Mi papá, un hombre común; ¿cómo nació el Día del Padre?

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Padre mexicano amoroso con su hijo. Fotos: Internet.

Érase una vez

Por Pablo Reynosa

 

“Si he cantado en mil voces diferentes, inquietudes del amor, quejas del alma. Si he vibrado ante el dolor, mustia la frente, rindiendo el corazón envuelto en llamas. Si he loado a esa luz que tú elegiste por esposa y compañera de tu amor, cómo olvidarme de ti, padre, si fuiste brújula y guía de mi corazón”, fragmento de A mi padre, por Héctor Marcó.

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Érase una vez la década de los 90’s, y para quienes fuimos niños en su transcurso, nos será fácilmente reconocible aquel spot que Televisa dedicaba al Día del Padre, en el que un niño comenzaba diciendo “Mi papi es el mejor del mundo” y luego, tras vivir una adolescencia atribulada, pasaba a ser un progenitor que llegaba a la siguiente reflexión: “¡Qué razón tenías papá!”, al tiempo que su hijo volvía a iniciar el ciclo de la vida. El melodrama al que a través de la televisión fuimos expuestos quienes actualmente somos adultos, vende, y un indicio de ello es que en 2015 la Cámara Nacional del Comercio (Canaco) afirmaba que el Día del Padre ocupaba el cuarto lugar en cuanto a fechas que más ventas reportan, sólo por detrás del Día de la Madre, San Valentín y Navidad. El origen del día en que se reconoce a los papás, no obstante lo antes descrito, obedeció a razones distintas a las del comercio.

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La idea de celebrar el Día del Padre surgió en 1909, por parte de la estadounidense Sonora Smart Dodd, mientras escuchaba un sermón del Día de la Madre en Washington. Smart propuso que el día para el festejo fuera el 5 de junio, que era la fecha del cumpleaños de su padre, Henry Jackson Smart, un veterano de la guerra civil estadounidense, que, tras el fallecimiento de su esposa al dar a luz a su sexto hijo, cuidó y educó a cada uno de sus hijos sin ayuda, en una granja del estado de Washington. La elección de la fecha no prosperó, sin embargo, la idea de instituir un Día del Padre fue ganando aceptación. En 1924 el presidente Calvin Coolidge apoyó la idea de establecer un día nacional del padre, y en 1966 el presidente Lyndon Johnson firmó una proclamación que declaraba el tercer domingo de junio como el Día del Padre en Estados Unidos.

En México, el día de festejo a los padres comenzó a generalizarse en los centros escolares hacia la década de los 50’s, y aunque en los años posteriores se fue convirtiendo en un día de consumo, patrocinado por las grandes cadenas comerciales, en muchos hogares de nuestro país la fiesta es una ocasión para la reunión familiar y para el reconocimiento a los papás.

Saber cuántos padres se celebraran el próximo domingo 18 de junio es “prácticamente imposible”, porque que no existen estadísticas detalladas sobre la demografía de la paternidad en México, es decir, no se tiene precisión de cuántos mexicanos varones se vuelven padres de familia cada año, la edad promedio a la que tienen su primer hijo o el número de hijos que tienen, entre otros datos, y sólo los análisis indirectos de información proveniente de los censos, conteos de población e información procedente de juzgados de lo familiar, arrojan luz sobre la identidad de los padres en México, reportó CNN en Español, en el artículo intitulado “La identidad de los padres mexicanos, ‘invisible’ para las estadísticas”, publicado el 16 de junio de 2013.

Por su parte, la LXIII Legislatura de la Cámara de Diputados, a través del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), señaló en el estudio “En contexto. Padres de familia en México. Reflexiones en el contexto del Día del Padre”, publicado en junio del año pasado, que los cálculos sobre el número de padres se obtienen con la pregunta sobre parentesco con el jefe del hogar, pero es una aproximación, ya que no existen ejercicios censales o encuestas enfocadas a la paternidad. En esa tesitura y de acuerdo con el XIII Censo General de Población y Vivienda 2010, había 19 millones de padres, alrededor de 42 mil eran papás solteros y 495 mil eran viudos.

Aunado a lo anterior, la cámara baja del Congreso de la Unión dio a conocer, entre otros datos aportados en el estudio de referencia, que en 2015, según cálculos propios, había 21.7 millones de padres, lo que significa aproximadamente que una tercera parte de los hombres en México eran papás. Además, los padres mexicanos tenían en promedio 46 años de edad, 44 de cada 100 tenía entre 40 y 59 años, una tercera parte del total tenía entre 19 y 39 años, sólo 2% tenía más de 80 años.

En cuanto al grado máximo de estudios, seis padres de cada 100 no realizó ningún tipo de estudios; 30 de cada 100 padres concluyó la primaria; 28 de cada 100, la secundaria; 14 de cada 100 concluyó sus estudios de licenciatura; y sólo tres de cada 100 concluyó estudios de maestría y superiores.

Por lo que toca a las actividades llevadas a cabo por los padres la semana previa a la encuesta, 78 de cada 100 padres trabajaron en alguna actividad económica; diez de cada 100 no realizó ningún trabajo; tres de cada 100 buscó trabajo; seis de cada 100 era pensionado o jubilado; y sólo 1 de cada 100 se dedicó exclusivamente a los quehaceres del hogar. Ahora bien, de los padres que laboraron la semana previa a la encuesta, 60 de cada 100 eran empleados u obreros asalariados; 22 de cada 100 trabajadores por cuenta propia; siete de cada 100 eran jornaleros o peones; sólo 4 de cada 100 declararon ser patrones o empresarios; y tres de cada 100 eran trabajadores sin pago.

La numeralia antes expuesta resulta útil como marco referencial, pero pasa de largo, primero, los cambios que en los roles de los hombres y las mujeres se han venido presentando desde la segunda mitad de la década de los 60’s, según refiere el estudio “Día del Padre. Tercer domingo de junio”, elaborado por el Centro de Documentación del Instituto Nacional de las Mujeres, toda vez que un alto porcentaje de padres “asumen con mayor participación y responsabilidad su papel dentro de la familia”, sin que ello implique todavía una equidad plena en el reparto de las tareas. Segundo, la violencia que de acuerdo a la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2011, se produce por parte de algunos padres de familia, puesto que el 34% de las mujeres de 15 años y más casadas o unidas declaró haber padecido al menos un incidente de violencia por parte de su pareja en los últimos 12 meses.

Si se enfoca aún más el lente encontramos, de acuerdo a la encuesta en cita, que del total de madres de 15 años y más casadas o unidas, 27.2% había sufrido violencia emocional, 17.2% económica, 6.3% física y 2.8% sexual. Sumado a lo anterior, de las mujeres violentadas por su pareja, la misma encuesta destaca la coincidencia en algunas opiniones sobre ciertos roles masculinos y femeninos: 18 de cada 100 está de acuerdo en que una esposa debe obedecer a su esposo en todo lo que él ordene, además, dos terceras partes de las mujeres víctimas de violencia consideró que el hombre debe responsabilizarse de todos los gastos de la familia;asimismo, 18 de cada 100 está de acuerdo que los padres tienen el derecho de pegarle a los hijos y dos de cada 100 comparte la opinión de que el hombre tiene derecho de pegarle a su esposa.

“Father And Son” de George Bouzianis.

Una vez más, en temas relacionados con la vida diaria del mexicano nos encontramos ante dos panoramas, en uno el México ignorante, tantas veces enojado, violento y en otro el México progresista que tiende hacia la participación equitativa en las labores del hogar, para ambos casos debemos exigir planes y políticas que promuevan y refuercen la convivencia democrática en la familia, si es que queremos que las relaciones sean más justas y equitativas, dentro de la familia, dentro de la comunidad.

Quién no preferiría recordar a su padre tal y como Jaime Sabines cuando expresó: “Mi padre era una persona de lo más común y corriente, pero con una gran sensibilidad (… ). Él me infundió el gusto por la literatura (… ). Podía llorar como un niño contando un cuento o también mostrar sus heridas de bala”.

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Pablo Reynosa

Pablo Nemesio Reynosa Colín es un estudioso del sistema político electoral mexicano. Nació en la Ciudad de México en 1980 y reside en La Paz, B.C.S., desde 1984.  Es Licenciado en Derecho por la UABCS,  maestro en Derecho y con doctorando en Ciencias Políticas y Sociales, por la Universidad Mundial.

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