Mi experiencia como becaria en la Universidad de Ohio

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FOTOS: Alma Angélica López Acuña

Colaboración Especial (*)

Por Alma Angélica López Acuña

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El día miércoles 27 de junio del 2018, a media jornada se me abrió una oportunidad como docente del idioma Inglés de PRONI-BCS (Programa Nacional de Inglés. Baja California Sur). Obtuve un espacio para el programa 2018 summer Institute For Teaching Innovation For English Educators. Se trata de una beca de estudio que los alumnos de doctorado de Lingüística de OSU (Universidad de Ohio) organizaron con una duración de un mes —se llevó a cabo en Columbus, Ohio, EUA, en el mes de junio.

Mientras nuestros alumnos vacacionaban los docentes nos preparábamos para realizar importantísimas transformaciones en la praxis educativa, no solo en el área académica-cultural, sino también en los procesos sociales. Una vez que se nos concedió la aceptación, hubo una sesión informativa donde nos comunicaron los pormenores del viaje, así como llevar medicamentos y dólares para lo que se ofreciera.

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Debido a esta reunión y al júbilo que todos mostramos, los catorce docentes y nuestros dos coordinadores decidimos uniformarnos con el fin de dar una mejor imagen e identificarnos como grupo de nuestro Estado, así mismo nos informaron que llevaríamos una vida de estudiantes tal cual como la viven los alumnos universitarios en los Estados Unidos. ¡Cómo olvidar el día de partida! Salimos de San José del cabo en la aerolínea United Airlines a las 12:35 horas llegando a las 16:10 horas a Houston, y de ahí partimos a las 19:40 horas a Columbus llegando al aeropuerto a las 23:19 horas. De ahí nos trasladamos en autobús para instalarnos en una universidad privada, Capital University en Bexley, Ohio, a unos minutos de distancia de OSU.

En total fuimos 87 docentes de la República Mexicana que contamos con suites con sala, baño compartido para dos o tres personas, cocineta, refrigerador, algunos dormitorios tenían microondas, solo un grupo muy reducido contaba con habitación individual, con baño y cocineta, contábamos con áreas verdes, instalaciones deportivas, transporte privado, seguro médico de gastos mayores. Así mismo, se añadió el desayuno y cena buffet todos los días, comida en OSU con tarjeta de alimentos de 100 dólares y pases para camiones públicos los fines de semana. Antes de instalarnos en los dormitorios nos dijeron que uno de los seis Estados de la República Mexicana que formaban parte de la misma beca compartiría el edificio con nosotros y el cuarto de lavado con auto servicio.

Capital University es una de la más antiguas universidades del centro de Ohio, está afiliada a las universidades luteranas más antiguas y más grandes de Norte América, establecida el 3 de junio de 1830. La fachada de los  edificios estaba decorada con ladrillo decorativo, hermosos ventanales y elevador hasta el cuarto piso. Debo sumar un detalle muy significativo: nos dejaron decorar los dormitorios a nuestro gusto, ya que era esta suite exclusiva para mis compañeras y para mí. Nos tocó, por sorteo, ser roomies —compañeras de cuarto—, a Adriana, de Loreto; Pamela y a mí, de la Paz, pasamos grandes y divertidos momentos juntas, hicimos mucha amistad, nos turnábamos para limpiar la habitación y nos convidábamos la comida.

Los horarios anglosajones son algo diferentes a los de México, la cena para ellos es entre las 17:00 y 18:00 horas, mientras que, para el promedio de mexicanos comienza 20:00 a 22:00 horas. Recuerdo que el refrigerador estaba lleno de leche, fruta y algunas delicias para cenar. En ocasiones, como a las 21:00 horas nos tocaban la puerta de la suite, salíamos de nuestro dormitorio a ver quién era, y eran nuestros compañeros de diferentes Estados, pidiendo plancha de ropa o detergente para alistar la ropa del día siguiente. Muy padres momentos los que vivimos.

Por cierto, cómo olvidar que justo al frente de nuestro dormitorio al cruzar la calle College Avenue Road estaba un cachito de muro que me tope por casualidad, estaba muy grafiteado y al leer la leyenda casi me desmayo del sentimiento de saber que estaba en frente, ¡tocando y respirando en lugar! Era el muro de seguridad que formó parte de la frontera interalemana de 1961 a 1989. ¡Sí, era una parte del Muro de Berlín! El día 2 de julio, un grupo de maestros de Sonora, Aguascalientes, Chihuahua, Baja California Sur, Michoacán y Durango, nos presentamos a clases. Todos dispuestos a llevar el curso de inmersión educativa donde se reforzaba el desarrollo profesional de los docentes de inglés en dos áreas: mejoramiento del idioma inglés y conocimiento de cómo aplicar el enfoque sociocultural en las clases.

Lo primero que nos anunciaron cuando nos dieron la bienvenida fue un “ritual” muy propio de esta institución: que cuando ellos dice “O-H” —pronuncian en inglés las letras—, nosotros tenemos que responder “I-O” a manera de saludo e identificarnos como integrantes de Ohio. Después nos enseñaron los “ademanes” que caracterizan las fotos de todos los que pasan por esta universidad —cuatro personas simbolizan una letra. Después nos dieron un recorrido por el edificio educativo. Es una universidad púbica, que cuenta con cinco campus. La Universidad fue fundada en 1804, lo que la hace la más antigua del Estado, donde se vive una fuerte cultura académica, social y deportiva.

Durante este tiempo tuvimos excursiones los días miércoles, el 4 de julio a Bexley 4th of july Parade & Fireworks —Festejamos la independencia de EUA—; el 11, visitamos escuelas; el 18, visita a COSI & Ohio Statehouse, es un centro de ciencias con división educativa; el 25, a  State Fair & Ohio History Center —la Feria Agrícola de Ohio. Los sábados, regularmente, se hacían excursiones opcionales a áreas verdes. Como es de imaginarse, la vegetación es muy diferente a la de nuestro Estado, hay grandes árboles de maple que adornaban los edificios universitarios, el olor a pavimento mojado, las luciérnagas de noche volando alrededor, todo esto nos movió a un grupo de docentes compuesto por Norberto, Benjamín, Nonatzin, Eder, Alexis, Ariana y yo, a conocer el área.

Fuimos a un centro comercial y justo cuando salimos comenzó a llover, pero ¡llovió tan fuerte! que en cuestiones de minutos se inundó. Buscamos la parada de autobuses y estaba muy lejos, que comenzamos a correr buscando un refugio, hasta que por fin llegó un camión urbano, nos subimos, y a los minutos comenzó a llover más, ¡pero, adentro del camión! Llegamos al edificio del dormitorio muertos de cansancio y empapados de tanta lluvia, fue un momento de tanta risa, emociones, nos sentíamos como que volvimos a ser niños, sólo se escuchaban carcajadas en ese tarde.

Una de las primeras visitas recreativas, es decir, el primer fin de semana tuve un incidente que jamás olvidaré. Para el colmo de mi suerte fue el más doloroso jamás experimentado, me aguanté las ganas de llorar lo más que pude frente a mis compañeros y al llegar a mi dormitorio estallé en llanto. Fuimos a una BBQ —comida en asador—, en donde la pasamos muy bien. Era un parque precioso, con un clima muy agradable, comenzamos a jugar en el pasto, unos jugaban Hula Hoop, mejor conocido como aros de cintura, otros voleibol, tomamos turnos y me invitaron a jugar. Al ver el pasto tan verde y recién recortado, se veía tan parejito el lugar, daba la apariencia que era una alfombra al aire libre.

Me levanté de mi asiento decidida a pasar un buen momento, justo cuando me tiraron la pelota di un paso atrás y mi pie izquierdo cayó por un hoyo que no se veía. No está de más decir que se oyó como me tronó en tres partes mi tobillo, fue un dolor tremendo. Mis compañeros corrieron a apoyarme a caminar, me llevaron al camión mientras continuaba el convivio. Unos se quedaron conmigo a acompañarme, cosa, que me daba pena porque sentía que los privaba de la diversión, otros iban y venían trayéndome agua. Después de media hora, regresamos a los dormitorios, el pie comenzó a hincharse y ponerse morado, mis compañeros pidieron medicamento para el dolor, después que lo tomé, coloqué el pie en alto y me quedé dormida hasta el otro día.

Durante los siguientes días no pude usar mis zapatos debido a la inflamación del pie, mi compañera de cuarto me prestó sus zapatos deportivos por lo que pude sentir un alivio. Era mucho caminar y tomar breves espacios para sentarme, estaba tan consentida por mis compañeros docentes que realmente los sentía como mi familia, he aprendido a quererlos con tanto amor que cada que pasa el tiempo recuerdo más detalles de sus muestras de afecto. ¡Son unos seres maravillosos!

Después, un organizador del evento —una persona turca de nombre Emre—, me llevó a una clínica, donde me tomaron una radiografía y descartaron una fractura. Sané como a las dos semanas, no en su totalidad, pero ya era una ventaja muy grande. Los talleres y seminarios a los que acudimos fueron “Aprendiendo el idioma a través del juego”; “Instrucción basada en contenido e idioma”; “Adaptar la metodología PRONI a los estudiantes”; “Pedagogía basada en género”; “Vocabulario, colaboración en la planeación y enseñanza”; “Proyecto basado en la enseñanza”; “Idioma y conexiones matemáticas”; “Lectura y escritura colaborativa”; “Alfabetización bilingüe y pedagogía translenguaje —es el proceso mediante el cual los hablantes multilingües utilizan sus idiomas como un sistema de comunicación integrado—, muchos idiomas en una sola aula”; y “Mentores-textos orales”.

Debo mencionar que para obtener el certificado de desarrollo, se requería el 100% de presencia en actividades de lunes a viernes, y desarrollar un proyecto innovador en donde se  incluyera todo lo aprendido. Se podía hacer en equipos o individual y se presentaba al final del curso. El tiempo pasaba, nos presionaban para estructurarlo. Las ideas iban y venían en mi cabeza, daba vueltas y más vueltas, lo cambiaba y volvía a cambiarlo cada día, y eso que ya llevaba uno en mente desde La Paz, hasta intente unirme con varios compañeros para hacer el proyecto en binas, pero no se pudo.

Aun faltando una semana para entregar el proyecto no lograba asentar mi cabeza, era una constante desvelada al ver tan buenos proyectos de todos mis compañeros de varios Estados, que me daba pena mostrar el mío, me acuerdo que Argelia y las chicas me animaban. Faltando tres días para la entrega, en la tarde me encerré en mi dormitorio, me llevé comida al cuarto, prendí la computadora y me dije: “NO ME PARO DE AQUÍ HASTA TENER UN AVANCE”. Casi todos habían terminado su proyecto, —excelentes, por cierto—, los veía trabajar en recortes de decoración del su presentación.

Alrededor de media noche tomé virtualmente mi programa de PRONI, mis apuntes de las clases de los cursos, me puse a pensar que necesidades requiero como docente de Inglés y qué condiciones me pedía el proyecto. Este se tenía que presentar en un cartón dividido en tres partes: en medio llevaba el título del proyecto, lo teníamos que decorar y el cartón tenía que tener los pasos bien esclarecidos sobre mi proyecto, a su vez pasaban los jueces calificadores para que uno diera una presentación oral en 5 minutos, lo bueno de todo esto es que el Inglés es una lengua franca que acorta o simplifica muchas palabras, así que logré el cometido en el tiempo establecido. Los jueces llevaban consigo una hoja donde calificaban, al final sumaban puntajes entre todos los Estados y sacaban a cinco finalistas.

El último día fue una presentación entre ellos para premiar a los tres primeros lugares. Mi proyecto obtuvo el segundo lugar, se titulaba Straight forward elementary school “Lesson Plan”. Ofrece beneficios  cuantiosos en lo que respecta a ganar tiempo al momento en que los docentes se encuentran haciendo su propia planeación semanal. Lo especial de esta metodología que propuse es que se puede modificar al gusto, guardar, verificar  y cambiar logos, evaluar, poner nombres de escuelas, poner fotografías personalizadas, pasar de unidad en unidad, guardar las lecciones, poner anotaciones si un alumno es acreedor de una nota, es decir todo se registra por años con solo presionar un botón, también ofrece agrupar a los alumnos y en que aula o zona llevar a los alumnos para presentar la clase ya sea plaza cívica, cancha de deporte, entre otras.

Cabe resaltar que este proyecto compitió con varios Estados de México que participaron como invitados en el programa antes mencionado de la universidad de Ohio. Mi especial agradecimiento a mi familia, a mis colegas, amigos Norberto López Aguirre, Manuel Alexis Fort Ruiz y Argelia Victoria Astorga Hernández quienes me acompañaron en recordar, recolectar detalles de este bello viaje, así mismo, a mi coordinadora Lic. Adriana Fiol y Lic. Raúl Villafán —y la invitación a escribir en este medio de “Cultura y Comunicación B.C.S.” de mi amigo Sealtiel Enciso Pérez.

(*) Esta es un crónica que narra el proceso de creación de Straight forward elementary school “Lesson Plan” proyecto que ganó el segundo lugar en el programa 2018 summer Institute For Teaching Innovation For English Educators.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

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Colaboración Especial (*)

Alma Angélica López Acuña 

Licenciada en Educación y en Lengua Inglesa, Maestra en  Intervención en Dificultades del Aprendizaje. Ha laborado como profesora en la asignatura de lengua inglesa. Trabajó en las escuelas primarias “Niños héroes” y “Gregorio Torres Quintero”. Fue directora académica y maestra en diversas asignaturas de la Universidad del Desarrollo Profesional. Organizadora y coordinadora de la semana de la ciencia de la escuela “Niños Héroes” trabajando en conjunto con CIBNOR  Y  SEP logrando llevar a la fase estatal a sus alumnos. En el año 2018, obtuvo una beca de SEP para capacitarse en la Universidad de Ohio, EUA en técnicas para la enseñanza del Inglés con enfoque sociocultural quedando como segundo lugar en el proyecto innovador entre los participantes de México. Laboró en el Consulado General de los Estados Unidos en Tijuana.

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