Crítica: Dunkerque

image_pdf

FOTOS: Internet.

Kinetoscopio

Por Marco A. Hernández Maciel

Calificación: ***** Bien actuada, escrita y dirigida

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). ¿Alguien le puede avisar a Christopher Nolan que en La Paz no tenemos pantalla IMAX? No creo que el señor esté muy preocupado por eso, además de ello, si hay pantallas macro en Cinépolis. ¿Alguien se puede quejar que en la pantalla macro de Cinépolis sólo estaba programada la versión en español y no la versión en su lenguaje original? Sí, yo.

En este momento me estoy quejando y espero no ser el único en esta lucha donde a los amantes del cine nos quitan una oportunidad única de disfrutar un filme hecho literalmente para una gran pantalla con su sonido original, que fue filmado en formato de 70 mm, realizado sin efectos digitales o CGI como base para los efectos especiales; en vez de mandarnos a la sala más recóndita del complejo, donde para mi aún creciente desgracia, me tocó compartir fila con admiradoras de Harry Styles que fueron a verlo sólo a él y suspiraban alocadamente cada que asomaba su cara, y aunque el muchacho no lo hizo mal, también, desde aquí otra queja para el señor Nolan tan preocupado por la experiencia cinematográfica integral ¿no había otro actor para el papel que no provocara que tan incómodas y murmullantes asistentes acudieran en pequeñas hordas de cuatro a ocho integrantes a destrozar la experiencia cinematógrafica de aquellos que si apreciamos su arte?

También te podría interesar Crítica: Okja.

Pero a pesar de todos los inconvenientes antes descritos, Dunkerque es una experiencia fílmica hecha para la pantalla de cine y que debe verse en una pantalla de cine.  Su calidad visual es apabullante, y la historia está contada desde diversas perspectivas temporales que nos entregan una narrativa ágil dentro de un clima de ansiedad y desesperación.  Estas perspectivas que Christopher Nolan ya conoce muy bien y que las ha manejado en filmes como Memento o Inception. Y es precisamente ese manejo del tiempo lo que provoca que quedemos atrapados en la historia de manera casi claustrófobica y que como espectadores sintamos la desesperación de todos los involucrados en ella, que vivamos la ironía de estar parados ante la inmensidad del mar y las larguísimas playas francesas, pero estar encarcelados en un lugar donde tarde o temprano el enemigo llegará a eliminarlos a todos.

Si uno piensa que al salir de la sala de cine se sentirá adrenalina como Rambo, se le pondrá la piel chinita como al soldado Ryan, o gritará de emoción cada que derriba a un enemigo como en Top Gun, de una vez se le advierte que no será así. Pero por otro lado, esta historia lo permitirá sumergirse en la ansiedad de un bombardeo, en la presión de un rescate, en la desesperación y también en la esperanza de sobrevivir.

Esta no es la clásica película de guerra. De hecho, en palabras del director, el describe este film como una historia de sobrevivientes. No es épica pero sí conmovedora, reflexiva e íntima. Una película que no da grandes respuestas pero sí plantea muchas preguntas. Una película que te emociona intelectualmente y a su vez deslumbra por el uso perfecto de la técnica cinematográfica. Una historia que se desmarca del heroísmo individualista y mercadologíco para mostrarnos  la clase de héroes más valiosa de todas, aquellos que lo hacen porque saben que es lo adecuado, y toman sus recursos, por limitados que éstos sean, para aportar a una causa mayor, y que también muestra a los necesitados, a los derrotados, a los que solo buscan sobrevivir y tener otra oportunidad.

 

La calificación de Kinetoscopio:

5 Estrellas: Clásico imperdible

4 Estrellas: Bien actuada, escrita y dirigida

3 Estrellas: Entretiene

2 Estrellas: Sólo si no tienes otra opción

1 Estrellas: Exige tu reembolso

0 Estrellas: No debería existir

Los invito a seguirme en Twitter y hablar de cine en @marcoaric

Compartir en
Descargar
   Veces compartida: 43

Marco A. Hernández Maciel

Nació en La Paz a inicio de los 80’s. Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por el Tec de Monterrey. En 2006 dirigió el corto “Maldito Murphy” con la beca “Jóvenes Creadores”. Ha sido docente en la UABCS, Universidad de Tijuana y Universidad Mundial en guionismo y producción audiovisual. No puede evitar decir “I’m Batman” con voz rasposa, balbucear diálogos de “Volver al Futuro”, elogiar a Hitchcock o llorar al ver “Toy Story 3”.

Compartir
Compartir