Colaboración Especial

Por Adrián Arce Patrón

 

Bahía Tortugas, Baja California Sur (BCS). La estrella del béisbol japonés, el lanzador-bateador Shohei Otani, está a punto de ser posteado para que los equipos de grandes ligas pugnen por llevarse el derecho a negociar con él, ésto luego que renovarvarse un acuerdo entre el Béisbol de las Grandes Ligas y el Béisbol Japonés. Shohei Otani, de 23 años, recibió permiso de su equipo los Nippon Ham Fighters para irse a jugar a los Estados Unidos.

El jugador es considerado una especie de Babe Ruth, ya que ha sido exitoso como pitcher y como bateador en la liga de Japón y comenzó a jugar profesionalmente a los 18 años cuando debutó en 2013. En sus 5 años de carrera en el béisbol nipón, Otani tiene 48 jonrones y 42 juegos ganados con 2.52 de carreras limpias.

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El nuevo acuerdo laboral entre las dos ligas indica que como Shohei Otani tiene menos de 25 años, tiene que cumplir con las mismas condiciones contractuales que los novatos de Estados Unidos, es decir, que ganará el mínimo y no podrá firmar un contrato millonario sino hasta después de la temporada del 2020. Si Otani se hubiera decidido esperar dos años más, podría haber firmado como agente libre un jugoso contrato.

¿Qué se puede esperar  del equipo de grandes ligas que lo firme? Con lo estrictas que están ahora las organizaciones en eso de cuidar a sus peloteros y las restricciones que éstos tienen en cuanto a la carga de trabajo, parece difícil que sea un jugador de dos vías en grandes ligas. En Japón se le apoyó para que fuera así, pero en Estados Unidos lo más probable es que sea un lanzador de tiempo completo y que tenga muchas oportunidades en la caja de bateo. Si lo firma un equipo de la Nacional esto será lógico, pero si lo hace uno de la Americana se le presentará la oportunidad como bateador designado. Claro, primero habrá que ver cómo responde ante el nivel de las grandes ligas.

Ya sabemos que hablando de japoneses en el mejor béisbol del mundo sólo hay tres hombres que han alcanzado el éxito: Hideo Nomo, Ichiro Suzuki (único material de salón de la fama hasta ahorita) e Hideki Matsui. En estos momento están en un nivel de estrellas y con grandes oportunidades de dejar un legado Yu Darvish y Masahiro Tanaka.

Con el nuevo acuerdo cualquier equipo puede ofrecer un monto al equipo de Otani para poder negociar con él en un periodo de 21 días después que se abra la fecha de “subastas”, por así decirlo. El equipo que logre firmar al jugador entonces tendrá que pagar 20 millones de dólares al equipo de Nipón para finalizar el trato.

Todavía no podemos saber, sólo el tiempo lo dirá pero, Shohei Otani ¿podrá ser exitoso en el mejor béisbol del mundo? y sobre todo ¿en qué podrá serlo? Bateando o lanzando, su recta de 100 millas no es garantía: cada año vemos más lanzadores de 100 millas que no pueden establecerse en las grandes ligas y también hay muchos bateadores que no pueden contra los lanzamientos de menos millas pero más movimiento.

Turnos al bat

Gaylord Perry es un lanzador miembro del salón de la fama, jugó para ocho equipos en su carrera de 22 años en las grandes ligas y 10 de estos años fueron con los Gigantes. En la primavera de 1964, apenas en su tercera temporada, el reportero Harry Jupiter, le dijo al manager de los Gigantes Alvin Dark, cuando vio batear a Gaylord Perry unos cuadrangulares en la práctica de bateo, que el lanzador se miraba bien con el bat y que no le sorprendería que pronto bateara algunos jonrones en la temporada. El manager Dark, conociendo la debilidad de Perry como bateador le dijo a Jupiter: “guarda mis palabras, un hombre caminará en la luna antes que Perry conecte un jonrón”. Cinco años después, el 20 de julio de 1969, en Clandestik Park de San Francisco, se enfrentaban los Dodgers y los Gigantes y a la 1:17 hora del Pacífico el Apolo 11 aterrizaba en la luna a 238,900 millas de Clandestik Park, Neil Armstrong y Buzz Aldrin hacían su caminata lunar, unos veinte minutos después, en San Francisco, Gaylord Perry le prendía una recta a Claude Osteen de los Dodgers en la tercera entrada y la ponía atrás de la barda del jardín central para el primer jonrón de su carrera. Alvin Dark ahora manejaba a los Indios de Cleveland, pero sus palabras resultaron ciertas: técnicamente un hombre caminó en la luna antes que Perry conectara un jonrón.