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Anna Muzychuk, la ajedrecista que perdió sus campeonatos en defensa de los derechos de la mujer

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Hilo de media

Por Elisa Morales Viscaya

 

La Paz, Baja California Sur (BCS).  A pesar de que las mujeres hemos avanzado un buen trecho en el camino de los derechos de participación en la vida deportiva y académica, lo cierto es que continuamos enfrentándonos a situaciones de injusticia y opresión en algunos espacios, donde se pretende acallar voces y conciencias, y el ajedrez no está exento de este paradigma; por ejemplo, es un debate muy recurrente si debe haber separación entre sexos en un deporte ciencia como el ajedrez. Hay que anotar que existiendo esta distinción, todavía el premio para ellas en los campeonatos sigue siendo mucho menor que el de los hombres.

En este sentido hace algunos años sonó la ucraniana Anna Muzychuk, gran maestra de ajedrez y triple campeona del mundo, como símbolo y portavoz de las mujeres que se niegan a ser invisibilizadas o comprometer sus ideales sobre la igualdad de género en el deporte.

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En diciembre de 2017, Muzychuk renunció a revalidar su posición como doble campeona mundial y a un gran premio económico al no acudir al Campeonato del Mundo de Ajedrez Femenino de Arabia Saudí, ya que las autoridades exigían a las jugadoras vestir de velo e ir acompañadas de algún hombre para salir a la calle.

La ucraniana, hija de padres ajedrecistas profesionales, comenzó su carrera deportiva desde los cuatro años, cuando obtuvo su primer diploma como tercer finalista en un torneo donde todos los demás competidores eran mayores que ella. A los 6 años, ganó el primer Campeonato de Europa Femenino Sub-7 y continuó cosechando victorias en los Campeonatos Juveniles de Europa y del Mundo.

De acuerdo a sus propias palabras En el ajedrez, lo primero y más importante es el esfuerzo y el trabajo, por lo que no es de extrañar que haya invertido muchísimo tiempo en entrenarse para el juego: al irse descubriendo como una virtuosa, sus padres decidieron que Anna tomara su enseñanza escolar desde casa, sin la distracción de asistir a clases en un colegio, para dedicar más tiempo al ajedrez. Esta dedicación le ha valido para convertirse en Campeona del Mundo de Ajedrez Relámpago en dos ocasiones (en 2014 y 2016), Campeona del Mundo de Ajedrez Rápido en 2016 y subcampeona en el Campeonato del Mundo Femenino de Ajedrez Clásico en 2017.

Aun así, Muzychuk tomó la dura decisión de perder sus dos títulos por decisión propia en una fuerte postura en defensa de los derechos de las mujeres. En sus redes sociales manifestó: En unos días voy a perder dos títulos de Campeón Mundial – uno a uno. Sólo porque decidí no ir a Arabia Saudita. No jugar con las reglas de alguien, no usar abaya, no estar acompañado saliendo, y por completo no sentirme una criatura secundaria. Hace exactamente un año gané estos dos títulos y fui sobre la persona más feliz del mundo de ajedrez pero esta vez me siento muy mal. Estoy lista para defender mis principios y saltarme el evento, donde en cinco días esperaba ganar más de lo que hago en una docena de eventos combinados. Todo eso es molesto, pero lo más molesto es que a casi nadie realmente le importa. Ese es un sentimiento realmente amargado, aunque no es el que cambie mi opinión y mis principios. Lo mismo ocurre con mi hermana Mariya – y estoy muy feliz de que compartamos este punto de vista. Y sí, para los pocos que se preocupan, volveremos!

La postura de Anna hizo eco mundial. Este mensaje que publicó en Facebook obtuvo más de 165 mil reacciones y ha sido compartido más de 74 mil veces. Tiene más de 25 mil comentarios apoyándola, los cuales no dejan de aumentar y constantemente se suman más, aun a casi 3 años de su publicación.

También resonó entre el gremio ajedrecístico: muchas más jugadoras tomaron la misma decisión. Por ejemplo, Sabrina Vega Gutiérrez, la principal ajedrecista española. Y también casi un 40% de los principales ajedrecistas masculinos, como el campeón estadounidense Hikaru Nakamura, decidieron no jugar en ese campeonato, oficialmente denominado “Campeonato del Rey Salmán”, el cual, paradójicamente, fue parte de los intentos de las autoridades de Arabia Saudí de modernizar su imagen, permitiendo a las jugadoras jugar con la cabeza descubierta. Pero definitivamente esto no es suficiente para ocultar las violaciones a los derechos humanos que sufren las mujeres en este país.

Arabia Saudí destaca por ser uno de los países del mundo con mayor brecha de género. Persiste el sistema de tutela masculina, que cede a sus padres, hermanos, maridos o hijos la autoridad: las mujeres necesitan el permiso de un pariente masculino para poder realizar un gran número de actividades o procedimientos. Se discrimina a la mujer por su condición, basándose en leyes tradiciones y costumbres sociales. La mujer que es encontrada a solas con un varón que no sea su esposo o un familiar allegado se arriesga a ir a prisión asumiendo prostitución. También pueden ser detenidas por infringir las normas sobre la indumentaria. Aunque por apertura turística se permite que las extranjeras lleven un vestuario “modesto”, para las mujeres sauditas es obligatorio ir de negro riguroso de la cabeza a los pies, cubiertas totalmente por las abayas (especies de capa) y velos.

Presentarse a una competición en un país que trata de esta forma a las mujeres le resultó inadmisible a la ajedrecista, quien manifestó en una entrevista para BBC Mundo: Empecé a informarme sobre la situación y en todas partes encontré que allí los derechos de las mujeres se violan a diario. Llegué a la conclusión de que era inaceptable participar en esas condiciones… Fue una decisión muy dura. Sabía que si no acudía perdería mucho dinero y mis títulos, pero decidí mantener mi postura en defensa de los derechos de las mujeres.

Tras esta decisión, el grupo Iberdrola le otorgó el premio ‘Mujeres que brillan’ a Anna Muzychuk, por su reivindicación de la igualdad de género en el deporte. Desde entonces, esta joven de 30 años da charlas en pro de la igualdad y se ha convertido en imagen de la lucha contra la discriminación, y de acuerdo a sus redes sociales, planea su regreso al tablero en la primavera de este año.

Fue campeona del mundo tres veces antes y está convencida de que puede volver a lograrlo.

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