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Armida Castro: ¿la menos morena de Morena?

FOTO: Internet.

La Última Trinchera

Por Roberto E. Galindo Domínguez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). La presidenta municipal de Los Cabos, Armida Castro, se erigió como tal impulsada por la enorme ola del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que avasalló en los comicios electorales de julio de 2018. Y como ella, hay muchos otros funcionarios públicos que en ese cisma electoral consiguieron sus cargos, no tanto por sus virtudes políticas, su experiencia, su compromiso y su honradez, sino por que fueron la opción pactada para aparecer en la boleta electoral bajo las siglas del nuevo partido, que a partir de entonces, se convirtió en la agrupación política más fuerte del país.

No estoy diciendo que Armida no tuviera aspectos encomiables para llegar al cargo que hoy ostenta, pero esos, en su persona, quedaron subsumidos bajo la figura de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien fue el que la llevó de la mano a la Presidencia Municipal. ¿Cómo olvidar el video que ahora vuelve a circular en las redes, en el que se comprometió a dar una defensa férrea para la recuperación del Estero de San José del Cabo? ¡Qué mujer tan de arrestos a favor del pueblo y la ecología! Lástima que ahora, con el proyecto del hotel de la cadena Caesars Palace a punto de erigirse en el estero, su discurso no sea contundente, ni claro, y se conforme de excusas basadas en la actuación de sus antecesores.

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De que ella fue la elegida por Morena y AMLO para gobernar Los Cabos no hay duda, pues en mayo del año pasado, Obrador, a través de la presidenta del partido Yeidckol Polevnsky, mandó un mensaje a su estructura política y a su base electoral, ante los jaloneos previos a la elección: Quiero pedirles a todos ustedes sus votos, que no desperdicien su voto en nadie más. La única que lo merece y que va a cambiar de verdad Los Cabos es Armida, no me cabe la menor duda. Hace falta una mujer que les enseñe a los otros cómo hacer las cosas, dijo Polevnsky.

Es verdad que Armida está enseñando la manera de hacer las cosas en Los Cabos. En abril pasado, un grupo de miembros de Centro de Recuperación y Rehabilitación para los Enfermos de Alcoholismo y Drogadicción de San José del Cabo, ingresaron al Palacio Municipal, y al poco rato fueron desalojados por la policía, golpeados, y varios de ellos arrestados; que su administración contenga de esa manera una manifestación de inconformidad bajo la consigna de que su forma de protestar era incorrecta, es, cuando menos, un desafio a AMLO, quien cien veces protestó, bloqueó vialidades, hizo plantones y encabezó marchas. Ni un vidrio se rompió en el plantón de Reforma, ha dicho en repetidas ocasiones el tabasqueño; y Armida, con diez manifestantes, no tiene manera de negociar y usa la fuerza pública.

Una de las banderas de la Cuarta Transformación (4T) es la austeridad republicana, y no significa gastar menos en programas sociales o en la atención de pueblo en general, se refiere a recortar gastos innecesarios y a redistribuir los recursos con conciencia social. En este sentido, la Alcaldesa no ha entendido el concepto, pues está dispuesta a erogar una suma millonaria por la renta de una flotilla de autos de lujo y blindados para ella y su administración, en una enorme contradicción con los principios del partido.

Otra de las banderas de la 4T es la seguridad y la pacificación del país, y si bien es cierto que cuando Armida Castro tomó en sus manos el municipio éste ya era violento e inseguro debido al crimen organizado, ahora sus calles se han vuelto un campo de batalla entre taxistas tradicionales y prestadores de servicio de plataformas digitales como Uber; las golpizas callejeras, los atropellamientos, las persecuciones, la retención de personas y las agresiones a turistas nacionales e internacionales son la norma diaria en un conflicto social que ella ha sido incapaz de contener, ya no digamos de resolver.

Las alarmas debieron encenderse en la sede central de Morena y en mayo pasado, el diputado federal por el Partido del Trabajo, Gerardo Fernández Noroña, fue a Los Cabos. Las quejas de la estructura partidista y la ciudadanía sobre Armida le llovieron al insigne compañero, quien le debió leer a la Alcaldesa la cartilla de la 4T, aunque Noroña ya debía venir preparado al respecto, pero parece que el llamado de atención llegó tarde y justo en los momentos en que Armida era objeto de acusaciones de nepotismo por tener en la nómina del Organismo Operador Municipal de Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento (OOMSAPAS) a su hijo, Juan David Dimas Castro, quien desde entonces es el aviador más popular de la entidad.

FOTO: “El Sudcaliforniano”.

Armida insiste en que todo es una campaña sucia en su contra, pero hasta ahora no ha desmentido a cabalidad las acusaciones de nepotismo, que se suman a otras quejas por la presencia de varios familiares en la estructura de su gobierno municipal, incluido su marido.

Documentos del ISSSTE, y otros de la nómina del OOMSAPAS, son huellas que la inculpan, y circulan en las redes y en varios medios de comunicación en detrimento de su figura política y de Morena. Si a lo anterior sumamos su tendencia a reprimir la protesta social, su comportamiento ostentoso, su incapacidad de resolver el conflicto entre los trabajadores del volante, y su desdén poselectoral con respecto al ecocidio en el Estero de San José del Cabo, tenemos que gran parte de la sociedad desaprueba su desempeño en la gestión municipal.

Las notas periodísticas sobre la conducta de la alcaldesa, que es cuando menos reprobable, están reduciendo las posibilidades del partido de alcanzar la gubernatura del Estado en las elecciones de 2021. El gobierno de AMLO lleva seis meses, y el golpeteo mediático en su contra y la situación del país, van a hacer que su popularidad baje hasta que no se consigan buenos resultados en cuestiones económicas y, sobre todo, de seguridad; lamentablemente para alcanzar eso falta por lo menos la mitad del sexenio, para entonces la ola de Morena puede estar debilitada y no podrá catapultar a la Alcaldesa de Los Cabos;  tampoco al Alcalde de La Paz, Rubén Muñoz; ni a Walter Valenzuela, presidente municipal de Comondú a la gubernatura ­—como recientemente lo hizo en Puebla y Baja California con sus candidatos.

Los tres regidores deberán, si aspiran al cargo, valerse por sus propios actos y hasta ahora ninguno ha brillado con luz propia; y en el caso de Armida Castro, ella misma se está opacando. Aunque aún puede defenderse esclareciendo los turbios asuntos que se le imputan, su estrategia de evadir a la prensa y no dar la cara a la ciudadanía que le reclama, no le va a durar mucho y eso la va a sepultar en el olvido electoral.

Tras la visita del viernes 7 de junio de AMLO a Los Cabos, la actitud de Armida debe dar un giro, así es que sólo nos queda ver si puede deshacer la campaña sucia que —según ella—, hay en su contra, aunque hasta ahora todo parece indicar que, aunque sucia, tiene mucho de verdad, y la está posicionando a nivel nacional como la política menos morena de Morena.

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Candente sesión en Congreso de BCS… Y otra vez a congelar matrimonio gay

Colaboración Especial

Por Elisa Morales Viscaya

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Apenas llegar al recinto legislativo, la media mañana de este martes, parecería una ocasión especial: decenas de personas se encontraban a sus puertas; muchas de ellas aún terminando de garabatear alguna consigna en sendas cartulinas fosforescentes, y de lejos se podían apreciar conglomerados de periodistas alrededor de algunas figuras de interés. Este 11 de junio se esperaba que se llevara a cabo la discusión acerca de la iniciativa para reconocer el matrimonio igualitario en Baja California Sur. Tema que mueve las masas. Sí, los hay. Los hubo.

Las posturas son tan evidentes y definidas, como las hay oscuras y ambiguas. Los líderes del movimiento que convocó a la manifestación presente, se expresan con claridad y firmeza al respecto del tema, con oralidad fluida y una forma cálida —incluso carismática—, al dirigirse a los medios, aunque no tanto a la tribuna legislativa.

En cambio, los manifestantes de a pie, aquellas personas que sostenían las pancartas en las que se leían consignas a favor de la llamada familia natural y en contra del matrimonio igualitario en diversos tonos, desde aquellos simplistas “hombre+mujer=matrimonio” hasta los que acusaban al matrimonio entre personas del mismo sexo como obra de Satanás, se mostraban más bien reacios a decir algo. Varias personas fueron interceptadas por algún medio para saber de su propia voz a causa de qué se manifestaban y sólo se recibieron miradas hoscas, risas nerviosas y someros “venimos con el Frente”, “hable con el pastor”, “estamos aquí apoyando la vida”, “defendemos a la familia”… Algunos, hasta se cubrían el rostro con sus cartulinas, cuando notaban una cámara cerca.

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A pocos minutos de haberse iniciado la sesión, el representante del Frente Nacional por la Familia Natural (FNFN) en Baja California Sur, Alan Loubet, cobijado por estos manifestantes, alzó la voz desde las gradas y se expuso como víctima de la discriminación del Congreso que, a su parecer, le cerraban las puertas y no le permitían dialogar para tratar el punto de vista del Frente acerca del controvertido tema.

Quedó de lado la afable sonrisa con que Loubet se dirigía a los medios que le dieran foro a la entrada del recinto. Con el rostro desencajado de indignación, de pronto, acusó a los diputados de ser dictadores impositivos y directamente señaló a la diputada Rosalba Rodríguez López —quien presentara la iniciativa en controversia el pasado 7 de mayo—, de discriminarlos y negarse a tomarlos en cuenta. La diputada le respondió, dirigiéndose mas bien a la audiencia caldeada que al propio representante del FNFN, informando que no ha recibido la solicitud de este movimiento para entablar este diálogo.

Para Loubet no parece haber claridad al respecto de los medios y formas para solicitar foro ante esta autoridad; continúa manifestándose a la brava señalando y repitiendo que los diputados los evaden y los discriminan. Finalmente, y ante la insistencia del Congreso, cede y permite que la sesión continúe. Pero no por mucho tiempo.

A este punto, el ánimo de los presentes bullía. Las pancartas se agitaban y se escuchaba el cuchicheo de los manifestantes —niños, mujeres y personas de la tercera edad, en su mayoría—  asintiendo a las palabras de su líder. Poco avanzó la sesión, cuando un nuevo protagonista tomó la voz, igualmente sin mediar formalidad alguna.

Un hombre al que algunos a baja voz llamaban el extranjero, y que posterior a la jornada se identificó como Javier González Pantoja. Tomó la palabra increpando a los legisladores por querer aprobar el matrimonio gay, y pretendiendo educar a gritos a la audiencia informando que los homosexuales son pederastas, que así han sido llamados por millones de años, y que apoyar al matrimonio igualitario es fomentar la pederastia en detrimento de la niñez.

¡Yo lo estoy traduciendo bonito! El manifestante, más bien, vociferaba insultos, agresiones y descalificaciones personales hacia los diputados, a quienes no bajaba de contadores malogrados, recamareras incultas,  fracasados que de ningún modo tenían derecho ni capacidad para decidir sobre el tema. La intensidad con que se expresaba llegó al punto que incluso Alan Loubet instó a su comparsa a abandonar el recinto con el fin de deslindarse de él.

Una vez fuera la mayor parte del grupo de manifestantes, el ambiente dentro del recinto se asedó. Aunque la sesión prosiguió con calma, no era una calma fina sino más bien aquella que queda después del primer temblor, cuando no sabes si habrá réplicas. Se sabía que puertas afuera estaban los líderes de la protesta organizando a su gente y no había claridad sobre si habría o no alguna nueva intervención escandalosa.

Pero el tiempo hace mella, y el poco dinamismo de una jornada larga discutiendo temas legislativos sin controversia terminó por mermar el ánimo de los manifestantes. Aunque cerca del cierre de la sesión volvieron a ingresar a la sala una gran cantidad de personas del FNFN, ya no tenían la mirada convencida de unas horas atrás. Más bien se podía escuchar a los niños preguntar cuánto faltaba para irse; a algunas personas ligeramente confundidas que preguntaban a qué hora sería el debate entre los diputados por el matrimonio gay …Y a algunos cabecillas que les respondían murmurando Ya casi se acaba, ya casi terminamos.

En el último punto de la sesión tomó la voz la diputada Rosalba Rodríguez López exponiendo sobre un tema que ninguna relación tenía con el controversial matrimonio igualitario, y hubo un destello de protesta que, por fuera de lugar, no llegó ni a chispa. Una voz solitaria se escuchó interrumpiendo a la legisladora, gritando No queremos lesbianas en el Congreso. Muchos de los presentes parecían abochornados.

La jornada concluyó con un Javier González Pantoja pretendiendo tomar el estrado —ya vacío—, para finalmente abandonarlo y terminar por repetir las mismas rancias reclamaciones al presidente del Congreso del Estado, Homero González Medrano, a la salida del recinto. Entre descalificaciones e insultos, todos fuimos abandonando la sala.

Y, entonces, ¿el matrimonio igualitario en BCS, para cuándo?

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A 10 años del incendio de la guardería ABC. Testimonios de médicos de BCS

FOTOS: Internet.

El Beso de la Mujer Araña

Por Modesto Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Fue hasta entrada la noche del día 5 de junio de 2009, cuando Srul Schcolnik Navarro, residente de Pediatría del Hospital Infantil de Sonora, supo que la causa del ingreso de decenas de niños y niñas severamente quemados había sido por el incendio de una guardería. Así le llegó el rumor. Estaba en Hermosillo; tenía 26 años. El nombre de ese lugar sigue tatuado en la memoria de los mexicanos. La tarde de ese mismo día, Naú Peralta Delgado —entonces, con 29 años de edad—, residente de Terapia Intensiva en el Hospital General del Estado de Sonora, cooperaba en la urgente labor de separar a los menores por los que ya no se podía hacer nada, de los que había qué atender de inmediato. La causa del siniestro les llegó luego de horas de vivir unos hechos que les parecieron, primero, inexplicables, pero que después han sido descritos, simplemente, como horripilantes: ver llegar ambulancias con lactantes totalmente calcinados, atender cuerpecitos irreconocibles; y también, atestiguar el reclamo desesperado de los padres y madres buscando a sus criaturas. 49 murieron. Que no se olvide.

A 10 años de la tragedia infantil más grande de México, el incendio de la guardería ABC en Hermosillo, Sonora, este medio contactó a dos doctores que estuvieron en esos momentos y que hoy en día radican en Baja California Sur. Schcolnik Navarro: médico pediatra intensivista, originario de Jalisco, quien lleva ya 5 años adscrito a Medicina Intensiva Pediatra del Hospital Salvatierra, en La Paz, BCS; y Peralta Delgado, médico internista originario de Ciudad Constitución, BCS, quien trabaja allí, en distintos hospitales de su ciudad natal. Ambos, hombres casados y con hijos, aún se estremecen al recordar el suceso. Estas memorias los cimbran. Luego de una década en el caso que continúa impune; en que se debería continuar vigilando la seguridad de las instalaciones donde cuidan a menores —en todo México, ¡en todo el mundo!—; en que algunos sobrevivientes siguen recuperándose, y otros quizá nunca se recuperarán de la dolorosa experiencia de la muerte; respetuosamente, CULCO BCS publica esta crónica, tomando prestado estos testimonios.

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Vacíen Urgencias, pasó algo grave

La tardenoche de ese viernes 5 de junio de 2009, Srul Schcolnik Navarro ya estaba con la mochila al hombro, listo para irse a descansar pues al siguiente día tenía guardia —de esas guardas maratónicas, pues cada tercer día se quedaban toda la tarde y noche del día siguiente y, a veces, seguir trabajando en la mañana. Ya tenía un pie afuera de Oncología Pediátrica del Hospital Infantil, cuando notó un “movimiento inusual”. Empezaron a subir a todos los que estaban en Urgencias: tenían que dejar vacío el espacio. ¿Qué había pasado? El procedimiento común —explicó—, es que si va a salir un paciente de esa área, lo presentan a médicos y enfermeras, sin excesiva prisa, para la revisión final y pasarlo al sitio más apto para su recuperación. Sin embargo, éste no era el caso: empezaron a sacarlos inmediatamente, “lo cual es una anormalidad total, porque todo indicaba que Urgencias necesitaba estar libre, necesitaba estar vacío porque algo había pasado”.

Bajó a Urgencias, para saber si podía ayudar en algo, y también —no menos importante—, porque su novia —hoy esposa— entraría a hacer guardia allí, y quería asegurarse que estaría bien. “Vi que estaba medio vacío: pocos médicos, pocas enfermeras, estaban ocupados en algo más, y en las camas no había prácticamente ningún niño internado en Urgencias. Mi primer pensamiento fue ¿Por qué no hay ningún niño en Urgencias? ¿Por qué pasaron todos a piso? ¿Por qué vaciaron? ¿Cuál era la urgencia? Después me enteraría que no estaban algunos de mis compañeros en Urgencias, porque habían salido en alguna ambulancia”. Vio cuando el Jefe de Residentes subió con dos o tres compañeros residentes a la primera ambulancia que estuvo libre hacia el Hospital General, “porque parecía que al Hospital General estaban llegando niños quemados para atenderlos”.

En esos momentos, algunos compañeros que se cruzaron con Srul no sabían qué pasaba. “Se hablaba de un incendio o niños quemados”. No es algo tan poco común: el calor excesivo de Sonora los provocaba, por ejemplo, o las casuchas de gente humilde que se incendiaban, hacía que les llevaran niños con este tipo de lesiones. “Pero no terminaba de entender porqué era necesario vaciar Urgencias. ¡Nunca imaginé la magnitud de la tragedia que se venía!”.

Llegó la primera ambulancia. Sonó la alarma del cuarto de choque de Urgencias, que significa que viene un paciente sumamente grave y había que realizar medidas inmediatamente… “Y al entrar a la sala de choque era un paciente, un niño, un lactante, prácticamente quemado en su totalidad. No hubo tiempo de reaccionar para atender a ese paciente cuando empezaron a sonar muchas más ambulancias”. Su cuerpo estaba tan calcinado que sólo se le figuró que podría ser un lactante, menor de dos años, por el tamaño. De hecho, nunca supo los nombres de los atendidos, tanto daño en sus órganos los había dejado difíciles de reconocer: “no teníamos una relación de qué niño estábamos tratando o de qué nombre tenían”. Además, la reacción luego de una quemadura tan grave es una hinchazón que provoca que el rostro no sea fácil de reconocer: cejas, orejas, cabellos incinerados, hace imposible distinguirlos —explicó el médico. Y no terminaban de atender a este primer bebé, cuando empezaron a sonar las sirenas “otra vez, y otra sirena y otra sirena y otra sirena, y sólo escuchábamos el vaivén de las puertas de Urgencias”.

Al ver la magnitud de la tragedia, empezaron a localizar a los residentes que ya había salido de turno. Srul se incorporó allí mismo, de inmediato. La sala de Urgencias que había visto vacía, en cosa de una hora, estaba atestada de niños y niñas quemados; el área de choque ya era solamente un paso para entrar rápido a las camas de urgencias, conforme llegaban, a como podían. “Te mentiría si te diera el número exacto, porque no lo sé, perdí la noción”, aunque está seguro que de la cifra de los 49 menores fallecidos, decenas de éstos sí fueron trasladados allí. Algunos llegaron sin vida.

Le tocó atender a varios de heridos. Lo primero que tenían qué hacer era quitarle la ropita para atender las lesiones, aunque algunos llegaron sin sus prendas, auxiliados por los paramédicos que los trasladaban. El olor —relató Srul, ya con un nudo en la garganta—, era fuerte, indescriptible, inenarrable. “Es un olor quemado… No lo puedo describir con las palabras adecuadas pero es un olor muy particular… Puedo decir que nuestra ropa se quedó impregnada de ese olor a humo, de ese olor a los gases a los que estuvieron expuestos”. La mayoría de los pequeños llegaron inconscientes, pero otros emitían algunos sonidos, se quejaban quedito con las escasas fuerzas que les podían quedar. La tragedia conmocionaba al equipo médico, pero tenía que ser más fuerte la acción inmediata: salvar. “Nuestra prioridad era que pudieran respirar colocando un tubo y una vía para sedarlos, ponerles medicamentos para el dolor, analgesia y empezar los líquidos y los antibióticos lo más pronto posible”.

Las víctimas del incendio de la guardería ABC presentaban quemaduras sumamente graves. No sólo era perder la piel, perdieron también grandes cantidades de líquidos, y las lesiones internas provocaron severos daños, como tapar las vías respiratorias. “Había que tratar el dolor y asegurar la vía aérea del niño (…) Colocar un tubo a través de la boca, hacia la tráquea para darles oxígeno y aire con presión para que se puedan seguir expandiendo, y trabajar los pulmones a pesar de estar quemados (…) Cuando se empiezan a hinchar es muy difícil intubarlos, si toda la piel está quemada para encontrar una vena y colocar un acceso es difícil, entonces a varios de ellos se les colocaron accesos intraóseos, que significa que en el hueso en la superficie de uno de los huesos largos, introducían una aguja para llegar a la médula ósea”. Y todo, era hacerlo a la velocidad de la luz. Actuar con la mayor rapidez: todos eran urgentes; hacer lo que sabían, y si no, dar lugar al de más pericia; trabajar con la cabeza fría, a pesar de la impresión, de ni siquiera saber qué había pasado, porque en esas primeras horas, aún no sabían que todo procedía del incendio de una guardería. No sabían que algunas las víctimas del siniestro les llegaban por un “filtro” ubicado en el Hospital General del Estado de Sonora.

Separar a los vivos y a los muertos

En efecto, Srul Schcolnik Navarro, recibió en el Hospital Infantil a menores quemados que provenían del Hospital General. Allí estaba Naú Peralta Delgado, quien entonces era residente de Medicina Interna. No se conocían; nunca se conocieron. Tal vez esta crónica sea la primera vez que sus nombres y rostros se crucen.

Peralta Delgado también recuerda que estaba por irse de su guardia a descansar cuando llegaron las ambulancias. El Hospital General del Estado “Doctor Ernesto Ramos Burs”, quedaba relativamente cerca de la guardería ABC, por eso llevaron allí algunos menores. Además de su propia vocación de servicio de salud, ¿por qué llevarlos primero ahí, que era un hospital enfocado a los adultos? Para hacer un triage. ¿Qué es un triage? “Distinguir qué niño está muerto; qué niño está quemado gravemente; y de los que estén quemados, cuáles son recuperables (…)  Éste si es recuperable, llévenlo al Infantil; éste está muerto, póngalo ahí para que vengan las autoridades, que vengan padres para la identificación… Los poquitos con los que nos quedamos se murieron, las maestras se murieron, no recuerdo si una o dos (…) Siempre en una contingencia, en una catástrofe de ese tipo, se atiende a los que son recuperables, a los que tienes más posibilidades de que vivan. Entonces, esa fue de inicio lo que hicimos en el hospital, porque finalmente los pacientes pediátricos que se atendían que se identificaban y que se trataban, terminaba con el envío hacia el Hospital Infantil“.

En su caso, le tocó atender a tres niños que ya estaban intubados, seriamente quemados del cuerpo y de vías aéreas; no pudieron trasladarlos al Hospital Infantil, ya que por su gravedad ni siquiera podían moverlos de sus camillas; estaban totalmente dependientes del ventilador, con el oxígeno muy alto. Especializados en pacientes adultos, los médicos y residentes del Hospital General tuvieron la valiosa colaboración de un residente de Pediatría “que tampoco estaba de guardia, el médico fue como voluntario y nos estuvo ayudando bastante, porque él se quedó hasta que falleció el último paciente que teníamos. Así de ¿Sabes qué, Doctor? Pues ya no hay nada qué hacer, se apagó el ventilador, se envolvió el cuerpecito, de un niño de… Sería de unos 4 años, creo. Ya se murió, se murieron los que teníamos, ya no tengo nada qué hacer aquí, y se fue”. Otra población que a Naú le tocó atender fueron las maestras que también sufrieron quemaduras serias y que se quedaron en Terapia Intensiva. Algunas sobrevivieron.

La desesperante agonía de los papás

“Llegaban los papás… La sala de Urgencias era un caos, a donde los residentes, a donde ninguno de ni yo ni mis compañeros, yo al menos, no quería pararme…”, relató Srul Schcolnik. Ellos luchaban por rescatar a los niños, pero resultaba inevitable ignorar a padres y madres vueltos locos de la desesperación. “Se escuchaban hasta adentro algunos gritos, llantos… De repente se escuchaban golpes a las puertas… No podría decirte que era un llanto… Gritos que haya escuchado en otra circunstancia. ¡Eran alaridos, no sé cómo decirlo de otro modo!, de dolor porque una cosa era cuando sabían que probablemente sus hijos estaban adentro, porque tampoco había un buen flujo de información”.

Ya entrada la noche —y los días siguientes—, señores y señoras entraban desconsolados al Hospital Infantil a buscar a sus hijos. Pasaban a las camas con personal de apoyo, de Psicología o Psiquiatría. “Quien lograba identificar a su hijo era una gran ventaja, porque eran todos de similares edades, de similares tamaños, y un paciente con una quemadura cambia radicalmente, más aun con esa extensión de quemaduras es prácticamente imposible saber quién es, incluso un adulto”. Días después, Srul habló con su madre, le dijo que se sentía triste, abrumado, cansado, que era algo que nunca había visto, que no sabía explicar…

Por su parte, el doctor Peralta también regresó a casa a dormir unas cuantas horas y presentarse temprano al hospital, a recibir el turno. Sus compañeros que salían iban con la mirada perdida o los ojos rojos de haber llorado; lucían despeinados, manchados, como si hubieran salido de un campo de batalla. Uno de ellos le dijo No manches, cuando empecé a ver, nos salimos yo y una compañera que eran de los que tenían hijos, y lo primero que hicimos, así como instintivo, agarramos el celular y a marcarles a nuestras esposas o esposos, y a preguntar cómo está el niño o cómo está la niña, porque se nos enchinaba la piel y se nos revolvía el estómago de ver el espectáculo de lo que estábamos viendo. Fue una cuestión horripilante —dijo. Además, los médicos y residentes se iban yendo con un nudo en la garganta de ver que todavía, a temprana hora, seguían llegando padres de familia buscando a sus niños.

Varios padres y madres se habían pasado la noche tratando de encontrar a sus pequeños en los diferentes hospitales de Hermosillo: todavía no daban con ellos, o a algunos no los podían identificar. Naú tenía hijos pequeños y no podía evitar compadecerlos en su impotencia. “¡La angustia! ¡¿Estará vivo?, ¿estará muerto?, ¿estarán quemados?, ¿podrán tener posibilidades?!”. Hubo casos de padres “que veían unos tenicitos y se tiraban a llorar ahí, con la ropa de niño quemado, que pudo haber sido su hijo… O no, ya no supe el desenlace”. Unos tenis, cualquier prenda, lo que fuera reconocible, en ese momento eran los únicos objetos dolorosos para asir con sus manos, objetos cargados de la premonición de la muerte. Uno de ellos era un compañero suyo, enfermero de Terapia Intensiva, a quien el médico describe como un “excelente enfermero”. Él era de esos padres de familia que pasó por ahí, con sus compañeros, con la mirada perdida, sin mirarlos, sin saludar. Y ellos estaban ante sus ojos, en shock, sin atreverse a preguntar por noticias de su hijo, menos aún dirigirle un saludo de cortesía. Alguien así “no te escucha en esos momentos, para esa persona no hay ninguna palabra, no cansancio, no hay nada. Solamente estás buscando a tu hijo”.

“Fue un caso muy horrible. Me tocó estar ahí, me tocó vivirlo, me tocó sentir el sentir de algunos padres que estuvieron en esas circunstancias, que obviamente jamás en la vida quisieras pasar por algo igual, que no se lo deseas a nadie, que tu dejas a tus hijos al cuidado de una empresa que se dedica a eso, tú lo que esperas que tu hijo este seguro mientras tu realizas tus labores, tu trabajo… ¡O sea, a eso se dedica la empresa: a cuidar tus hijos! Es algo delicado que requiere mucha responsabilidad, y que un día equis te hablen y te digan ¿Sabes qué?, necesitas venir, porque se quemó la guardería, ocurrió un accidente y tu hijo puede ser que esté muerto, esté quemado, no lo encontramos… Es de poner la piel chinita, es algo espantoso. Yo creo que con más razón se debieron de haber puesto muy firmes las autoridades en encontrar culpables, resolver el problema de raíz, escarbar todo lo necesario y encontrar, hacer veredictos… Fue algo muy serio que no tiene porqué quedar en el olvido”.

Ese día siguiente —recuerda Naú—, dejaron en el área de médicos una charola con sándwiches, botanas y jugos, “cuando en realidad a veces ni desayuno nos daban, pero como dijeron que iba a ir Felipe Calderón, que había llegado con la esposa y que iban a ir un séquito al hospital, pues obviamente, quedando bien, mandaron todo eso”. Al final, el entonces Presidente de México no fue a ese hospital, sino al Infantil. Al General, quienes llegaron fueron varias doctoras del Hospital de Magdalena de las Salinas de México —el hospital de quemados de concentración del IMSS en la Ciudad de México. “Llegaron, obviamente al estilo de hospital de México, queriéndonos corregir todo y regañar por todo. Pero no, la realidad es que los pacientes estaban bien atendidos, al final me acuerdo el comentario que hicieron es voltearon a verse entre ellas y dijeron Es que están bien manejados, o sea, no hay quejas“.

A 10 años del incendio de la Guardería ABC, el Movimiento Ciudadano por la Justicia Cinco de Junio acusa al hoy presidente Andrés Manuel López Obrador “de guardar silencio en la lucha por la justicia”, donde perdieron la vida, en total, 25 niñas y 24 niños. La Jornada, publicó que los padres y ciudadanos “demandan al Estado Mexicano negarle la justicia por sus nexos con los responsables de la tragedia, tanto con Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo, una de las dueñas de la estancia infantil (…) prima hermana de la ex candidata a la presidencia Margarita Zavala de Calderón; (…) al ex procurador Abel Murrieta y ex gobernador Eduardo Bours Castelo, que mantienen congelados los expedientes que investigan su responsabilidad en el incidente. Le recordamos que ha casi 10 años (…) a la fecha no se encuentra ni una persona en la cárcel pagando por este crimen, ni particulares, ni servidores públicos”.

Funcionarios corruptos y héroes anónimos

¿Qué pasó después? ¿Cómo los marcó? Naú Peralta Delgado asegura nunca haber vivido un evento similar en su carrera: “puedes tener tragedias (…pero) lo más duro es que estás hablando de niños que no tenían la culpa. Niños que por una negligencia murieron y murieron de la peor forma, quemados. Y que si quedaron vivos, quedaron con múltiples secuelas, y algunos físicas, respiratorias, amputados. En ese momento teníamos poca información, al tiempo supimos que fue por una bodega que se quemó; que la guardería no tenía las mínimas medidas de protección en casos de contingencias de este tipo; que no era la única, que había muchas irregulares y entregadas a familias acomodadas; que nunca hubo culpables (…) La corrupción que hubo en el manejo de los casos, la falta de resolución y de empatía de las autoridades hacia los padres”.

Reclama que se le dé atención a otros problemas, que también lo ameritan, pero defiende: “se dio poca relevancia a los niños quemados”. Supo que después, algunos padres trasladaron a hospitales de Estados Unidos a algunos sobrevivientes. “Hubo padres que tenían dos o tres hijos en la misma guardería, y se les murieron dos y quedó uno vivo, ¿en qué condiciones está ese que quedó vivo? Ahorita, a diez años qué hace, qué secuelas tiene, cómo ha sido su vida después de esto. O sea las implicaciones van mucho más allá de Se quemaron y hasta ahí, ya pasó, vamos a arreglar las guarderías para que no vuelva a pasar. Creo que está subestimado este accidente”. Ya no le tocó, pero imagina que los pediatras que se quedaron atendiendo a los sobrevivientes tuvieron que manejar fuertes crisis también de los papás, “todo lo que tuvieron que pasar después, debió haber sido muy duro, durísimo. Finalmente uno es médico y dicen el médico se acostumbra y ya sabe, Está acostumbrado, pero uno no es sólo médico también es ser humano y aparte uno es donde más te puede doler que es un hijo”.

Srul Schcolnik Navarro y Naú Peralta Delgado. FOTOS: Cortesía.

¿Qué te deja? —responde Naú Peralta: “Te deja empatía. Yo vi mucha colaboración médica: médicos, y no médicos, personal de salud, enfermería, trabajo social, paramédicos, camilleros, médicos generales, especialistas, residentes, internos… Todos, se volcaron a atender a esta población. No hubo necesidad de pagos extras, de bonificaciones de premios de promesas, no, no, no (…) Yo siento que el sentido de colaboración en el ser humano siempre va a estar, en el gremio médico continua estando, a pesar de que somos muy golpeados últimamente, muy criticados, muy catalogados como fríos, como poco comprensivos, como médico de maquiladora, ignorantes iatrogénicos… Yo en esa ocasión vi mucha cooperación”. Días después de todo esta tragedia tuvo un fuerte dolor abdominal: resultó que fue una apendicitis, y terminó siendo operado.

Así que si hay algo positivo en medio de esta desgracia es la demostración de la vocación de salvar vidas. De repente, eso da un poco de esperanza en la humanidad. Srul Schcolnik contó, primero, que el Hospital Infantil de Sonora, no contaba con todo el equipo necesario ese 5 de junio de 2009. Sin embargo, al calor de la plática, pensó en voz alta después: “¡no creo que haya un hospital preparado para eso!”. Contó que no eran suficientes los residentes, pero, sin saber de dónde sacar la energía, se sumaron para trabajar por jornadas kilométricas cirujanos, cirujanos pediatras, neontatólogos, enfermeras… No puede recordar cuántos colaboraron. Apenas si recuerda la hora en que salió él: “serían las 10, tal vez, 11 de la noche”. Se fue a su casa para regresar al día siguiente temprano. Apenas unas horas para dormir y continuar la hazaña.

Luego de Pediatría, Srul estudió Terapia Intensiva. La tragedia lo marcó. Quiere estar más preparado. Atiende casos graves de niños y niñas en el Hospital Salvatierra, en La Paz. Era noche cuando platicamos él y yo sentados en una banca del malecón. Yo me estrujé mientras oía el relato. Cuando apagué la grabadora, prendí un cigarro. Le ofrecí, pero no fuma. Nos apretujamos los ojos, pero no por el humo. Y todavía, mientras escribo esto, he tenido que levantarme, fumar, relajar la mirada; intento tener la cabeza fría, pero es difícil. Si uno redacta tratando de reprimir el llanto, no me imagino a los doctores que tuvieron a esos pequeños calcinados, y creo que me será imposible ponerme en el lugar de esos padres y madres. Lo único que me es posible es ayudarlos a que esta tragedia no se olvide. Y que nunca se repita.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




Los invitados invisibles en la boda de Balandra

FOTO: Facebook.

SudcaliCiencia

Por Marián Camacho

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). La región sudcaliforniana conocida como Balandra, fue decretada como Área Natural Protegida (ANP), con el carácter de área de protección de flora y fauna, por el entonces presidente de la República, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, el día 30 de noviembre de 2012. Desde ese momento, los sudcalifornianos nos hemos sentido muy orgullosos de contar con una protección legal para uno de los sitios considerados más bellos de México.

Es tanta la alegría y orgullo de que Balandra, nuestra Balandra, sea una ANP, que año con año festejamos su aniversario como un suceso muy importante. Esta celebración se ha convertido en una de las ferias ecológicas más divertidas, dinámicas e interactivas de la ciudad de La Paz, reuniendo cada vez a más personas, ¡la última vez fuimos casi 500! Los asistentes, de todas las edades, se han integrado a las diferentes sorpresas que se han ofrecido en los seis aniversarios pasado, donde se han incluido actividades deportivas (senderismo, kayak, paddle board, ciclismo, carreras), ecoturísticas (observación de aves), limpieza de la playa, exposiciones museográficas y muchos juegos.

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Evidentemente, todas las actividades llevadas a cabo durante los aniversarios están planeadas para reflexionar y concientizar sobre el buen uso del área, y desde el 2015, se integran el conocer y fomentar el respeto al ANP a través de los lineamientos del Programa de Manejo del Área Natural Protegida con el carácter de Área de Protección de Flora y Fauna Balandra. Este Programa de Manejo, elaborado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), fue dado a conocer oficialmente el jueves 29 de octubre de 2015 en el Diario Oficial.

De lo anterior, se comprende que la indignación paceña haya desbordado cuando, a través de las redes sociales, se dio a conocer de manera viral que una boda realizada en una de las paradisíacas playas de Balandra generó visibles cantidades de basura y algunos otros impactos (alteración de las dunas, uso de sonido excesivo) dentro de la zona núcleo del ANP. Esta situación generó la cobertura de diversos medios de comunicación donde se analizan y buscan respuestas sobre diversos aspectos legales y administrativos con las autoridades y también con algunas personas a favor de la organización de este tipo de eventos.

Así, derivado de la gran polémica generada en nuestra sociedad con estos hechos, el objetivo quincenal de la presente columna de SudcaliCiencia es aprovechar el interés actual para dar a conocer una pequeñísima porción de los integrantes de la biodiversidad del área terrestre de las dunas del ANP Balandra que tal vez muchos no conocen, y que están incluidos en el Programa de Manejo del área. Asimismo, quien escribe estas líneas está convencida que el conocimiento científico que adquiere la sociedad es pieza clave en el momento de tomar decisiones en el futuro. Particularmente, conocer la existencia de los seres vivos que habitan en Balandra, nos puede ayudar a decidir el impacto que queremos que tengan nuestras visitas a su lugar de residencia. Algo así como decir a la biodiversidad de esta ANP, “sé que existes y agradezco con mis acciones que me permitas visitar tu hermoso hogar”.

En las dunas costeras crece una vegetación halófita, que presta significativos servicios ambientales; el más importante es que funciona como una barrera de protección ante los efectos nocivos del viento y las mareas. Las dunas costeras en conjunto con la vegetación permiten que la línea de costa tenga una menor dinámica. La vegetación costera intercepta el movimiento del viento y la arena, por lo que fija la duna, permitiendo la acumulación de materia orgánica y, por ende, la formación de suelo. Dichos servicios ecosistémicos son fuente para la existencia de diversidad biológica, ecosistemas y hábitats, lo que proporciona un elevado valor paisajístico, turístico-recreativo, económico y social.

En los cordones de dunas se registran especies pioneras de vegetación como la golondrina (Chamaesyce leucophylla), una de las especies más comunes en las playas sudcalifornianas, así como la alfombrilla Abronia maritima.

Golondrina (Chamaesyce leucophylla). FOTO: Conabio.

Alfombrilla Abronia marítima. FOTO: Conabio.

Dos gramíneas comunes, como pioneras o como integrantes de la cresta de la duna, son Sporobolus virginicus y la dioica Jouvea pilosa, que aparecen como especies mutuamente excluyentes (es decir, se encuentra una o la otra) en las playas. También se encuentra Marina maritima, endémica de la costa este de la región del Cabo.

Sporobolus virginicus / Jouvea pilosa. FOTOS: Conabio.

Los impactos del turismo dentro del Área Natural Protegida son principalmente la presencia de basura y el impacto a la vegetación herbácea que crece en las dunas costeras, debido a que las y los visitantes caminan por senderos sobre las dunas, lo cual impide la regeneración de este tipo de vegetación.

Baja California Sur se considera una de las regiones con mayor microendemismos (especies que son exclusivas de un sitio puntual, generalmente aislado) en cuanto a mamíferos terrestres se refiere. Los suelos pedregosos y arenosos presentes en el Área Natural Protegida sirven de hábitat para especies entre las que destacan Peromyscus eva y Chaetodipus spinatus peninsulae. Dentro del Área se puede observar la rata canguro de Merriam (Dipodomys merriami mitchelli), especie amenazada endémica según la Norma Oficial Mexicana Nom-059-Semarnat-2010, Protección ambiental-Especies nativas de México de flora y fauna silvestres Categorías de riesgo y especificaciones para su inclusión, exclusión o cambio -Lista de especies en riesgo.

Ratón de abazones Chaetodipus spinatus peninsulae. FOTO: Conabio.

Rata canguro de Merriam Dipodomys merriami mitchelli. FOTO: Conabio.

La lista de especies que integran el ANP Balandra es extensa e impresionante, tanto en la porción terrestre como en la marina y en próximas entregas de SudcaliCiencia abordaremos algunas más de ellas. Sin embargo, los invitamos a que revisen y se maravillen por ustedes mismos con la gran cantidad de información y la fácil lectura que tiene el Programa de Manejo del Área Natural Protegida con el carácter de Área de Protección de Flora y Fauna Balandra. Esto podría lograr que, en su próxima visita a Balandra, querido Lector, aumente la conciencia y reflexión acerca de que cualquier tipo y tamaño de basura, el ruido y otro tipo de perturbaciones en la tierra y el agua pueden dañar más allá de lo que podemos ver en ese momento, y que nosotros somos los invitados en ese lugar.

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El costo de los asesores patito en el Congreso de BCS

FOTO: Modesto Peralta Delgado.

Ius et ratio

Por Arturo Rubio Ruiz

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El jueves pasado, el Congreso del Estado se conmocionó. ¿El motivo? Un requerimiento por escrito, emitido por un Juez Federal, en el que se imponía al cuerpo legislativo, un plazo de tres días para emitir una ley. Nadie sabía qué hacer. Todo era confusión y desconcierto. Un ejército de asesores, todos pagados con dinero público, y fueron incapaces de articular una estrategia jurídico legal adecuada.

Es vergonzoso e indignante el espectáculo que nos brinda un cuerpo colegiado cuya principal función como representantes populares está íntimamente relacionada con el marco legal, pues tienen a su cargo la función de crear y adecuar las leyes a la realidad social de la entidad. Si su trabajo se vincula directamente con las leyes, es inconcebible que las desconozcan, al grado de no saber qué hacer —legalmente—, ante un requerimiento como el formulado por un Juez Federal.

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Y no criticamos la ignorancia propia, personal, individual de cada Diputado. Como representantes populares, no están obligados a tener ningún conocimiento previo. Tienen derecho —por así decirlo—, a ser tan ignorantes como sus personales circunstancias así se lo han impuesto.

A lo que no tienen derecho es a descuidar la eficiencia y eficacia de su encargo, rodeándose de asesores que no reúnen el perfil, la experiencia y la experticia propia del encargo. En lugar de contratar asesores profesionales, asignan esas plazas a personas allegadas, sabiendo que no están calificadas para el cargo. Eso es corrupción. Y una corrupción muy costosa, que repercute en la falta de técnica legislativa al elaborar las leyes.

Gracias a esa viciosa práctica ilícita y añeja, no pasamos de tener un Congreso de medio pelo, de visión corta, de alcances limitados, alimentadora de artífices del “copiar-pegar”.

Baja California Sur merece un marco normativo hecho a la medida. Ya no es posible que sigamos adecuando el quehacer social a un marco de leyes que se van modificando a capricho de intereses de grupo, imponiendo en muchos casos obligaciones legales que se copiaron de otras legislaciones y que por ende no necesariamente corresponden a nuestra realidad local.

Es urgente e imperativo reglamentar la figura del asesor parlamentario. Ya no es posible que ese encargo se asigne a capricho de cada Diputado, para favorecer a la novia, amiga, querida, primo, sobrino, guachoma, chalán, achichincle en turno.

La Constitución local deberá establecer la exigencia de contar en el Congreso del Estado con un cuerpo de asesores parlamentarios conformado por profesionistas de experticia y calidad académica comprobables, y perfil profesional específico. El listado de asesores parlamentarios, y su respectiva hoja curricular, debería publicarse en la página del Congreso de BCS, para que la ciudadanía pueda constatar su idoneidad.

De no reglamentar esta importante función legislativa y seguir permitiendo que el cuerpo de asesores esté integrado mayoritariamente por amigos y queridos no aptos, seguiremos pasando por costosos procesos de fallidos quehaceres en el seno del Congreso. Los dislates y la tardanza en el procedimiento designación del titular de la CEDH, es un ejemplo de la urgencia que tenemos de contar con asesores parlamentarios profesionales.

El rezago legislativo y la abundancia de normas confusas y hasta contradictorias, continuarán siendo la constante en el Congreso, si no se corta de tajo con la contratación de asesores patito. El Gobernador seguirá mangoneando al Congreso local, aunque éste se integre con mayoría de oposición, si no saben los Diputados qué deben y qué pueden hacer para cumplir con la encomienda que el encargo público les impone.

El último gol que les metió el Ejecutivo, fue el madruguete que les dio al aprovechar una resolución de amparo que le fue desfavorable, derivado de una demanda interpuesta por una persona discapacitada. En lugar de limitarse a cumplir con la sentencia de amparo, con maquiavélica promoción sofística consiguió que el Juez de Distrito que otorgó el amparo al quejoso, exigiera al Congreso lo que el Gobernador no ha conseguido: que se emita la Ley de Movilidad.

Es claro que el Juez Federal se excede en su reclamo, y que debe combatirse el mismo, pues el Congreso no fue parte en el referido juicio de amparo, y por tanto no está obligado a  someterse al pedido del Juez. Para eso el Congreso del Estado debería contar con asesores expertos en Amparo y en Derecho Constitucional; pero como eso no ocurre, corremos el riesgo de que equivoquen el procedimiento, y entonces, nosotros —los que pagamos impuestos—, los gobernados, sufriremos las consecuencias de las corruptelas de nuestros diputados.

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