Loreto, la Virgen que dio nombre a la California jesuita

FOTOS: Modesto Peralta Delgado.

Tierra Incógnita

Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En 1697, un puñado de jesuitas y soldados desembarcó en la ensenada de Conchó, en la península entonces llamada “California”. Al frente iba el padre Juan María de Salvatierra. Pocos días después, el 25 de octubre, llevaron en procesión la imagen de Nuestra Señora de Loreto y, bajo su amparo, quedó fundada la Misión que sería la “cabeza y madre” de todas las misiones de las Californias. Aquel asentamiento —hoy ciudad de Loreto, Baja California Sur— se convirtió en el primer enclave permanente de la colonización peninsular y el punto de irradiación del sistema misional hacia el norte.

¿Por qué los jesuitas eran tan “loretanos”? La devoción a la Virgen de Loreto venía cargada de símbolos potentes para la espiritualidad católica de la época: la “Santa Casa” de Nazaret, asociada al misterio de La Encarnación, y una narrativa de protección y movilidad que conectaba santuarios y fronteras. En el Noroeste Novohispano, los jesuitas impulsaron de manera sistemática la piedad mariana —incluida la advocación loretana— como estrategia central de su misión: imágenes, réplicas de la Santa Casa, novenas y fiestas patronales que cohesionaban a comunidades indígenas y mestizas en contextos de frontera.

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La especial devoción de Salvatierra

En el caso de Salvatierra, la relación con la Virgen de Loreto fue personal y programática. Ya en México, antes de cruzar a California, promovió la construcción de réplicas de la Santa Casa en colegios jesuitas (San Gregorio, Tepotzotlán, Querétaro, Guadalajara), y en sus cartas desde la península llamó a la Virgen “la gran conquistadora”, atribuyéndole su éxito inicial. En un pasaje célebre, relata cómo, “invocando a Nuestra Señora de Loreto”, se libraron de un peligro de mar que juzgaron evidente. Esa devoción explica en buena medida decisiones, gestos y símbolos del proyecto californiano.

¿Por qué la primera Misión se llamó Loreto?

El nombre fue una consecuencia natural de ese fervor. Tras el desembarco en Conchó, los jesuitas instalaron una capilla provisional y, el 25 de octubre de 1697, condujeron en procesión solemne la imagen de Nuestra Señora de Loreto; desde ese acto fundacional, el sitio se conoció como Real de Nuestra Señora de Loreto y, pronto, Misión de Nuestra Señora de Loreto Conchó. Desde allí partieron hombres, recursos e ideas para fundar las demás misiones de la península y, más tarde, las de la Alta California.

El culto loretano en Baja California Sur

Más de tres siglos después, el rastro de aquella devoción sigue vivo. La antigua Misión alberga hoy el Museo de las Misiones Jesuíticas, que resguarda arte y objetos sacros vinculados a la evangelización peninsular. La ciudad mantiene celebraciones religiosas y cívicas en torno a su fundación de octubre y a la memoria litúrgica universal de la Virgen de Loreto cada 10 de diciembre, instaurada en el calendario romano por decreto del papa Francisco en 2019. En el imaginario regional, la Virgen de Loreto conserva el título afectivo de “Patrona de las Californias”, y su fiesta reúne a fieles locales y visitantes en templos y plazas.

Una herencia que nombra y ordena el territorio

Nombrar fue un modo de fundar. Al llamar “Loreto” a su primera misión, los jesuitas trasladaron a la California novohispana un lenguaje espiritual que unía casa, camino y promesa. La imagen loretana marcó ritmos de fiesta, legitimó alianzas y sirvió de paraguas simbólico para una empresa que combinó catequesis, disciplina y organización social. Esa “madre de las misiones” quedó como capital de las Californias durante décadas, y su huella —arquitectónica, devocional e histórica— explica por qué la Virgen de Loreto no es solo un nombre antiguo en una fachada: es una memoria compartida que aún estructura la identidad loretana y sudcaliforniana.

Referencias:

Archivo Histórico de las Misiones de Baja California. Fundación de la Misión de Nuestra Señora de Loreto Conchó (1697). Disponible en sitios de divulgación histórica regional.

Ortega Noriega, Sergio. El sistema misional jesuita en el Noroeste de México. Estudios sobre la religiosidad mariana y las advocaciones promovidas por la Compañía de Jesús en los siglos XVII-XVIII.

Cartas del Padre Juan María de Salvatierra. Testimonios recogidos en crónicas jesuitas sobre la fundación de la misión y su especial devoción a la Virgen de Loreto.

Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Museo de las Misiones Jesuíticas de Loreto. Información institucional sobre la devoción mariana y el patrimonio material en Baja California Sur.

Vatican News. El Papa Francisco inscribe la memoria de la Virgen de Loreto en el Calendario Romano (2019). Referencia sobre la fiesta universal de la Virgen de Loreto.

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Invita UABCS a su Feria Universitaria del Libro 2025, dedicada al teatro

FOTO: UABCS.

La Paz, Baja California Sur (BCS). Del 14 al 17 de octubre, la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) llevará a cabo una nueva edición de su Feria Universitaria del Libro (FUL UABCS 2025), que este año estará dedicada al teatro, con un programa especialmente diseñado para acercar al público a las artes escénicas, la lectura y la creación artística.

La feria se desarrollará principalmente en el Poliforo Cultural Universitario, con actividades desde las 10:00 de la mañana y de entrada libre, abiertas a toda la comunidad universitaria y al público en general. También se contará con sedes alternas donde se realizarán talleres, presentaciones y espectáculos.

En esta edición, la UABCS contará con una invitada de honor muy especial: la Universidad Veracruzana (UV), reconocida por su amplia trayectoria en la formación artística y cultural.

La ceremonia inaugural está programada para este martes 14 de octubre, por parte de autoridades universitarias e invitadas. Posteriormente, la Feria dará comienzo con la conferencia inaugural a cargo del Lic. Héctor Herrera, de la Universidad Veracruzana, quien presentará “Obras reunidas de Emilio Carballido”, un homenaje al célebre dramaturgo mexicano y figura clave del teatro contemporáneo.

Además, durante cada jornada, habrá talleres y charlas sobre literatura y teatro, presentaciones de libros y conferencias, eventos artísticos y culturales en vivo, así como la exposición y venta de libros de editoriales invitadas.

Durante los cuatro días de actividades, el público podrá disfrutar de un amplio programa matutino y vespertino, con propuestas que combinan reflexión académica, literatura, arte y convivencia cultural.

Quienes deseen conocer el programa general de actividades, pueden consultarlo a través de la página de Facebook de la FUL UABCS 2025, “Feria Universitaria del Libro UABCS”.




Segunda llamada… Este martes arranca la Muestra Estatal de Teatro 2025

FOTO: ISC.

La Paz, Baja California Sur (BCS). Con el propósito de fomentar el crecimiento y la difusión del teatro en Baja California Sur, el Gobierno del Estado, a través del Instituto Sudcaliforniano de Cultura (ISC), invita a la ciudadanía a disfrutar de la Muestra Estatal de Teatro (MET) 2025, que se llevará a cabo del 7 al 11 de octubre en el Teatro de la Ciudad, y en el Teatro Juárez, en la ciudad de La Paz.

Dicha muestra es un espacio plural de expresión para los grupos teatrales del estado, que impulsa el diálogo, la reflexión y la innovación entre sus creadores, además de favorecer el intercambio de técnicas y enfoques escénicos.

La ceremonia de inauguración será el día martes 7 de octubre, a las 17:00 horas. La programación continuará con la obra “Esta tierra no olvida”, el miércoles a las 17:30 horas; “Arcana” el jueves 9 a las 18:00 horas; «Una discusión marital» el viernes 10 a las 18:00 horas; y «Regreso a casa» el sábado 11 a las 15:00 horas. Este mismo día se presentará “Freak Show” a las 20:00 horas, mientras que la obra invitada “Los negros pájaros del adiós” y la ceremonia de clausura tendrán lugar a las 21:30 horas.

En el Teatro Juárez, el martes 7 de octubre a las 18:30 horas, se presentará “Plástica”. El miércoles 8, a la misma hora, se llevará a cabo la puesta en escena “Ausencia del escepticismo”.

La Muestra Estatal de Teatro 2025 estará abierta al público de manera gratuita. Para mayor información, se invita a consultar las redes sociales del ISC y del Teatro de la Ciudad, o bien comunicarse al número de teléfono (612) 1250207.




San Bruno: la misión que quiso fundar California

Tierra Incógnita

Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En la memoria colectiva de Baja California Sur, el nombre de San Bruno apenas aparece entre las piedras secas de la sierra y las aguas tranquilas del Mar de Cortés. Sin embargo, aquel sitio fundado en 1683 marcó el primer intento serio de colonización española en la península y dejó un legado tan frágil como decisivo en la historia del Noroeste de México. Detrás de esta empresa estuvieron dos figuras centrales: el almirante Isidro de Atondo y Antillón, hombre de armas y mar, y el jesuita Eusebio Francisco Kino, sacerdote, explorador y visionario.

Desde el siglo XVI, los intentos españoles de establecerse en la península habían fracasado por la dureza del clima, la escasez de agua, los enfrentamientos con las poblaciones indígenas y la falta de recursos para sostener colonias permanentes. Tras las expediciones de Hernán Cortés, Francisco de Ulloa y Sebastián Vizcaíno, la California seguía siendo un territorio inhóspito y en gran medida inexplorado. En 1683, el Virreinato de la Nueva España reactivó sus ambiciones. Isidro de Atondo, con experiencia militar y naval, recibió el título de Almirante de las Californias. Su misión era clara: colonizar y evangelizar el territorio, convirtiéndolo en una extensión segura del dominio español. Para ello contaba con un aliado de excepción: el jesuita Eusebio Francisco Kino, originario de Trento, matemático y astrónomo, pero sobre todo, un misionero convencido de que la fe podía abrir caminos donde la espada fallaba.

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El 1 de abril de 1683, la expedición desembarcó en la bahía de La Paz. Allí se fundó la Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de las Californias, un pequeño asentamiento fortificado que buscaba ser semilla de la colonización. Los jesuitas levantaron una capilla improvisada, mientras los soldados construyeron trincheras y cañoneras. Pero el contacto con los pueblos pericúes y guaycuras pronto se tornó violento. La escasez de alimentos, los malentendidos culturales y las tensiones por el uso del agua desembocaron en choques armados. Apenas en julio de ese mismo año, los españoles dispararon contra indígenas que habían entrado al recinto, causando muertes y desconfianza irreparable. El proyecto fracasó y se decidió abandonar La Paz.

En octubre de 1683, la expedición volvió a intentarlo. Esta vez eligieron un sitio más al Norte, en tierras cochimíes, cerca de la actual Loreto. Allí fundaron el Real de San Bruno (el 6 de octubre que es el día del santo) y, junto a él, una pequeña misión que serviría como centro espiritual y cultural. San Bruno fue levantado con una fortificación triangular que contaba con tres puntos de artillería. Se construyó también una capilla de adobe y palma, y los jesuitas iniciaron la enseñanza de la doctrina cristiana. Kino no sólo catequizaba: plantó viñedos, tradujo oraciones a la lengua cochimí y elaboró un catecismo adaptado a la realidad local. Su visión integraba fe, ciencia y agricultura. Para los cochimíes, sin embargo, el contacto resultaba ambivalente. Algunos aceptaban las enseñanzas y el intercambio de bienes, otros resistían con recelo. El aislamiento y la rudeza del entorno hicieron el resto.

El clima fue el enemigo mayor. La tierra árida, las lluvias escasas y la lejanía de los centros de abastecimiento en Sinaloa y Sonora pusieron a prueba la resistencia de los colonos. La comida escaseaba, las enfermedades se propagaban y los envíos de provisiones desde el continente eran insuficientes. Kino se mostró renuente a abandonar la misión. Estaba convencido de que San Bruno podía convertirse en el faro de la evangelización en California. Atondo, más pragmático, veía las cuentas de hombres y recursos sangrar día tras día. Finalmente, en mayo de 1685, apenas año y medio después de su fundación, se tomó la decisión de levantar el campamento. El Real de San Bruno fue abandonado. Los pocos indígenas convertidos regresaron a su vida tradicional y la península volvió a quedar sin presencia española permanente.

El hubiera de San Bruno

Aunque efímero, San Bruno dejó huella. Fue el primer asentamiento jesuita en la península y sirvió de laboratorio para futuros intentos. Kino realizó desde allí importantes expediciones de reconocimiento, como la primera travesía documentada de la península de lado a lado, del Golfo al Pacífico. Sus informes y mapas demostraron que Baja California era una península, y no una isla como se pensaba en Europa. El fracaso enseñó a la Corona y a la Compañía de Jesús que la colonización no podía basarse únicamente en entusiasmo misionero ni en fuerza militar. Se requerían estrategias logísticas sólidas, apoyo financiero constante y una relación menos violenta con los pueblos originarios. Doce años después, en 1697, el jesuita Juan María de Salvatierra fundaría la Misión de Loreto, considerada la primera misión permanente de la península. Pero esa historia no se entiende sin el precedente de San Bruno.

Hoy, el sitio de San Bruno es apenas un paraje silencioso, con vestigios mínimos en medio del desierto sudcaliforniano. Para los cronistas e historiadores, sin embargo, representa un momento clave: el cruce entre la ambición imperial, la fe jesuita y la resistencia de la naturaleza. El almirante Atondo regresó al continente, marcado por la experiencia, y Kino fue destinado más tarde a la Pimería Alta, en Sonora y Arizona, donde alcanzó fama como “Padre de las Misiones”. Pero en las arenas de Baja California quedaron sembradas las primeras semillas de lo que después sería un vasto entramado misional. San Bruno no sobrevivió, pero demostró que la península podía ser recorrida, cartografiada y, con paciencia, evangelizada. Fue un fracaso que abrió el camino al éxito de otros. Y en la fragilidad de sus muros de adobe se esconde la fuerza de la historia: la que enseña más con sus caídas que con sus victorias.

Referencias bibliográficas

  1. Mathes, W. Michael. Californiana I: Documentos para la historia de la demarcación comercial de California (1679–1686). México: Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, 1970.
  2. León-Portilla, Miguel. Cartografía y crónicas de la Antigua California. México: UNAM / Instituto de Investigaciones Históricas, 1989.
  3. Nieser, Hans. San Bruno: El fracaso de la primera misión jesuita en Baja California (1683–1685). La Paz, B.C.S.: Gobierno del Estado de Baja California Sur / Archivo Histórico Pablo L. Martínez, 2000.

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Lanzan convocatorias del Festival Tradicional de Día de Muertos 2025

FOTO: ISC.

La Paz, Baja California Sur (BCS). Con el objetivo de promover y preservar las costumbres y tradiciones mexicanas, el Gobierno del Estado, a través del Instituto Sudcaliforniano de Cultura (ISC), da a conocer las convocatorias alusivas al XXV Festival Tradicional de Día de Muertos 2025.

Víctor Hugo Caballero Gutiérrez, titular del ISC, informó que este año el festival se llevará cabo con una programación que fomentará la creatividad y la imaginación artística, resaltando la riqueza cultural de Baja California Sur.

Detalló que, en el concurso estatal de “Calaveritas Literarias”, podrán participar escritores sudcalifornianos. Los aspectos a evaluar serán sus creaciones humorísticas, enfocando la crítica y el ingenio en torno a la muerte.

De acuerdo con las bases, el ganador recibirá un premio de 8 mil pesos. En lo que respecta a “Cuento Joven”, se extiende la invitación a jóvenes escritores a presentar escritos alusivos al Día de Muertos, con un premio de 8 mil pesos para el primer lugar.

El concurso “Vivas las Catrinas” está dirigido para adultos como para niños, mismos que serán acreedores a premios de 6 mil y 10 mil pesos. Este certamen convoca a diseñar y vestir catrinas, una figura icónica de la festividad.

De igual forma, en el certamen titulado “El Jolgorio de las Catrinas”, las y los concursantes deberán elaborar una catrina tridimensional de un metro de altura como mínimo, a dos y medio metros como máximo, con materiales de papel, plástico, barro, cartón, plastilina, tela, elementos naturales, o reciclables. Los tres primeros espacios son 8 mil al primer lugar, 6 mil pesos al segundo lugar y 4 mil al tercer espacio.

Para los diseñadores gráficos y artistas visuales, se abre el concurso de “Cartel Oficial”, donde podrán resaltar los aspectos iconográficos más representativos. Con un premio de 10 mil pesos.  La obra seleccionada será establecida como imagen oficial del XXVI Festival de Día de Muertos 2026.

Finalmente, en el certamen “Altares y Ofrendas Tradicionales”, podrán participar familias, instituciones y colectivos en la creación de altares que honren a los difuntos. La gratificación estará dividida:rimer lugar 16 mil pesos, segundo lugar 12 mil y tercer lugar 10 mil pesos.

Para conocer más información de las convocatorias se invita a consultar el sitio web culturabcs.gob.mx/convocatorias, o bien comunicarse a los números telefónicos 612-12-2-31-13 y 612-12-2-15-75 en horario de 8:00 a 15:00 horas de lunes a viernes.