Un gringo que encontró su ‘sueño americano’ en Los Cabos

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FOTOS: Internet.

Colaboración Especial

Por Leónidas Alfaro Bedolla

 

San José del Cabo, Baja California Sur (BCS). El pasado jueves 11 de enero asistí a la presentación del libro Un sueño cabeño (Fondo Editorial Universitario, diciembre 2017). Lo primero que jaló mi atención es que el autor fuera un norteamericano, porque escribir un libro relativo a un lugar, casi siempre obedece, de alguna forma, a un sentimiento de agradecimiento. Y esta vez no fue la excepción. Me pregunté si un gringo ¿amaría de verdad a esta tierra mexicana?

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Mateo, como le nombran sus amigos, ha escrito esta obra en verdad extraordinaria, en la cual expresa vivencias que la nostalgia revive a cada instante; no es un hombre que esté recluido pensando únicamente en el pasado, ¡para nada!, es un señor que está entregado a tareas muy importantes, no nada más como empresario hotelero sino también como activista social que por cerca de 50 años ha emprendido; lo ha realizado, según se avizora en su libro, con más amor y coraje que muchos mexicanos. Sus causas han sido el ambiente ecológico de su suelo cabeño. Ha luchado por la Sierra de la Laguna, la ha defendido contra las empresas mineras que pretenden socavarla; por las playas cabeñas, para que no sean cerradas a los lugareños; y por el estero josefino y contra la contaminación que el Organismo Operador Municipal del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Los Cabos (OOMSAPA) le está provocando de manera permanente. Esto es lo que más impacta en esta narrativa de Mateo.

Pudiera seguir lanzando lo que parecería una escalada de elogios, pero no es así, porque en realidad al señor Parr, no los necesita. Lo escuché, por cierto muy brevemente, durante la presentación de su obra. Se concretó a dar las gracias a los asistentes, a los presentadores del libro y las autoridades. Narró de cuando a la edad de 16 años, en 1953, llegó a La Paz en compañía de su padre, el señor Williams Mathew Parr Corbett, más conocido por sus amigos como: Bud,  quien en compañía de su amigo Abelardo Rodríguez edificaron el primer hotel “Las Cruces”. Inmediatamente se trasladaron a Los Cabos donde construyeron el Hotel “Los Cabos”. Una anécdota: cuando en 1990 presentó, en compañía de varios defensores del bien común, una iniciativa de ley en el Congreso del Estado, curioso resultó que cuando preguntó a los diputados asistentes que si ya habían leído la ponencia, la respuesta fue un silencio total. Normal, ¿no?

El contenido del libro es toda una cátedra de lo que se debe hacer para conservar la riqueza del Estado, en particular de Los Cabos. Alguien comentó que esta obra debía ser anexada en las bibliotecas de las universidades para que sea estudiada, analizada por todos los ciudadanos. Otro dijo que la obra debe ser leída, aprendida y llevada en la mente para defender con conocimientos a este destino turístico, otrora paraíso, que está quedando pelón y en unas cuantas manos.

En relación al uso de las playas, lo refiere en el tema “Bien común” (pág. 70): Como ejemplo, a nivel local, el proceso de exclusión de los habitantes de Los Cabos al goce de las playas, que con argumentos a favor de promocionar el bien común exclusivamente para el turismo extranjero, se excluye a los lugareños, para poder vender el goce de estos espacios a quienes están en condiciones de pagar por ellos, no obstante que la Constitución Mexicana define a estas playas como “Bienes Comunes” como propiedad de la nación.

La noche fue de Mateo, estaba feliz, no miento cuando digo que le escuche decir: ¡Los amo! Fue una expresión que le nació del corazón, cuando hubo varios que tomaron la palabra para agradecerle el valioso apoyo por las causas comunes; le reconocieron que siendo un empresario muy ocupado se desprenda para luchar a favor de la gente cabeña, que para él son todos los que viven aquí, o sea, que no importa de dónde hayan llegado sino por el hecho de estar aquí, tienen la obligación moral de unirse para defender lo que es de ellos: los servicios públicos, las calles, las plazas, las playas, el desierto, las montañas, la poca agua dulce y el mismo mar que les rodea.

El índice del contenido del libro es el siguiente: Presentación, Introducción, La madre de la humanidad y nuestro origen, Soy el estero, El orden, su importancia, La celebración del segundo pan, Preguntaron a Jesucristo: ¿Cuál es el mandamiento más grande en la ley? El hombre que mostró al mundo la belleza sudcaliforniana, La búsqueda del hombre, La cultura ultrajada de los Cabeños y cómo la podemos proteger, ¡¡Las playas son sagradas!! En defensa de nuestro indios californios y de su legado, El sueño americano, El bien común, Defensa de los bienes comunes, nueva perspectiva la gestión pública y Lo que hace la valentía es la respuesta que tengamos en horas de peligro.

Cada uno de esos temas, entendí: son un reclamo a nuestra sociedad y autoridades, que, viniendo de un hombre que no nació en nuestro suelo, lo ubica como un ciudadano del mundo preocupado porque este sea mejor.

La presentación del libro fue en el patio del Ayuntamiento de Los Cabos en San José, estuvo como moderador Valentín Castro Burgoin, quien además es el editor del libro. Los comentaristas fueron la escritora Lourdes Anguiano y Rogelio Ortega Geraldo. Como puedes ver, Mateo, no te conozco, pero sí te reconozco.

*“Las elecciones ya vienen, hay que votar de volada, hay que votar contra el PRI o nos lleva la…” Gobernador Quirino Ordaz Coppel, no bajaremos la guardia, le exigimos: ¡JUSTICIA! ¡JUSTICIA! ¡JUSTICIA! Para nuestro compañero y amigo JAVIER VALDES CÁRDENAS. *Estrofa de la Las Elecciones, canción de José de Molina.

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Leónidas Alfaro Bedolla

Nació en Culiacán, Sinaloa en octubre de 1945. Actor experimental de teatro, vendedor, aventurero trotamundos y escritor por necesidad existencial. Autor de la novela “Las amapolas se tiñen de rojo” y “La agonía del caimán”. Vive en San José del Cabo. 
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