El Tranchete del Diablo

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FOTO: México Desconocido.

California Mítica

Por Gilberto Manuel Ortega Avilés

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En la región de La Presa, en el municipio de La Paz, hay rancherías desde el siglo XVIII. Hace más de 200 años, eran las que producían los mejores cuchillos de la entidad, forjados al temple del hierro al rojo vivo, y generalmente sacados de las hojas de los muelles de los vehículos. Este tipo de forja se puso de moda el siglo pasado.

¿De qué metal estaban hechas antes de ser de los muelles de los carros? Es un misterio. Pero en una ranchería llamada en el siglo pasado San José de La Higuera o de Los Higuera, que ya desapareció pero estuvo cercana a La Presa, hubo un tranchete que tuvo más fama que cualquier otro.

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Había sido templado por don Aparicio Higuera y le había grabado “Estas armas son de Satanás y entre más las tientas matan más”. Sin duda, fue esta inscripción curiosa la que da origen a esta leyenda, sin embargo, el paso del tiempo la volvió más macabra.

El tranchete fue obsequiado a un ranchero de apellido Mayoral que había llegado a caballo al rancho, quien tuvo la mala suerte que al alejarse un par de metros de San José de la Higuera su caballo se desbarrancó y murió atravesado por el tranchete maldito, el cual —aseguraban— había sido templado con sangre de búho.

Sepultado el difunto Mayoral, el tranchete fue recogido por el Juez de Paz de la región, quien al no encontrarle dueño se lo quedó. Lo guardó durante dos años hasta que se lo vendió a un comerciante ambulante que llegaba en mula a comprar fruta y a vender ropa y calzado; un domingo después de ser despedido por los amigables habitantes del pueblo, fue encontrado no muy lejos arroyo abajo atravesado por el tranchete. Los habitantes atribuyeron a que la mula se había asustado y así ocurrió el accidente.

El cuerpo fue inhumado ahí mismo, y las pertenencias fueron recogidas por las autoridades locales. Un día un policía rural llegó en busca de unos ladrones de ganado, y después de capturarlos, los locales decidieron regalarle el fatídico tranchete para que se lo llevara de la región de una vez… A la mañana siguiente se le encontró acostado en un camastro atravesado por el tranchete de Satanás.

El miedo comenzó a propagarse por la región, incluso algunos iban a ver el objeto maldito solo por curiosidad.  Se creía que cualquiera que intentara llevárselo terminaría muerto por el arma, y así fue como cobró otras tres víctimas.

Hasta que un día llegó un sacerdote que venía a caballo desde San Luis Gonzaga. Supo de la historia y la consideró absurda, y después de un ligero regaño a los pobladores, ofreció llevarse el objeto maldito. Ya no se supo nada del sacerdote, por lo que se asumió que no le había pasado nada, y la tranquilidad llegó a la región, y la leyenda del tranchete de Satanás cada día se va quedando en el olvido.

¿Poderosas palabras, sugestión o maldición verdadera? Existen muchas explicaciones para ésta interesante leyenda, pero si nos vamos al aspecto sobrenatural, lo más probable que no se haya tratado de un evento azaroso las palabras escritas en el arma. Hay que recordar que en los ranchos, siempre existían Diableros como se le denominaban aquellos que pedían favores al Señor Oscuro, y que en ocasiones afirmaban recibir muchos beneficios de él, no sería extraño pensar que la persona que forjó el tranchete lo haya hecho en un sentido ceremonial, y de ahí su esencia macabra.

No podemos seguirle más la pista a esta leyenda, debido a que el tiempo ha borrado el lugar donde se dio, pero algo que nos enseña esta leyenda es “Las armas solo traen desgracias”. Las fuentes de estos hechos son el Periódico Ultimas Noticias del año 1983, resguardado en la hemeroteca del Archivo Histórico “Pablo L. Martínez”.

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Gilberto Manuel Ortega Avilés

Nació en 1981. Estudió Filosofía en la UABCS, y actualmente se dedica a la investigación paranormal, leyendas y hechos curiosos de Baja California Sur y el mundo. Se declara un fanático de los comics, anime, ciencia ficción y temas sobrenaturales.

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