superar el sedentarismo y las consecuencias que le rodean.

No obstante, del otro lado están las enfermedades ocasionadas por la pobreza extrema y la falta de atención planificada a las zonas rurales y comunidades vulnerables; así como la marginación que genera el no tener acceso a un sistema de salud universal en el que exista una transparente y correcta distribución del recurso. Porque sí, hay que reconocer que en el sistema de salud también hay corrupción, nepotismo, despotismo, latrogenias, mal praxis, desvío de dinero, desaparición de recursos y una opacidad de niveles dictatoriales.

3.- Desarrollo económico integral de la comunidad. He escuchado recientemente sobre el “emprendedurismo” como nueva forma de desarrollo económico, y esta nueva forma de romantizar la ausencia del trabajo institucional así como de una adecuada redistribución de la riqueza.  No digo que esta mal emprender, me refiero a que quienes “emprendemos” luchamos en desigualdad de condiciones; pagamos impuestos como los demás pero no vemos reflejado esos impuestos en una mejora sustancial de nuestro entorno. Por ejemplo, tengo una conocida que es dueña de un afamado restaurante local, ella paga casi $80,000 de impuestos, y no tendría ningún problema o queja en hacerlo si viera reflejado su diezmo al Gobierno en una calle bien iluminada, unas banquetas en perfecto estado, pavimento sin “cráteres”, o la posibilidad de que sus clientes pudiesen llegar en un transporte público eficiente y digno. Una realidad distante.

Además del viacrucis que significa darse de alta en hacienda como microempresa, lo cual muchas veces obliga a la informalidad. Condonaciones millonarias a transnacionales, flexibilidad burocrática a grandes industrias, pero una rigidez ridícula y una carencia de incentivos para el futuro empresario joven o microempresario. No hay una política pública hacendaria para un desarrollo económico integral de la comunidad. ¿Quieren reducir la violencia generando oportunidades de empleo? Aquí hay un nicho olvidado y que responsabiliza del fracaso laboral al “emprendedor” y no a la falta de oportunidades que el Estado debería generar.

4.- Paz y prevención/resolución de conflictos. Lo he repetido una decena de veces, la formación de fuerzas policiales locales es clave para acabar con la impunidad y reducir la violencia generalizada. En Morelia, la Alcaldía anterior logró darle la vuelta a los niveles de desconfianza que la población tenía sobre su policía local al poner en áreas directivas y estratégicas a funcionarios con antecedentes académicos elevados (psicólogos con posgrados, abogados, politólogos, etcétera). Para reducir la corrupción institucional generaron incentivos académicos para los cuerpos policiales, esto mejoró la atención e investigación de robos, asaltos, extorsiones, aumentando las resoluciones en los conflictos y por ende elevando el nivel de confianza y de denuncias, lo que redujo la impunidad en la localidad y el nivel de violencia.

Ahora hay un punto clave en todo esto, la sociedad como actante para la impartición de justicia, y no me refiero a vigilantes, autodefensas o resolver las cosas a puño limpio, si no en el énfasis que tenemos que hacer en la cultura ciudadana. En hacer tabú el manejar ebrio o ha exceso de velocidad, el tirar basura en la playa, y no en estar tatuado o ser homosexual, en denunciar e interceder en actos de corrupción o de violencia social. La cultura ciudadana involucra nuestro comportamiento como individuos, individuos que comprenden son parte de una colectividad y lo que les perjudique a uno nos termina salpicando directa o indirectamente a los demás.

Quisiera hablar de la justicia restaurativa y las formas de diálogo que se pueden dar en las colonias con el típico ladrón del barrio, con el “chukero” de la cuadra, la reparación del daño pero la integración del mismo en la comunidad. El sanar el rechazo social pero también el allanamiento de morada, los insultos, la invasión acústica, etcétera,

5.- No por último pero si por el momento, el pensar en un verdadero Centro de Readaptación Social. Nuestros CERESOS están deshumanizados, la privación de la libertad por violarla es aceptable pero no la privación de lo que representa “ser, humano”. ¿como lo hacen en Escandinavia? espacios de diálogo para la formación de valores, para la construcción de una moral individual, para la aceptación del daño, el reconocimiento del dolor infligido y el que hace actuar para infligir a otros, el reconocimiento de un ser violento, la detección de los puntos de quiebre que lo transforman en eso, y las estrategias para mitigarlo, así como el desarrollo de un pensamiento crítico y proactivo.

Para Ganar La Paz coincido, se necesitan abrazos, no balazos, pero no en discurso ni como slogan engañoso.

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