De visita en el Buque Escuela Velero Cuauhtémoc, Embajador y caballero de los mares

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FOTOS: Sealtiel Enciso Pérez

Colaboración Especial

Por Sealtiel Enciso Pérez

La Paz, Baja California Sur (BCS). El pasado sábado 24 de julio, tuve la oportunidad de visitar el imponente Buque Escuela Velero Cuauhtémoc. Mucho había escuchado de él por boca de varios amigos que habían tenido la oportunidad de visitarlo en el puerto de Acapulco, también de algunos oficiales egresados de la Heroica Escuela Naval Militar, los cuales referían con emoción el semestre que habían cursado navegando en este hermoso buque, donde habían aprendido muchos aspectos prácticos de navegación y aplicaron otros tantos que habían aprendido en las aulas.

Es importante recalcar la forma tan organizada en que se realizó esta visita. En primer lugar la distribución de los boletos se hizo a través del Instituto Estatal de Radio y Televisión (Iertbcs). Para entregarte tu boleto debías presentar una fotocopia del Certificado de Vacunación o de haberte aplicado la primera dosis de la misma, así como de la credencial de elector, para cotejar datos. Los días en que se podía visitar el barco era desde el 24 hasta el 27 de julio y había tres horarios para realizar las visitas.

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En el día y horario señalado nos citaron en el atrio de la Catedral de Nuestra Señora de La Paz, con la indicación de utilizar durante todo el trayecto y de forma obligatoria el cubrebocas y la sana distancia. Fuimos trasladados en un camión de la Marina, el cual partió puntualmente. El trayecto fue muy rápido y cómodo, llegamos en aproximadamente 25 minutos al puerto de Pichilingue. En el lugar bajamos del autobús y de inmediato nos invitaron a subir al Buque Escuela en donde la tripulación se distribuyó entre los visitantes respondiendo atentamente las preguntas que se les hacían.

Nos comentaron que, el Buque Escuela fue construido por iniciativa del entonces Presidente José López Portillo, el 24 de julio de 1981 en los Astilleros y Talleres de Celaya S.A., en Bilbao, España. Fue un proyecto del ingeniero naval Juan José Alonso Verástegui. Está habilitado con tres mástiles y 23 velas repartidas —10 velas cuadras en los palos mayor y trinquete, velas cangreja y escandalosa en el de mesana, con 13 velas de cuchillo entre los palos—, con un total de 2 mil 368 metros cuadrados de velamen. Su diseño corresponde al cuarto y último de los grandes veleros diseñados y construidos como buques escuela por los Astilleros Celaya para las armadas hispanoamericanas, siendo el Gloria, de Colombia, botado en 1967; el Guayas, de Ecuador, botado en 1976; y el Simón Bolívar, de Venezuela, botado en 1979, sus buques hermanos.

El Cuauhtémoc fue botado el 24 de julio de 1982 y días después, el 29 de julio, Francisco Landero Molina presidente de los Astilleros entregó formalmente el velero a Francisco Alcalá Quintero embajador de México en España. De inmediato causó alta en la Armada de México y se entregó a su primera tripulación, cuyos oficiales, maestranzas habían sido preparados previamente en un curso especializado en la Escuela de Maniobra Galatea de la Armada española en Ferrol. El 18 de septiembre de ese mismo año, tocó por primera vez aguas nacionales y arribó al puerto de Veracruz. Siete días después, el 25 de septiembre, fue abanderado por el Presidente José López Portillo.

Nos mencionaron que el barco tiene una tripulación base de aproximadamente 50 personas, algunos de los cuales tienen más de cinco años de trabajar en el navío. Cada año los cadetes que estudian en la H. Escuela Naval Militar y cursan el quinto año de la carrera realizan un curso de prácticas al que denominan Curso de vela. Dichas prácticas comprenden el estudio de materias como cinemática naval, astronomía náutica, derecho marítimo nacional e internacional, comunicaciones navales, y administración del mantenimiento, entre otras comprendidas dentro de su plan de estudios, así como seminarios y prácticas de navegación; estas asignaturas en conjunto forman parte imprescindible de la formación profesional de los cadetes navales. El barco comúnmente navega con 250 personas, y en esta ocasión de acuerdo a reportes de la prensa local, el total de personal embarcado ascendía a 248 elementos entre capitanes, oficiales, clases y marinería.

Algo que pude notar es que dentro del personal que estaba siendo capacitado se encontraban estudiantes invitados de cuarto año de las Escuelas Náuticas Mercantes de Mazatlán, Tampico y Veracruz. Según se me informó que, existe un proyecto de que la Marina Nacional absorbe la capacitación de los alumnos de estas escuelas, por lo que este viaje cumple con el propósito. También, nos indicaron que desde el año de 1983 se han realizado de forma anual estos viajes de prácticas, sin embargo, el año 2020 se tuvo que suspender debido a los efectos de la pandemia del COVID-19. No obstante, en este 2021 los cadetes que no habían realizado sus prácticas en el buque, las realizaron en tres meses y dejaron los meses restantes para que la actual generación pudiera realizar su capacitación, de esta forma, se cumplió con este curso obligatorio.

En la plática que se tuvo con varios cadetes y miembros de la tripulación se les preguntó cuál era la razón de que al entrar en un puerto una buena parte de los cadetes suban a las vergas de los mástiles del barco y se colocaran con los brazos abiertos. Nos respondieron que esto se debe a que este barco lleva el nombre de Embajador y caballero de los mares por lo que es una demostración de buena voluntad y fraternidad hacia los lugares donde atraca, demostrando que vienen en son de paz y que sólo traen amistad de parte del pueblo mexicano.

También, se nos indicó que técnicamente toda la superficie del barco es considerada como territorio mexicano, como una especie de canon con cualquier embajada de un país, por lo que ellos tenían la obligación de comportarse con honor y decoro ya que eran portadores de la dignidad mexicana, y al mismo tiempo, cualquier agresión que se diera al barco y a su tripulación era como una agresión hacia nuestro país.

Al cuestionar a la tripulación si entre ellos existía alguna tradición o superstición, herencia de la antigua marinería, nos comentaron que esto no existe de forma general, salvo que algún integrante lo haga en particular. También se les inquirió que cuál era el motivo de que practicaran el subirse a los mástiles y soltara y arriaran las velas, el realizar la navegación con un timón manual y basado en lectura de instrumentos analógicos; puesto que en la actualidad todos los barcos están equipados con instrumentos digitales y ninguno lleva velas. Me respondieron que eso lo realizaban para estar preparado para cualquier incidencia que se presentara en donde tuvieran que orientarse o realizar maniobras y carecieran de la ayuda de los instrumentos, pero de igual forma tenían los conocimientos para utilizar cualquiera de los aparatos de navegación modernos.

Se nos comentó que, algunos de los destinos que se han tocado durante los viajes de este barco han sido a Oriente, Tahití, Atlántico Norte, Sur Pacífico, Mediterráneo, Eurocaribe, Circunnavegación, Cabo de Hornos, Europa, Canadá, Báltico, Osaka, Australia, Lisboa, Mar del Norte, Euroamérica, Rouen, Sail Rhode Island. Su actual itinerario comprende como punto de partida su base en Acapulco, Guerrero; La Paz, Baja California Sur; Ensenada, Baja California; Mazatlán, Sinaloa; Puerto Escondido y Huatulco, Oaxaca; así como Puerto Vallarta, Jalisco; Guaymas, Sonora; Puerto Chiapas, Chiapas retornando a su puerto base Acapulco, Guerrero. Algo que resaltaba en el barco era una inmensa bandera blanca en la que se leía la leyenda “200 años de la Armada de México”, lo anterior con motivo de que en este año, el 4 de octubre de 1821, se cumplirá el bicentenario de la formación de la Armada de México.

Finalmente, tuve la oportunidad de que se me explicara la simbología que encierra el escudo de este hermoso Buque Escuela, la cual es la siguiente: el cuerpo del escudo se constituye por dos círculos concéntricos, el exterior, a semejanza de un cabo de abacá, significa la jarcia de labor, elemento principal de la tripulación en las faenas de largar y cargar el aparejo. El círculo interior sirve para dividir concéntricamente la circunferencia total del cuerpo. La parte interna de estos lleva en su centro la silueta del Buque Escuela Cuauhtémoc por su babor y con todo el aparejo dado, navegando hacia el poniente, impulsado por el viento, situación que representa su primer viaje para incorporarse a su patria.

En el anillo formado por los dos círculos se tienen dos inscripciones, una en la parte superior, que dice: “Armada de México”, institución de la cual forma parte, y otra en la parte inferior, que dice: “Buque Escuela Cuauhtémoc”, el nombre oficial del buque. El mismo anillo ofrece, en el punto oriente, la figura del Dios del Viento Ehécatl (en la mitología azteca), quien con su aliento impulsa al buque hacia el poniente. En el punto poniente aparece el Sol del crepúsculo vespertino; en el punto norte, intercalados en la inscripción, los astros siderales que hacen posible el conocimiento constante de su posición. Por último, en la parte superior del cuerpo, el águila del Escudo Nacional, que recuerda el origen del buque y su dotación.

Como anecdotario es importante comentar que, esta es la segunda ocasión que este Buque Escuela Velero visita nuestro Estado. La primera vez fue en el año de 1992, hace 29 años, cuando se desempeñaba en la gubernatura de la entidad Víctor Manuel Liceaga Ruibal. El año 2022, el Buque Escuela Cuauhtémoc celebrará sus 40 años de vida, deseándole que siga por muchos años más siendo el caballero y embajador del pueblo mexicano, así como maestro de nuestro marinos.

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Colaboración Especial

Sealtiel Enciso Pérez

Profesor de Educación Primaria, Licenciado en Educación Especial y Maestro en Ciencias de la Educación. Labora en la Secretaría de Educación Pública y comparte su tiempo con su pasión por la historia de la California del Sur. Administra el grupo de Facebook “Conociendo Baja California Sur”. Nació el 22 de septiembre de 1969 en Puerto Vallarta, Jalisco, pero radica en Sudcalifornia desde hace 44 años. Actualmente, es Director de la Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular No. 17 y Maestro de Comunicación del Centro de Atención Múltiple “Gilberto Vega Martínez” en La Paz. Escribió la antología (Ebook) “Piratas, Corsarios y Filibusteros en la Antigua California”. Mención Honorífica en el VII Premio Estatal de Periodismo “Jesús Chávez Jiménez”, en Entrevista, por su trabajo “Graciela Tiburcio Pintos, la leyenda de la biología de las tortugas”. 

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