El estadounidense que quiso apropiarse de BCS, y otras historias de piratas

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FOTOS: Modesto Peralta Delgado.

California Mítica

Por Gilberto Manuel Ortega Avilés

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Iniciamos con el más conocido y mítico pirata en Baja California Sur: Lorencillo Drake y Cromwell, popularmente llamado Coromuel, quien invade la imaginación de los sudcalifornianos a través de la leyenda contada hace muchas generaciones.

Al visitar el emblemático balneario que se encuentra en La Paz, se ha contado cómo la brisa puntual que llegaba a la costa a las 16:00 horas recordaba a los habitantes cuando una misteriosa nave aparecía y no bajaba nadie y después desaparecía; sólo en ocasiones se lograba ver al pirata “Coromuel” —deformando su apellido—, lo cual propició el rumor que venía en busca de una cueva para enterrar su tesoro.

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Muchos años han pasado pero ahora los pescadores y habitantes llaman a la playa y a esa típica brisa “Coromuel” en honor a esa leyenda.

El pirata Walker

En el aspecto histórico podemos verificar, con muchos documentos resguardados en el Archivo Histórico “Pablo L. Martínez” (AHPLM), los constantes ataques de piratas debido no sólo a la riqueza, sino también a su punto estratégico para sus maniobras de guerra que significaba BCS. El documento más antiguo resguardado en el Archivo Histórico es de febrero de 1822 que relata cómo unos piratas chilenos atacaron y causaron estragos en Todos Santos.

La mayoría de las invasiones piráticas eran sofocadas, pero sí causaban incertidumbre en el territorio. A la salida de los norteamericanos la Diputación Territorial se nombró jefe político a Nicolás Lastra y del mando militar se hizo cargo el teniente Manuel Pineda. “La península quedó en una situación desastrosa a causa de la guerra, desolación, pobreza y ruina. La población también disminuyó debido a que muchos emigraron con el enemigo ya que habían abrazado su causa. En la frontera, el último gobernador mexicano de la Alta California, Pío Pico, había enajenado desde 1845 la mayor parte de las misiones de la región a particulares, y los nuevos dueños se habían puesto del lado del enemigo y aceptado la ciudadanía americana abandonándolas, lo que dio como resultado estas misiones se terminaron de deteriorar y despoblar”.

Puntualizó que Nicolás Lastra desempeñó el puesto de primera autoridad en la hasta el 11 de julio de 1849, cuando llegó a sustituirlo el coronel Rafael Espinosa, quien trajo algunos fondos para reorganizar los servicios públicos.

“Cuatro años llevaba Espinosa rigiendo los destinos de esta tierra, durante los cuales se había normalizado la angustiosa situación que se vivía, pero entonces cayó una nueva desgracia en 1853: La invasión pirática encabezada por el norteamericano William Walker.

“Éste llegó a La Paz haciéndose pasar como comerciante y desembarcó con gente armada. Apresó al jefe político Espinosa y al coronel Juan Clímaco Rebolledo, que arribaba en esos momentos para hacerse cargo del gobierno. Walker saqueó La Paz y reclamó y proclamó la República de Sonora e izó una bandera extraña a la tricolor; pero al saber que en Todo Santos el teniente coronel Manuel Márquez de León alistaba fuerzas para batirlo, huyó de La Paz y se trasladó a Ensenada, donde se creía más seguro. Esta retirada evitó que los buques de guerra mexicanos lo hicieran prisionero”.

El pirata estuvo posesionado de la región norte de Baja California desde noviembre de 1853 hasta abril del año siguiente. Fue atacado sin éxito por la guarnición que formaba la colonia militar que existía en el Pueblo de Santo Tomás, al mando de Francisco Javier del Catillo Negrete, quien tenía como segundo al oficial Antonio Meléndez.

“Walker no fue derrotado por nadie, él solo selló su derrota al querer marchar por el desierto hasta Sonora, la cual también quería conquistar para anexarla a su república, pero se le desbandó la gente y derrotado regresó a Estados Unidos. Como lo cuenta el libro: Lecciones de Historia de baja California, por Pablo L. Martínez en 1958. En 1855, junto a un grupo conocido como Los Inmortales, se dirigió hacia Nicaragua, que estaba inmersa en una guerra civil. Gracias a sus campañas militares, logró el poder mediante unas elecciones fraudulentas y fue elegido presidente de la nación”.

Debido a la amenaza que representaba su estadía en Centroamérica, los demás países de la región iniciaron una ofensiva para expulsarlo del territorio, dando lugar a la Guerra Nacional de Nicaragua y la Campaña Nacional de Costa Rica. El conflicto también involucró a Estados Unidos, al Reino Unido y al empresario Cornelius Vanderbilt.

William Walker es derrotado el 1 de mayo de 1857, pero organizó nuevas expediciones para apoderarse de Nicaragua pero termina fusilado en Honduras. Fue capturado y ejecutado Nicaragua el 12 de septiembre de 1860”. Así se lee en Efemérides Sudcalifornianas de Eligio Moisés Coronado.

Playas con tesoros

Un aspecto que parece mítico pero es real, es el ocultamiento de tesoros. Nuestras playas están llenas no sólo de leyendas, sino también de registro de estos hallazgos, la principal pista son muchas playas que llevan nombre con relación a la piratería. La más conocida es la playa El Coromuel como mencionamos anteriormente, pero es más leyenda que realidad.

La reconocida playa “El tesoro” también lleva su nombre a una leyenda la cual dice que un hombre que trabajaba allí en una construcción encontró una perla de enorme tamaño, procedente de un cofre enterrado ahí mismo; el rumor se vuelve más grande cuando muchas personas llegaron afirmar que la perla en la corona de la reina de Inglaterra fue esa perla, pero dichos datos no son comprobables.

El puerto Pichilingue lleva su nombre al antiguo nombre que se le daba a los piratas Pichilingues, debido que ese puerto era usado por ellos, también relata la leyenda que en un enfrentamiento entre fuerzas armadas y piratas dejó como consecuencia que los piratas arrojaran un tesoro a las profundidades del lugar, el cual nunca ha sido sacado. Muchos cazadores de tesoros afirman que tal tesoro sigue ahí, pues sus aparatos de búsqueda se los demuestran, pero que las condiciones del terreno lo hacen imposible de sacar.

También se habla de la leyenda de un tesoro en el Cerro Atravesado de la paz, el cual incluso resguarda el fantasma de un pirata, esta leyenda es la más creíble ya que un periódico relata lo siguiente. “Diario Últimas noticias” 3 de Septiembre de 1959: “Se sabe que dos zacatecanos habían encontrado un tesoro en las cercanías del cerro ‘Atravesado’; éste, que había sido la obsesión de varios investigadores, fue encontrado a 300 metros del revolucionario Gregorio Osuna, situado a pocos metros de la colonia Olivos. Inmediatamente después de consumado el hallazgo los afortunados colonos pusieron pies en polvorosa, huyendo con el cofre. Esto, que a muchos podría parecer una noticia descabellada, fue asegurada por varios leñadores del barrio de la tenería quienes, según ellos, vieron de cerca la labor de rescate emprendida por los zacatecanos”.

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Gilberto Manuel Ortega Avilés

Nació en 1981. Estudió Filosofía en la UABCS, y actualmente se dedica a la investigación paranormal, leyendas y hechos curiosos de Baja California Sur y el mundo. Se declara un fanático de los comics, anime, ciencia ficción y temas sobrenaturales.

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