Rescatan La Catra de la colonia FOVISSSTE. Nace así, el Centro Cultural Sudcalifornia

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FOTOS: Cortesía.

Por Modesto Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Este sábado 3 de marzo se inaugura una nueva etapa del edificio conocido popularmente como La Catra (“La Casa del Trabajador”) en la colonia FOVISSSTE de La Paz, al abrir sus puertas completamente renovado y utilizarse para realizar cursos y talleres culturales en el hoy denominado Centro Cultural Sudcalifornia; en exclusiva para este medio, Ana Gabriela Bochm Jáuregui, representante del proyecto, contó como éste ganó un concurso recibiendo fondos de 58 mil pesos, destacando la participación de la propia comunidad para su remodelación integral y su actual funcionamiento.

En 2017, casi 70 proyectos concursaron en el Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMYC), y el de la Reactivación de La Catra fue considerado uno de los mejores de todo el Estado, señaló Ana Bochm. Con ello, obtuvieron 57 mi 828 pesos para renovar integralmente el inmueble y para los instrumentos que se ocuparán en los talleres que durarán 10 meses —de marzo a diciembre de 2018. Sin embargo, para optimizar los recursos y hacer más ambicioso el proyecto, pudieron tener desde voluntarios en la mano de obra hasta descuentos en su rehabilitación, además de que los instructores no cobrarán un peso. No hay fines de lucro, por lo que los 21 cursos serán gratuitos; habrá desde yoga y huertos urbanos hasta cursos deportivos y de filosofía. Todo el proceso se ha ido registrando para un material que habrá de concretarse en un documental.

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CULCO BCS: ¿Cómo nace este proyecto? ¿Cuál es el principal propósito de rescatar este edificio?

ANA BOCHM: El proyecto surge con una conversación entre Giovanny Torres, Alejandro Escalante y yo. Platicamos sobre lo triste que se veía el inmueble de nuestra colonia y lo feo que estaba el Estado en la actual situación de violencia. Surge como una inquietud, como un sueño y el sueño se logró hacer una iniciativa, es decir, un proyecto; el proyecto fue haciéndose fuerte mientras íbamos invitando a los talleristas voluntarios. Este proyecto se consolida al ser aprobado también por PACMYC a través de su convocatoria 2017 en la cual decidimos participar.

El proyecto esta conformado por la comunidad, y la señal de que es así, es que el monto si bien está trazado para ser suficiente para el proyecto, empieza a ser insuficiente en cuanto surgen imprevistos, nuevos talleres y lo que pasa sobre la marcha. En ese sentido, hemos comprobado en el camino, satisfactoriamente, que la gente responde con lo que sabe hacer, con los descuentos en electricidad, plomería, difusión y todo lo que es parte del proyecto. Los voluntarios lo demostramos con hechos, creando lo valioso, dando lo invaluable de nuestro tiempo y conocimiento. Además de la gente que se ha sumado, existe un órgano interno denominado Consejo Directivo y coordinaciones que tenemos funciones especificas y en donde estamos Alejandro Escalante, como coordinador administrativo; Marco Antonio Reyes Gama, de coordinador jurídico; y yo, como coordinadora de Cultura Comunitaria y como responsable del proyecto ante PACMYC. Nosotros tres somos los miembros del Consejo Directivo y existen otras funciones como la coordinación de Educultura que es la coordinación de los talleristas en donde está a cargo Adrián Telechea, y la coordinación de las Salas de Lectura donde colabora Giovanny Torres.

Yo en lo personal, quiero hablar de mi hijo, quien me inspiró la idea. Con existir, me hace tratar de hacer cosas como éstas, cuando en su corta edad tomaba clases, hace un año en la explanada externa de debajo de La Catra, entre lo sucio de paloma, y porque, sin duda, ha tenido paciencia este tiempo de tanto trabajo.

Aún hay espacio para las últimas las inscripciones a los diferentes cursos y talleres (informes en el celular 612 2198557) que se darán gratuitamente a los niños y adolescentes —y adultos mayores— de aproximadamente 800 viviendas que conforman la colonia FOVISSSTE de esta capital —a los que se sumarían alumnos de la Escuela Primaria “Carlos Moreno Preciado”— y que, aunque por ahora abarca diez meses y a esta población concreta, en un futuro podría abrirse a toda la ciudadanía paceña. Por ahora, se estima beneficiar a 300 participantes y el cupo a cada taller es limitado. Los cursos son: Jugando con las Letras, Artes Manuales en Migajón, Introducción a las Artes Plásticas, Movilización para Adultos Mayores, Comer de Mano Propia: Huertos Urbanos, Composición de Letras, Yoga para Todos, Cinetequita, Iniciación a la Guitarra, Danza Árabe, Grabado en Madera (Xilografía), Historia de la Literatura y Creación Literaria, Canto, Taller de Tahitiano, Iniciación a los Juegos Predeportivos y Recreación, Brake Dance, Creación de Esténciles, Ápeiron: Taller de Filosofía para Niños, Tallercitos, Hazlo tú Mismo, Taller de Reciclado y Educación Emocional para Adultos.

El edificio ¿desde cuánto existe y para qué fue originalmente? ¿Hace cuanto esta en abandono?

El inmueble se construye a la par de que se construyen las viviendas del FOVISSSTE. Se le llamó  La Catra por sus siglas —que significan “La Casa del Trabajador”—, y  mas o menos desde la década de los 70’s está por aquí.  Ha sido  muchas cosas, ha sido —según las investigaciones que empezamos a hacer para la parte histórica del documental—: un área común desde que nace la colonia, inclusive un área en la que se festejaban los cumpleaños  de las niñas y los niños en la parte baja del edificio. Yo recuerdo que también estaba Telégrafos desde los 80’s, ahí en las oficinas de abajo donde ahora esta Telecom. Y ha sido también un área destinada para talleres de diversos tipos. Nos tocó a muchos niños recibir esos talleres culturales ahí. Fue también lugar para una Unidad Médica del ISSSTE por un tiempo, incluyendo el servicio de consultorio médico y farmacia. También albergó una biblioteca llamada “Sudcalifornia”. Ya tiene cuatro años deshabitado, sin embargo, parecía que tenia 15 cuando lo encontramos.

El inmueble estaba en su estructura completa, obviamente, pero internamente tenía un descuido de higiene —con palomas vivas y muertas—, y en su funcionalidad debido al lamentable estado de todo el inmueble, el cual, era de abandono. Te daremos el ejemplo del asunto eléctrico: los cables ya eran muy viejos, entonces hemos tenido que hacer un proyecto eléctrico en el que le están haciendo una verificación de sus instalaciones para que el sea un lugar seguro. Se han tenido que comprar materiales para la instalación eléctrica y pagar la mano de obra. Se metió el cableado para el funcionamiento del ala derecha que es la parte del inmueble que vamos nosotros a ocupar (400 metros). Todo, todo, desde su caja que tiene su centro de carga. Esto ha sido algo imprevisto, pensábamos que nada mas íbamos a tener que dar de alta ante la Comisión Federal de Electricidad. En cuanto a la rehabilitación del inmueble en general, pues se ha tenido que acondicionar con mobiliario, sillas, espejos, vidrios, bocinas, guitarras. Se ha tenido que pintar porque se encontraba en muy mal estado, se ha hecho trabajo de herrería, de plomería para que funcione el agua, de limpieza. Está fue la parte más fuerte porque tuvimos que meter mangueras a presión ya que habían palomas muertas y bastante material orgánico en descomposición que puede resultar muy peligroso. Son muchos los detalles, pero en general, ya contamos con una estructura base para darle recepción a los talleristas y a los beneficiarios ya que faltan detalles a unos días de arrancar.

A la par del trabajo de rehabilitación y organización de los cursos, Ana Bochm —quién también es poeta y activista—, graba un documental sobre lo que ahora es el Centro Cultural Sudcalifornia, junto con Alejandro Escalante. Destacan en esta experiencia la participación filantrópica de vecinos del FOVISSSTE, desde quienes pusieron sus pick up para remover basura hasta quienes les realizaron hasta 50% de descuento, como el arreglo eléctrico, con tal de participar en su reactivación. Además, asegura que todo será transparentado y tendrán que pensar cómo operar —y extender los servicios— una vez que se acaben los recursos ganados en PACMYC.

¿Aceptarían inversión privada o apoyada por instancias de gobierno? Quizás, más adelante, ¿se constituirían como asociación civil?

La respuesta está en ‘veremos’ porque depende mucho del modo y de la forma como medio, al respecto te comentamos que nos encontramos dándole las últimas afinaciones  a nuestra acta constitutiva en la que quedara decidido que sí y que no aceptaremos y bajo qué términos. Eso es muy importante. Lo que sí podemos decir ahorita antes de adelantarnos es que buscaremos mecanismos para darle continuidad, claro que sí, para fortalecerlo claro que sí (…) Sobre ser una asociación civil, no lo sabemos aún. Es una decisión que se tiene que tomar en su momento, ni muy tarde ni muy temprano. Lo que si sabemos ahorita es que por el momento hemos encontrado el mecanismo para que esto funcione en lo que esta propuesto —que serían diez meses. De que funcione a más plazo va a depender de los mecanismos de gestión, de participación; de la gente y de la respuesta de las personas que se inspiren y quieran involucrarse; y de otros muchos factores. 

¿No hay involucrados partidos políticos u otros organismos?

No tenemos involucrado a ningún partido político en este proyecto, ni permitiremos que se involucre alguno. En cuanto a donaciones somos y seremos muy cuidadosos y transparentes con cualquier apoyo social —como donaciones—, como datos —préstamos— que son y serán ciudadanos o instancias que sean afines a los objetivos del proyecto. Somos muy claros en esto: no permitiremos donaciones que tengan intereses o proyecciones políticos – partidistas. Te preciso que, como parte de nuestro acuerdo interno en el proyecto, hemos establecido la nula aceptación de participación de partidos políticos o personas que busquen un beneficio no altruista del proyecto.

¿Cuál sería la mayor aspiración del centro?

No es tanto lo que aspiramos, lo que queremos es inspirar. Del centro pensamos —lo hemos comentado— qué puede ser y creo qué queremos —lo que dure—, un refugio ante tanta violencia que se vive hoy en día en el país, en el Estado, en la ciudad a medida que nos construimos. Queremos que sea un espacio que, si bien, no es el de las Bellas Artes y su esplendor, pueda ser un mucho de todo: un detonador de vocaciones ¿por qué no? Con un proyecto así podemos ponernos románticos, sin duda. Que sea un lugar de convivencia entre la comunidad y cultura de lo social; una búsqueda del arte, de expresiones diversas; un espacio de canalización; un contenedor de libros que sueña a ser biblioteca; un proyecto que llame la atención de una política pública en el tintero; un espacio de educación ambiental; ¡Uy, mil cosas!, puros Derechos Humanos (…) Una historia linda qué vivir y qué contar, qué reproducir, qué contagiar, que inspire.

Se tiene que agradecer a todos los que ya conformamos el proyecto. Es un agradecimiento por estar participando en conjunto, por poder hacer algo tan curado, tan bonito. Nos referimos así al Consejo Directivo que es el que ha estado fortaleciendo el proceso para hacerlo mejor; a las coordinaciones; a los talleristas que son súper importantes; a toda la comunidad que se ha sumado con lo comentado; todo es súper valorado; pero también a los que vienen, porque también hay mucha gente que se va a sumar, que quiere hacer talleres o que quieren donar o que tiene ideas sobre recursos que se pueden canalizar a un proyecto como este para fortalecerlo. Agradecer a lo que difundan, a todos es el agradecimiento y es entre todos y para todos. Y claro, a PACMYC que valoró el proyecto, que le dio una oportunidad, es importante el fondo que fue aportado, por supuesto que sí, es fundamental y es el impulso para lo que sigue en el Centro Cultural Sudcalifornia.

Del arte a la medicina

El Centro operará en marzo próximo con cursos, sin embargo, buscarán ampliar sus servicios para que allí puedan haber presentaciones de libros, conferencias y conciertos, y por supuesto, más talleres artístico culturales. También hay  doctores que les han manifestado realizar allí consultas y/o charlas de salud preventiva, por lo que no descartan habilitar un espacio como consultorio y que participen también estudiantes haciendo su servicio social en áreas de Nutrición, Fisioterapia y Psicología.

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Escritor y periodista. Nació en Ciudad Constitución, BCS, el 26 de febrero de 1978. Licenciado en Cs. de la Comunicación, por la UABC, en Mexicali, BC, en 2002. Autor de “Prólogos a la muerte”, Premio Estatal de Cuento “Ciudad de La Paz” en 2013, y de “Caperucita Roja, muy roja”, Estatal de Dramaturgia en 2015. Fue reportero web y editor de medios digitales. Es director y fundador de CULCO BCS. Premio Estatal de Periodismo 2017 en la categoría de “Entrevista”.

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