Sociedad Civil de BCS convoca a un Foro Estatal sobre Seguridad Pública

FOTO: Luis Roldán.

Ius et ratio

Por Arturo Rubio Ruiz

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Una de las principales preocupaciones de los residentes de Baja California Sur, es el problema de la inseguridad. La escalada de violencia y criminalidad ha rebasado la capacidad de contención de las autoridades de los tres órdenes de gobierno. Y la solución a esta problemática parece estar lejos de solucionarse, pues no encontramos en las acciones de gobierno, una estrategia adecuada. Es más, todo indica que no existe una estrategia operativa y funcional que nos lleve a revertir el actuar de la criminalidad en el Estado.

Resulta muy preocupante que la respuesta del Gobierno del Estado a la embestida criminal, haya sido la militarización de las corporaciones policíacas. Independientemente de la inconstitucionalidad, resulta preocupante que fuerzas castrenses —entrenadas y capacitadas para reaccionar con fuerza letal—, se hagan cargo de una labor que impone una constante actuación dentro del marco irrestricto del respeto a los derechos humanos. También resulta complejo el esperar un ejercicio funcional y operativo de proximidad social, con una agrupación fuertemente armada, portando uniforme tipo camuflaje y con el rostro cubierto con pasamontañas. La proximidad social exige empatía, trato personalizado, identidad y convivencia en espacios de cotidianidad, lo que difícilmente ocurrirá con elementos que por disciplina y estructura de poder y mando, no están entrenados y preparados para socializar.

También te podría interesar: Eligiendo al Fiscal Anticorrupción de BCS.

Entendemos la necesidad de contar con la presencia de las fuerzas armadas, dada la violencia desbordada que se ha generado en la entidad, pero esta presencia debe ser de apoyo, temporal y limitada exclusivamente al tiempo necesario para reestablecer el orden y la tranquilidad, siempre en el campo de la excepción y no permitir que se institucionalice la participación de las fuerzas armadas en labores constitucionalmente reservadas a fuerzas de seguridad pública de carácter civil.

Aunado a la falta de una estrategia, nos preocupa la evidente falta de coordinación entre las corporaciones, y el que se carezca de un diagnóstico realista, de la inseguridad que enfrentamos en el Estado. Es por eso que desde hace dos años, desde la trinchera de la sociedad civil organizada, hemos solicitado tanto al Ejecutivo como al Legislativo del Estado, la realización de un foro estatal sobre el particular, para contar con este diagnóstico a partir de cual se construya una estrategia de combate a la inseguridad.

Ante la falta de respuesta de nuestras autoridades estatales, hemos organizado la realización del Foro Estatal sobre Seguridad Pública y Procuración de Justicia, sin la participación de los órganos del Estado, que en principio resultan responsables de atender tales áreas, y por eso convocamos a todos los sectores de la sociedad civil a ser parte de este ejercicio ciudadano, conjuntando las aportaciones de todos los interesados en mejorar las condiciones de vida de los sudcalifornianos, en materia de seguridad pública y procuración de justicia.

Iniciamos el ejercicio convocando a todos los abogados de Baja California Sur, por ser el puente entre el gobernado y el gobenante, en el ejercicio de autoridad en materia de procuración de justicia. Ya sea como víctima o como imputable, el gobernado recurre a un profesional del derecho para su representación, y en ese ejercicio, los abogados viven el día a día imbuidos en la problemática inherente al tema, y son los sensores naturales de los aciertos e inconveniencias en que incurren quienes se desempeñan oficialmente en el encargo.

El siguiente paso es convocar a toda la ciudadanía para que nos haga llegar su aportación, de la manera más económica, práctica y sencilla que la modernidad nos permite. Contaremos con una plataforma cibernética —en prueba en este momento— mediante la cual, el ciudadano puede accesar a una página en Internet, de manera directa o a través de las redes sociales, y enviar su aportación. Esto nos pone a un clic de cada residente del Estado, nacional o extranjero, empleado particular o servidor público, que desee aportar su granito de arena. Lo podrán hacer de manera anónima si así lo desean, a título personal o en representación de una agrupación. No habrá limitantes para que quien así quiera hacerlo, envíe su aportación.

Para entrar al Facebook del Foro de Seguridad Pública DA CLIC AQUÍ y participa.

Queremos elaborar un diagnóstico de la realidad que se vive en el Estado, y para ello, todos los que vivimos en la entidad tenemos algo qué decir. Y si al señalamiento de la problemática que enfrentamos le añadimos una propuesta de solución, entonces tendremos un aporte más enriquecedor.

Una  vez que contemos con todas las aportaciones, quienes deseen presentar una ponencia, lo podrán hacer, tanto en la página electrónica como en el evento presencial que estamos organizando, para realizarse tentativamente a mediados de diciembre.

Del foro habrán de surgir propuestas y definiciones que permitan elaborar un diagnóstico a partir del cual se generen las estrategias que nuestra problemática estatal requiere, para enfrentar exitosamente el flagelo de la delincuencia que hoy nos agobia.




Así viven los jóvenes de la Casa del Estudiante Sudcaliforniano en CDMX (II)

FOTOS: Modesto Peralta Delgado (excepto las que se indican).

Por Modesto Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En semanas recientes, CULCO BCS tuvo la oportunidad de visitar directamente la Casa del Estudiante Sudcaliforniano en la Ciudad de México, y conversar con algunos de sus habitantes. Para ver el reportaje previo a éste da CLIC AQUÍ. En esta ocasión, te invitamos a dar un recorrido visual por sus instalaciones, las cuales albergan a 67 jóvenes sudcalifornianos que desean cumplir el sueño de terminar una carrera profesional en la CDMX.

«La Casa» como le dicen los mismos jóvenes, se ubica en Calzada de La Viga número 1448, en la colonia El Sifón, Delegación Iztapalapa de la Ciudad de México.

La tarde de octubre que los visitamos, acababan de reunir en bolsas, alimentos y artículos para ayudar a los afectados por el sismo del 19 de septiembre; es usual que el clima de la CDMX esté nublado y fresco, como lo fue en esta ocasión.

Este es el lobby, la primer área común que encuentra cualquiera que entre; cuenta con algunas obras plásticas de los mismos estudiantes de Arte , algunas de ellas, inspiradas en los paisajes sudcalifornianos.

Estancia o sala de televisión donde los estudiantes pueden ver sus programas de TV, o bien, material audiovisual referente a sus carreras. FOTO: Cortesía.

En el área de comedor no hay día que no se vean la mayor parte de ellos, pues aquí se les cocinan las tres comidas del día los siete días de la semana.

La cocina, donde se preparan los alimentos para los casi 70 estudiantes. FOTO: Cortesía.

Área de comedor, donde es más común que coincidan mujeres y hombres.

Área con sombrillas, para el descanso y organizar alguna comida especial.

La Casa cuenta con gimnacio son aparatos para hacer ejercicio. FOTO: Cortesía.

FOTO: Cortesía.

Cuentan con un acervo bibliográfico considerable, la mayoría, donados; incluso, los mismos ex habitantes han regalado los libros que les sirvieron durante su carrera para legarlo a las nuevas generaciones. FOTO: Cortesía.

Pasillo del área de mujeres.

Habitación de unas compañeras; el orden y limpieza de cada cuarto les corresponde a sus mismos habitantes. FOTO: Cortesía.

Pasillo de las habitaciones de los varones. Los teléfonos quedan casi como un recuerdo en esta época en que la mayoría utiliza el celular.

En la azotea se encuentran las lavadoras que son de uso común. FOTO: Cortesía.

Desde la azotea se distinguen algunas de las pocas plantas que hay en las áreas verdes.

Cancha.

Desde la canasta de la cancha se ve el letrero de que ellos o provienen de Baja California Sur.

 




«No a la retórica estéril»: Obispo de La Paz sobre creciente violencia en BCS

FOTO: Internet.

La Paz, Baja California Sur (BCS). Ante la creciente violencia que se vive en Baja California Sur, y de forma más pronunciada en La Paz y en Los Cabos —que incluyó, la noche de este martes en esta capital, el asesinato del presidente de la Comisión de Derechos Humanos en BCS, Silvestre de La Toba Camacho, y su hijo, Fernando—, el obispo de La Paz, Miguel Ángel Alba Díaz, emitió un breve comunicado.

El sacerdote invita a una misa en la iglesia de San Martín de Porres el próximo jueves a las 19:30 horas; en resumen, declara que le han pedido su opinión respecto a la violencia que azota al Estado, pero sostiene que lo no cambia lo que llegó a decir en 2014 sobre el tema, por que además la sociedad está cansada de discursos.

A continuación, el comunicado de prensa de forma íntegra como se hizo llegar a medios de comunicación:

A todo el pueblo de Dios que peregrina en la Baja California Sur

A todos los hombres y mujeres de Buena Voluntad

Ante la ola de violencia que en los últimos meses se ha recrudecido en nuestro Estado, me han pedido hacer algunas declaraciones a través de un comunicado oficial de parte de la Iglesia Católica. No soy insensible, me lastima todo lo que estamos viviendo, pero también considero que es el momento oportuno para ir a la raíz del problema y no solamente quedarnos mirando o protestando ante lo que vienen siendo las consecuencias.

El 8 de octubre de 2014 ofrecí a través de los medios de comunicación una reflexión sobre lo que se estaba viviendo en ese momento, somos testigos de que lejos de aminorar se han multiplicado los asesinatos, entre los muertos algunos inocentes. Toda vida es importante. Mi pensamiento es el mismo que expresé en aquel comunicado, hoy no tengo nada más que agregar. No a la retórica esteril. Hoy existe una urgencia de aprender a leer los signos de los tiempos, de dejarnos interpelar por Dios. Estamos convencidos de que Dios nos escucha, pero sólo se escucha en el silencio y la correcta interiorización.

Es por eso que en una sociedad cansada de discursos, he optado por no hacer más declaraciones sobre este tema. Pero no me hago a un lado, desde mi papel de pastor en la diócesis convoco a la comunidad este jueves 23 a una misa en el templo de San Martín de Porres, a las 7:30 pm, junto con todos los sacerdotes de la diócesis. Desde la fe nos uniremos para pedir al Señor que se haga presente en medio de su pueblo; es la oración una gran herramienta para crecer en la fe y no perder la esperanza de un mundo mejor para todos.

Con fraternal afecto y mi bendición pastoral:

Miguel Ángel Alba Díaz.




Así viven los jóvenes en la Casa del Estudiante Sudcaliforniano en CDMX (I)

FOTO: Modesto Peralta Delgado.

Por Modesto Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En la inmensa Ciudad de México, casi 70 jóvenes de Baja California Sur viven y conviven en la Casa del Estudiante Sudcaliforniano, con el propósito de terminar alguna carrera profesional. En octubre pasado, CULCO BCS tuvo la oportunidad de ir a las instalaciones y conocer tanto al edificio como a algunos de sus habitantes; un pequeño grupo de ellos habló con nosotros sobre cómo viven, que «La Casa no se cierra» y de la necesidad de darle difusión para que los preparatorianos sudcalifornianos sepan que aquí pueden tener techo y comida si van a la CDMX a estudiar alguna profesión.

La Casa —como ellos le dicen— se ubica en Calzada de La Viga número 1448, en la colonia El Sifón, Delegación Iztapalapa de la Ciudad de México. Cuenta con tres plantas y un total de 48 cuartos, cada uno para dos compañeros; en la planta baja se encuentran los dormitorios de las mujeres y las dos restantes son para los varones. Entre las áreas comunes están una estancia o lobby, sala de estudios, sala de juntas, biblioteca, gimnasio, cancha y patios; por supuesto, está el comedor donde diariamente toman sus tres alimentos; y en la azotea hay lavaderos, lavadoras y tendederos. Cuentan con todos los servicios básicos, incluyendo acceso a Internet.

También te podría interesar Lecciones que nos da el Museo de la Memoria y la Tolerancia en la CDMX.

Estuvimos a un mes, aproximadamente, del sismo del 19 de septiembre de este año en la Ciudad de México, el cual tuvo severas afectaciones humanas y materiales, sin embargo, en este caso no pasó nada. En el edificio no hay ninguna cuarteadura visible, lo que confirma que no representaba un riesgo para sus habitantes como se difundió en 2106. “Afortunadamente, después de los dos temblores no hubo daños, no pasó nada. La Casa está como siempre ha estado —contaron. Durante el temblor, en la tarde nos encargamos de contactar a los más cercanos para asegurarnos que todos estuviera bien; al día siguiente madrugamos para llevar alimentos a los brigadistas; salimos con herramientas para ayudar (…) Agradezco a la ciudadanía de BCS que se unió a la causa y se unió a nosotros, ya que pudimos comprar bastantes víveres, muchos de primera necesidad para bebés… Así fue como manejamos la situación, todavía algunos siguen ayudando en albergues”.

Esa tarde de octubre, salimos desde el Zócalo capitalino en metro y en un camión de transporte público, sumando aproximadamente 40 minutos de viaje y 11 pesos de pasaje. La Casa del Estudiante Sudcaliforniano está sobre Calzada La Viga, de mucho tránsito vehicular, y frente a un camellón o parque con áreas verdes donde se ven pasear a personas y sus mascotas. De entrada, se percibe la seguridad de la casa, con bardas y alambrado en la parte alta. Esa tarde, unos jóvenes llegaban con bolsas de mandado para la comida y pasaban por el lobby, donde pudimos entrevistar a un par de ellos.

«No se cierra»

«La Casa no se cierra. Seguimos con nuestra postura y por parte del Gobierno del Estado no ha habido nuevos intentos ni nuevas declaraciones que inciten al cierre de la Casa», respondieron al preguntarle por el conflicto que hubo hace un año en este sentido. Fue a principios de agosto de 2016 que Héctor Jiménez Márquez, secretario de Educación del Gobierno estatal, dio a conocer la decisión de cerrar la Casa del Estudiante Sudcaliforniano «por presentar severos daños estructurales». Tras haber cerrado la primaria «18 de Marzo» en La Paz —ya derruida totalmente—, y por la misma razón, esa noticia hizo un escándalo que movilizó no sólo a los estudiantes, también a sus padres y exhabitantes como la Asociación Civil Cádiz BCS.

FOTO: Cortesía.

A finales de septiembre del año pasado, el gobernador Carlos Mendoza Davis anunció: «quiero ser una vez más categórico y enfático: la Casa del Estudiante no se cerrará«. Para llegar a esta conclusión se tuvieron que hacer estudios a la infraestructura, uno mandado a hacer por la SEP de BCS que supuestamente comprobaba daños estructurales y que, incluso, en su momento, lo avaló la CMIC; pero hubo otros análisis que señalaron lo contrario. Los jóvenes que siguen en el edificio contaron para este medio: «claro que hubo estudios para comprobar que La Casa podía ser habitada. Nosotros nos encargamos de hacer eso y autoridades de aquí, de Protección Civil, y algunos profesionales en el área realizaron dictámenes de la estructura. Afortunadamente, todo esta bien contrario a lo que planteaba el Secretario de Educación«.

En efecto, el edificio sigue en pie, pero comentaron que quizá algunas personas piensan que se cerró. «Sí es necesario más difusión. Hay mucha gente que aún no saben que la Casa está aquí o que piensan que cerró y no brinda servicios, pero es importante que sepan que sigue abierta». Además, manifestaron que a más de un año de que Protección Civil de la Delegación Iztapalapa hizo un dictamen enfatizando que el inmueble representaba bajo riesgo, pero recomendaba al Gobierno del Estado hacer un mantenimiento preventivo, y eso no ha ocurrido. «Efectivamente, el Gobierno (de BCS) no ha hecho nada», dijeron. Lo que si continúa haciendo es aportar recursos mensualmente, lo que mayormente se va en alimentos.

¿Cómo opera?

Aquí se provee alojamiento y las tres comidas del día a los jóvenes; no otorga becas en colegiaturas o materiales de estudio. “El Patronato es quien maneja el recurso de la Casa. El dinero que nos envían mensualmente se va un 80 por ciento en comida, lo demás en pagar servicios y dos empleados que tenemos (…) Tenemos tres cocineras y una persona de apoyo en la cocina; otra para hacer limpieza general; y una persona de lava los baños tres veces por semana”.

El Gobierno del Estado otorga mes con mes los recursos que finalmente es administrado por el Consejo Estudiantil que se elige cada año y está formado por nueve jóvenes: tres de ellos administran las finanzas; tres se enfocan en hacer valer el reglamento; y tres más de mantenerse en comunicación con el Gobierno, escuelas, instituciones o personas.

FOTO: Cortesía.

Ellos desconocen cuántos jóvenes sudcalifornianos más estén en la CDMX y que no están con ellos. “Sí hay otros de BCS viviendo aquí, pero tienen los recursos para poder vivir en esa situación”, pues, haciendo un cálculo rápido, “las rentas, las más baratas, van de 2500 a 3500 pesos más los servicios; además, los gastos, diría que son otros 2500 mensuales”. Ellos se ahorran buena parte del dinero al estar allí, pero sí hay otros que pueden darse el lujo de pagar todos esos costos por su propia cuenta.

FOTO: Cortesía.

Sin ‘fósiles’

Por si alguien tuviera la duda, o hubiese criticado que este edificio alberga estudiantes que podrían pasar varios años viviendo allí, les preguntamos directamente. Respondieron que «no hay manera de que permanezcan si no están estudiando. Cada año se hacen dos revisiones académicas en las cuales se revisa que todos estén cumpliendo con sus planes de estudio». Además, según nos contaron, hay un reglamento escrito y publicado, y de los entrevistados, dijeron que nunca ha visto que alguien fuera expulsado. “La convivencia es bastante buena, todo tranquilo, y es que no nos vemos mucho, todos estamos ocupados en la escuela”.

Actualmente, la Casa del Estudiante alberga a 67 jóvenes. “La mayoría procede de La Paz y Los Cabos, ninguno de Loreto ni de Mulegé, y muy pocos de Comondú; las edades van de los 18 a los 25 años, aproximadamente”. Ellos estudian en diferentes escuelas de nivel superior, algunas de las más prestigiadas como la UNAM, UAM, Politécnico y Bellas Artes; las carreras en las que se preparan son de las más variadas, desde Artes Plásticas y Música hasta Medicina, Economía, Administración, Arquitectura e Ingeniería Civil, entre otras.

FOTO: Cortesía.

¿Qué se necesita para ingresar a la Casa del Estudiante Sudcaliforniano en la Ciudad de México? “Los requisitos para estar son, obviamente, ya estar aceptados o inscritos en alguna escuela de nivel superior avalada por la SEP; ser o que tus papás residan en Baja California Sur”, y por supuesto, documentación que lo compruebe; como puede constatarse, no es imprescindible haber nacido en BCS, pero sí vivir en este Estado.

Si bien, admiten que falta promocionar más la existencia de este edificio, expresaron que, especialmente en vacaciones, tratan de ir a los sextos semestres de las preparatorias en BCS para comentarles de podrían utilizar esta oportunidad. “Hemos reactivado la página de Facebook (Asociación de Estudiantes Sudcalifornianos en México). Ya hay varios chicos que se han enterado que existe esa casa”. Incluso, se autorizó a este medio publicar el celular 612 183 2325 por si alguien desea mayor información sobre la Casa.

Casi 100 años

La Casa del Estudiante Sudcaliforniano tiene su origen en la figura de Agustín Arriola Martínez, quien a los 33 años se convierte en Gobernador o Jefe Político del Territorio —BCS aún no era declarada una entidad federativa. Como parte de su campaña electoral prometió —y cumplió— con el primer envío de jóvenes a estudiar a la Ciudad de México. El esfuerzo siempre tuvo el propósito de preparar a futuros profesionistas que se integraran a la sociedad sudcaliforniana, lo que fue ocurriendo con el paso del tiempo. Así, dentro de las primeras generaciones estuvieron Pablo L. Martínez y Jesús Agúndez Castro, cuyos restos descansan en la Rotonda de los Sudcalifornianos Ilustres, y cuyo legado —además— quedó reflejado al darles sus nombres a importantes instituciones culturales en La Paz.

FOTO: Facebook.

Otros estudiantes sudcalifornianos en la Ciudad de México que más tarde tendrían una importante trayectoria política en BCS, van desde Braulio Maldonado Sández, primer gobernador constitucional del entonces Estado de Baja CaliforniaLeonel Cota Montaño, ex gobernador de Baja California Sur; hasta Esteban Beltran Cota, actual Subsecretario General del Gobierno del Estado; también destacados artistas estuvieron en la Casa como el reconocido actor de origen comundeño egresado de la Escuela de Teatro de la UNAM, Enoc Leaño, o el escritor Sandino Gámez, ex coordinador de Fomento Editorial del ISC, entre muchísimos otros, pues son centenares los ex habitantes de este edificio, que más que un inmueble, puede considerarse una institución, un semillero de profesionistas.

Actualmente, cada 19 de noviembre, los jóvenes tienen su celebración de aniversario, una de las pocas veces en las que todos o la mayoría se integra, según platicaron. Es de notar que en tres años se cumplirá un siglo de que viajó la primera generación de jóvenes sudcalifornianos a la CDMX, lo que dio pie a la construcción de la Casa del Estudiante a inicios de los años 60’s. Hay que aclarar que el actual edificio —construido en 1981—, se habitó desde 1985, cuando el sismo de ese año dañó al primero que se había construido con este fin.

La otra fecha de celebración es el 23 de mayo, Día del Estudiante. Fuera de ahí —aseguran— no son muy fiesteros: “somos estudiantes con bastante carga, sólo llegamos a dormir a la casa; sí se dan convivios pero es muy esporádicos”. Tampoco tienen las llamadas ‘novatadas’ para los recién llegados; “he platicado con algunos ex habitantes y sí comentan que había ‘castigos’ para los nuevos integrantes, (ahora) el mayor castigo es que te toque lavar la cisterna mientras eres de los nuevos”, dijeron entre sonrisas.

Preguntamos sobre la experiencia de formar parte de la Casa del Estudiante Sudcaliforniano en la Ciudad de México, más allá del ahorro que les posibilita estudiar una carrera profesional, y contestaron que “saber que somos parte de una pequeña comunidad de sudcalifornianos, eso nos hace sentir unidos y nos hace sentir que no estamos solos en esta ciudad. Las cocineras se vuelven como nuestras mamás: nos regañan, platican con nosotros, nos cocinan y nos hacen más llevadero porque sí es difícil estar en esta ciudad”. ¿Qué es lo que más extrañan de sus tierras? Se les preguntó finalmente, y contestaron que “obviamente la familia, las playas y la comida que es tan diferente a lo de acá”.

No te pierdas las segunda parte, donde a través de un fotorreportaje te mostraremos más de la Casa del Estudiante Sudcaliforniano en la Ciudad de México.




Militares vs «Los violentos»

FOTOS: Luis Roldán.

Ius et ratio

Por Arturo Rubio Ruiz

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Del faraónico y costoso evento de culto al ego que denominaron “Segundo Informe de Gobierno”, celebrado a puerta cerrada y bajo el riguroso mecanismo de selección por afinidad y subordinación, destaca en lo que realmente interesa al gobernado, el tratamiento melodramático del tema que más angustia al gobernado: la inseguridad.

Para abordar el tema, se eligió un formato telenovelero, parecido a un texto de La Rosa de Guadalupe, en el que se divide el universo fáctico en una cotidianidad en la que el ciudadano es víctima cautiva de la maldad de grupos criminales, a quienes de manera genérica se denomina Los violentos, en automático identificado como los malos, y quienes por más malvados y violentos que sean, al final del melodrama, serán derrotados por los buenos, liga de campeones de la justicia, anónimos y enmascarados, aunque identificables por la impoluta guayabera blanca y las frases lapidarias que usan como grito de combate: “Acabaremos con ellos rapidito”… “No me temblará la mano”… “Sé cómo”… y la que prologa el capítulo final de la épica novela: “Venceremos a los violentos”, que como promesa vaga e imprecisa, epiloga el tráiler del melodrama que en la saga dio vida a la fallida oferta de campaña: “Un mejor futuro”.

También te podría interesar Ministerio Público de San José del Cabo: protector de delincuentes.

Eso de vencer a los violentos, además de ser una frase populista plagiada del catálogo motivacional del dictador venezolano (“Más temprano que tarde venceremos a los violentos y triunfará la paz y el amor en Venezuela), se finca en un grotesco parangón que homologa a la entidad con una grisácea presentación de Ciudad Gótica, en la que los malos, englobados en el genérico violentos, serán finalmente abatidos –en un incierto futuro— por los buenos, genéricamente englobados en un Grupo de coordinación, donde los héroes visten guayabera blanca, y los peones, los de la talacha, los operadores, los prescindibles, son anónimos, visten uniformes tipo camuflaje, andan encapuchados y pertenecen a la marina armada.

Traducción

Ante su incapacidad táctica, técnica, operativa y funcional, el Gobierno del Estado entrega las tareas de seguridad pública a la Marina Armada. Es una medida drástica, inconstitucional, costosa, pero necesaria.

Problemática

Entregar a las fuerzas armadas las labores de seguridad interna en la entidad, es en principio violatorio del marco constitucional. Que el nivel de violencia alcanzado en la escalada delictiva justifica la presencia de la fuerza militar, sólo resulta admisible en labores de apoyo y como fuerza reactiva; y por ello, la presencia militar en nuestras calles, debe ser TEMPORAL, y reducida exclusivamente al tiempo necesario para contrarrestar la embestida criminal.

Es por ello indispensable que de manera sistemática, desde la sociedad civil organizada, demos seguimiento al plan de acción, cuya temporalidad ya ha sido trazada, y no debe rebasar un plazo improrrogable. De lo contrario, esto es: la estandarización permanente de las fuerzas armadas en labores de seguridad pública generará un marco permanente de inconstitucionalidad, que dará al traste con los procesos penales que llegaran a incoarse, pues los marinos no son agentes de la Policía, y constitucionalmente, las labores policiales están reservadas a corporaciones civiles.

El segundo problema es de orden fáctico. Los militares están entrenados para obedecer y reaccionar, usando para ello fuerza letal. Los conceptos elementales de respeto a los Derechos Humanos y el debido proceso, no aplican en contienda bélica. El Ejército y la Armada son instituciones de reacción, y en la beligerancia no hay escalas: salen a matar o morir por la patria.

¿Es necesario el uso de la fuerza letal contra los grupos criminales que operan en el Estado? Si dado el nivel de violencia que la incapacidad estatal ha permitido que alcancen, sí. Infortunadamente sí es necesario, pero ello —insistimos— sólo debe ser una medida temporal, excepcional, y específicamente dirigida.

¿Puede una fuerza militar realizar eficazmente una labor policial? No. Definitivamente no. El entrenamiento, la capacitación, la metodología, la sistematización de sus acciones, desde la planeación hasta la ejecución, son diametralmente opuestas.

No podemos permitir que se militarice la seguridad pública. Nuestros agentes de policía, de todos los niveles, deben ser civiles, capacitados, bien remunerados, tan disciplinados como los militares, pero con el perfil profesional y metodología táctico-operativa que la Constitución previene para los cuerpos civiles encargados de las labores policiales.