La Forma del Agua

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FOTOS: Internet.

Kinetoscopio

Por Marco A. Hernández Maciel

Calificación: ****Clásico Imperdible.

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). ¿Qué es poesía?, Dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul… O mientras clavas tus enormes uñas en mis brazos, o mientras te quito las escamas de tu piel anfibia, o mientras trato de comunicarme con mis manos y las espinas de tu cuerpo se erizan ante el peligro. Y mientras el monstruo marino y la humana que no puede hablar se conocen, Guillermo del Toro creó un filme de época, que quedará tatuado en nuestra pupila, sea del color que sea.

La Forma del Agua es un film exquisito, que usa el lenguaje cinematográfico de manera perfecta y se convierte en una joya contemporánea. Asimismo, nos deja imágenes que van a quedar desde ya en la memoria colectiva de los clásicos del cine. Si bien, no es un film perfecto, esas irregularidades como algún personaje de soporte mal ejecutado, o un guión que deja uno que otro cabo suelto y el ritmo del film que a veces es muy lento y en ocasiones se siente muy golpeado, no afectan a la sensación final del filme. Hay que decirlo, la magia que inunda esta película y el amor que se percibe en cada uno de los fotogramas, nos hace olvidar cualquier posición crítica para flotar y dejarnos llevar por la historia.

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Desde el Laberinto del Fauno, Guillermo del Toro no se comprometía tanto a un proyecto como ahora. Tanto Titanes del Pacífico como La Cumbre Escarlata fueron proyectos que no lograron cuajar del todo; en el primero no se pudo consolidar esa gran idea de los Kaijus vs Jaegers en el blockbuster explosivo que pretendía ser, y en la segunda se notó un agotamiento y reciclado del universo de ideas de Guillermo, dando por resultado un film predecible y anticlimático. Pero afortunadamente, dentro del mundo de proyectos en los que se ha vinculado al director tapatío, decidió regalarnos una historia que nadie más que él podía llevar a cabo.

Y aunado a un excelente diseño de producción y una fotografía que nos trae de vuelta a los clásicos hollywoodenses del cine negro y que aprovecha integralmente los altos contrastes para dotarle de una fuerza expresiva aún mayor a la historia, tenemos un casting idóneo donde Sally Hawkins logra cargar y transmitir toda el peso emotivo del film con gestos, posturas, miradas, interpretando a una empleada de limpieza que no puede hablar. Y ahí el detalle maestro de la historia de Del Toro: un personaje mudo, pero que es el único que realmente se pudo comunicar con un monstruo, con un ser desconocido, grotesco, que lo único que necesitaba era algo de paciencia y atención, pero que más allá de desconocimiento, es víctima de una filosofía imperialista, dominadora y racista.

Otro punto fuerte de la historia es el desarrollo de personajes. Con excepción de un mando militar que hace dos breves pero importantes apariciones, todos los demás personajes tienen un arco bien planeado y desarrollado, y el cuerpo histriónico elegido cumple perfectamente. Destaca la interpretación de Sally Hawkins como Eliza, pero tanto como Octavia Spencer, Michael Shannon, Richard Jenkins, Michael Stulhbarg y Doug Jones, quienes crean personajes trascendentales para cada punto del relato.

La Forma del Agua no es un filme perfecto, pero tiene un poder visual y emocional que lo colocan como una película de época, que nos hace sumergirnos en un laboratorio aeroespacial en el año de 1962 —en pleno apogeo de la Guerra Fría—, entre criaturas increíbles, monstruos gringos, espías rusos, seres solitarios, y que dentro de todo, nos lleva a recordar aquel poema de Bécquer que exclama contrariado: ¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía, eres tú.

 

La calificación de Kinetoscopio:

5 Estrellas: Clásico imperdible

4 Estrellas: Bien actuada, escrita y dirigida

3 Estrellas: Entretiene

2 Estrellas: Sólo si no tienes otra opción

1 Estrellas: Exige tu reembolso

0 Estrellas: No debería existir

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Marco A. Hernández Maciel

Nació en La Paz a inicio de los 80’s. Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por el Tec de Monterrey. En 2006 dirigió el corto “Maldito Murphy” con la beca “Jóvenes Creadores”. Ha sido docente en la UABCS, Universidad de Tijuana y Universidad Mundial en guionismo y producción audiovisual. No puede evitar decir “I’m Batman” con voz rasposa, balbucear diálogos de “Volver al Futuro”, elogiar a Hitchcock o llorar al ver “Toy Story 3”.

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