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En México se desconocen las ejecuciones en BCS: Emiliano Ruiz Parra

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El periodista Emiliano Ruiz Parra, en el taller de crónica que dio recientemente en La Paz. Fotos: Modesto Peralta Delgado.

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). “El no hablar de una realidad no significa que no exista”, opinó el periodista Emiliano Ruiz Parra en su reciente visita a La Paz —en donde dio un taller de crónica periodística—, al preguntarle si en la Ciudad de México se sabía de la ola de violencia y ejecuciones que se viven en esta ciudad. “No se sabe. Yo diría que en el mapa de la violencia mexicana, en los medios, en la percepción pública desde la Ciudad de México no está todavía Baja California Sur. ¿Por qué? Porque evidentemente hay un trabajo de contención, hay un esfuerzo de contención mediática de las autoridades estatales para que eso no se diga”.

El autor de los libros Ovejas negras. Rebeldes de la iglesia mexicana del siglo XXI y Los hijos de la ira, ofreció dicho taller la semana pasada, a través del Instituto Sudcaliforniano de Cultura, en la flamante Casa del Libro Sudcaliforniano —en El Ágora—; en entrevista exclusiva para CULCO BCS, Ruiz Parra comentó sus impresiones sobre el periodismo impreso que se hace en Baja California Sur y el poder de las redes sociales.

El elefante en la sala

En la semana que estuvo en esta ciudad, Ruiz Parra indicó que todos los días leyó los periódicos El Sudcaliforniano, El Independiente y Diario La Paz. Su opinión sobre este oficio a nivel local es que “no es muy distinto el periodismo de medios impresos de La Paz al que se hace en muchas ciudades de este país, incluida la Ciudad de México. No voy a decir que los chilangos somos la neta, porque no es verdad, más bien somos, básicamente, uno más de una costumbre de mirar hacia la gente que tiene cargos públicos como las únicas fuentes creíbles o posibles, lo cual es, por supuesto, un error sistemático, sistémico e histórico del periodismo mexicano, porque los funcionarios públicos, a menos de que estén contra la pared, nunca a decir nada y nunca van a hacer nada que valga la pena, salvo excepciones, claro (…) Me he encontrado un periodismo, en los periódicos impresos, que reproduce básicamente las declaraciones del Gobernador y de ahí para abajo”.

Además —en su opinión—, los medios impresos de BCS toman la violencia en el estado en sus versiones oficiales. “Es muy curioso ver como hay ‘un elefante en la sala’ que es la violencia y las ejecuciones que están ocurriendo en esta ciudad, de las que nadie habla, pero todo mundo habla de lo que el Gobernador dice al respecto. Entonces, no se habla del fenómeno sino de las reacciones oficiales al fenómeno. El hecho es que está claro que hay una intención de no hablar de un tema delicado, peligrosos, difícil, que no ha sido fácil de abordar en ninguna parte del país”.

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¿”Poder” de las redes sociales?

Al preguntarle sobre la ‘lectura impresionista’ que actualmente se hace en los medios digitales —donde en un mar de información, a veces se viene leyendo poco y no precisamente lo más importante—, dijo que “creo que los que estamos fallando y los que estamos en deuda somos los que estamos generando contenidos, que en su gran mayoría son aburridos y le dicen muy poco a la gente (…) Tenemos que ofrecerles a los lectores historias mucho más cercanas a su contexto, a su realidad, que puedan verse reflejados en lo que están leyendo, y también investigación más profunda; estamos inundados de información chatarra, de información de mala calidad, inclusive hecha en los lugares profesionales de la noticia; entonces, lo que tenemos que hacer es menos información pero de más calidad. Y por supuesto que los medios digitales son la alternativa y la esperanza para hacer eso”.

Además, cree que ahora la gente sigue más a los periodistas que a los medios por sí mismos. “Cada vez sigue menos a los periódicos, y tiene más credibilidad en ciertos periodistas (…) Estaremos más apoyados en el prestigio personal y en la credibilidad”.

Por último, se le preguntó a Ruiz Parra su opinión sobre las redes sociales y su relación con el periodismo, así como si realmente éstas poseen un poder para realizar cambios en la sociedad. “Para mí es muy positivo que haya un espacio en donde la gente pueda mentarle la madre al gobierno (…) Que el descontento social se pueda expresar. Eso está bien, y se necesita sensibilidad para sentirlo, recogerlo (…) Hay mucha emoción, mucho sentimiento, pero hay mucha chatarra (…) Hay que tomarlas con más escepticismo, esta idea del poder de las redes sociales, no me queda claro todavía que puedan llegar a las calles”.